Lo que está pasando actualmente en México, y en otros países; algunos supuestamente más evidentes en ello, como Venezuela, pero también incluso en países de Primer Mundo como Reino Unido, Francia, e incluso, Estados Unidos, no es que la Democracia se encuentre amenazada o en riesgo, sino que, simplemente, la Democracia está desembocando en la siguiente fase natural de su evolución política de toda sociedad que la ha adoptado como forma de Gobierno, dependiendo de la situación particular de cada una.
Este Orden Liberal se caracterizaba, fundamentalmente, por el modelo del Estado Liberal de Derecho, caracterizado por la división de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, la elección democrática, sobre todo, de los componentes de las asambleas parlamentarias y los titulares de la autoridad ejecutiva, sea la Jefatura de Gobierno (en los sistemas parlamentarios) o de Estado (en los sistemas presidenciales), así como el asegurar el respeto a una serie de derechos fundamentales, que se entienden como naturales e innatos a los seres humanos. Estableciendo mecanismos legales para la protección de tales derechos y sancionar a las autoridades que los vulneren.
Sin embargo, parece que esto se tambalea: en México, como es bien sabido, se propone por el Presidente saliente López Obrador, una reforma profunda al sistema judicial federal --México, por imitación a EUA, desde 1824, es un Estado Federal, en que existe un orden jurídico y una estructura gubernamental nacional que convive con 32 locales pertenecientes a las entidades federativas, denominadas "estados"-- para que los Jueces de Distrito, Magistrados de Tribunales Colegiados y Ministros de la Suprema Corte sean electos popularmente, lo cual, en opinión de muchos, puede generar la pérdida de autonomía del Poder Judicial al meter a los juzgadores federales al juego político (en el que, en realidad, ya se encuentran, su designación actual, por ejemplo, en el caso de los miembros de la Corte, se da por la propuesta de una terna por el Presidente, y su elección por parte del Senado, lo que propicia que cada Presidente designe a gente de los suyos para el alto tribunal y choque con aquellos que fueron designados bajo el mandato anterior, lo que puede ser beneficioso como contrapeso entre poderes).
Pero México no es el único caso que muestra la ruptura del orden liberal; en EUA, quien ha mostrado oposición a la Reforma Judicial mexicana en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el propio Biden ha mostrado la intención de hacer una reforma igual de radical al Poder Judicial Federal norteamericano, eliminando de un plumazo la inamovilidad judicial y colocando órganos fiscalizadores, a fin de eliminar la oposición de los Ministros de la Corte que fueron designados bajo la Administración de Trump y que se oponen a las políticas woke impulsadas por el Partido Demócrata; de ganar Kamala Harris la Presidencia, es muy probable que impulsen esa reforma, mientras, hipócritamente, amenazan al Gobierno Mexicano que planea hacer lo propio, con terminar con el Tratado.
Entre tanto, en Francia, Emmanuel Macron, tras haber exhibido con los peores Juegos Olímpicos de la Historia su ineptitud, la enorme corrupción e ineficacia de su Gobierno, y su compromiso con una ideología totalmente decadente, depravada y quizá hasta diabólica, no solamente, como lo platicaba en el anterior post, amenaza con la Libertad de Expresión con la prisión y el chantaje a Pavel Durov, fundador de Telegram, decide ir un paso más allá; primero manipuló totalmente el proceso electoral a fin de frenar al ascenso del Partido de Jean Marie Le Pen en los comicios parlamentarios, y se alió con la Extrema Izquierda para ello, victoriosa ésta, el Presidente rompió el acuerdo tras haberse dado cuenta de que había pactado con el mismo diablo, y terminó nombrando Primer Ministro a alguien de un partido más afín al Globalismo y dócil a su voz, que había obtenido un porcentaje mínimo de los votos, haciendo una "alquimia electoral" y unos enredos legales que ni en los mejores tiempos del PRI se hacía y que equivale a vulnerar la separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo.
En Inglaterra, como hemos dicho, el gobierno de Sir Starmer también se aboca a destruir la libertad de expresión y de opinión, lo mismo que Lula da Silva que ha prohibido las operaciones de X, antes Twitter, en Brasil, a a través de una decisión judicial de un miembro de la Corte Suprema, misma que se encuentra totalmente entregada a la Izquierda brasileña, y que mantuvo un conflicto permantente con el Presidente Bolsonaro, a quien han prohibido volver a contender por la Primer Magistratura en el coloso del Sur...
