Bien dice el analista español Fernando Moragón que nos encontramos ya, de lleno, en la Tercera Guerra Mundial, una guerra que, en líneas generales, está siendo de relativa "baja intensidad", pero es que es una contienda de nuevo tipo que ya no se basa en el movimiento de grandes masas de combatientes, batallas en cielo, mar y tierra y operaciones masivas como las que se vieron en conflagraciones tradicionales como fueron la Guerra de los Treinta Años, la Guerra de los Siete Años, las Napoleónicas y, sobre todo las conocidas oficialmente como Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Hay frentes armados, por supuesto, como son la Guerra de Ucrania, la Guerra de Gaza entre Israel y , la Guerra Israel-Hezbollah, que parece ya aumentar de fuerza, y que en ambos frentes no es más que la Guerra Judeo-Persa, en que Irán, como decíamos aquí hace poco, ante su inferioridad tecnológica y armamentística, se ve obligado a atacar por conducto de sus proxies o milicias patrocinadas, esperando mantener ocupado al Estado Judío en su defensa, dañando su imagen pública a través de un muy importante frente: el mediático (recordando cómo éste, más que las estrategias del General Giap, fueron fundamentales para la victoria vietnamita sobre el muy superior EUA en los años 60) y haciendo crecer el antisemitismo y los daños sobre la economía de Israel al prolongar el conflicto.
En otro sentido tenemos el frente africano, en los países del Sahel, donde una serie de sucesivos golpes de Estado derribaron a gobiernos pro-Occidentales y elevaron al poder a caudillos militares debidamente patrocinados y sostenidos por Rusia y China; no nos hagamos tontos creyendo la propaganda de los dos imperios asiáticos, no para liberarlos del yugo colonial francés hacia el luminoso camino de la Soberanía, sino para cambiarlo por la dominación de ambas potencias emergentes.
Pero además, están los frentes incruentos, si pudiéramos llamarles así, como son el político-electoral, con escenarios como Venezuela, donde se está logrando mantener a Nicolás Maduro en el poder y así, contar con la adhesión del régimen chavista al bloque del BRICS, y asegurar el control sobre las mayores reservas petroleras del mundo, y con ello, de los precios de los hidrocarburos. Igual, es posible que AMLO pretenda subirse al cuadrilátero chantajeando a EUA con la Reforma Judicial que impulsa en México y romper con el T-MEC e irse al BRICS si no le aseguran impunidad tras la polémica detención del gángster Ismael el Mayo Zambada y que éste hable acerca de los (fallidos) acuerdos de los carteles con su administración; por supuesto, a Rusia y China les podría alegrar sobremanera tener de su lado la frontera más estratégica y con más movimiento de Estados Unidos con el exterior y a la vez, el mercado mexicano, el cual cada vez se inunda más de productos provenientes del Celeste Imperio, desde útiles escolares a automóviles.
Pero hay otro frente muy importante: el mediático y de la información. Ya anteriormente, aquí escribí acerca de cómo la figura del locutor Joe Rogan se volvió incómoda para las élites políticas y empresariales en EUA, lo mismo que, después, el periodista Tucker Carlson, quien incluso se atreviera hace meses a entrevistar directamente al Presidente ruso Vladimir Putin y se ha convertido en un gran impulsor de la nueva campaña presidencial de Donald Trump. ya igualmente, está el añejo caso de Julian Assange, con su sitio Wikileaks que le llevó a sufrir un largo y tortuoso proceso legal. Pero ahora, tal parece que las élites gobernantes en Occidente han decidido irse ya no por los mensajeros, sino por las plataformas desde donde éstos difunden informaciones y opiniones incómodas para el establishment; éste, desde la Pandemia ha buscado la censura en contra de aquellas noticias que resulten contrarias a la versión oficial que se proclame desde las instancias gubernamentales que resultan beneficiosas para sus intereses corporativos, en especial, de las grandes farmacéuticas, las principales beneficiarias del COVID, y también, del impulso al transexualismo.
Así, ahora se ha dado la detención, por parte de las autoridades francesas, del empresario ruso Pavel Durov, creador de la red de mensajería instantánea Telegram, aplicación que ha resultado un incordio para las políticas occidentales, ya que es una plataforma libre de todo tipo de censura y abierta, según lo plantea el propio creador; sin embargo, lo que se ha aducido de parte del Gobierno francés, es que al no contar con filtros, la red permite la comunicación para actividades criminales, por lo que consideran que el joven programador es cómplice de tales actos. Durov había tenido, presuntamente, problemas con el Gobierno de Putin, ya que éste le había planteado que compartiera información de usuarios de su aplicación que se encontraran involucrados en actividades ilícitas, a lo que el empresario se negó en pro de la libertad de expresión y la privacidad de los usuarios, por lo que se fue de su país natal y adoptó la nacionalidad francesa, pero también la emiratí, instalándose precisamente en el país islámico.
Sin embargo, es de decirse que esa historia es similar a la que alega la "periodista" Inna Afinogenova, quien abandonaría RT por supuestamente estar en contra de la invasión rusa de Ucrania, y quien se ha trasladado a América, donde se ha dedicado a hacer propaganda de todos los regímenes autoritarios de Izquierda y afines a Moscú y Pekín, sin ocultar su beneplácito ante los triunfos moscovitas sobre Kiev, por lo que se dice que en realidad, es una agente de los servicios de inteligencia rusos, lo mismo que la Youtuber Liu Sivaya, instalada en España y que luego parece manejar información tan precisa, que podría plantearse que sus fuentes se encuentran en el Palacio de la Lubianka.
