La situación entre Israel y Palestina, en estos últimos días, parece volverse como la canción "Poles Apart" del álbum "the Division Bell" de Pink Floyd, editado en 1991, en particular, el verso que dice: "Did you know, it was all going to go so wrong for you,and did you see,it was all going to be so right for me" es decir, "¿sabías que todo te iba a salir tan mal? ¿Y ya viste? Todo va a salir muy bien para mi" Tal parece que la tradicional alianza occidental con el Estado judío se está resquebrajando y por el contrario, la causa palestina ahora cuenta con apoyos insospechados, incluyendo el norteamericano, encabezado por la administración Obama.
Cómo podemos ver esto? Vayamos por partes:
1.- la opinión pública internacional azuzada por las redes sociales es cada vez más crítica con Israel y sus ataques militares contra los palestinos, además de sus evidentes políticas extremistas y racistas desplegadas por el actual gobierno en manos del partido Likud y personajes tan temibles y cuestionables como Netanyahu y Lieberman, para demagogos de la talla de Soetoro AKA Obama, resultaría un grave daño a su imagen el seguir apoyando un Estado comandado por esos fanáticos, así que es mejor guardar distancia respecto a ellos y mostrarse como defensores de los débiles.
2.- En segundo lugar, el ascenso de las potencias sunitas que ya hemos mencionado en entrada anteriores, hace cada vez más innecesario el papel de Israel como aliado único de Occidente en el Medio Oriente, para la hacienda norteamericana, vapuleada por la crisis resulta ya un gasto prohibitivo el seguir subsidiando a Israel, que aparenta ser un país desarrollado pero que en realidad vive del financiamiento de Washington y el dinero o inversiones de los judíos de la diáspora, entre tanto, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait han alcanzado un alto desarrollo económico gracias a un sabio empleo de sus recursos naturales y su incursión en las finanzas, telecomunicaciones y otras actividades, ni EUA ni Europa tienen que mantenerlas y en cambio dan la ventaja de ser enemigos de Irán y desconfiar de Rusia y China, por lo que pueden ser aliados mucho más poderosos y efectivos que el conflictivo Estado Judío.
3.- La cada vez mayor oposición judía a Israel nacida de círculos académicos y ortodoxos de este pueblo en Europa y también en EUA, donde al votar mayoritariamente por Obama mostraron su desagrado con Israel y el agresivo mandato de Netanyahu, patrocinador indudable de Romney. Además, el debilitamiento de la Derecha protestante en EUA ilustrado también con el vuelco hacia el izquierdismo "progresista" de las nuevas generaciones norteamericanas implica la pérdida de Israel del apoyo ideológico-religioso que hasta ahora una gran parte de nuestros vecinos del norte le daba con sus interpretaciones literales de la Biblia.
4.- el balance demográfico a favor de los Palestinos. La población judía tiene una natalidad escasa y son, en Israel, apenas unos 6 millones, pese a las cada vez mayores facilidades para inmigrar que concede el gobierno israelí y reconocimiento de la nacionalidad a incluso gente con lejanos ascendientes judíos o parentescos lejanos y con ellos están poblando los asentamientos ilegales en los territorios palestinos, sin embargo, esto no es suficiente, pensemos que en Israel hay sólo 6 millones de judíos, y en todo el mundo, practican el judaísmo o se dicen judíos cerca de 13 millones de personas, situadas las comunidades más grandes en Israel y EUA y Europa Oriental... Ante los 1,500 millones de musulmanes y los 10 millones de Palestinos situados en los territorios propios y países vecinos, con una natalidad y una proporción de
Jóvenes mayor a las de los judíos, se puede decir que a futuro la suerte está echada.
A estos factores se suma lo que está pasando en estos días: Israel ha logrado que Hamas y Al-Fatah, el primero movimiento islamista, el segundo laico y rivales acérrimos, se hayan unido y conduzcan un gobierno palestino de unidad enfocado ahora a buscar el reconocimiento internacional al Estado de Israel, si no como miembro de plano derecho de la ONU, sí como observador, lo que es suficiente para poder denunciar a Israel y a funcionarios judíos como criminales de guerra ante la Corte Internacional de Justicia y el Consejo de Derechos Humanos de la misma organización global. Esto, claramente, pone nerviosos a los dirigentes israelíes. Para más clara de cual es la tendencia, ya están logrando dicho reconocimiento con el apoyo incluso, de países de Europa Occidental, Rusia y China, EUA, por su parte, no se ha opuesto.
