Hace apenas un momento, me preguntaba en Facebook: "¿Qué tan jodidos tenemos que estar como civilización para que la última esperanza de que a este mundo no se lo cargue una Izquierda destructora, encabezada por corruptos y viciosos y aparte vendidos a los intereses del dinero y de los imperios asiáticos como China, sobre todo, y también Rusia e Irán, sea un millonario zafio, inculto, narcisista y ególatra? Aunque hay que reconocerle que, pese a esos defectos ha tenido sentido común, ha defendido la razón y la verdad... Pero: ¿Dónde quedaron los grandes liderazgos auténticos de antaño? ¿Tan mal hemos quedado? Y a pesar de todo esto, espero que Trump quede reelecto mañana... si no hay fraude o algo peor para favorecer a Biden."
Quisiera precisar mi reflexión: sí, ciertamente Trump no es un dechado de virtudes y está lejos de ser el Titán Patriota con casi aura sobrenatural del que hablan los seguidores de esa red de propaganda viral en Internet denominasda Q-Anon, que en un post anterior, señalé, ha llegado en sus diatribas a rangos exagerados y hasta ridículos, Trump no es culto, es, en buena medida, un patán, es un narcisista y un ególatra; pero ¡vamos! como lo señala Tucker Carlson en el vídeo con el que abro esta entrada, precisamente por todo ello es que es la persona necesaria, en este momento, para enfrentar la situación actual y ponerle un alto a los proyectos de las élites globales que, asentadas en EUA, parecen dirigir al Mundo Occidental hacia un desastre caracterizado por su subordinación a los intereses de China, y a la asunción de regímenes autoritarios de Izquierda afines a Pekín, destinados a debilitar rivales de la Ciudad Prohibida y empobrecer a aquellos países donde el dragón plantea devorar recursos y materias primas para sustentar un claro proyecto de hegemonía imperial como nunca antes lo ha buscado el Reino del Medio.
Cierto, Trump no se acerca a un Winston Churchill, a un De Gaulle, a un Lincoln, un Reagan o un Roosevelt, y es una representación de la devaluación de los liderazgos que hemos venido sufriendo progresivamente en nuestros países desde los años sesenta. La realidad es que sus rivales no son mejores que él, como el propio periodista de Fox News, lo menciona, incluso, es mejor que ellos...
EUA fue copado, como el sociólogo Cecil Wright Mills ya lo apuntaba en los años de la Posguerra en la década de 1950, por una serie de élites que constituyeron una oligarquía que terminó por corromper a la Democracia más antigua de Occidente, para subordinarla a sus intereses: la industria militar, la casta financiera de Wall Street, el Imperio Mediático y del entretenimiento en Hollywood, los cuerpos académicos de las Universidades de la llamada Ivy League, sustentados en el prestigio alcanzado en la investigación científica y social, y la más reciente industria informática tanto del Hardware, como más importante, del Software del Valle del Silicio, California, además del Crimen Organizado, se erigieron en los verdaderos mandamases del sistema, hubo quienes quisieron enfrentarlos, como los hermanos John y Robert Kennedy, y tuvieron un triste fin, y otros tuvieron que condescender con ellos a fin de mantenerse, no solo en el poder, sino con vida. Se trata de una oligarquía que ha desdeñado a la propia patria para expandirse globalmente y beneficiarse del resto del mundo mediante el proceso de Globalización y que asentó su dominio sobre la corrupción, el vicio que extendió entre la gente y la dictadura sempiterna del mercado. No tienen compasión, ni amor, les mueven los más bajos instintos y la mayor codicia imaginable, y para ellos, el resto de los mortales somos menores que ellos, meros sujetos experimentales o piezas de ajedrez con las que se puede jugar.
¿En serio un tipo como el cantante y guitarra de la banda Green Day Billie Joe Armstrong tiene la autoridad moral para burlarse del norteamericano trabajador rural u obrero y referirse a él y a sus simpatías políticas como el American Idiot y la redneck Agenda? El hecho de que haya hecho buena música en su género y haya tenido discos con récords de ventas le autoriza a sentirse superior a un campesino de Nebraska o a un obrero de la siderúrgica de Pennsilvania que día con día se esfuerza por llevar el pan a su casa? En primer lugar, está muy lejos de ser un Bach o Vivaldi, y en segunda, su vida llena de excesos y de adicciones no creo que sean mejores galardones que los de un hombre que se sacrifica día por día por su familia y su país. ¿En serio Leonardo di Caprio, que podrá ser muy bueno fingiendo ser otra persona, --si es que existe un verdadero Di Caprio y no vive permanentemente encarnando a otros-- puede sermonearnos sobre el medio ambiente cuando es un tipo que ni la preparatoria terminó y vive visiblemente de manera contraria a lo que predica con yates, aviones privados y coches de lujo que generan gases de invernadero al por mayor? Con la actitud, como diríamos en México, del típico naquito que llega a tener dinero y se da todos los lujos que puede en una espiral de despilfarro?
