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20 de noviembre de 2014

LAS INCONSISTENCIAS DE "LA GAVIOTA"




Tal parece que la Administración de Peña Nieto está más que nunca dispuesta a hundirse y las ideas que tiene para salir a flote no son sino contraproducentes. Creo que en general la cúpula del PRI pensó que podía regresar al poder y que las circunstancias no habían cambiado desde 1994 --admitámoslo, el gobierno de Zedillo, el último del PRI fue el menos priísta y pavimentó el camino a la alternancia en realidad-- y que iba a encontrar una situación muy similar a aquella en que había dejado el poder, mas no es así, y no es solamente el consabido y muy repetido rollo de que "ahora hay una sociedad más consciente, más exigente" y bla bla, porque eso no es del todo cierto: tenemos una sociedad más informada, pero lo que no equivale a ser una sociedad más libre o más pensante; por el contrario, ante el caos informativo estamos frente a una sociedad o una masa o masas más manipulables y susceptibles de ser moldeadas por lo que si hay ahora: más factores de poder de todo tipo.

Ya lo había apuntado en este Blog hace unos años cuando se dio el matrimonio entre el entonces Gobernador del Estado de México y la actriz Angélica Rivera que vivía por aquel entonces un boom de su popularidad tras haber estelarizado, al lado del actor Eduardo Yáñez, una mediocre pero muy vista telenovela que no era sino una copia mal hecha --la crisis de guionistas y de originalidad en Televisa es espantosa y ya lleva muchos años-- de la magnífica teleserie colombiana Café con Aroma de Mujer, adaptada ahora al campo jalisciense y a la explotación del Tequila, con mucha cursilería y detalles ridículos, como el hecho de que la protagonista fuese apodada "Gaviota", cuando los campos donde se cultiva el agave tequilana weber se encuentran a cientos de kilómetros del mar y es imposible encontrar aves marinas sobre ellos y más incomprensible que dichas aves inspiraran el apodo de una campesina dedicada a "jimar" es decir, a cosechar los citados magueyes... en la versión original colombiana, las montañas cafetaleras no estaban lejos del océano y era posible ver llegar y sobrevolar a las rapaces acuáticas, y el carácter de la protagonista, encarnada por Margarita Rosa de Francisco, (antes de meterse en líos con los narcos de su país) era comparable al de las gaviotas. Pues bien, aquel enlace entre el ya para entonces incuestionable aspirante a la Presidencia de la República y la actriz de moda había sido una medida de mercadotecnia y campaña planeada para que el entonces joven político aprovechase el auge ante la audiencia de la bella estrella como un impulso a sus intenciones electorales.

En México, donde la que fuera la segunda industria fílmica del continente americano de los años 30 a 1970, en la llamada Epoca de Oro, la televisión vino a convertirse en el máximo escaparate de las artes escénicas desde que la crisis económica y el envejecimiento y paulatinos retiros y fallecimientos de los miembros de aquella gloriosa generación de actores y cineastas acabaron con el cine nacional; éste, desde la década de los 90 se encuentra en un presunto renacimiento, más ficticio y presunto que real, pues más bien se encuentra en manos de un reducido grupo de actores, directores y productores que toman poses de intelectuales de Izquierda aunque sueñan con colarse en Holywood, algunos, como Cuarón o González Iñárritu o Guillermo del Toro lo han logrado y han obtenido éxitos donde su esfuerzo es innegable, como también su constante repetición de la receta melodramática y de filosofía barata o su tendencia a la politización. (Recuerden como Cuarón pensó que su Oscar a mejor director le da autoridad para hablar de cuestión energética, política y economía entre otras cosas) pero en general se trata de una casta que no deja salir al cine del rincón en que lo tienen capturado y difícilmente veremos que nuestro séptimo arte pueda salir de un panorama mediocre en el que si los diálogos contienen palabras altisonantes son ya obras de intelecto superior por ejemplo y si contiene escenas de sexo ya no son vulgaridades como en el pésimo cine de los 70, sino obras de arte.