Alemania se hunde bajo el cobarde gobierno de Olaf Scholz, quien dócilmente ha decidido sacrificar la industria de su país en el altar de los intereses de EUA, y aunque el partido Alternativa por Alemania AFD, ha ganado en dos de los Lander de la antigua República Democrática Alemana: Sajonia y Turingia, no cesa la campaña por demonizarlos y señalarlos como Ultraderecha.
A pesar de todo este ascenso del autoritarismo en América y Europa, iniciado bajo la Pandemia de COVID desde el año 2020, los gobiernos occidentales se siguen proclamando Democráticos, y en el caso de Europa y EUA, se siguen tratando de mostrar como los defensores de los derechos humanos en contra de las autocracias orientales, principalmente Rusia y China, pese a que, en realidad, sus gobernantes están decididos a buscar la concentración del poder y pisotean los derechos fundamentales de las personas tanto, o incluso más como lo puedan hacer los regímenes de Putin, Xi o de los Ayatollah persas; eso sí, el mostrar las mil y una formas posibles de alcanzar el placer sexual y promoverlas, es para ellos suficiente promoción de la Libertad y la Diversidad e Inclusión, en contra de aquellos regímenes "opresivos" que defienden una Moral objetiva y natural, o incluso la simple Biología, en ese rubro.
¿Porqué está pasando esto? Hay varios factores, que demuestran que el Estado Liberal ha sido en realidad una utopía, tan falaz como la planteada por Marx, y que, como aquella, ha costado ríos de sangre y está terminando por fracasar, en mi opinión, son los siguientes:
1.- La Trampa del Sufragio: Durante las elecciones de este año en México, salió el argumento de que "los pobres no deberían votar", alegando de que se trata de personas ignorantes y que, debido a sus necesidades económicas, los programas sociales que les dan algún beneficio económico, llevan a la "compra del voto" y que los pobres se equivoquen (¿según quién? ¿lo acertado es que voten por los mismos que beneficien a los ricos aunque no hagan nada por ellos o hasta les empeoren sus condiciones?); ahora bien, dicho argumento es, en principio, discriminatorio y clasista, pero encierra una parte de verdad: la idea de que el voto vale lo mismo para todos es producto de una falsa igualdad, que en realidad, no existe entre los seres humanos; ahora bien, no necesariamente los pobres siempre van a ser manipulables; creo que, por el contrario, si hay algo que reconocerle a este gobierno en México es que, también a diferencia de lo que se dice por medios y por la Oposición, la gente humilde, por primera vez, ha cobrado conciencia de su fuerza y, precisamente, del valor de su voto y de la participación activa como ciudadanos. Por el contrario, hay gente de clase alta tanto o más apática que la gente de orígenes campesinos u obreros, y tanto o más ignorante que un vendedor ambulante, y hay gente, de todos los estratos sociales, que igualmente ve TV basura como los reality shows como esa asquerosidad idiotizante llamada La Casa de los Famosos; además, esto no solamente pasa en México, la productora de medios Endemol, creadora de ese tipo de bazofia televisiva, es de origen holandés, porque sí, en un país de Primer Mundo como Países Bajos, Holanda o como le quieran llamar, existen igualmente ignorantes e idiotas, con independencia de su índice de desarrollo humano o nivel salarial, tengan el pelo amarillo o los ojos azules. Son los que consumen drogas legales y se entregan a las más variadas perversiones igualmente legalizadas, pues es el Estado quien, a través de sus medidas legislativas, dicta ahora la moral.
El "pan y circo" para manipular o distraer a la gente es universal, lo mismo que la propaganda. Los Nacionalsocialistas alemanes llegaron al poder en el país más culto de Europa con un uso hábil de la manipulación psicológica por parte de Joseph Goebbels, y el Marxismo tiene entre sus principales seguidores, no a los obreros, como su propio fundador quería, sino a gente de clase acomodada y con estudios universitarios: Engels, Lenin, Mao, Castro, Guevara, Trotsky y Ho Chi Minh eran todos aristócratas o provenientes de familias adineradas, muy cultos y que habían recibido una educación exquisita, lo que no les salvó de tragarse los delirios resentidos del barbudo haragán alemán y cometer genocidios en su intento de hacer realidad sus fantasías.