Por otro lado, y muy probablemente en esta línea, se está dando la exhumación de los restos de Yasser Arafath, (en la imagen, su tumba en Hebrón) a fin de comprobar si el líder palestino, que del terrorismo pasara a una valiente defensa de la independencia de su pueblo en la diplomacia y la búsqueda de la paz con Israel fue envenenado realmente y no muerto a causa del SIDA como los medios de información israelíes lo hicieron creer, calumniando al hombre del turbante de homosexual, lo que entre los islámicos es particularmente ofensivo y humillante, de salir que fue envenenado y el crimen tiene la huella indudable del Mossad, no cabe duda que gran parte de la comunidad internacional calificará al Estado de Israel de terrorista y probablemente se vengan sanciones económicas y persecución de los presuntos responsables por la Interpol y la exigencia de justicia contra Israel.
En los estudios a realizarse sobre les cadáver de Arafath están participando también algunas potencias occidentales, como Francia, además de Rusia, con lo que se evidencia por dónde va la pedrada como se
dice.
La situación, por tanto, no aparece sencilla para los israelíes, ante esto ¿qué opciones tendrían?
1.- Aceptar de una buena vez el plan de 1948, y la constitución de los dos estados: el judío y el palestino con las fronteras de 1967.
2.- la dirigencia radical israelí abandonada por EUA y Occidente, desesperada decide lanzar ataque preventivos contra Irán y no reconoce al Estado Palestino, el resultado: una guerra al menos regional generalizada y una situación global muy peligrosa que puede escalar más allá de la zona.
3.- la disolución del Estado de Israel, un escenario probable, al disminuir los recursos económicos provenientes del exterior con los que se sostiene y una complicada situación de seguridad y que lo hagan inviable, no en balde, se está dando una migración también de judíos hacia afuera de Israel, ante un futuro oscuro que muchos vislumbran.
La situación es compleja y no cabe duda que estamos al borde de un giro radical de 360 grados en Medio Oriente, la pregunta es: ¿qué pasará si los Palestinos logran su victoria? ¿Se interpretará esto como un triunfo del Islam radical que ha encontrado en la causa palestina uno de sus principales pilares? Un ejemplo de lo que puede ocurrir es
MOHAMHED MORSI, "Faraón" de Egipto:
Ya he hablado aquí de cómo Morsi no sólo ganó las elecciones presidenciales como abanderado de la Hermandad Musulmana resultado de la "Primavera Árabe", después y en un golpe mágico, descabezó al alto mando del ejército desapareciendo los últimos restos del régimen de los generales vigente desde los años 50, ahora, Morsi y sus fundamentalistas pretenden ya no ser peones ni secundarios en el juego, Egipto, la más vieja potencia del Levante, decide que debe volver a jugar e imponer sus reglas, y así, entró a mediar en el conflicto Israel-Hamas, lo que Obama se limitó a secundar.
¿Ahora qué pasa?, que desconcertados por haber apoyado a alguien potencialmente hostil como Morsi, que incluso pretende erigirse en un poder dictatorial como el que tuviera en la antigüedad Ramsés II, (los egipcios actuales, al contrario de lo que pudiera pensarse, no tienen un buen recuerdo de su pasado faraónico como podríamos pensarlo los Occidentales, para ellos se trata de una época oscurantista tanto por la idolatría, al ser ahora musulmanes en su mayoría y cristianos por otro lado, como por el totalitarismo desplegado por los "Hijos de Osiris", mucho mayor que el de cualquier Califa o Sultán posterior, que jamás se arrogaron el carácter de dioses vivientes como sí lo hicieron los antiguos monarcas) poderes que le garantizan mediante decreto que sus actos en el periodo que medie de la caída de Mubarak hasta la entrada en vigor de una previsible constitución islámica, no puedan ser combatidos o impugnados judicialmente ni por ningún otro medio, consagrándole infalible como el Papa pero en terrenos políticos.
Y ahora resulta que azuzan a los liberales egipcios que lidera Mohamhed el Baradei ex Secretario General de la Organización internacional de Energía Nuclear y toman las calles y la famosa Plaza Tahrir. ¿Lograrán derrocar a esta versión nilótica del Ayatollah Khomeini? ¿Podrán Morsi y la Hermandad Musulmana establecer en Egipto una República Islámica? ¿Egipto volverá a ser aliado y/o satélite de Estados Unidos y amigo de Israel o será un jugador independiente e importante como por Historia y Geopolítica le corresponde? No se pierdan su próximo noticiero ni este blog, donde seguiré llevando a Ustedes el "Juego de Tronos" real en el que se está decidiendo el futuro de nuestro mundo.
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