La Televisión mexicana sin embargo, presa del monopolio de la empresa familiar de los Azcárraga ha venido, inevitablemente a decaer; si en los años 70 y 80 pudo atraer verdaderos talentos que huían del derrumbe de la industria fílmica nacional y hacer producciones excelentes, con historias originales y profundas, incluso contando con genios como Ernesto Alonso, un gran histrión que trabajara con Luis Buñuel en Ensayo de un Crimen, convertido en productor televisivo que nos regaló todo un hito en la pantalla chica de México y América Latina como fue El Maleficio y series históricas relativas a distintos periodos de la Historia Mexicana magníficamente realizadas, u otras producciones que incluso recibieron premios internacionales y tuvieron éxito rotundo en otros países, incluso en Europa, como Rina, Los Ricos También Lloran, Cuna de Lobos, Yesenia, El Pecado de Oyuki, Vivir un Poco, Monte Calvario, etc. el monopolio fue ahogando poco a poco la libertad creativa y al talento, y el interés mercadológico empezó a hacer primar el físico de actores y actrices sobre las capacidades histriónicas.

Así, mientras en EUA vemos que la TV poco a poco empieza a superar a un cine preso de una crisis de originalidad, y se convierte desde los 90 en un campo de experimentación y de desarrollo de historias interesantes y de expresión actoral importantísimo, en Sudamérica, aunque se emplea el mismo formato de la Telenovela, esto no impide que se apueste por historias que van más allá de las historias de amor o rompen con ser un género exclusivamente destinado al público femenino; sin embargo, en México la TV está cada vez más estancada en un marasmo de mediocridad, vulgaridad e idiotez, lo que motiva que las producciones actuales, salvo contadisimos casos, sean francamente pésimas y solo capaces de atraer a un público de muy bajo nivel cultural... aunque éste sea el 90% de la población, que, cabe decirlo, empieza a mostrar cansancio de ver siempre lo mismo: la historia de la Cenicienta pobre que se casa con el príncipe rico y viven felices para la eternidad.

En este mediocre contexto, es que resulta increíble la justificación hecha mediante un vídeo de la Sra. Rivera, esposa del ahora Presidente de México, para la compra de la suntuosa mansión de $7 millones de dólares a la empresa constructora que se había asociado a China Railways y que ya antes había tenido un importante papel como proveedor y constructor de obras en el Estado de México bajo el mandato local de Peña: no es posible que la casa la haya adquirido con sus ingresos tras 25 años de trabajo en Televisa; vamos, no es creíble que la actriz haya mantenido hasta el día de hoy ingresos que le permitan desembolsar $500,000 pesos al mes para el pago del crédito con el que se encuentra pagando la mansión. Estrellas de Holywood, piénsese en Sandra Bullock, Angelina Jolie o Meryl Streep, que evidentemente tienen una mayor fama mundial y cobran mucho más por película, o actrices famosas de la TV de nuestro vecino del norte, como Mariska Hargitay, conocida por su papel de "Olivia Benson" en La Ley y el Orden, tienen ingresos de millones de dólares y sin embargo poseen mansiones de menor costo que la ostentada por la pareja del Presidente.

Igualmente resulta por lo menos dudoso el planteamiento de que gran parte del costo de la residencia deviene de la liquidación que la televisora le pagó tras 25 años de trabajo bajo el régimen de exclusividad, como decía el periodista tapatío Leonardo Schwebel --con quien no comparto del todo la opinión, pues parece que se deja llevar por su antipriísmo a grado tal que hasta como que justifica el vandalismo y la violencia, lo que me parece detestable, temerario e irresponsable para tener un micrófono-- tenemos el caso del actor y comediante Xavier López Chabelo, quien tiene más de 50 años trabajando para la XEW-Telesistema Mexicano-Televisa también con exclusividad, si así fuera, este señor, de quien se hacen burlas pues a sus 70 años sigue haciendo su personaje de niño corpulento mimado, (peor que los Rolling Stones que quieren seguir siendo adolescentes con la misma edad) bien podría ser ya dueño de las Islas Azores con los ingresos acumulados tras tantas décadas de trabajo. Ni siquiera Roberto Gómez Bolaños Chespirito, que fuera uno de los puntales de la televisora desde inicios de los 70 hasta su retiro no hace mucho, aunque es un hombre rico, ha llegado a estos excesos de ostentación. Solo cabría pensar que la Gaviota ha invertido muy bien sus cuantiosos ahorros en negocios que no sabemos cuáles son y eso le ha permitido gozar de una gran fortuna que le permitió adquirir tan "humilde" vivienda.

