Al fin, se va; estamos ya a tres días de que concluya la Administración de Felipe Calderón Hinojosa, uno de los peores gobiernos que ha tenido México en los últimos tiempos, como nefasta en general fue esta segunda "Docena Trágica" que han significado los 12 años de estancia del PAN en el poder, tras la derrota sufrida por el PRI en el año 2000 después de 70 años ininterrumpidos de Gobierno. Si bien en los terrenos macroeconómicos no se produjo una debacle como la vivida tras los dos sexenios frívolos y derrochadores de Luis Echeverría y José López Portillo, sobre los que hablé en su momento, los saldos son catastróficos en otros aspectos:
- Calderón nos deja un país ensangrentado con más de 100,000 muertos, como producto de su loca guerra contra el crimen organizado, lanzada sin un plan, sin órganos de inteligencia capaces que determinaran el tamaño real de la amenaza ni las estrategias más atinadas para combatirlos, como sería un ataque frontal al consumo, en aumento, de enervantes en el país, y a los mecanismos de financiamiento de las bandas criminales, sin depuración de los cuerpos policíacos, reformas al sistema de impartición de Justicia Penal y Ministerios Públicos, con la intervención directa de los militares que se han colgado un impresionante récord de violaciones a los derechos fundamentales de las personas, desapariciones forzadas y un ingente número de víctimas colaterales. Por este solo hecho, su imprudencia, su temeridad e inmensa torpeza, no cabe duda que aciertan aquellos como Jorge G. Castañeda y Rubén Aguilar que le señalan directamente como responsable de tanta masacre, e incluso, de la probable comisión de delitos de lesa humanidad.
- A nivel internacional, nos deja con una imagen y una posición por los suelos: dejó hacer y dejó pasar a la corrupta administración norteamericana de Obama en nuestro país con su operación de tráfico de armas "Rápido y Furioso", no actuó en defensa de los connacionales residentes en nuestro vecino del norte víctimas de legislaciones estatales vejatorias o de medidas igualmente extremas como la fiebre de deportaciones desatada por el Presidente norteamericano ni señaló su descaro en aparecer ahora como defensor de los inmigrantes por mero interés electoral. Con el país convertido en un campo de batalla y minado de riesgos, no hizo nada por salvaguardar los derechos de los migrantes centroamericanos que fueron ya no solamente vejados o extorsionados por las autoridades mexicanas en su tránsito por el territorio nacional, sino que también se convirtieron en víctimas de matanzas a manos de las mafias, sin que México hiciera nada para protegerlos, ni investigara a fondo lo ocurrido, pusiera fin a la corrupción endémica del Instituto Nacional de Migración o hiciera algo para satisfacer a los gobiernos centroamericanos que han visto en nuestro país al sitio más peligroso para sus connacionales.
- Mientras el Gobierno ha sido monotemático en su "guerra" contra el crimen organizado, la delincuencia común ha crecido, lo mismo que otras ramas de la actividad criminal que no han sido tan combatidas como el tráfico de drogas: la trata de blancas, el robo de vehículos, los asaltos, la extorsión, el secuestro, todo campea a sus anchas mientras Calderón maneja un discurso cínicamente optimista en sus últimos días al frente del Ejecutivo, la inseguridad se respira por doquier, y también, la cantidad, el tamaño, la fuerza y la actividad de las bandas de narcotraficantes aumentan.
- Deja una sociedad profundamente corrompida: por un lado, ha aumentado el número de gente común que ante el estancamiento económico a nivel micro, el desempleo y los bajos ingresos, decide dedicarse al crimen, a buscar ganacias con pequeñas "tranzas", cada vez son más comunes los abusos, la falta de palabra, las mentiras, los fraudes, la agresividad, la falta de respeto a los demás, la promiscuidad, la violencia en el seno de las familias, las separaciones, los divorcios, la homosexualidad, un gran fracaso para un partido político que dice tener inspiración cristiana (aunque de clara orientación Neoconservadora, con todas las hipocresías, liberalismos y modernismos que esto conlleva) que no supo inspirar a la sociedad a vivir en valores fuertes, las adicciones entre los jóvenes aumentan, sobre todo al alcohol y por supuesto, a los enervantes que tanto ha dicho combatir, el nivel cultural es cada vez más bajo, el nivel educativo es pésimo pues no importó la calidad de las escuelas públicas y las privadas, sino hacer alianza partidista con la cacique sindical del ramo para obtener y mantener el poder, que se hizo objeto único de los desvelos del mandatario.