Así que si quisiéramos reservar el voto a las personas capaces de sufragarlo de manera consciente y responsable, probablemente tendríamos que, más que reservarlo a personas con ciertos ingresos o nivel socioeconómico o cultural, escoger a personas que tengan ciertos parámetros no solamente de economía o conocimientos, sino de salud mental y virtudes morales, de donde tendríamos no ya una Democracia, sino una Aristocracia; el problema es que, muy probablemente, ese grupo selecto que tomaría las decisiones, se saldría de control y se convertiría igual que pasa hoy en día, en una Oligarquía que buscaría mantener el dominio sobre el resto de las personas y se ensoberbecería, simplemente, si nos vamos al criterio de que los pobres o que no poseen propiedad inmobiliaria no deben votar... ¿permitiríamos que esa gente mejore de su situación para que así, acceda a los derechos civiles y desbanque a quienes están en lo más alto de la jerarquía social? ¿su fuerza de trabajo sólo está para ser explotada pero no cuenta como generación de riqueza y que, por tanto, debe tener por correlativo derechos a participar en los asuntos públicos? ¿Qué serían entonces: siervos de la gleba? Si un rico por diversas circunstancias, incluso aquellas fuera de sus manos, se arruina ¿lo castigamos degradándolo?
Es decir, si nos vamos por el sufragio universal, debemos entender entonces que el voto es una variable que puede ser influenciada o cambiada por múltiples factores, y que siempre, en todo lugar, habrá gente que sabrá porqué vota y otra que no, habrá quien lo haga por conveniencia propia y habrá quien lo haga con patriotismo; o bien, si entendemos que sólo una minoría es capaz de tomar decisiones acertadas, aunque sean impopulares o hasta dolorosas, entonces debemos renunciar a la Democracia y comprender que ésta, es una utopía.
2.- El Fundamentalismo Democrático: El concepto de Democracia se ha pervertido y ha pasado de ser, como lo entendían originalmente los griegos, y también los suizos en sus comunidades locales o Cantones, como un método para la selección de gobernantes o de toma de decisiones por parte de la comunidad en algunas materias, mientras que había otras que se entendían como básicas, objetivas e incuestionables. Pero desde la década de los 90 se pensó que todo podía ser democrático: la Moral, la Verdad, la Familia, etc. Todo sujeto a la voluntad de las personas y a los consensos.
Como resultado, no solamente se abrió la puerta al subjetivismo y al relativismo, sino que al final, se dio un poder excesivo al Estado, como única medida y rector de lo moral, de lo verdadero o de lo justo, y como el Estado es, como persona, una ficción jurídica, a quien se dotó de un poder inconmensurable fue a los políticos que integran los órganos de representación y toma de decisiones, cada uno pretendiendo imponer sus paradigmas ideológicos para, precisamente, determinar la bondad o la maldad de todo, de ahí que, ahora aparezcan personajes como Macron o Lula ejerciendo la censura a los medios de comunicación, o que Biden pretendiera crear una oficina dedicada a combatir la desinformación (las críticas a su gobierno), muestran esta tendencia totalitaria y totalmente contraria a lo que se propone lograr con ella, que es controlar el poder de los gobernantes.
Aquí como ejemplos de ello están las imposiciones de políticas ambientales y de género, también.
3.- La privatización de lo público: Si bien el político se hizo poderoso, el Estado se debilitó, contradictoriamente, y se vino un auge de la privatización de empresas públicas en ramos estratégicos y servicios que antes habían sido monopolios reservados al sector público. La idea es que el poner ese tipo de actividades en manos de particulares llevaría a una mayor eficiencia, además de que el propio mercado se autorregula con la Ley de la Oferta y la Demanda; sin embargo, lo planteado por Adam Smith en el siglo XVIII funciona a la perfección en un contexto ideal en que los agentes económicos actúan apegados a una serie de virtudes morales, como la honestidad, la honradez, la lealtad y la mesura; por el contrario, en la realidad la competencia despiadada busca que algunos actores logren consolidar su posición, muchas veces contando con el favoritismo de la autoridad, y busquen eliminar a la competencia, surgiendo así monopolios, oligopolios y acaparadores.
