Y bien, Obama ha ganado la reelección. No me da gusto, pero para nada, Mitt Romney, como lo expresé varias veces en este blog, tampoco me parecía lo mejor; quizá sí un mal menor en cuanto a su posición firme contra el aborto y el "matrimonio" homosexual, pero esto pronto quedaba borrado ante su belicosidad y el apoyo que el fanático Estado de Israel, a través del demencial Benjamín Netanyahu y el todavía más peligroso Avigdor Lieberman le daban al Mormón a fin de que éste, al frente de la Administración en Washington cometiese el disparate de la Guerra con Irán, lo que dispararía los interruptores de una tercera contienda global; Romney fue una pésima opción para el Partido Republicano de cabo a rabo: empezando por su filiación religiosa en la sospechosa secta mormona y sus disparates pseudohistóricos y locuras antropológicas sobre la América Precolombina que, como he dicho: el que alguien los crea o postule, dada su irracionalidad y carencia de bases en tradiciones, en la Filosofía y la Historia, indican o una profunda ignorancia, una ingenuidad pasmosa o una vocación por el fraude completa, y como creo en el caso del aspirante Republicano, una mezcla de esas tres características, y no se cansó de demostrarlo en cada oportunidad, como en su desastroso viaje a Inglaterra en la víspera de los Juegos Olímpicos; aún así, Romney parecía tener una mayor idea de economía que el presunto egresado de Harvard (porque no se puede ni siquiera tener acceso a las constancias del paso del mandatario por esa prestigiosa institución, si alguna vez, efectivamente estuvo en ella).
Barack Hussein Obama, Barry Soetoro o quien quiera que sea en realidad, (dados sus misteriosos antecedentes) es un gran vendedor de humo y espejos, de su maestría en el uso de la propaganda se desprende su reelección tras 4 años, ya no fue el factor de ser el primer mandatario de raza negra sino su constante venta de una vacua esperanza a los ciudadanos y la eterna promesa de cambio, porque en el terreno de los hechos ha quedado a deber.
Salvo aquellos que no lo quieren ver, el saldo de Obama al frente de la Casa Blanca es negativo, pésimo, no ha cumplido ninguna de sus promesas de campaña con las que llegó a la alta magistratura, pese a recibir el premio Nobel de la paz, Obama no terminó ninguna de las guerras iniciadas por Bush ni modificó la política en general seguida por éste en Medio Oriente, incluso, ha agravado las cosas, apoyando a la Primavera Arabe, y por ende a las Petromonarquías Sunnitas como Qatar, Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Arabes y Turquía a fin de formar un cinturón defensivo en contra de Irán, lo que ha contribuido al ascenso y fortalecimiento del Islamismo; ha reducido un tanto el apoyo a Israel, pero ahora busca quedar bien con esas monarquías teocráticas que sostienen y financían al terrorismo radical, tal como puede verse en Egipto, Túnez, Siria o Libia, donde esto se saldó con la muerte del embajador Chris Stevens a manos de las turbas alentadas por los propios radicales en el "gobierno" de Trípoli. Lo peor es que se constata la creciente ineptitud, corrupción e impunidad de los servicios de seguridad, pues pese a las alertas que fueron reportadas por el equipo de seguridad del Consulado Americano en Benghazi respecto a la posibilidad de sufrir ataques ante la CIA que recibieron el silencio como respuesta, aparte, los escándalos de prostitución y descuido de sus labores por agentes del Servicio Secreto muestran que su eficiente y espectacular actuación es materia de películas de Holywood, antes que de la realidad. Hoy, la situación del Medio Oriente es más inestable y Obama no ha cambiado la tradicional animadversión contra Irán, que debería ser el aliado de Occidente para balancear a las potencias Sunnitas, mucho más radicales y fanáticas que la potencia persa, que ya en el siglo XVII sirvió como contrapeso al Imperio Otomano y celebró alianzas con Europa. De haber buscado un acercamiento con Irán, Obama habría cambiado la política en Medio Oriente y habría labrado un camino a una mayor estabilidad en la zona.