Por el contrario, todo parece ser una trama que puede ser descrita de la siguiente manera: la Constructora HIGA, así llamada por sus siglas, le pagó los favores concedidos a Peña Nieto como Gobernador con esa mansión o los terrenos donde se asienta la misma; como iba a ser muy descarado si entraba al patrimonio del entonces mandatario local, y podía ser auditado o tenía que mostrarlo en su declaración de situación patrimonial, simulan la compraventa con su esposa: curiosamente, el presunto contrato que ampara la adquisición del inmueble está fechado al día siguiente que Peña y la actriz anunciaron su compromiso matrimonial, aprovechando que ella, pese a convertirse en Primera Dama, no es funcionaria y por tanto, su patrimonio no queda sujeto al escrutinio público, finalmente, incluso en el caso de los servidores públicos, el patrimonio sigue siendo parte de su esfera íntima y personal, no estando obligados a publicarlo, como en el caso de cualquier persona, pero así no se podría aducir el "enriquecimiento inexplicable" de Peña como Gobernador y como Presidente.

Aquí si me parece que Don Rafael Cardona se deja llevar por sus simpatías políticas, pues aunque, ciertamente, HIGA no sea el único proveedor ni del Gobierno del Estado de México ni del Gobierno Federal, basta revisar en qué proyectos ha participado, como esta concesión para la construcción del tren de alta velocidad en sociedad con una poderosa empresa china para descubrir que ciertamente, ha habido un favoritismo que tuvo un precio, al menos así parece de todo este escándalo de la casa, la prensa de Izquierda: Cármen Aristegui, la Revista Proceso y el diario La Jornada, por supuesto que obra a favor de los intereses de sus patrones: el PRD, López Obrador y su corte de minipartidos que desde que estalló esta situación sobre la desaparición de los Normalistas de Ayotzinapa, buscaron lavarse las manos de su responsabilidad en los lamentables hechos, pues ellos llevaron al poder a Abarca y a su mujer en la citada ciudad guerrerense y respaldaron, junto con el PAN, a Aguirre para ser gobernador de Guerrero, y echarle la culpa de todo al Presidente y su Administración que en realidad no tuvieron ninguna intervención en ello; por eso, cuando Peña habla de que hay intenciones de desestabilizar su Gobierno lo dice con razón.

Finalmente, Peña es parte de la terrible corrupción que es ya tradicional de nuestros gobernantes, ni Priístas ni Panistas han salido limpios de su administración, salvo quizá Don Miguel de la Madrid y Don Adolfo Ruiz Cortines, en el caso más reciente, del primero, éste murió en la casa de Coyoacán en que habitaba antes de ser Presidente y a la que regresó tras abandonar Los Pinos en 1988. Todos los demás han salido de dicho palacio presidencial para habitar en lujosas mansiones o en el extranjero. No pueden plantearse reformas que tienden a acabar con los privilegios de élites corruptas sin dejar de ser parte de ellas, y al no hacerlo, Peña ha dañado su credibilidad, la prensa de Izquierda actuó con mala intención de debilitar su Gobierno, pero pudo hacerlo porque había por dónde y sin que haya una respuesta adecuada para hacer frente a la crisis y a los cuestionamientos; tal parece que esta Administración se ha visto rebasada por acontecimientos que no había contemplado pese a que era evidente que así iban a darse desde el mismo 1 de diciembre de 2012.

Hoy 20 de noviembre se avisora un día de caos en la capital del país y en otras partes, o el Gobierno deja derrumbarse por los intereses que desean crear en México una situación de infierno y de contienda civil como en Ucrania, Siria o Libia, o hace valer la autoridad y hace cumplir con la Ley, empezando por él mismo, porque de lo contrario, nos precipitaremos en el abismo, lo más lamentable, por lo que leo en las redes sociales, incluso de amigos y exalumnos, es que hay muchos que, como los lemminges, están deseosos de aventarse al precipicio o contemplar el desastre, claro, desde la comodidad de un monitor de computadora.

19 de noviembre de 2014

AYOTZINAPA: INDIGNACION, CONFUSION, ANARQUIA


El Gobierno de Enrique Peña Nieto en México paga su economicismo; aquella consigna irrespetuosamente pronunciada por William Clinton en su debate televisivo con Bush padre: "¡Es la Economía, estúpido!", demuestra en realidad que ese mantra de los tecnócratas que han dominado la política en Occidente desde la década de los 90 no es del todo cierto: la economía no lo rige todo, es un factor importantísimo, pero no es el condicionante; curioso que Marxistas y Liberales así lo creyeran por igual, pero hoy, la cruda realidad demuestra que muchas veces la Economía requiere de otros factores y que la labor del Estado no puede ser únicamente la de un gestor económico, sino que una de sus tareas básicas debe ser ante todo: la Seguridad, y por otro, la conducción política de la Sociedad.