Al final, resulta que los monstruos corporativos que así surgen, buscan controlar el mercado, no obedecer a las tendencias de éste, sino manipularlo, y para lograrlo, muchas veces, se busca controlar al legislador, a fin de obtener normas favorables para los agentes económicos dominantes. Así, al día de hoy, la realidad es que a nivel mundial, sólo un puñado de grandes corporativos controla la inmensa mayoría de marcas y la producción de artículos de consumo y servicios. De ahí que luego, los conspiranoicos hablen de las grandes administradoras de fondos de inversión, como Blackrock o Vanguard como propietarias del mundo, lo que no es así, éstas manejan portafolios de inversión donde hasta gente de a pie puede meter sus ahorros e invertir en la compra de acciones, obligaciones y otros títulos de crédito que emiten esos grandes consorcios para capitalizarse, lo que no quita que, este tipo de financieras, cuando no sus clientes, puedan buscar manipular las reglas del juego en los distintos países para brindar mejores rendimientos a aquellos, a través del lobby.
Así, lo que ha sucedido mucho en nuestros países occidentales es que los lobbies empresariales se han hecho de una enorme influencia sobre los políticos a fin de que estos planteen medidas que les beneficien.
De este modo, es que no puede negarse que las teorías conspirativas parten de algo cierto: la influencia que sin duda ejercen las grandes corporaciones empresariales sobre los gobernantes, a fin de que estos establezcan condiciones que les resulten favorables: bajos impuestos, regulaciones laxas en materias ambiental y sanitaria, libre comercio, bajos salarios, resoluciones judiciales favorables y todo aquello que reduzca los costos de producción. Sin embargo, los políticos siempre tienen la última palabra y generalmente acceden a estas peticiones tras recibir algo a cambio: sobornos, puestos directivos tras dejar la función pública, o permitir que ejecutivos privados entren a la política, --como fue el caso de Macron, proveniente de la banca--, apoyo en campañas electorales, a veces se oponen y son sacados del poder, cuando no, desaparecidos físicamente de este mundo...
Contra esto, es que desde el entorno de posturas más conservadoras, surge la posición de tratar de colocar al empresariado nuevamente bajo el control del Estado, y evitar la aplicación de políticas surgidas desde los lobbies que, muchas veces han afectado a las clases medias y trabajadoras, de donde surgen personajes como Trump en EUA, y varios líderes populistas con ideas estatistas y nacionalistas en Hispanoamérica.
4.- El Debilitamiento de EUA: El orden liberal actual hunde sus raíces en el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, como potencia dominante, ha sido la principal beneficiaria del mismo y por tanto, su principal impulsora. No en balde, durante la Guerra Fría se opuso a la instauración de regímenes en América y otras partes del mundo, que cuestionaran el modelo o adoptasen el socialista que era postulado por su rival, la Rusia Soviética, de ahí que estuviese dispuesto a implantar la Democracia y los derechos humanos con bombas e invasiones, lo cual también obraba en pro de su complejo militar-industrial que veía subir sus bonos.
Pero a partir del final de la Guerra Fría, durante los 90 y en el pleno apogeo de su poder, vivido durante el Gobierno de Bill Clinton, el propio EUA se vio afectado por este tipo de políticas: con los tratados comerciales, como el celebrado con México y Canadá, y en la búsqueda, precisamente de menores costos de producción, las grandes empresas migraron y dejaron el suelo patrio, creando enormes bolsas de desempleo y el declive de antiguos polos industriales, como Detroit o el llamado Rusty Belt, alrededor de los Grandes Lagos y hasta Pensilvania.
Para más INRI, EUA fue el principal impulsor del desarrollo de China al darse la ruptura entre ésta y la URSS por motivos político-ideológicos y por la defensa que hizo el propio Mao de la autonomía china contra todo intento ruso de tratar al Celeste Imperio como un satélite. Así, lo que ha pasado es que, finalmente, se hizo realidad aquel dicho de Cría Cuervos y te sacarán los ojos. Hoy en día, China ya compite con Estados Unidos en todos los rubros de la industria y es la fábrica del mundo. En cierta manera, si Washington se ha dedicado a atizar la guerra en Ucrania e Israel, se debe a que pretende crear la demanda para su industria armamentística, con la que, como hizo en el pasado, fomentaría el crecimiento económico en el país; igualmente, busca lograr con ello la desindustrialización de Alemania y toda Europa, a cambio de volver al Viejo Continente una quasi-colonia o mercado cautivo de sus hidrocarburos y productos.
Sin embargo, no lo está logrando, las grandes empresas norteamericanas prefieren adaptarse a los ambientes hostiles en el exterior, como las petroleras que terminaron apoyando a Nicolás Maduro en Venezuela, que regresar a EUA donde les esperan salarios más altos, costos más elevados e impuestos más pesados, por otro lado, los chinos, inmisericordes, se encuentran inundando todos los mercados con sus manufacturas, acabando con la competencia de manera demoledora... basta ver lo que está pasando en el mercado automotriz.