Es de señalar que, pese a todo, Romney señaló en los debates el disparate que ha resultado la política de apoyar las "Primaveras Arabes, que en realidad ha permitido el ascenso del fundamentalismo que hasta hace poco era el enemigo número uno y que demostró con el asesinato del diplomático estadounidense que es una política que se volverá en contra.
El presidente ahora reelecto ha vulnerado el Estado de Derecho una y otra vez en forma similar o aún más grave que Bush: no ha derogado la Patriot Act, y el FBI espía a la comunidad musulmana de Nueva York con descaro absoluto, no ha cerrado Guantánamo donde siguen las torturas avaladas por el nefasto grupo de asesores jurídicos de la Casa Blanca de la anterior administración a los que ha protegido y mantenido en sus puestos, en Guantánamo se vulneran todos los tratados internacionales y las garantías procesales de los acusados de terrorismo consagradas en la Constitución de Filadelfia, además, se ordenó el asesinato de Bin Laden en vez de su captura para llevarlo ante la Justicia, si no es que se trató de un montaje ya sea porque el hombre había muerto de un mal renal desde 2007 o para ocultar el arreglo con los radicales islámicos que ha permitido las "Primaveras Arabes", olvidándose del derecho a audiencia y defensa y actuando como jefe de pandilla que ordena la eliminación de un rival; igualmente, todos los miércoles se elabora una lista negra de asesinatos selectivos contra aquellos que sean considerados peligros para la seguridad nacional en Pakistán, Somalia o Yemen, aún cuando se trate de ciudadanos norteamericanos, como el caso de Al-Awlaki y su hijo, con lo que ningún ciudadano se encuentra a salvo de los aviones-robot que ya también patrullan los cielos estadounidenses si son considerados peligrosos, sin que haya garantía de que tendrán un juicio previo, el Presidente, simplemente, podrá ordenar su ejecución.
No ha habido reforma migratoria ni un acuerdo con México al respecto, ni lo habrá; muchos hispanos votaron convencidos por la promesa de que los que estén estudiando tendrán la residencia y hasta beca, pero seguramente no es más que una promesa vacía con fines electorales que será olvidada pues ya se logró el objetivo de la reelección, Obama ha mostrado su poca atención o sensibilidad al problema siendo el máximo deportador de la Historia, como siempre, el pretexto, muy similar al que hemos visto aquí en México durante estos 12 años del Panismo, ha sido que "el Congreso no lo ha dejado", "la oposición obstaculiza", mientras, los estados, vulnerando el pacto federal, han asumido la regulación de la migración, como Arizona, no por racismo, sino por temor a que la violencia en nuestro país entre en Estados Unidos, y evitar que miembros de las mafias del narco pasen a EUA disfrazados de humildes trabajadores migratorios, o crucen clandestinamente la frontera, pues no ven del Gobierno Federal acción alguna para mantener la seguridad; por el contrario, los narcotraficantes entrarán convertidos en distinguidos empresarios al legalizarse, para empezar, la mariguana en Colorado y Washington, además de que gracias al tráfico de armas efectuado como si fuese un operativo policíaco, el "Rápido y Furioso", se ha fortalecido a los cárteles mexicanos que ya hacen sentir su presencia en Chicago o en Phoenix, lugares donde se ha incrementado la violencia, pero además, los norteamericanos temen que sus empleos pasen a inmigrantes recién llegados mientras ellos, víctimas de la crisis, los pierden, esto los analistas en México no lo comprenden y señalan con dedo flamígero a los WASP (White Anglosaxon Protestant) por racistas, cuando quizá lo que en realidad pasa es que no han querido ser como nosotros en México, donde hemos dejado que un inmigrante libanés o hijo de ellos se haya convertido en el hombre más rico del país en pocos años y nos haya arrebatado a los criollo-mestizos-indígenas que somos los mexicanos originales gran parte de nuestra riqueza nacional y sea el mayor poder fáctico entre nosotros y nos explote; los anglosajones fueron los que forjaron EUA, ni los negros, ni los hispanos, ni los irlandeses o italianos lo hicieron, fueron ellos y ahora se arrepienten de jamás haber buscado formar una identidad nacional clara basada en sus raíces británicas, los frutos de su esfuerzo y trabajo lo están gozando otros recién llegados.