Así, no es de olvidarse que se ha señalado que Telegram maneja información para las Fuerzas Armadas Rusas y ha servido de canal de difusión de información relativa a la campaña ucraniana ante la censura existente en Occidente a la señal de RT y otros medios rusos. Por otro lado, parece que la detención de Durov fue producto de una emboscada tendida por el propio Presidente Macron; el empresario al parecer venía en su avión privado procedente de Azerbaiyán, donde se dice, tuvo una reunión con Putin, y había sido invitado a cenar en París con el propio mandatario galo, sin embargo, al aterrizar, fue aprehendido por agentes de la Sureté, ejecutando una orden judicial emitida minutos antes de su llegada, y ahora lo tienen detenido por un espacio de 48 horas en lo que se define su situación jurídica.
Entre tanto, se evidencia que hay toda una revuelta entre los empresarios creadores o dueños de las principales redes sociales: apenas conocerse la detención de Durov, Mark Zuckerberg, el creador de Facebook publicó una carta demoledora, en la que afirma que la censura respecto de contenidos conservadores o que se dirigieron a cuestionar las medidas sanitarias y la versión oficial de la pandemia del COVID, fueron producto de las presiones ejercidas sobre él por la Administración Biden-Harris; ya anteriormente, ante el atentado sufrido por Trump, el también joven magnate de la informática había manifestado sentir simpatía por el candidato Republicano ante la épica imagen de levantarse, con la cara ensangrentada y el puño en alto, alentando a sus seguidores a seguir en pie de lucha.
Además, el controvertido Elon Musk, blanco de diatribas de parte de Nicolás Maduro en Venezuela, quien lo señala como el principal apoyo de la Oposición, sostuvo una conversación con Trump en su plataforma X, antes Twitter, y entre los comentarios que ambos magnates vertieron, hubo algunos que motivaron que las autoridades de la Unión Europea prácticamente amenazaran con fiscalizar su red social o sujetarla a censura, precisamente por ser demasiado liberal.
En Inglaterra, entre tanto, Sir Starmer ha iniciado una persecución contra cualquier mensaje en redes sociales que pueda estimarse como de "incitación al odio", porque para el aristócrata laborista, es más importante proteger a los inmigrantes islámicos y africanos que a su propio pueblo, pese a los delitos que cometan los primeros. Cualquier publicación criticando algo a los inmigrantes puede ser calificada de "delito de odio", de "racismo" o "xenofobia" y llevar a la persona a ser encarcelada y sometida a "reeducación". A grado tal es prioritario para este Ministro esa materia, que pretende liberar delincuentes para hacer lugar en las prisiones a los presos de conciencia.
Así, estamos ante ejemplos de lo que es la deriva actual, por un lado "mal de muchos, consuelo de tontos", pero esta deriva autoritaria en la que se encuentra México no es un hecho aislado, el autoritarismo se está imponiendo en todo el mundo; tal y como en otro post lo detallaré más, parece que sólo podremos elegir entre dos tipos de autoritarismo: de un lado, la tan temida y profetizada por la Ciencia Ficción dictadura del poder corporativo, que igualmente denuncia el analista español Adrián Zelaia, (los fans de la saga Alien, o los que recuerden a Robocop o Blade Runner lo entenderán bien) en que grandes intereses privados están utilizando a los Gobiernos para su beneficio e imposición de sus intereses y por el otro, como reacción, que es lo que ocurre en nuestro país, la dictadura clásica del poder estatal para someterlos al poder político... volviendo a ejemplos cinematográficos, y recordando la entrega Alien Vs. Predator: "Gane quien gane, nosotros perdemos".
Ahora, tampoco creamos que gente como Musk o Zuckerberg, o incluso el propio Durov son ángeles o héroes puros que se encuentran en una cruzada llevados por los ideales de la Transparencia y la Verdad, ellos se encuentran jugando sus propias cartas en las luchas internas de las élites empresariales por el control de la información en este mundo en guerra, en el que como nunca, manejar la información es como se ejerce el poder; en esto, se han confrontado a otros colegas suyos y libran pulsos con políticos y gobiernos con los que se alían o se enemistan, en el caso del CEO de Meta, es claro que ha decidido romper su alianza con el Partido Demócrata para buscar ahora alinearse con los Republicanos, no porque haya sido objeto de una revelación camino de Damasco como Saulo de Tarso, sino por pura conveniencia, quizá se previene ante un eventual triunfo de Trump y evitar que éste se cobre las censuras hechas en el pasado.
Todo esto nos indica la fase de la contienda global en la que nos encontramos: decía Bismarck que la primer víctima de la guerra es la verdad, y ya tanto Clausewitz como Sun Tzu, decían que la guerra se basa en el engaño y por tanto, en el manejo de la información, por lo que los bandos contendientes, sea la Unión Europea, Estados Unidos, Israel, Rusia o China, no van a dejar que se sepa la verdad completa, así, unos presentarán la incursión ucraniana en Kursk como un éxito sin precedentes, mientras Moscú no reconocerá los graves errores de sus generales al haber dejado descubierta esa frontera; Netanyahu no reconocerá los igualmente gravísimos errores defensivos que permitieron pasar a las fuerzas de Hamas el 07 de octubre pasado al territorio israelí, cuando no el permitirlo para salvar su pellejo de las denuncias de corrupción a costa de aparecer como líder de una nación en guerra, e Irán pretenderá seguir con sus alharacas clamando venganzas, ocultando sus desventajas ante el Estado Judío como para librar una guerra directa contra él.
Hoy, decir la verdad, o permitir decirla, se ha convertido en un crimen.
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