En contraste al cochinero que fue el Mundial de Fútbol de Qatar, la figura de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, se despide al terminar este año 2022 tan lleno de acontecimientos y tan convulso.
Una coincidencia, o quizá un acto de Dios en que, apropiadamente decidiera que Pelé muriera cuando todo aquello que decía en el post anterior, él mismo encarnaba, ha muerto en el emirato islámico hace apenas unos días. El fútbol como deporte, como arte incluso, estaba representado en el futbolista brasileño, uno de los hombres más importantes del siglo XX y de la Historia de su país, que consiguió fama y fortuna pateando una bola inflada de cuero, pero también convirtió a ese deporte, nacido en las horas de ocio de estudiantes universitarios en la Inglaterra de la era Victoriana, en un espectáculo universal, alrededor del cual el planeta entero se detiene cuando empieza a rodar el balón.
Pelé fue un hombre fuera de serie, un superdotado físicamente, con una figura atlética muy poco común en su época de jugador que le permitía saltar el doble de altura que cualquier otro futbolista para cabecear y una enorme velocidad y agilidad, pero no cabe duda que también lo estaba intelectualmente, pues contaba con una visión estratégica de un juego que es mucho más que patear la pelota, es planear movimientos y controlarlos, encontrar espacios, burlar a los rivales, esquivar defensas, puntería, cálculo de fuerza y ángulos, al brasileño, que había tenido una educación más bien pobre, aquello le salía natural, en pocas palabras, era un genio. Incluso, poseía un reconocido talento musical que le llevó a componer e interpretar con la voz y la guitarra acústica algunas canciones que grabó en dos discos y otras colaboraciones, aunque para él fuese un mero divertimento, e incluso escribió la banda sonora de un documental sobre su vida, y ni qué decir de su incursión también como actor (y a veces como productor y guionista) en algunas producciones brasileñas y sobre todo la recordada película de 1981 Escape a la Victoria, al lado de Sylvester Stallone, recién consagrado por Rocky, y de los legendarios Michael Caine y Max Von Sidow, junto a otros grandes futbolistas como Bobby Moore u Osvaldo Ardiles.
Nadie ha llegado al nivel que tuvo, fue un innovador, que rompió con la monotonía del juego y creó el llamado Jogo Bonito, que fuera por mucho tiempo la marca propia del combinado verde-amarelo, generando una verdadera escuela, representando a la más grande generación de futbolistas de su época, siendo el equipo que alcanzó el campeonato mundial de 1970 en México, un combinado de estrellas, que probablemente ha sido el mejor equipo de fútbol que jamás ha existido, bajo la dirección del ex-seleccionado y compañero de Pelé Mario Lobo Zagallo, donde se encontraban Rivellino, Tostao, Carlos Alberto, Jairzinho o Gersón. Ya desde el campeonato de 1958 en Suecia, a los 17 años, se había revelado como un niño prodigio que condujo a su equipo a coronarse como campeón mundial indiscutible; incluso en el violento y sucio Mundial de Chile en 1962, en que las faltas de defensas rivales lo dejaron en el banquillo, Pelé fue la fuerza moral y el liderazgo en la cancha, que impulsó a Brasil a convertirse en la potencia futbolística más poderosa del orbe, superando a Italia, a Alemania y a Uruguay, las potencias de aquel entonces en el balompie, y con ello, en convertir al fútbol en un espectáculo masivo a nivel mundial, en lo que mucho tuvieron que ver las giras mundiales orquestadas por el Santos F.C., en el que militó casi toda su carrera, exceptuando sus años finales en el Cosmos de Nueva York.
Su trayectoria posterior, --incluso cuando todavía estaba en activo-- en la que se convirtió en el primer deportista en convertirse en una marca, y participar así en la publicidad de numerosos productos y servicios de distintas multinacionales, o ser embajador de causas humanitarias, llevó a grandes cambios en el estatus de los deportistas profesionales en general, que se convirtieron en celebridades y vieron expandirse sus posibilidades de negocios e ingresos más allá de su actividad. Incluso su incursión, no en la política, (nunca se presentó a buscar un puesto de elección popular, aunque en una entrevista reconoció que mucha gente en Brasil hubiera querido verlo contender por la Presidencia de Brasil, y seguramente, dada la veneración que los sudamericanos sentían por él, lo habría conseguido) sino en la Administración Pública, como Ministro de Deportes en el Gabinete de Fernando Henrique Cardoso, en la década de los 90, fue benéfica, creando, con la llamada Ley Pelé, un instrumento para la salvaguarda de los derechos de los deportistas profesionales.
Pelé, inteligentemente se mostraba neutro en temas tan delicados y tan divisorios en su país como la Política y la Religión; de esa manera, evitaba volverse bandera de un grupo u otro, prefería ser un símbolo de unidad de los brasileños y también, ser un ícono mundial. Por lo mismo, tampoco se arriesgó, pese a estar indudablemente capacitado para ello, a ser Director Técnico de algún club o aspirar a serlo de la canarinha; otras grandes estrellas se han arriesgado, como el propio Maradona en su momento, o Hugo Sánchez aquí en México, lo que llevó a empañar su figura ganadora con mediocres resultados como entrenadores. Otros, ciertamente, como Zinedine Zidane o Didier Deschamps, el mismo Zagallo, o Franz Beckenbauer, por el contrario, han refrendado sus glorias deportivas también desde el banquillo; pero, finalmente, puede ser un volado.
Quizá pueda señalarse su carácter mujeriego que le llevó a tener tres matrimonios, engendrando 6 hijos de ellos, y 2 fuera de matrimonio --reconocidos--más otros romances con figuras del espectáculo, como la cantante y presentadora de TV Xuxa, (quien también tuviera un sonado romance posteriormente con el otro gran ídolo deportivo brasileño: Ayrton Senna) o los problemas con la Ley de su hijo Edinho, como las únicas máculas en su historial, pero bueno, era un hombre de carne y hueso, y como dijera el periodista y escritor mexicano Armando Fuentes Aguirre Catón, "ser mujeriego es pecado, pero no defecto".
Para terminar, los dejo con esta extraordinaria reflexión que, creo, es la mejor sobre lo que representó el Delantero nacido en Tres Coraçoes, Minas Gerais, Brasil, del programa televisivo español El Chiringuito de Jugones:
Edson Arantes do Nascimento Pelé, ha muerto, el Rey ha muerto, y no ha sucesor, fue único e irrepetible, ahora sólo quedan personajes de cartón de la mercadotecnia.
DESCANSE EN PAZ