Aún así, resulta increible encontrar entre los opinadores, dizque-intelectuales y periodistas mexicanos el aplauso para Obama, pese a que ha sido el Presidente Norteamericano que más ha perjudicado a México: solapó y quizá hasta se benefició con "Rápido y Furioso", lo que demuestra un corrupto negocio entre su Gobierno y las Mafias del Narcotráfico, ha dado dinero igualmente a dichos cárteles, no combatió el consumo de drogas en EUA lo que habría restado fuerza al narcotráfico en México, sino que, por el contrario, parece que esto ha sido hasta promovido en la TV, Internet y otros medios, lo que está desembocando en la legalización paulatina de las drogas, ni ha hecho nada por ayudar a su vecino del sur, las deportaciones masivas, la nula revisión del tratado de Libre Comercio o buscar un acuerdo en materia de migración, e incluso, la intención de intervenir en la política mexicana a través del embajador Carlos Pascual, todo ello demuestra cuan perjudicial ha sido el mandato de Obama para nuestro país, pero nuestros incultos, prejuiciosos, ignorantes y falsos "intelectuales" favorecen al Presidente afroamericano por ser similar a ellos de Izquierdista y "progresista" y eso les gusta.
Obama ha sido incapaz de remediar los problemas de la economía, echándole la culpa a la administración de Bush Jr., cuando él ha incrementado a niveles estratosféricos el endeudamiento público más allá de lo que le dejó su antecesor, las casas se siguen perdiendo al no pagar las hipotecas, el empleo se recupera a duras penas en un mes para perderse repentinamente al siguiente, el empobrecimiento crece en muchas zonas del país como lo ha desnudado el Huracán Sandy, que también demostró lo avejentada, inoperante y descuidada que está gran parte de la infraestructura del país, la pobreza ha crecido tanto, que incluso al grado de que una gran cantidad de personas vive ya bajo el umbral de pobreza y hasta sufre problemas de desnutrición, mientras que los niveles de desigualdad son ya similares a los de una nación latinoamericana como Venezuela o México, ahora mismo el país se encamina al "precipicio fiscal" mientras Obama ha hipotecado, a través de la deuda el futuro de generaciones enteras; pretende restaurar la economía a base de financiamiento público y medidas asistenciales para construir un Estado de Bienestar, a pesar de que el ejemplo actual de los europeos demuestra que ese modelo es oneroso, insostenible y avocado al fracaso, además de formar gente que espera que el Gobierno le resuelva la vida y le permita ser irresponsable, lo que está siendo se parece mucho a lo hecho por Latinoamérica en los años 50's a 70's, en que nuestros países financiaron un espectacular desarrollo con créditos del exterior, lo que terminó estallando en los años 80, teniendo, hasta ahora, ya tres décadas de estancamiento, perdidas, con un crecimiento muy bajo; pero además, Obama prácticamente está poniendo el país en manos de los Chinos; en los debates presidenciales, el mandatario pareció defender los intereses crecientes del "Imperio de los Dragones" en EUA, mientras que Romney señaló con claridad los peligros que esto representa, no solo por el endeudamiento público norteamericano, sino por las pretensiones hegemónicas del Celeste Imperio o porque éste le quita día con día posiciones en los mercados internacionales a Estados Unidos, sino porque China encuentra en sus inversiones o en la interdependencia que ambas potencias sostienen entre sí un escudo a dichas ambiciones y una garantía de que no se le cuestionará su régimen autocrático y totalitario en algunos aspectos. Incluso, podría darse que EUA termine siendo objeto de intervenciones extranjeras como cualquier otro país más bananero de este continente americano.