Me da la impresión que Peña y todo el PRI, cuando recuperó el poder en 2012, no se dio cuenta del reto que afrontaba ni cómo ese periodo de 18 años, contados desde 1994, había llevado, por un lado, a la "democratización" del país, pero por otro, a la degradación misma del Estado Mexicano. Tanto el Gobierno de Ernesto Zedillo, como las dos administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón no fueron sino una reacción contra el proceso reformador realizado por Carlos Salinas de Gortari en sus seis años de mandato: con todo y sus errores y las corruptelas presentes bajo su presidencia, el neoleonés sin embargo trastocó el régimen constituido tras la Revolución Mexicana y abrió el país a las inversiones y el comercio internacionales y pretendió liberalizar la economía al interior; por supuesto, esto le llevó a pegarle a muchos intereses y privilegios de élites que, como ya lo hemos dicho, pactaron el derribo del PRI neoliberal en el Grupo  San Angel, junto al PAN y la Izquierda a fines de los 90, y no solo eso, vino la demonización de Salinas al más puro estilo de lo ocurrido en el pasado con tantos y tantos personajes de nuestra Historia: Maximiliano, Miramón, Iturbide, Don Porfirio, etc. Que no se han ajustado a los intereses de la "Familia Liberal-Revolucionaria".

Es muy curioso que justo cuando Peña Nieto terminase el proceso de "Reformas Estructurales" en las que cifró las esperanzas de su Gobierno y que no fueron sino la continuación de las iniciadas por Salinas en su momento, se vinieran como avalancha una serie de problemas: la desaparición de los Normalistas de Ayotzinapa, la huelga en el Instituto Politécnico Nacional, las protestas cada vez más violentas aderezadas con episodios de vandalismo y destrucción, la cancelación de la licitación a favor de China Railways para la construcción del tren de alta velocidad México-Querétaro, ligada al parecer con los presuntos, --y muy posiblemente bien fundados-- actos de corrupción: sobre todo por la inexplicable adquisición de una enorme y lujosa mansión que se estaba a nombre de la actriz Angélica Rivera, esposa del mandatario y en realidad parece ser propiedad de una constructora mexiquense, asociada a la empresa china a la que se había otorgado el contrato para el proyecto ferroviario. Por último y para agregar más salsa al peligroso platillo del descontento estudiantil, viene un operativo pésimamente llevado a cabo al interior del campus o Ciudad Universitaria de la UNAM en que se pretendió originalmente recuperar un teléfono celular robado, según se dice, y después, desalojar a los "porros" y dizque militantes de una organización estudiantil de Izquierda que desde el año 2000 tiene secuestrado al Auditorio "Justo Sierra" al que han rebautizado como "Ché Guevara" y sobre lo cual, se dice, que en realidad, sirve de lugar para la comisión de diversos delitos: desde tráfico de drogas hasta proxenetismo.

Lo sorprendente y atemorizante es la pasividad del Gobierno Federal ante la situación de caos y de tensión que se percibe en el ambiente: Peña bien sabía desde el día de su toma de posesión que no la tendría fácil: los años de la "Alternancia" habían creado una situación bastante confortable para los partidos de oposición y era claro el resentimiento de los mismos ante las elecciones de 2012, principalmente para la Izquierda, tanto la digamos "institucional" como la radical. Las protestas y actos de vandalismo que acompañaron su toma de protesta el 1 de diciembre de 2012 lo demostró. Las reformas que planteó, en particular la Educativa y la Energética, golpean a sectores sumamente poderosos: como los docentes, que era claro iban a defender a uñas y dientes privilegios feudales ganados por sus caciques años atrás: si toda la prevención consistió en encarcelar a Elba Esther Gordillo, olvidó hacer lo propio con los dirigentes regionales y los de aquella facción denominada "Magisterio Disidente" como la CNTE o la CETEG en Guerrero, tan sinvergüenzas y ladrones como la maestra chiapaneca, además de más violentos.

