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27 de enero de 2022

¿HACIA LA GUERRA? II

 Rusia completa su despliegue militar: rodeó a Ucrania y podría invadir en  cualquier momento – Primera Línea

Decía el gran estratega militar chino Sun Tzu, que las más grandes victorias son las que se obtienen sin combate, y que todas las guerras se ganan antes de librarse. Esto es cierto, y la Historia así lo marca: Alemania perdió las dos Guerras Mundiales cuando sus planes no tomaron en cuenta factores extra militares, cuando Bélgica se resistió en 1914 a la entrada de las tropas germanas en su territorio, dislocó todo el Plan Schlieffen, dando tiempo a los ejércitos franceses y británicos para organizar la defensa y parar en seco el avance de las fuerzas del Kaiser, con lo que el Mariscal Moltke pudo llegar ante éste y anunciarle que, al no poder ejecutar al pie de la letra el plan establecido, la contienda ya estaba perdida. Guillermo II sin embargo, no lo aceptó y continuó la guerra por cuatro años que costaron océanos de sangre y al final, el trono para el Hohenzollern. El plan de invasión a Francia había subestimado la capacidad defensiva belga, u obviado, ingenuamente, que su gobierno iba a aceptar el cruce masivo del ejército alemán por su territorio nacional para atacar Francia por el flanco.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler no tomó en cuenta el potencial industrial tanto de rusos como de norteamericanos; de nada valía que los tanques y aviones alemanes estuviesen llenos de innovaciones y avances, cuando resultaban ser equipos caros, complejos, difíciles de reparar y lentos de producir: en lo que los alemanes producían un tanque Tiger, los norteamericanos fabricaban 10 o más Sherman, que podían ser muy inferiores a comparación, pero contaban con la superioridad numérica en el campo. 

Una de las reglas fundamentales que el militar chino dictó, consiste en conocerse a uno mismo en sus fortalezas y debilidades, y a la vez, las del enemigo; sólo así se puede planear una estrategia que, sopesando todos estos factores, puede tener una mayor probabilidad de éxito. No se trata solamente de ser el más fuerte, muchas veces alguien aparentemente débil puede derrotar a quien, de primera impresión, parecía ser más fuerte, ahí tenemos la clásica historia bíblica de David Vs. Goliath, ciertamente, el hagiógrafo pretende mostrar cómo el pastor judío contaba con la ayuda divina, que le destinaba al trono de Israel; pero también, muestra el ingenio de éste, ya que el filisteo podía ser un hombre muy alto, con acromegalia y estar cubierto con una armadura ya muy similar a la de los hoplitas griegos y usar armas de hierro, lo que significó la ventaja de estos pueblos del mar frente a los pueblos semitas aún anclados en la Edad de Bronce, pero por lo mismo, David supo que ante las debilidades de un hombre con esas características, lento, pesado y excesivamente confiado, con una honda y una piedra podía darle justo en medio de los ojos, donde el yelmo no le cubría, o de haber tenido nasal, era una parte en que el metal era más delgado y maleable... sólo tenía que tener buena puntería, aturdirlo con la pedrada, y ya derribado, lo decapitó con su propia espada.

Así pasa en la actualidad, la Rusia de Vladimir Putin dista de tener el poderío que tuvo, como URSS, bajo Stalin en los años 50, o con Kruschev en los 60. Salvo el poderoso ejército, cuyo verdadero estado es un enigma, --no se sabe, por ejemplo, las condiciones que pueda tener el arsenal nuclear, heredado de los tiempos soviéticos, si ha tenido el mantenimiento debido-- pero tampoco sus oponentes.

Como lo plantea el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Óscar Vara (cuyo canal en Youtube es excelente, vale mucho la pena para tener una visión clara de la Geopolítica actual), no creo que Putin realmente vaya a invadir Ucrania. Eso sí, la amenaza o el reto que ha lanzado a la antigua provincia es muy real, y tenía que serlo para obtener el efecto deseado.

¿Cuál es el efecto que el Presidente Ruso esperaba? Dividir la OTAN. La situación está evidenciando las fracturas internas en la Alianza Atlántica: Alemania, con su nuevo Canciller, Scholz, parece intentar hacerse a un lado, dada la excesiva dependencia que Berlín tiene del gas moscovita, gracias al desmantelamiento de su sector energético operado a lo largo de los últimos 20 años: el Canciller Schroeder se volvió agente de Gazprom, y Merkel con el pretexto del medio ambiente y la seguridad cerró las centrales nucleares y ha ido cerrando las termoeléctricas, adoptando las ineficientes energías "verdes".

Además, parece que empieza a darse cierto distanciamiento entre los países miembros de la Unión Europea y la Anglosfera, especialmente representada por EUA, Reino Unido y Canadá. Después de todo, Inglaterra ya se encuentra fuera del bloque continental, hay además, algunos países, como la España reducida a su mínima expresión de Felipe VI y Pedro Sánchez, deseosa de quedar bien con Washington, pese a que en la coalición gobernante se encuentra el partido Podemos, que ha sido bastante rusófilo y hasta financiado por Irán, para quien, incluso, su ex-líder Pablo Iglesias trabajaba como presentador televisivo; aparte, al interior de cierto sector de la Derecha española, existe una gran simpatía por Putin y su oposición a las ideologías del Globalismo.