Obama está lejos de ser el Presidente de la conciliación y de la unidad en EUA, como triunfal e ingenuamente lo proclama Pablo Hiriart, tampoco lo va a convertir en una nación multiétnica en la que sin integración, habrá tolerancia ni tampoco un relativismo garante de la paz ante la no imposición de ideologías o religiones únicas, por el contrario, Obama ha crispado y dividido a la sociedad en forma preocupante, dibujando en el horizonte oscuros nubarrones para el coloso del norte que se antojan peligrosos, con su idea de la reingeniería social y apoyado por la farándula soberbia y empoderada ha promovido sus vicios refinados y sus aberraciones para todo el mundo: drogas, homosexualismo, promiscuidad, aborto, eutanasia, con lo que pretende acabar con el tradicional conservadurismo norteamericano; en los años por venir, veremos una mayor radicalización de sus políticas contra la Iglesia Católica, misma que crece lentamente no solo favorecida por la migración hispana, sino entre los mismos WASP que abandonan las confesiones protestantes o evangélicas desacreditadas por su aceptación de ese liberalismo o progresismo, por que cada vez más quedan reducidas a meras caricaturas o su evidente falta de fundamentos, y también contra toda la "Derecha Religiosa" de aquellas sectas protestantes tradicionales que se mantienen firmes como fuente de la identidad norteamericana y su tradicional conservadurismo, mientras que el Presidente y el Partido Demócrata se apoya ahora en la creciente masa de ateos no solo arreligiosos, sino clara y agresivamente antirreligiosos que brota sobre todo en la juventud, adoctrinada gracias a la TV, el cine y los medios electrónicos e impresos a vivir en el hedonismo, la búsqueda del dinero, la fama y el éxito material, y a vivir de manera irresponsable.También el discurso manejado por el Presidente-candidato, que gira en torno a la lucha de clases y a presentarse como un defensor de los pobres en contra de los ricos de Wall-Street, e incluso llamando al voto a su favor y en contra de Romney como una forma de venganza, ha funcionado, aunque, curiosamente, si observamos el mapa de los resultados electorales, fueron las zonas más ricas, urbanas e industrializadas, como el Noreste o la Costa Oeste donde el electorado se decantó por Obama, mientras que el centro y el sur, las zonas más rurales, pobres y que más han sentido los efectos de la crisis las que apoyaron al aspirante Republicano.
La división crece, tal parece que se festina la reelección como un triunfo de las minorías que están desplazando a los Anglosajones como la fuerza principal de la Nación norteamericana, lo cual, por supuesto, comienza a generar tensiones: Anglos vs. Hispanos vs. Negros vs. descendientes de Europeos Vs. Asiáticos, la rivalidad entre Demócratas y Republicanos, antes sutil y basada en matices, ahora está radicalizada y polarizada como nunca, todo ello empieza a generar un clima explosivo, y si antes reinaban la confianza y la unidad, hoy imperan la desconfianza, la intolerancia y el rechazo, como acertadamente lo observa el analista del Telegraph de Londres Jake Wallis Simons y que podría desembocar, a largo plazo, en una sangrienta tragedia, cuando la población "original" no acepte ser desplazada como base o motor de la Nación ni heredarle a otros su país.
Lo preocupante también es lo que sucederá dentro de cuatro años, en la campaña del 2004, Obama se hizo notar y apareció en la vida pública nacional presentando la candidatura de John Kerry, era una nueva cara del Partido Demócrata; en sus dos campañas en 2008 y ahora, el afroamericano ha recurrido a un ícono del pasado: Bill Clinton, porque es claro que no aparecen nuevos liderazgos capaces de reemplazarlo y más cuando ha basado mucho su éxito en su carisma y en el culto a la personalidad que ha forjado en torno suyo, en el Partido Republicano, ni se diga, el simple hecho de que Romney fuese el candidato demuestra su falta de líderes y de gente capaz en sus cuadros; Soetoro, me parece, buscará un tercer mandato, saltándose la enmienda constitucional que tras Franklin Delano Roosevelt limita las posibilidades de la reelección presidencial a un segundo mandato, pero Obama lo hará apelando quizá a un plesbiscito y al culto a su persona que seguramente, se incrementará en estos cuatro años, de modo similar a lo que han hecho los nuevos dictadorzuelos sudamericanos: Chávez, Correa, Morales, la Kirchner u Ortega e intentó hacer Manuel Zelaya en Honduras, con los que tiene mucho en común, como es su tendencia socialista, su amor por el poder y su enorme narcisismo, (no es raro que todos éstos ahora aplaudan el triunfo de Obama) acallando a toda crítica con el pretexto del racismo, o quizá invente una situación de emergencia nacional que le lleve a aumentar su tiempo en el poder, ya lo veremos.