Además, hay que sumar las políticas woke, que hace gastar millonadas al Gobierno norteamericano, genera divisiones internas y baja la moral. Lo que al final, se traduce en una patente debilidad, que se materializó en la vergonzosa derrota y huída de Afganistán, el conflicto postelectoral de 2020-2021, una Guerra de Ucrania que se dirige a la derrota tras haber derrochado cantidades inmensas, sin que además, las clases medias y trabajadoras, cada vez más depauperadas, vean llegar beneficios a sus bolsillos, a lo que hay que agregar la creciente desdolarización por los BRICS que apuestan por el uso de sus monedas nacionales, esto como consecuencia de las desacertadas sanciones contra Rusia que terminaron por socavar el papel de la moneda norteamericana.
Ante ello, no es de extrañarse que se haya fracasado en remover al Chavismo del poder en Venezuela, o que, en México, AMLO esté muy decidido a sacar adelante su radical reforma judicial... es muy probable que las amenazas de romper el tratado comercial, que porfirió el ridículo embajador Salazar, siempre ataviado con su enorme sombrero aún en espacios cerrados (quizá padezca alguna condición médica que hace que las luces de led o neón le generen insolación o quemaduras en la calva) queden en palabrería, pues EUA sabe que ahora el gobierno de Morena podría intentar arroparse en los brazos de China y Rusia, sin que ahora sea como antes cuando, el anterior Presidente Peña Nieto, al intentar hacer que el Imperio de los Dragones invirtiera en la construcción de un tren de alta velocidad en el centro del país, selló el destino de su administración, que se derrumbó mediáticamente ante los escándalos de los "estudiantes" (en realidad, un grupo de agitadores a sueldo de criminales o políticos) desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, y de la Casa Blanca de las Lomas, con los que se empezó a retratar al entonces joven mandatario poco menos que como un asesino, inepto, estúpido y corrupto, desde los medios norteamericanos y sus corresponsales en México, desbarrancando su gobierno y favoreciendo al ascenso de AMLO, que llegó a la Presidencia. Hoy, éste comprende que ya no es así y tiene mucho más libertad de acción, y si Washington puede presionarlo, él a su vez puede presionar a su senil vecino del norte.
El oden liberal descansaba por tanto, en la capacidad de hacerlo coactivo mediante la fuerza política, económica y militar de EUA, sin ella, cualquiera puede buscar modelos alternativos con más libertad, que contravengan el modelo que se ha venido imponiendo por 80 años. Por ello vemos cómo Mongolia se brinca las órdenes de aprehensión emitidas por la Corte Penal Internacional, y recibe a Putin como héroe, e Israel hace lo propio, Ortega y Maduro por su parte, pueden burlarse igualmente de la OEA, y la ONU carece de credibilidad tras la Pandemia; pues se trata de organismos internacionales que carecen de fuerza por sí mismos, y el garante de dicha fuerza, se debilita progresivamente como un enfermo canceroso.
6.- División social y pensar a corto plazo: El gran problema en los Estados liberales de Derecho es que las decisiones las toman los gobernantes de acuerdo a su ideología y previendo los próximos procesos electorales, si se quiere continuar con el proyecto, se busca tomar medidas que tengan resultado a corto plazo y que generen una buena imagen entre el electorado; entonces, como en el caso mexicano, era claro que si AMLO deseaba que sin poderse reelegir él, por ser el tema un tabú político en México desde la mal llamada Revolución de 1910, su proyecto tuviera continuidad en su "heredera" Claudia Sheinbaum, tenía que adoptar políticas de resultado inmediato y deslumbrante: eso fueron los programas sociales.
En EUA, eso puede traducirse en mantener artificialmente bajas las tasas de interés, alguna victoria rápida sobre algún "enemigo de la Democracia", o conceder créditos baratos a la vivienda. Argentina, por ejemplo, fue víctima de décadas de políticos que apostaban por medidas económicas demagógicas para asegurarse el mantenerse en la Casa Rosada.
Y por supuesto, la división en partidos y la competencia entre ellos, tan similar a la división y competencia entre empresas que se disputan el mercado, genera una división social que, últimamente se polariza, cada vez más entre los Buenos vs. los Malos. Eso, poco a poco aumenta los conflictos y puede llevar a los estallidos sociales. Y eso lo vemos en México, en EUA, y en Europa, entre Globalistas Vs. Patriotas, Izquierda Vs. Derecha, y que siempre, al identificado como "malo" se le acusa de Fascista pese a que Mussolini esté muerto desde 1945...