Pero, sobre todo, Putin apuesta a hacer su movimiento al ver la debilidad del liderazgo estadounidense en estos momentos; es evidente que Joe Biden es un personaje que no se encuentra en plenitud de facultades; su deriva autoritaria, sus dislates, como el insultar a un reportero por haberle cuestionado su errática política económica, el fracaso en gestionar la crisis migratoria en su frontera sur, que igualmente tiene como protagonista a la Vicepresidente Kamala Harris, quien ha perdido a su equipo de comunicación social y aparece escondida ante su impopularidad, sus extraños episodios de risa nerviosa, las acusaciones de despotismo en su contra por ex-empleados, y sobre todo, el fracaso absoluto, espantoso, de EUA en Afganistán. Ante esto, son sobradas las dudas de que Biden pueda representar un liderazgo serio para la defensa y seguridad europeas, y sobre todo, acertado y racional, más cuando estamos ante una situación de tensión entre las mayores potencias nucleares del planeta.

Además, resulta que hasta en EUA empiezan a surgir voces que plantean que la repentina urgencia de Biden por intervenir en Ucrania obedece a los intereses de la industria armamentística y de las fianzas, en claro contraste con la Administración de Trump, que no se inmiscuyó en ningún conflicto, así como la búsqueda de Biden de tapar los negocios de corrupción en Ucrania en los que su hijo Hunter se encuentra envuelto, como se barajó desde el año 2020 durante la campaña presidencial.

Inglaterra, al interior, se encuentra pasando por una crisis, tanto en la Jefatura del Estado, donde la Reina Isabel II ha seguido sufriendo los escándalos de sus descendientes: por un lado, el matrimonio incómodo formado por el Príncipe Harry y Meghan Markle, ha cuestionado a la figura de la familia real; aunque se les ha atacado mucho, y tachados de frívolos, cabe decir que esto es una actitud extraña de los medios, puesto que la madre de Harry, Diana, hace 30 años alzaba cuestionamientos similares y los medios le prestaron oídos con seriedad, en el caso de su hijo y esposa, pareciera que entre sus motivaciones estaría la denuncia de ciertas prácticas oscuras, como las que están saliendo a la luz respecto a su tío, el Príncipe Andrés, acusado de participar en prácticas pedófilas con Jeffrey Epstein, y mientras en Buckingham se viven estas zozobras, en Downing Street, Boris Johnson se tambalea por algo que en estricto sentido es una nimiedad, como lo es haber hecho unas reuniones o comidas en la casa del gobierno, pero a la par que tenía cocida a la población con medidas restrictivas a causa de la pandemia; ahora, tanto en Reino Unido, como en Francia, se anuncia la relajación de las medidas, cuando no, hasta se vaticina ya el casi milagroso final del COVID, aunque el mismo continúa causando estragos en diversos lugares, como México, donde los contagios y las muertes están incluso a la alza ante la indolencia y la absoluta ineptitud de López Obrador y sus colaboradores... curioso, mientras en Europa y EUA las personas impulsan medidas legales para evitar la vacunación obligatoria y la vacunación de niños, mientras que en México la actitud de los opositores en exactamente la contraria a la que, por ejemplo, en el vecino del norte, predica gente como Joe Rogan o la gente del Daily Wire.

Alemania quizá es el caso más patético, realmente, Alemania, durante su Historia, ha sido el contrapeso natural de Rusia, como también de Francia; sin embargo, como lo hemos dicho, el país germano está totalmente sometido a la dependencia energética de Moscú, y militarmente, la actual Bundeswehr es un ejército sin gran capacidad combativa, con armamento obsoleto, más simbólico que otra cosa, en mucho debido a que se buscó eliminar la tradición militar prusiana, tras dos guerras mundiales provocadas por Berlín... en pocas palabras, ha quedado evidente la castración de Alemania.

Francia, por su parte, se enfrenta a un complicado año electoral, con la continua oposición de los Chalecos Amarillos y el crecimiento de una reacción nacionalista y conservadora, ya no solamente encabezada por la familia Le Pen, sino con la aparición de Eric Zemmour, aunque algunos plantean que se trata de un "hombre de paja" surgido para dividir al ala conservadora-identitaria.

No hay que olvidar que Putin proviene de la KGB, la agencia de inteligencia y seguridad nacional de la Unión Soviética. Como tal, debemos recordar que la función de dicho organismo es la compilación de información, su análisis y puesta a disposición de los órganos de Gobierno, en particular del Ejecutivo para la toma de decisiones. Putin por tanto, sabe recopilar y analizar información, y por supuesto, decidir con base en ella. En pocas palabras, sigue las enseñanzas de Sun Tzu, y muy probablemente ha decidido hacer lo que está haciendo, con base a la información recopilada; conoce las debilidades occidentales y las está aprovechando.

La Rusia actual no tiene la potencia ni los recursos que tuvo ya sea bajo el régimen soviético o el zarista durante los siglos XX y XIX, pero quizá hoy, bajo Putin y su oligarquía dirigente surgida de la comunidad de Inteligencia sepa administrar los pocos que tiene de manera más eficiente, y sobre todo, porque sabe utilizar las debilidades de sus enemigos en contra de ellos; ahí es donde radica la verdadera maestría de un estratega político y militar. Putin no es ningún loco, temerario o un impulsivo, como bien lo pudieron ser Guillermo II, Hitler o aún Lenin en la propia Rusia; lo que hace, es porque sabe que tiene grandes probabilidades de llevarse el gato al agua; por el contrario, la descoordinación, las divisiones y las crisis en Occidente demuestran que nuestros gobernantes "democráticos", se encuentran desnortados, con visiones a corto plazo, lastrados por sus corruptelas y perdidos en frivolidades.

Sigamos atentos y veamos cómo termina todo esto.


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