¿Qué podemos esperar en estos cuatro años? un mayor declive de Estados Unidos en todos los aspectos, es triste, pero un EUA era al menos garantía de que Occidente tenía liderazgo y podía resistir los embates de los Imperios Asiáticos que se fortalecen, por el contrario, veremos a una sociedad dividida, con una situación económica entrampada y una presencia internacional que languidece, los Norteamericanos han apostado por la decadencia, y gustosamente detrás de ellos vamos todos los occidentales, felices y al son de la flauta que toca Obama, dirigidos al precipicio. Nuestra Civilización Occidental está condenada, el futuro le pertenece a los Imperios Asiáticos: Rusia, China, India, el Islam e Irán, a un Brasil cada vez más desligado de Occidente y que ha tomado un camino propio y muy particular, no es de extrañarse que sus líderes estén felices con los resultados electorales en EUA, tienen bastantes razones para estarlo.
Salvo aquellos que no lo quieren ver, el saldo de Obama al frente de la Casa Blanca es negativo, pésimo, no ha cumplido ninguna de sus promesas de campaña con las que llegó a la alta magistratura, pese a recibir el premio Nobel de la paz, Obama no terminó ninguna de las guerras iniciadas por Bush ni modificó la política en general seguida por éste en Medio Oriente, incluso, ha agravado las cosas, apoyando a la Primavera Arabe, y por ende a las Petromonarquías Sunnitas como Qatar, Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Arabes y Turquía a fin de formar un cinturón defensivo en contra de Irán, lo que ha contribuido al ascenso y fortalecimiento del Islamismo; ha reducido un tanto el apoyo a Israel, pero ahora busca quedar bien con esas monarquías teocráticas que sostienen y financían al terrorismo radical, tal como puede verse en Egipto, Túnez, Siria o Libia, donde esto se saldó con la muerte del embajador Chris Stevens a manos de las turbas alentadas por los propios radicales en el "gobierno" de Trípoli. Lo peor es que se constata la creciente ineptitud, corrupción e impunidad de los servicios de seguridad, pues pese a las alertas que fueron reportadas por el equipo de seguridad del Consulado Americano en Benghazi respecto a la posibilidad de sufrir ataques ante la CIA que recibieron el silencio como respuesta, aparte, los escándalos de prostitución y descuido de sus labores por agentes del Servicio Secreto muestran que su eficiente y espectacular actuación es materia de películas de Holywood, antes que de la realidad. Hoy, la situación del Medio Oriente es más inestable y Obama no ha cambiado la tradicional animadversión contra Irán, que debería ser el aliado de Occidente para balancear a las potencias Sunnitas, mucho más radicales y fanáticas que la potencia persa, que ya en el siglo XVII sirvió como contrapeso al Imperio Otomano y celebró alianzas con Europa. De haber buscado un acercamiento con Irán, Obama habría cambiado la política en Medio Oriente y habría labrado un camino a una mayor estabilidad en la zona.
Es de señalar que, pese a todo, Romney señaló en los debates el disparate que ha resultado la política de apoyar las "Primaveras Arabes, que en realidad ha permitido el ascenso del fundamentalismo que hasta hace poco era el enemigo número uno y que demostró con el asesinato del diplomático estadounidense que es una política que se volverá en contra.
El presidente ahora reelecto ha vulnerado el Estado de Derecho una y otra vez en forma similar o aún más grave que Bush: no ha derogado la Patriot Act, y el FBI espía a la comunidad musulmana de Nueva York con descaro absoluto, no ha cerrado Guantánamo donde siguen las torturas avaladas por el nefasto grupo de asesores jurídicos de la Casa Blanca de la anterior administración a los que ha protegido y mantenido en sus puestos, en Guantánamo se vulneran todos los tratados internacionales y las garantías procesales de los acusados de terrorismo consagradas en la Constitución de Filadelfia, además, se ordenó el asesinato de Bin Laden en vez de su captura para llevarlo ante la Justicia, si no es que se trató de un montaje ya sea porque el hombre había muerto de un mal renal desde 2007 o para ocultar el arreglo con los radicales islámicos que ha permitido las "Primaveras Arabes", olvidándose del derecho a audiencia y defensa y actuando como jefe de pandilla que ordena la eliminación de un rival; igualmente, todos los miércoles se elabora una lista negra de asesinatos selectivos contra aquellos que sean considerados peligros para la seguridad nacional en Pakistán, Somalia o Yemen, aún cuando se trate de ciudadanos norteamericanos, como el caso de Al-Awlaki y su hijo, con lo que ningún ciudadano se encuentra a salvo de los aviones-robot que ya también patrullan los cielos estadounidenses si son considerados peligrosos, sin que haya garantía de que tendrán un juicio previo, el Presidente, simplemente, podrá ordenar su ejecución.