Veladamente ya venía la amenaza de que no iban a dejar operar las reformas, sin embargo, pareciera que el Gobierno de Peña continuase confiado y dormido en sus laureles, pensando que las reformas por sí mismas iban a funcionar mágicamente y a lograr automáticamente una mayor prosperidad para las familias mexicanas y esto iba a traer la paz: ilusiones neoliberales que ahora son desmentidas por la realidad: el Estado debe proveer a la seguridad de sus ciudadanos, y el Estado además, debe procurar, primero que nada, su propia existencia manteniendo los mecanismos de control que le permitan garantizar el orden; de lo contrario, si el Estado mismo no puede asegurar el funcionamiento de su estructura institucional entonces no puede asegurar que proveerá a los ciudadanos de las condiciones necesarias para su desarrollo, ni de los servicios públicos que debe proporcionar. Ante la emergencia de la situación actual tras los desgraciados hechos de Iguala, el Gobierno aparece pasmado, desconcertado y la respuesta no ha sido la adecuada ni la que daría un gobernante hábil sabedor de por dónde vendrían los tiros ni las críticas: ha sido de una pasividad extraña y hay que decirlo: estúpida.

Con esto no me coloco en la defensa de Peña Nieto como gobernante, no lo merece, más cuando hay pruebas de que él y su partido continúa en la misma inercia seguida no solo por el PRI, sino por toda la clase política mexicana, de corrupción y de impunidad, misma que es a todos los niveles: impunidad que goza Angel Aguirre, ahora ex-gobernador de Guerrero, impunidad de la que goza la Dirigencia del PRD que aupó a los Abarca al Gobierno de Iguala, impunidad que goza López Obrador desde cuando incendiaba pozos petroleros en Tabasco, impunidad que goza René Bejarano que fue filmado recibiendo un cuantioso soborno y ahora está libre, en la política y con el descaro de ahora denunciar la corrupción, impunidad de la que gozan los transportistas en Guadalajara que ofrecen un servicio de calidad infrahumana y que ha costado vidas, pero impunidad también de quien extorsiona, secuestra, roba, quema y daña propiedad ajena justificándose en la "protesta social" y a quien agita las aguas y promueve la violencia.

La renuncia de Peña, sin embargo, no me parece el camino para resolver las cosas; al contrario, eso es lo que parece quieren ciertos grupos que hábilmente han utilizado el antipriísmo sistemático de sectores de la población y el resentimiento que campea en otros, motivado por la desigualdad económica y los problemas sociales. Así, han logrado inculpar al mandatario y al PRI de lo que surgió de las luchas internas y de las colusiones de la Izquierda con el crimen organizado --que tampoco seamos ingenuos, el narco seguramente también ha infiltrado y embarrado al PAN y al propio PRI-- El derribo del Gobierno actual llevaría al ascenso de radicalismos, quizá a que haya nuevas elecciones y en ellas ganase López Obrador que nos entregaría al Chavismo más populista posible mientras asegura mantener las cosas en beneficio de los maestros que seguirán sin trabajar pero cobrando y heredando y vendiendo plazas, porque eso, y no otra cosa, es lo que pedían los Normalistas de Ayotzinapa: seguir viviendo como parásitos del Estado que les pagara un sueldo sin trabajar, que les concediese plazas laborales sin demostrar su aptitud; la caída del Presidente no solo implicaría la salida de una persona del poder, sino el derribo de todas las instituciones y todo ¿para qué? para beneficiar muchos intereses de nacionales y extranjeros, ¿Acaso están interesados en convertir a México en la Ucrania de EUA? 

Ayotzinapa es la gota que derrama el vaso tras tantos hechos violentos en los últimos años y tanta impunidad: la muerte de 49 niños en el incendio de la Guardería en Hermosillo, Sonora, la quema y muerte de personas en el Casino Royale de Monterrey, y las sangrientas matanzas de San Fernando en Tamaulipas, sobre inmigrantes centroamericanos. Sin embargo, aquellos que desean el derribo de la autoridad cómodamente sentados frente al teclado y el monitor de una computadora, no saben lo que piden, serían sin duda, los primeros en correr ante el sonido de las armas,ni saben las consecuencias que ello tendría, sería desatar el infierno.

Urge que el Gobierno, sin temor a ser juzgado de autoritario y represor restaure el orden y aplique la Ley tanto a narcopolíticos como a vándalos, no se pide que masacre o que desaparezca ahora sí, cometiendo crímenes de Estado a los que disientan, simplemente que mantenga el respeto a la Ley y a los derechos de todos, que no pueden ser vulnerados ni por el Estado ni por particulares por mucha que sea su indignación o la justicia de su causa; de lo contrario, estaremos entrando a la Ley de la Selva y a la anarquía completa, que parece ser por lo que apuestan muchos para el surgimiento después de un líder carismático y mesiánico que restaure mágicamente el orden: ¿AMLO? No sé, a veces me parece que todo está demasiado elaborado para ser un plan y creo que el tabasqueño no es tan brillante como para planear una estrategia digna de Fouché o Hitler.

