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8 de enero de 2022

DJOKOVIC VS. AUSTRALIA


El vídeo con el que inicio esta entrada proviene del canal de Youtube "Inocente Duke Studio", creo que es una explicación bastante clara de lo que está pasando actualmente y que está convirtiendo al hasta ahora, primero en el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales, (ATP) como el mejor jugador del "deporte blanco", el serbio Novak Djokovic, en un mártir del movimiento antivacunas y opositor a las medidas de restricción y confinamiento que, sobre todo en el Mundo Occidental, se han implementado para frenar, --infructuosamente-- la propagación del coronavirus SARS CoV2, conocido como COVID-19.

Como se desprende de lo expresado por el youtuber español,  --cada vez más tienen una mayor fiabilidad que los medios tradicionales-- todo se trata de la politización de la pandemia para los intereses electorales, en este caso del Primer Ministro Scott Morrison, que necesitaba de un chivo expiatorio, o un cordero pascual para sacrificarlo en el altar de las durísimas medidas sanitarias que se han implementado en la isla para detener la Pandemia, pero que en realidad, han convertido al país insular en un "Estado policiaco", con represión brutal a manifestantes, vigilancia sobre la población y hasta campos de concentración incluidos con los que ha crecido la maquinaria gubernamental y se ha acrecentado el poder de los políticos, destruyendo de facto, a la Democracia Liberal y Parlamentaria que en el papel de la Constitución de 1901 se estableció sobre la entonces colonia británica, y hoy, un Dominion personal del Monarca del Reino Unido, parte de la Commonwealth, como su sistema político, mismo que hoy es sólo una fachada detrás de la cual se encuentra un creciente totalitarismo ejercido por los partidos que integran una clase política que, como verdadera oligarquía, pretende erigirse como una elite que aplaste al pueblo llano, e incluso, dispuesta a sacrificar a personas ilustres o famosas con tal de "dar ejemplo" y mostrar lo que sucede con quien no obedece sus dictados.

Así pasa con Djokovic, llevado a la picota de los medios tanto por el Gobierno Federal, como del estado de Victoria, en una aparente controversia habida entre ellos sobre el visado de ingreso del tenista serbio y la exención médica que había sido emitida en su favor y validada tanto por las autoridades sanitarias locales como por las federales. Además, es claro cómo las autoridades isleñas pretenden mostrar al deportista como el "villano" de la película, diciendo: --Djokovic, aprovechando su fama y fortuna, pretendió un trato especial para ingresar a la isla saltándose las normas sanitarias que se han implantado y que han evitado que la Pandemia arrase aquí, así que no se le deja entrar y se le deportará para mostrar que las disposiciones son aplicables a todos, sin importar quién sea-- y así generar indignación popular, para que luego, el Primer Ministro sea ensalzado como el "defensor de la salud pública de los australianos", sin embargo, esto es falso: además del serbio, otros 26 tenistas solicitaron y obtuvieron de las autoridades de salubridad insulares, la exención respectiva, y ellos están ya dentro del país, prestos a competir en el Torneo Abierto de Australia. Incluso, hay el caso de una jugadora rusa que, al estar vacunada con el profiláctico ruso Sputnik, no le fue tampoco permitida la entrada, por no estar reconocida dicha vacuna, como ocurre con las chinas CanSino y Sinovac, por muchos gobiernos, quizá más por las intrigas de las farmacéuticas europeas y americanas que por reales pruebas de que no sean efectivas; en el caso de los biológicos chinos, incluso hay estudios que acreditan que son incluso más acertadas que las producidas por Pfizer, Aztra-Seneca y demás, pero no convienen en la guerra por el mercado de la vacunación y sus alianzas con gobiernos.