No ha habido reforma migratoria ni un acuerdo con México al respecto, ni lo habrá; muchos hispanos votaron convencidos por la promesa de que los que estén estudiando tendrán la residencia y hasta beca, pero seguramente no es más que una promesa vacía con fines electorales que será olvidada pues ya se logró el objetivo de la reelección, Obama ha mostrado su poca atención o sensibilidad al problema siendo el máximo deportador de la Historia, como siempre, el pretexto, muy similar al que hemos visto aquí en México durante estos 12 años del Panismo, ha sido que "el Congreso no lo ha dejado", "la oposición obstaculiza", mientras, los estados, vulnerando el pacto federal, han asumido la regulación de la migración, como Arizona, no por racismo, sino por temor a que la violencia en nuestro país entre en Estados Unidos, y evitar que miembros de las mafias del narco pasen a EUA disfrazados de humildes trabajadores migratorios, o crucen clandestinamente la frontera, pues no ven del Gobierno Federal acción alguna para mantener la seguridad; por el contrario, los narcotraficantes entrarán convertidos en distinguidos empresarios al legalizarse, para empezar, la mariguana en Colorado y Washington, además de que gracias al tráfico de armas efectuado como si fuese un operativo policíaco, el "Rápido y Furioso", se ha fortalecido a los cárteles mexicanos que ya hacen sentir su presencia en Chicago o en Phoenix, lugares donde se ha incrementado la violencia, pero además, los norteamericanos temen que sus empleos pasen a inmigrantes recién llegados mientras ellos, víctimas de la crisis, los pierden, esto los analistas en México no lo comprenden y señalan con dedo flamígero a los WASP (White Anglosaxon Protestant) por racistas, cuando quizá lo que en realidad pasa es que no han querido ser como nosotros en México, donde hemos dejado que un inmigrante libanés o hijo de ellos se haya convertido en el hombre más rico del país en pocos años y nos haya arrebatado a los criollo-mestizos-indígenas que somos los mexicanos originales gran parte de nuestra riqueza nacional y sea el mayor poder fáctico entre nosotros y nos explote; los anglosajones fueron los que forjaron EUA, ni los negros, ni los hispanos, ni los irlandeses o italianos lo hicieron, fueron ellos y ahora se arrepienten de jamás haber buscado formar una identidad nacional clara basada en sus raíces británicas, los frutos de su esfuerzo y trabajo lo están gozando otros recién llegados.
Aún así, resulta increible encontrar entre los opinadores, dizque-intelectuales y periodistas mexicanos el aplauso para Obama, pese a que ha sido el Presidente Norteamericano que más ha perjudicado a México: solapó y quizá hasta se benefició con "Rápido y Furioso", lo que demuestra un corrupto negocio entre su Gobierno y las Mafias del Narcotráfico, ha dado dinero igualmente a dichos cárteles, no combatió el consumo de drogas en EUA lo que habría restado fuerza al narcotráfico en México, sino que, por el contrario, parece que esto ha sido hasta promovido en la TV, Internet y otros medios, lo que está desembocando en la legalización paulatina de las drogas, ni ha hecho nada por ayudar a su vecino del sur, las deportaciones masivas, la nula revisión del tratado de Libre Comercio o buscar un acuerdo en materia de migración, e incluso, la intención de intervenir en la política mexicana a través del embajador Carlos Pascual, todo ello demuestra cuan perjudicial ha sido el mandato de Obama para nuestro país, pero nuestros incultos, prejuiciosos, ignorantes y falsos "intelectuales" favorecen al Presidente afroamericano por ser similar a ellos de Izquierdista y "progresista" y eso les gusta.