¿A qué nos puede guiar un Noam Chomsky lleno de odio a sí mismo y a sus raíces judías y norteamericanas que le lleva a aplaudir a monstruos como Fidel Castro y al terrorismo islamista en contra de sus coetáneos? Y así, las revelaciones que iniciaron Edward Snowden, el soldado Manning y Julian Assange, los casos de Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Jeffrey Epstein y NXIVM, fueron revelando una clase política norteamericana, y unas élites financieras y del espectáculo revolcadas en el pantano de la corrupción, los vicios más abyectos y asquerosos y la impunidad más absoluta. Como bien lo señala Monseñor Viganó en una durísima carta que envió a Trump, queda claro que la contienda electoral actual es una lucha del Bien contra el Mal.
Porque sea por que Trump piense de esa manera, como un hombre del pueblo llano, o bien, que por cálculo político decidió ponerse de ese lado, cuando originalmente había sido un personaje aplaudido por Hollywood y mediático, parte de esa élite, hoy representa a la mayoría silenciosa, no solo en EUA, sino en buena parte del mundo, que no queremos comulgar con las ruedas de molino que promueven los oligarcas de las finanzas y los medios, que no nos tragamos que los discursos ecologistas, feministas extremos, LGBT, inclusivos y demás sean muestras de rebelión cuando son patrocinadas por corporaciones multinacionales que son parte del establishment, y que vemos en las celebridades hollywoodenses a meros bufones y saltimbanquis carentes de sustancia, y la mayoría de las veces, de talento mismo.
No soy muy optimista sobre mañana... temo que haya un fraude o una serie de manifestaciones violentas que lleven a una Revolución de Color como las que, precisamente, los demócratas con Obama y Hillary promovieron en Ucrania o en Medio Oriente, que provoque la caída de Trump y de todo el sistema constitucional estadounidense, como en Chile, para la imposición de una administración como la de Biden, destinada a liquidar a EUA abriéndole paso a China y sus aliados, los eternos resentidos: Rusia, que desde Pedro el Grande ha buscado ser una potencia hegemónica sin entender que carece de las bases económicas para lograrlo, e Irán, que sueña con restaurar las antiguas glorias ya sepultadas de Aqueménidas, Partos-Arsácidas y Sasánidas, para que se repartan los restos de un continente americano empobrecido y esquilmado por el Foro de sao Paulo y la Izquierda desde Canadá a la Patagonia y eso brinde a sus propias élites riquezas sin cuenta, mientras sumen a sus pueblos, como lo han hecho desde sus orígenes en la noche de los tiempos, en la servidumbre más atroz y la extienden a nosotros.
Es increíble... mañana se decide, no solamente si en EUA brillará aún una luz de esperanza, o si bien, las tinieblas se cernirán por mucho tiempo sobre nuestro continente. Será sin duda, uno de los días más importantes de la Historia reciente.
Como sea, siendo Trump un patán, un inculto, un ostentoso, narcisista y ególatra, como dice Tucker Carlson, no se ha callado y ha denunciado la realidad de la clase política norteamericana y las élites del poder de dicho país y que ejercen una fuerza incluso global, ha resultado mucho más valiente que multitud de personajes más sabios y mejor educados que él, él solo, se ha enfrentado a los hombres más ricos del mundo, como Soros o Gates, a las empresas más poderosas de la Tierra, como Disney o Apple, ha desafiado a un Imperio milenario en pleno resurgimiento como China, a los medios de comunicación y a los más famosos del planeta. Sólo por eso, merece mi respeto y hasta mi admiración, gane o pierda. Si gana, lo aplaudiré, pues habrá esperanza de que vuelva a brillar la luz de la libertad sobre América entera desde el faro que permanecerá encendido en el norte, y si pierde, será señal de que una larga y triste noche nos espera.
4 comentarios:
Si hay fraude, le están robando la reelección a Trump y de manera descarada aunque lo lleven a la corte suprema creo que ya valió, subestimaron la capacidad de fraude de parte de los demócratas igual que lo hicieron en las elecciones intermedias de 2018, en ese entonces los republicanos no hicieron gran cosa, ahora pagan las consecuencias.
Uno no quisiera darle la razón a Trump, pero hay algo que no se dio a conocer en los grandes medios de comunicación de Estados Unidos (entiéndase CNN, The New York Times o Washington Post). Hace unos meses (más o menos en abril) detuvieron en Pensilvania a un grupo de personas que se dedicaban a hacer operación carrusel a favor del Partido Demócrata. La nota en la que lo vi la compartió en Twitter Patrick Moore, el fundador de Greenpeace (y ahora gran detractor de dicha organización). La noticia no trascendió a nivel nacional, y debería haber sido un gran escándalo. Voy a buscar la nota y la voy a compartir.
Ya la encontré
https://www.breitbart.com/politics/2020/05/21/doj-democrats-paid-pennsylvania-election-officials-to-stuff-ballot-box/
Aquí otro enlace de lo mismo
https://www.inquirer.com/news/voter-fraud-philadelphia-ward-leader-judge-of-elections-domenick-demuro-guilty-plea-20200521.html
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