Pero se trata de tenistas de menor categoría y menor fama que no le importan a nadie, así que Morrison necesitaba una víctima que sonara, y quién mejor que el actual número 1 del mundo en el Tenis, al que parece, sí se le da un trato especial, pero a la inversa, y a quien se le atrajo a una trampa otorgándole primero la exención médica para que ingresara al país sin mostrar certificado de vacunación para después tomarlo prácticamente preso y exhibirlo como ejemplo y escarmiento para todos los opositores. Hay que entender que no es realmente que el atleta quiera ingresar en la isla "sin estar vacunado", simplemente, Djokovic no quiere acreditar ante nadie, ni hacer público si está o no vacunado; finalmente, dentro de la materia de protección de datos personales, la situación médica de una persona es parte de su esfera íntima, y así se ha reconocido por instancias y tratados internacionales, que reconocen el llamado principio del consentimiento, por el cual, es el propio titular de los datos quien puede revelarlos o no, según quiera, como se dice en este estudio de la Universidad de Guadalajara, en su página 27. E incluso, la propia ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), tan controvertida a lo largo de estos ya dos años de pandemia y otras organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas, así lo ha reconocido en su Declaración conjunta sobre protección de datos y privacidad en la respuesta a la COVID-19, en que plantea que el recabar datos personales de salud, como el historial médico, aún en el contexto de la pandemia, debe respetar los principios reconocidos a nivel internacional al respecto, entre lo que se encuentra, por cierto, si el tenista está o no vacunado contra el COVID, porque debe tener primacía el respeto a los derechos fundamentales.

Aquí uno puede echarse un clavado y encontrar qué dice la normatividad australiana al respecto, --mi curiosidad de abogado ante la regulación de la privacidad en la lejana y exótica isla me mueve a ello, y más que varios años de mi quehacer profesional estuve dedicado a ello en dependencias públicas acá en Jalisco, México-- y así, uno entra al sitio de Internet del órgano garante de los derechos a la información, transparencia y protección de datos personales en Australia, la OAIC, Office of the Australian Information Commissioner, (Oficina del Comisionado Australiano de la Información) y así, uno se encuentra con que en el país oceánico, se encuentra vigente una ley, la Australian Privacy Act, desde 1988, una legislación de carácter federal, (como México o EUA, Australia se encuentra conformada por entidades federativas autónomas, cada una con sus propios órganos ejecutivo, judicial y legislativo y su propio orden jurídico, coexistiendo con autoridades y leyes de alcance nacional, y como México, parece que es un federalismo surgido de la imitación a EUA, impuesto desde Londres en los pasos previos a la independencia, y más administrativo que real).

Ahora bien, cuando uno entra a checar el texto de la Ley, entra al sitio oficial del Federal Register of Legislation, el diario oficial del Gobierno Federal Australiano, y uno se da cuenta que la legislación ha venido a ser minada, por una serie de reformas, que con total desvergüenza, se han dictado con el pretexto de la pandemia, para establecer un Estado Policiaco de vigilancia permanente sobre las personas que se encuentren en el territorio del país insular. Véase por ejemplo, la reforma consistente en la Surveillance Legislation Amendment, pronunciada en 2021, con la que se autoriza a las autoridades a ingresar a la información de las personas ante la posible comisión de delitos e intervenir comunicaciones ante la posibilidad de la comisión de delitos o de ir contra el orden público, sobre todo, para tronar las protestas contra los confinamientos. Aún así, esta legislación prevé el respeto de algunos principios en la obtención de información personal, como el que la misma no se haga fuera de los medios legales o injustos, y siempre que se acredite el propósito de la misma o que la información sea necesaria para una finalidad legal.

En este sentido, la información sobre la situación de Djokovic respecto a la vacuna contra el COVID podía tener una finalidad legal, más cuando, de acuerdo con las propias normas australianas, la misma era necesaria para registrarse y participar en una actividad lucrativa, como es el Torneo Abierto de Australia, por lo que Tennis Australia, esto es, la federación o asociación nacional de dicho deporte, una entidad privada, que vendría a ser el empleador de los deportistas profesionales que acudirían a la competencia (y de la cual reciben recompensas en dinero, no solo los trofeos, dependiendo de qué tan alto llegan) puede recabar la información al momento de que se registren; lo cual, por otro lado, estaba ya subsanado con la exhibición de la exención que le había emitido el Gobierno estatal de Victoria. 