- Partidizó la política completamente, fue incapaz de buscar acuerdos y alianzas con los opositores más allá de los resultados electorales. En forma incongruente, torpe e ingrata, buscó aliarse y fortalecer a una Izquierda violenta y totalmente entregada al proyecto de un líder carismático como López Obrador y que siempre fue su principal enemigo, la Izquierda no cesó en obstaculizar todo su gobierno, y aún así, Calderón se alió con ella para evitar que el PRI volviese al poder en distintos estados, y dándole juego al mismo candidato que tras el pasado proceso electoral le tildó de espurio e ilegítimo, y a quien ha fortalecido, contribuyendo a la división de la sociedad y a que la amenaza penda de nueva cuenta sobre la gobernabilidad del país la amenaza del escándalo, la sedición y el motín por parte de los radicales que se fortalecieron ante la impunidad de la que gozan, gracias a su inmensa imprudencia, irresponsabilidad y cobardía para enfrentarlos y hacer valer la Ley.;
- En materia económica, Calderón no fue el Presidente del Empleo como lo había planteado en su campaña, la única que tuvo mucho trabajo fue la muerte y también la agitación política entre las Izquierdas se transformó en un pingüe negocio, apareció el grupo de los ni-nis, presto a ser presa de los radicalismos como se demostró con el movimiento 132. El nivel de ingresos ha caído, el crecimiento se ha estancado y la pobreza ha aumentado, los desesperados, muchas veces,no encuentran otra salida más que el crimen.
La corrupción ha aumentado enormemente tanto en el Gobierno Federal,donde además se percibe ineficacia y abandono, Calderón hizo su gobierno no con personas capaces, sino con amigos que le fueran leales, como el Profeta Jonás pareció llevar consigo el infortunio y vio perecer en supuestos accidentes aéreos a Juan Camilo Mouriño, que semejaba ser la esperanza de una renovación generacional en el PAN y a Blake Mora, el cáncer se llevó a Alonso Lujambio aunque persiste el monumento a su inmensa corrupción que es la Estela de Luz, y una trombosis cerebral tiene en el hospital a Bruno Ferrari, Secretario de Economía, aunque el verdadero mafioso, Genro García Luna de Seguridad Pública, goza de cabal salud y de impunidad absoluta.
Hasta ahora, no sabemos del dinero decomisado a Sheng Li Ye Gon, el narcotraficante chino, ni si los problemas generados en torno a Purificación Carpinteiro o Alejandra Sota tuvieron que ver con una desordenada vida personal del Mandatario ni se han aclarado los rumores sobre su alcoholismo, que a veces parecen ser ciertos, como cuando se ha puesto a dizque cantar en público.
Calderón nos decepcionó a muchos, cuando furtivamente burló el cerco de las izquierdas para tomar protesta, parecía que tendría un compromiso con el rescate de las instituciones, debilitadas tras el frívolo y despatarrado gobierno de Vicente Fox, por sus antecedentes y su vida dedicada a la política parecía que así sería y tendríamos un buen gobierno. Craso error, Calderón resultó ser letal para las instituciones, para el Estado y la sociedad, incluso para su partido, al que dejó dividido, debilitado y en manos de políticos titubeantes, pusilánimes y estúpidos como Gustavo Madero, lleno de oportunistas y corruptos. Pasarán muchos años para que el PAN se recupere y logre volver a ganar la confianza de los electores, hoy en día está reducido a una caricatura, una burla de sí mismo y a los valores e ideales de los dos Efraines González, de Gómez Morín o de Manuel Clouthier y Castillo Peraza, Calderón ha colaborado como nadie a que el PRI regresará al poder y además parezca que tiene todo para quedarse en el por largo tiempo.
Adiós Calderón, no me convencen sus lágrimas de cocodrilo, sus cursis despedidas y sus obras a media inauguradas al vapor para tratar de aparentar que hizo algo más que propiciar el caos, adiós, larguese y no vuelva, quédese en Harvard en la plaza de maestro e investigador que su cómplice Barry Soetoro, alias Barak Hussein Obama, le ha conseguido, como antes el genocida Bush le dio plaza en Yale al suicida de José María Aznar, quédese ahí con esos delincuentes de cuello blanco y manos rojas de sangre, que son de
su calaña y no regrese, por favor, olvídese de México, lamentablemente, los mexicanos no podremos olvidar el armagedón que fue su gobierno.
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