Obama ha sido incapaz de remediar los problemas de la economía, echándole la culpa a la administración de Bush Jr., cuando él ha incrementado a niveles estratosféricos el endeudamiento público más allá de lo que le dejó su antecesor, las casas se siguen perdiendo al no pagar las hipotecas, el empleo se recupera a duras penas en un mes para perderse repentinamente al siguiente, el empobrecimiento crece en muchas zonas del país como lo ha desnudado el Huracán Sandy, que también demostró lo avejentada, inoperante y descuidada que está gran parte de la infraestructura del país, la pobreza ha crecido tanto, que incluso al grado de que una gran cantidad de personas vive ya bajo el umbral de pobreza y hasta sufre problemas de desnutrición, mientras que los niveles de desigualdad son ya similares a los de una nación latinoamericana como Venezuela o México, ahora mismo el país se encamina al "precipicio fiscal" mientras Obama ha hipotecado, a través de la deuda el futuro de generaciones enteras; pretende restaurar la economía a base de financiamiento público y medidas asistenciales para construir un Estado de Bienestar, a pesar de que el ejemplo actual de los europeos demuestra que ese modelo es oneroso, insostenible y avocado al fracaso, además de formar gente que espera que el Gobierno le resuelva la vida y le permita ser irresponsable, lo que está siendo se parece mucho a lo hecho por Latinoamérica en los años 50's a 70's, en que nuestros países financiaron un espectacular desarrollo con créditos del exterior, lo que terminó estallando en los años 80, teniendo, hasta ahora, ya tres décadas de estancamiento, perdidas, con un crecimiento muy bajo; pero además, Obama prácticamente está poniendo el país en manos de los Chinos; en los debates presidenciales, el mandatario pareció defender los intereses crecientes del "Imperio de los Dragones" en EUA, mientras que Romney señaló con claridad los peligros que esto representa, no solo por el endeudamiento público norteamericano, sino por las pretensiones hegemónicas del Celeste Imperio o porque éste le quita día con día posiciones en los mercados internacionales a Estados Unidos, sino porque China encuentra en sus inversiones o en la interdependencia que ambas potencias sostienen entre sí un escudo a dichas ambiciones y una garantía de que no se le cuestionará su régimen autocrático y totalitario en algunos aspectos. Incluso, podría darse que EUA termine siendo objeto de intervenciones extranjeras como cualquier otro país más bananero de este continente americano.
Obama está lejos de ser el Presidente de la conciliación y de la unidad en EUA, como triunfal e ingenuamente lo proclama Pablo Hiriart, tampoco lo va a convertir en una nación multiétnica en la que sin integración, habrá tolerancia ni tampoco un relativismo garante de la paz ante la no imposición de ideologías o religiones únicas, por el contrario, Obama ha crispado y dividido a la sociedad en forma preocupante, dibujando en el horizonte oscuros nubarrones para el coloso del norte que se antojan peligrosos, con su idea de la reingeniería social y apoyado por la farándula soberbia y empoderada ha promovido sus vicios refinados y sus aberraciones para todo el mundo: drogas, homosexualismo, promiscuidad, aborto, eutanasia, con lo que pretende acabar con el tradicional conservadurismo norteamericano; en los años por venir, veremos una mayor radicalización de sus políticas contra la Iglesia Católica, misma que crece lentamente no solo favorecida por la migración hispana, sino entre los mismos WASP que abandonan las confesiones protestantes o evangélicas desacreditadas por su aceptación de ese liberalismo o progresismo, por que cada vez más quedan reducidas a meras caricaturas o su evidente falta de fundamentos, y también contra toda la "Derecha Religiosa" de aquellas sectas protestantes tradicionales que se mantienen firmes como fuente de la identidad norteamericana y su tradicional conservadurismo, mientras que el Presidente y el Partido Demócrata se apoya ahora en la creciente masa de ateos no solo arreligiosos, sino clara y agresivamente antirreligiosos que brota sobre todo en la juventud, adoctrinada gracias a la TV, el cine y los medios electrónicos e impresos a vivir en el hedonismo, la búsqueda del dinero, la fama y el éxito material, y a vivir de manera irresponsable.También el discurso manejado por el Presidente-candidato, que gira en torno a la lucha de clases y a presentarse como un defensor de los pobres en contra de los ricos de Wall-Street, e incluso llamando al voto a su favor y en contra de Romney como una forma de venganza, ha funcionado, aunque, curiosamente, si observamos el mapa de los resultados electorales, fueron las zonas más ricas, urbanas e industrializadas, como el Noreste o la Costa Oeste donde el electorado se decantó por Obama, mientras que el centro y el sur, las zonas más rurales, pobres y que más han sentido los efectos de la crisis las que apoyaron al aspirante Republicano.