Sin embargo, la situación en Australia es preocupante en torno a los derechos humanos y cómo los mismos han sido conculcados con el pretexto de la Pandemia, basta ver cómo lo ha denunciado una organización no gubernamental como Amnistía Internacional, por muy polémica que ésta sea, aquí ha manifestado preocupación sobre el tema y el comportamiento del Gobierno Australiano; tal parece que detrás de la fachada de demócrata y liberal de Scott Morrison, el Primer Ministro en realidad es un tirano en ciernes que se encuentra en el clímax de una borrachera de poder en que debe estar agradecido con el microscópico patógeno que le ha permitido a él hacer crecer el aparato gubernamental y tender la estructura de un régimen dictatorial enmascarado en la preocupación por la salud pública.

Y es que resulta bastante curioso y contradictorio, Morrison, lo mismo que Macron, quien ha jurado que va a "joder" a los no vacunados, pertenecen a los gobiernos de tendencia progresista, son de la Izquierda moderna o socialdemócrata, aunque algunos todavía tengan el empacho de proclamarse "conservadores", como lo hiciera la Merkel, y que han usado el lema "Mi cuerpo, mi decisión", para promover cuestiones tales como el aborto --que no se refieren al propio cuerpo, sino a la vida de otro ser humano, cuyo cuerpo puede ser despedazado y aspirado bajo el amparo de leyes inicuas-- o el transgenderismo, mediante el cual una persona, aún un menor de edad, puede aducir haber "nacido en el cuerpo equivocado" y cambiarlo, mediante mutilaciones y tratamientos hormonales, para que parezca del sexo opuesto, pero si se trata sobre si una persona quiere o no vacunarse contra una enfermedad, como es el COVID, esto tiene que ser obligatorio y si no lo haces, serás discriminado, o como en el caso de Djokovic, despojado de tus pertenencias, tomado prisionero, humillado públicamente y arrojado, como si fuese un delincuente, a un arraigo precautorio en un hotel de mala muerte, cuyos dueños seguramente cuentan con un jugoso contrato con el Gobierno Federal Australiano, para detener ahí a inmigrantes ilegales que serán deportados o criminales a ser extraditados en lo que se terminan los trámites.

¿No será esto parte de la alianza entre gobiernos y farmacéuticas? Preguntémonos: ¿quiénes hacen las vacunas experimentales que no han demostrado eficacia alguna ante el coronavirus y sí han provocado efectos secundarios adversos en varios casos? ¿quiénes compran tejido fetal y celulas madre para sus productos? ¿quiénes fabrican hormonas sintéticas? ¿Cómo es que Úrsula Von Der Leyen, la discípula favorita de la Merkel y Presidente de la Comisión Europea está casada con un directivo de empresas relacionadas con Pfizer?

Entre tanto, el mensaje de Morrison es claro: "Si esto le hacemos a una persona rica y famosa como Novak Djokovic, ¿qué no te haremos a ti, si no obedeces las reglas fijadas ante la pandemia, que eres sólo un hijo de vecino?" Por supuesto, hay que aplaudir la reacción del Gobierno de Serbia, país que ha sido tan vapuleado desde hace treinta años, con la Guerra de los Balcanes, las pérdidas territoriales y que es uno de los más pobres y humildes de Europa, Djokovic, con temple y hombría, se ha mostrado siempre contrario al Globalismo imperante: es patriota, porque bien pudo haber buscado otra nacionalidad, como en el pasado lo hicieron sus compatriotas y colegas de la raqueta Mónica Seles o Martina Navratilova, pero él ha decidido mantenerse leal a Serbia, donde ha invertido parte de las cantidades millonarias que ha ganado en la restauración de templos y monasterios medievales, algunos que datan de la presencia Romana-Oriental en el territorio (la antigua provincia de Iliria, cuna de Constantino el Grande y otros Césares anteriores y posteriores) y en la ayuda de mucha gente necesitada que habita en su triste país, al que él ha podido regalar algunas alegrías con sus triunfos sobre la arcilla o el césped, es casado, padre y hombre de familia, y un devoto y practicante cristiano ortodoxo que tuvo que pasar la Navidad acorde al calendario juliano, prisionero en un cuartucho y sólo con un teléfono móvil para comunicarse con el exterior, víctima de las ambiciones y megalomanías del "gobierno democrático" de un país que siempre se ha jactado de ser un ejemplo de libertad y prosperidad y para el cual, Serbia y su desgarradora Historia es sólo un ejemplo más de "despotismo bizantino".