En países del Primer Mundo, donde se había logrado la estabilidad, había necesidad de mantener vivo el sistema democrático de partidos por ser éste, primordialmente, un negocio más, así que ¿qué hicieron en países como los Escandinavos o Canadá? Adoptaron las ideologías woke, no por conspiración de ocultas sectas de empresarios como Soros o Bill Gates, sino porque tenían que ofrecer un producto para conseguir votos: ese producto es la necesidad de cambio permanente, aunque en realidad, no había porqué cambiar nada. Al final, al aplicar esos cambios artificiales, sólo para mantener la necesidad de que existan partidos y elecciones, dañaron la estabilidad y el desarrollo alcanzados.
Por contraste, no temo a equivocarme, creo que China tiene el sistema de gobierno más eficiente hoy en día. De entrada, es falso que sea un régimen de partido único, lo que existe es una coalición formada desde 1949 entre el Partido Comunista y otros ocho partidos, mismos que fuera de China distarían de ser minoritarios pues cuentan con cientos de miles de militantes, y que pueden contar con representantes en el Parlamento, la Asamblea Nacional del Pueblo o en la Asamblea Consultiva, especie de cámara alta; y aunque Xi Jinping reformó la constitución para permitir su reelección indefinida por parte del Parlamento, precisamente, --no se elige directamente al Presidente--, dista mucho de ser un tirano de voluntad omnímoda; es en realidad sólo un ejecutor de las decisiones que se toman más bien, por una serie de consejos, comités y otros órganos colegiados, a los que se llega a pertenecer con base en el mérito y el ascenso profesional y la experiencia técnica en distintos rubros. Hay cierta participación popular directa, pero a niveles muy locales.
En Rusia, cada vez queda más claro que se evoluciona a un sistema similar, en que el partido Rusia Unida de Putin, cada vez más asume el rol que en el pasado le correspondiera al Partido Comunista, pero cada vez más toma aquello el cariz de una coalición de gobierno similar a la china, y un gobierno tecnocrático a través de consejos como ocurre en Pekín.
Así, aquello permite tomar decisiones a largo plazo y mantener la estabilidad interna sin divisiones ni polarizaciones, no sujetas a cambios ni a reformas constitucionales cada seis o cuatro años para adaptar el Estado al gusto del mandamás electo, quien, aunque gobierne por poco tiempo, puede resultar ser mucho más autoritario y absolutista que lo que puedan ser Xi, o Putin, en todos los años que llevan al frente de sus países.
7.- La Necesidad de Recuperar el Control: Las sociedades en crisis buscan fortalecer la autoridad de sus gobiernos en aras de recuperar alguna sombra de orden. Ya desde el Imperio Romano, a partir de Diocleciano, la figura del Emperador buscó adquirir un poder absoluto y una centralización del poder en detrimento del Senado y las añejas magistraturas electas existentes desde la República. A pesar de ello, sólo consiguieron salvar la parte oriental del Imperio, que viviría 1,000 años en resistencia permanente, sobre todo, contra las amenazas exteriores que lo fueron minando, principalmente desde el final del reinado de Justiniano en adelante.
Algo similar está pasando en nuestros países. En EUA, México, el resto de Hispanoamérica y Europa, hay una creciente sensación de caos larvado que despierta y muestra que todo está a punto de reventar: sean los disturbios raciales alentados por políticos sin escrúpulos, las protestas antiinmigrantes, las constantes matanzas del narcotráfico, etc. Hace que la gente apueste por elegir a políticos que aparentemente pretendan restablecer un orden estricto y aplicar medidas para paliar el "caos reptante" como lo calificaría Lovecraft.
Así, Macron, Biden y Lula buscan frenar los contenidos que circulen en las redes sociales y que les resulten contrarios, porque de lo contrario sería perder el control; tienen la presión de los poderes corporativos encima, pero también la idea de aliarse a aquellos que les sean afines y aplastar a los contrarios como pueden ser Musk o Durov.
Y bueno, esta es la reflexión con la que pretendo aportar alguna explicación para comprender lo que estamos viviendo, son los "tiempos interesantes" de la maldición china, y como ya lo dije, son dolorosos como lo es todo parto, porque estamos en el nacimiento de una nueva era que será muy diferente a todo lo que hemos vivido, y como todo, para bien y para mal.
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