La división crece, tal parece que se festina la reelección como un triunfo de las minorías que están desplazando a los Anglosajones como la fuerza principal de la Nación norteamericana, lo cual, por supuesto, comienza a generar tensiones: Anglos vs. Hispanos vs. Negros vs. descendientes de Europeos Vs. Asiáticos, la rivalidad entre Demócratas y Republicanos, antes sutil y basada en matices, ahora está radicalizada y polarizada como nunca, todo ello empieza a generar un clima explosivo, y si antes reinaban la confianza y la unidad, hoy imperan la desconfianza, la intolerancia y el rechazo, como acertadamente lo observa el analista del Telegraph de Londres Jake Wallis Simons y que podría desembocar, a largo plazo, en una sangrienta tragedia, cuando la población "original" no acepte ser desplazada como base o motor de la Nación ni heredarle a otros su país.
Lo preocupante también es lo que sucederá dentro de cuatro años, en la campaña del 2004, Obama se hizo notar y apareció en la vida pública nacional presentando la candidatura de John Kerry, era una nueva cara del Partido Demócrata; en sus dos campañas en 2008 y ahora, el afroamericano ha recurrido a un ícono del pasado: Bill Clinton, porque es claro que no aparecen nuevos liderazgos capaces de reemplazarlo y más cuando ha basado mucho su éxito en su carisma y en el culto a la personalidad que ha forjado en torno suyo, en el Partido Republicano, ni se diga, el simple hecho de que Romney fuese el candidato demuestra su falta de líderes y de gente capaz en sus cuadros; Soetoro, me parece, buscará un tercer mandato, saltándose la enmienda constitucional que tras Franklin Delano Roosevelt limita las posibilidades de la reelección presidencial a un segundo mandato, pero Obama lo hará apelando quizá a un plesbiscito y al culto a su persona que seguramente, se incrementará en estos cuatro años, de modo similar a lo que han hecho los nuevos dictadorzuelos sudamericanos: Chávez, Correa, Morales, la Kirchner u Ortega e intentó hacer Manuel Zelaya en Honduras, con los que tiene mucho en común, como es su tendencia socialista, su amor por el poder y su enorme narcisismo, (no es raro que todos éstos ahora aplaudan el triunfo de Obama) acallando a toda crítica con el pretexto del racismo, o quizá invente una situación de emergencia nacional que le lleve a aumentar su tiempo en el poder, ya lo veremos.
¿Qué podemos esperar en estos cuatro años? un mayor declive de Estados Unidos en todos los aspectos, es triste, pero un EUA era al menos garantía de que Occidente tenía liderazgo y podía resistir los embates de los Imperios Asiáticos que se fortalecen, por el contrario, veremos a una sociedad dividida, con una situación económica entrampada y una presencia internacional que languidece, los Norteamericanos han apostado por la decadencia, y gustosamente detrás de ellos vamos todos los occidentales, felices y al son de la flauta que toca Obama, dirigidos al precipicio. Nuestra Civilización Occidental está condenada, el futuro le pertenece a los Imperios Asiáticos: Rusia, China, India, el Islam e Irán, a un Brasil cada vez más desligado de Occidente y que ha tomado un camino propio y muy particular, no es de extrañarse que sus líderes estén felices con los resultados electorales en EUA, tienen bastantes razones para estarlo.
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