Pero en la raíz de todo se encuentra una situación muy compleja: México ha llegado a este grado de abyección por muchos factores, no solamente la situación económica es la que hace que un campesino se convierta en criminal; existe también un tema moral detrás, la falta de escrúpulos, el desprecio al trabajo, la falta de conciencia y de participación en los asuntos de la comunidad, la falta de solidaridad y respeto hacia los demás, la fragmentación de las familias, el desarraigo, la pérdida de las costumbres y tradiciones, 150 años de Laicismo antirreligioso que ha convertido a la Moral en un tema tabú, una educación pública que sólo ha servido de adoctrinamiento político en una extraña e incompatible mezcla de Marxismo con Liberalismo decimonónico, el desprecio a la cultura, la doble cara al plantearse la existencia de una faceta pública y otra privada en las personas y no la integridad... todo ello nos ha llevado a este punto, las verdaderas reformas que necesita México empiezan por uno mismo, si cada uno cambia, lograremos cambiarlo todo.

Lamentablemente, yo no soy optimista, creo que es demasiado tarde.
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2.- Solalinde:



Hacer una crítica de la labor del Padre Alejandro Solalinde es arriesgarse a que lo tilden a uno de todo, de fariseo, de insensible, de burgués o de no se qué, a mi, me vale, y lo voy a decir: posiblemente este sacerdote tenga grandes méritos como activista social o político, como pastor de almas, sin embargo, creo que es pésimo y es una muestra del porqué la gente se ha alejado de la Iglesia Católica últimamente, según los estudios estadísticos recientes en México e Iberoamérica.

Pero dirán ¿y la la acción social que realiza, denunciando la violación a los derechos humanos? ¿viendo por los pobres, por los migrantes, por las víctimas de la violencia? Pues ese es el problema: que habla mucho de derechos humanos, de Justicia y de desigualdad, precisamente hace un discurso en apariencia subversivo, pero en realidad, bastante "políticamente correcto" y ceñido a aquello que gobiernos, poderes fácticos y medios de comunicación quieren que la Iglesia se vea reducida, y al Cristianismo convertido en una ideología política-social más emparentada con el Marxismo más rancio, pues se habla de cuestiones materiales, pero nunca del concepto más polémico y subversivo de todos: DIOS ni mucho menos de la crisis espiritual que se vive, mientras que su labor social se aleja de la verdadera caridad cristiana para convertirse en mero activismo político y agitación revolucionaria; porque Solalinde desea un cambio revolucionario y el derribo del orden actual y su dedo acusador se dirige a los gobernantes, siempre los gobernantes aliados de los malvados ricos, pero no se dirige al pecado individual de cada una de las personas y no denuncia la crisis moral y espiritual por la que atraviesa la sociedad mexicana.

Es correcto denunciar lo que ocurre con los migrantes centroamericanos al transitar por el territorio mexicano, pero no lo es pretender que México o EUA se hagan responsables de una problemática que tiene su origen en la pésima situación de los países centroamericanos que si expulsan migrantes no es por ser víctimas, sino por sus propios gobiernos criminales que han sido incapaces de generar una mejor situación en sus países donde sus nacionales puedan prosperar; es también irresponsable el exigir a EUA que se haga cargo de esas personas y plantear que se borren las fronteras cuando la presionada economía del coloso del norte también tiene límites y no puede absorber tal número de personas que llegan cada año; además de que le despoja del más elemental derecho de decidir quién entra o pasa por su territorio como cuando uno decide quien entra y quien no a su casa. ¡Pero claro! siendo un seguidor de la Teología de la Liberación que sueña con el derribo violento del rico y la venganza del pobre.

La gente necesita pastores, no activistas, necesita fe y formación en las virtudes, no política ni doctrinas comunistas, necesita que se le hable del Reinado Social de Cristo y no de desigualdad económica. Si logramos implementar y vivir realmente los principios cristianos en la sociedad, la Justicia Social se dará por añadidura; mientras tanto, solo tendremos división, envidias y el germen de más violencia que es lo que a veces parecen sembrar personajes como Solalinde.