Está la esperanza de que, aunque Djokovic sea expulsado de la isla y no pueda defender su título en el Torneo Abierto de Australia, sin duda se convertirá en un símbolo de la resistencia contra la tiranía sanitaria que se ha impuesto, que mucha gente ya no se traga que estos sociópatas, engrandecidos por la propaganda y los medios se conviertan en líderes al obtener el voto mayoritario de los ciudadanos engañados para confiar en ellos, y que las potencias económicamente poderosas pasen por encima de países pequeños como Serbia, que fue solo un peón en 1914 para que los grandes se destrozaran entre sí. Ha habido marchas de gente en Melbourne que han manifestado su apoyo al tenista y que velan, oran bailan y le cantan canciones tradicionales de su patria desde el parque situado al frente del hotelucho-cárcel donde lo tienen preso hasta en tanto se resuelva su situación migratoria ante los tribunales.

Se dice que en Australia habitan alimañas horribles y letales, como arañas gigantes, serpientes venenosas para las que no hay antídoto o los violentos y enormes casuarios y los voraces emúes, única especie que ha peleado, y ganado, una guerra contra los seres humanos; pero sin duda la especie más espantosa, más peligrosa y dañina de todas es la Clase Política, sea en Australia o cualquier otra parte del Mundo Occidental, a cambio de tu voto, destruirán tu vida, tu libertad y todo cuanto bueno exista, ojalá la pandemia, al final, nos lleve a su remoción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tan impopulares son las medidas restrictivas contra el Covid entre la sociedad de los países donde mayor represión se ha dado?

He estado pensado que alguna parte de la población, sobre todo la que ha entrado más en pánico con la pandemia, apoya lo que hagan sus autoridades.

Por ejemplo, en este video grabado en Canadá, son los empleados de la tienda (o sea, gente de a pie) quienes increpan al hombre que se quita la máscara para oler una vela aromática

https://twitter.com/TheJuggernaut88/status/1478177932749074437

Estoy seguro que esta clase de personas histéricas no tienen problema alguno en aplaudir las medidas de sus propios gobiernos, sea para vacunar, restringir o reprimir.


En este otro video hecho en Nueva Zelanda por la misma mujer que está recluida en un hotel, ella no se mira nada molesta cuando le permiten salir a "pasear"

https://twitter.com/libsoftiktok/status/1479538436885270530


Tampoco se mira incómodo a este tipo encerrado en los campos Covid de Australia apenas bajado del avión:

https://twitter.com/cawthorme/status/1468049782807613441


En otros asuntos, ¿cómo viste lo de Kazajistán? A mi me pareció otro intento de "revolución de color" a la gringa, que solo será llamarada de petate.

YORCH dijo...

Por supuesto, siempre hay quien prefiere la seguridad a la libertad y quien se deja adoctrinar, en Occidente, los sistemas educativos son cada vez más malos, la formación más limitada y la Universidad tiende a formar simples gerentes, no gente pensante, por eso, como dice el youtuber e historiados Francisco Gijón, se han eliminado las humanidades del currículum, a fin de formar masas de manipulables.

Sobre Kazajistán, ya estoy escribiendo algo, por supuesto, creo que fue un intento del gobierno Biden y la OTAN para crearle un distractor a Putin, pero puede que se convierta en el "causus belli" que el camarada estaba esperando.