Buscar este blog


12 de diciembre de 2020

MARADONA

Diego Armando Maradona, con la majestuosa estampa de sus años de juventud, durante el Mundial de 1982.

He de confesar que Diego Armando Maradona Franco siempre me pareció un sujeto antipático, la encarnación misma de todos los prejuicios que se tienen en contra de los argentinos, quienes a menudo, son retratados como un cúmulo de soberbia, narcisismo, egolatría, sensiblería e histrionismo, todo lo cual, el astro del fútbol parecía confirmarlo.

No puede negarse que el sujeto fue un genio como deportista, con una mente creativa y clara al momento de estar en la cancha, poseía una enorme inteligencia motriz, que le permitió convertirse, después del brasileño Edson Arantes Do Nascimento Pelé, en una de las más grandes figuras del Fútbol Soccer, y del deporte profesional en general. Sin embargo, su vida personal fue un verdadero desastre por donde se le vea, presa de diversas adicciones, una escandalosa vida sexual, en la que al parecer, incluso se lió con menores de edad, fue manipulado y usado como vehículo de propaganda por dictaduras y movimientos populistas de Izquierda, como el régimen venezolano o la dictadura de Fidel Castro, despotricando contra las riquezas del Varticano mientras gozaba de los lujos de Dubai, entre otras extravagancias, excesos y abusos, en los que llegaron a ser víctima sus propios hijos ilegítimos, que tuvieron que pasar por largos procesos judiciales para ser reconocidos.

En su descargo, puede alegarse que Maradona provenía de un origen muy humilde, con una infancia vivida en la pobreza y la ignorancia, y de la que salió a base de darle patadas a un balón, nunca estuvo preparado para el éxito ni mucho menos para lidiar con la fama y la repentina enorme riqueza que acumuló fruto de millonarios contratos con equipos del calibre del Barcelona o del Nápoles, patrocinios y acuerdos publicitarios, entre otras cosas. Deslumbrado por la notoriedad alcanzada y la riqueza para él, casi infinita que había logrado tener de un momento a otro, rodeado de lambiscones, aduladores y ambiciosos, se precipitó al despeñadero de los vicios sin freno y se hinchó de soberbia.

Pero ¿porqué la figura de Maradona despertó tanto fanatismo en Argentina? El Pelusa o es adorado como un dios pagano, con la creación de una Iglesia Maradoniana en la que se le rinde culto, o bien es denostado por su vida personal hasta el extremo en el que hasta se pretende negar el mérito de lo alcanzado en los estadios del mundo. Para entenderlo hay que echar un vistazo a la Historia reciente de Argentina, como algunos lo han señalado.

Maradona es señalado como el único que le ha dado alegrías a Argentina en los últimos ochenta años... y es cierto, la Historia del país sudamericano es la de una nación que, tras un comienzo inestable, después de la Independencia respecto de España, se vio dividida en regiones controladas por caciques y jefes militares que la llevaron casi a su fragmentación. Pero, a partir de la constitución federal de 1853, Argentina inició un vertiginoso ascenso hacia la estabilidad y el desarrollo económico. Desde la década de 1890 y hasta los años veinte del siglo XX, fue una de las economías más potentes del planeta y uno de los países con el nivel de vida más alto, por ello, se convirtió en un imán para la migración, particularmente europea, lo que se refleja en apellidos italianos, anglosajones, alemanes o eslavos que conviven con los hispanos. Maradona mismo, por ejemplo, era de origen gallego y croata, además también de contar con ascendencia mapuche, o actualmente, causa sensación en la farándula de la pandemia la actriz Anya Taylor-Joy, de orígenes británicos y españoles asentados en el cono sur, y qué decir de figuras políticas como el sirio Carlos Saúl Menem o el croata Nestor Kirchner.

Sin embargo, a partir de los años treinta, Argentina ha sido presa de populistas, regímenes militares cleptocráticos y un enorme estancamiento, que llevó a seguir dependiendo de su potente agricultura y de su ganadería, pero sin generar industrias de la transformación, ni presencia real en el comercio internacional o las finanzas, además de pésimas gestiones en materia económica, cada una peor que la anterior, fue precipitando al país sudamericano al empobrecimiento y a perder su lugar en el mundo desarrollado. Argentina quizá tocó fondo con la derrota ante el Reino Unido por las Malvinas en 1982, tras ello, vino el Campeonato del Mundo celebrado en México en 1986, y en él, Maradona se convirtió en el héroe que la deprimida Argentina necesitaba. El partido frente a Inglaterra, mostró los contrastes de Maradona: primero firma una de las jugadas individuales más hermosas de la Historia del Fútbol, partiendo desde media cancha y evadiendo a prácticamente todo el combinado británico, para anotar un gol; posteriormente, mete un gol con la mano, que él negó, diciendo que ese gol había sido anotado por "la mano de Dios". Hasta el día de hoy, Peter Shilton, quien fuera el portero de la selección inglesa en aquel torneo, sigue denunciando la trampa, y cómo el arbitraje hizo ojos ciegos a una trampa sumamente evidente que fue capturada por las cámaras. Increíblemente, los medios y comentaristas corrieron a defender al argentino y a tildar a Shilton de rencoroso y de "no saber perder"... indicativo de los tiempos actuales en que la honestidad y las virtudes morales no son apreciadas; y sí la viveza, y la habilidad para tranzar y avanzar.

Si la FIFA hubiese actuado en respeto a las reglas del Fútbol, Maradona debió haber sido expulsado y Argentina descalificada de la copa; pero no fue así, probablemente temieron meterse contra el que, en aquel entonces, era la máxima figura y la más popular de ese deporte a nivel mundial.

¿Qué actitud debemos tener con Maradona? Como deportista, debe ser recordado por sus logros y sus aportes al desarrollo del Fútbol. Como persona y fenómeno mediático, creo que debe ser visto como un ejemplo de cómo la fama y el éxito destruyen a las personas que no se encuentran preparadas para ello, así como una muestra de cómo los medios contribuyen a esa destrucción, y cómo también ocultan los aspectos oscuros de aquellos que se convierten en sus objetos de explotación: deportistas famosos, estrellas de cine o de la música y también políticos y figuras empresariales. Un mundo corrupto, sin duda; a Maradona su talento lo elevó, pero los intereses y la corrupción del deporte profesional, de los medios y los intereses políticos de ciertos regímenes dictatoriales que lo vieron como un instrumento de propaganda,y lo supieron manejar a través de los vicios, y le brindaron igualmente impunidad, todos ellos lo hundieron. Claro, él no fue una víctima inocente, pudo decir "No", pero se dejó deslumbrar por los oropeles que le ofrecían.

Que Dios tenga misericordia de su alma.

No hay comentarios: