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28 de septiembre de 2024

MÉXICO Y ESPAÑA

 La importancia de la relación bilateral México – España

En el post anterior, hablé que AMLO  tiene un conocimiento mucho más profundo de ciertos temas pero, siendo maquiavélico, se lo calla o da la impresión, para quedar bien con el populacho, o como estrategia para manipular o lograr sus fines, de seguir el conocimiento habitual, o aparentar ignorarlo por completo, un ejemplo de ello es lo concerniente a la Leyenda Negra.

Poca gente se acuerda, pero poco antes de que tomara la Presidencia de México, AMLO había viajado a España, a Cantabria, región donde había nacido su abuelo, mismo que emigró a México hacia 1917, donde casó con una mujer hija de inmigrantes españoles a su vez. Así que, el hecho que desde el 2019, maneje la Leyenda Negra, que él bien sabe que está conformada por calumnias y ataques propagandísticos difundidos, ciertamente por sus potencias rivales protestantes, como Inglaterra y Holanda, pero también por rivales o enemigos muy Católicos, Apostólicos y Romanos: Francia e incluso los Estados Italianos, que crearon la imagen perversa de Rodrigo Borja, mejor conocido como el Papa Alejandro VI y su familia, ante su intento de unificación de la península bajo la tiara del pontífice de origen valenciano.

Esto no nos debe extrañar, es cierto que EUA tiene sus crímenes o acciones polémicas, como por ejemplo los bombardeos atómicos e incendiarios sobre Japón en la II Guerra Mundial, o la Guerra de 1848 que nos quitó la mitad del territorio pero también los aspectos negativos de nuestro vecino del norte han venido a ser, últimamente, exagerados y ocultados los positivos, que los tiene, y son muchos, en los últimos tiempos, también en razón de la propaganda impulsada por sus rivales; así, parte de esa Leyenda Negra que se está construyendo contra los norteamericanos es por ejemplo, negar que la misión Apolo XI efectivamente haya llegado a la Luna, o señalar que en Estados Unidos existe, al día de hoy, un "racismo sistémico", pese a que tuvieron ya un Presidente de ascendencia africana (¿o indonesia?) como Soetoro/Obama. y muchos otros altos cargos públicos y celebridades son descendientes de los antes esclavos, hay Hispanos que prosperan, al igual que Asiáticos, Judíos, Polacos y los Italianos están integrados a la sociedad; sin embargo, hay sectores, lo mismo que en España, que se creen esa Leyenda Negra y tienen un profundo desprecio por su país.

En México, como en el resto de Hispanoamérica, el Anti-Hispanismo fue un importante medio para justificar la Independencia o Secesión respecto del Imperio Español o Monarquía Universal Católica, y construir una identidad propia; de hecho no solamente en Hispanoamérica, incluso en EUA y Canadá, han tratado de hacerse una identidad separada de la británica; eso de que se hable de una Anglosfera como antítesis de la Hispanidad tampoco es tan exacto y no se da una hegemonía anglosajona en que los países de origen británico: el propio Reino Unido, EUA, Canadá, Australia y Nueva Zelanda comparten el podio; la realidad es que la hegemonía es de nuestro vecino del norte, Inglaterra, sobre todo después de Margaret Thatcher prácticamente ha renunciado a tener una política autónoma y se subordina a los intereses de Washington, y Canadá, Australia y Nueva Zelanda son en realidad países muy débiles en términos geopolíticos que, en buena medida, siguen operando como satélites dóciles y sometidos a la Casa Blanca y Buckingham, antes que realmente considerados como aliados en un plano de igualdad. 

Desde la declaración de nuestra Independencia, en el Acta firmada el 28 de septiembre de 1821 por Iturbide y los demás miembros de la Suprema Junta Gubernativa, se comenzó a gestar eso, con la declaración de que:

"La Nación Mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido..."

Lo cual es un error histórico completo, como si 300 años antes, "México" hubiese existido, hacia 1521, lo que existía era un altépetl, o ciudad-estado indígena de nombre México-Tenochtitlan, que ciertamente, desde 1428 había ostentado una hegemonía impuesta por la fuerza sobre otras entidades políticas similares en la zona lacustre del actual centro del país, (que ni es realmente el centro geográfico del mismo) y con base en ello, mediante expediciones militares se imponía el pago de tributos, la obtención de mano de obra esclava, y algo muy importante: víctimas para el sacrificio humano en su culto de terror --los otros pueblos también lo practicaban, pero a mucho menor escala que los Mexica, un pueblo nómada, bárbaro o chichimeca, llegado del norte, probablemente, incluso de lo que hoy es EUA, apenas sedentarizado doscientos años antes, y que traía consigo una religión basada en la guerra y la muerte,-- a otros pueblos como los Tlaxcaltecas, y de lo que estaban hartos, por lo que la llamada Conquista, fue en realidad una verdadera revolución en contra del dominio tiránico y sangriento de los Huey-Tlatoani (título que se equivale al de Emperador de origen romano) Mexica. La llamada "Conquista" se hizo más bien a través de pactos y convenios y sí, luchas contra aquellos pueblos que se resistían a la llegada de los europeos, o más bien, a la implantación del nuevo orden estructurado por la Alianza Hispano-Indígena.

Pero no, había que partir de la idea de que "México" era un todo preexistente y que había sido conquistado violentamente; así, se justificaba la Independencia; posteriormente, y sobre todo en el Porfiriato, fue cuando se identificó a los Mexica, mal llamados para entonces como Aztecas, con el México Antiguo, olvidándose de la enorme diversidad de pueblos y de épocas que llegaron a tener desarrollos más altos que los Mexica y una presencia más larga en el tiempo (la hegemonía Mexica apenas duró 93 años que siguieron a 103 siendo feudatarios o tributarios de los Tepaneca), además de que se llegó al despropósito de identificarlos con zonas donde su hegemonía política o incluso, ninguno de ellos jamás puso un pie, como en Nuevo León o Chihuahua, de entrada la adopción de ese nombre para todo el país, fue un error, tenemos incluso el ridículo, que así se llama la capital, una entidad federativa y el país entero. Pero además, se empezó a magnificar a las civilizaciones indígenas para elevarlas al nivel de Griegos, Romanos o Egipcios.

Fue después de la Revolución que, a fin de construir una identidad nacional, se terminó de estructurar como opuesta a lo Español, y se crearon figuras que históricamente eran inexistentes: como el charro, (nada que ver con el campesino salmantino, mismo que luce un traje de fiesta típico de toda la Europa rural en el siglo XVIII, no muy distinto al de un tirolés, por ejemplo) que sustituyó al chinaco que se veía más como un jinete rural español, o el mariachi, palabra tomada del francés mariage, o boda, que fuera confundida por los campesinos mexicanos como la palabra francesa para referirse a los músicos que amenizaban las ceremonias matrimoniales; pero que luego dijeron falsamente que venía de la lengua Coca, una etnia indígena de lo que hoy es Jalisco. Género musical que apareció con la radio, y ambas figuras, como ocurrió en EUA con la del Cowboy y la música Country, (creadas también para plantear una identidad americana opuesta o en contraste a la británica) se difundieron por la radio y el cine, con figuras como Pedro Infante o Jorge Negrete, construyendo una mitología nacionalista.

Pero además, detrás de ese anit-hispanismo se esconde el anticatolicismo profesado tanto por los mal llamados Liberales como por sus descendientes ideológicos del régimen priísta, con todo y que el anticlericalismo se suavizara con el tiempo y tras la persecución religiosa de los años 20, todo ello surgido de la influencia de la Masonería en el país desde la Independencia.

Así, tanto AMLO como Sheinbaum (esta última, de origen judío) saben las falacias de la Leyenda Negra, pero saben de su utilidad como "cortina de humo" para tapar un fin de mandato bastante accidentado, por decir lo menos, con la guerra entre mafiosos abierta en Culiacán, Sinaloa, la conmoción desatada por la apresurada Reforma Judicial, con huelga o paro de los trabajadores de la Judicatura, y una cuestión que es resultado de algo de lo que había hablado en el post anterior: en este sexenio, se ha despertado la conciencia cívica de muchas personas, y eso se le puede voltear al Presidente saliente y a la entrante, lo que se ha saldado ya en que el tabasqueño ha recibido un botellazo y un manotazo (aunque ahora dicen que eso es un trucaje) entre protestas de personas que exigen el cumplimiento de los compromisos de estos políticos para con los ciudadanos.

Y es que nada como buscar unir al pueblo en contra del Masiosare, el extraño enemigo del que habla el belicoso Himno Nacional Mexicano; porque el mexicano nunca es culpable de sus problemas, estos son siempre culpa de los Españoles, de los Gringos, de los Franceses, etc. Entonces, oportunamente sacan esto en los últimos días del mandato de AMLO y el inicio de la administración de la Sheinbaum, a fin de mostrarse como defensores contra los agravios cometidos por el enemigo de siempre: el extranjero.

También puede que en la Sheinbaum pese el sentirse agraviada por la expulsión de los Judíos ordenada por los Reyes Católicos a fines del siglo XV, y el radicalismo que le ha hecho coincidir con el partido de extrema Izquierda Podemos, fruto de la ideología marxista de sus padres (Judíos de etnia, Azkhenazi el padre, y por tanto de herencia Kházara y Eslava, Sefardita la madre, de herencia Semita y Mediterránea) pero ateos y comunistas de pura cepa y en mucho, despreciativos de sus raíces bíblicas, y del resentimiento de los exiliados Republicanos que mamó en el Colegio Madrid de la Ciudad de México. Lo irónico del caso es que tales expatriados eran de Izquierdas en la Segunda República Española, pero al pisar Veracruz se convirtieron en tiburones de los negocios que fundaron muchas de las grandes empresas mexicanas, pero sin olvidar su rencor contra Franco y las tradiciones nacionalistas y católicas de España y por supuesto, su odio contra la monarquía.

Pero quizá tengan razón, los Españoles deberían pedir perdón, pero no los actuales residentes en la Península Ibérica, sino los que son descendientes de aquellos que, desde el siglo XVI abandonaron Europa en búsqueda de mejorar su vida y obtener fama y fortuna, y que después, se convirtieron en los criollos, de origen totalmente europeo, hoy llamados con sorna whitexicans, y que actualmente también tienen orígenes anglosajones, irlandeses, italianos, franceses, libaneses o judíos, gitanos y germanos, incluso hasta griegos y armenios, y que a partir de 1821 tomaron el poder en México, y a diferencia del régimen imperial, fueron eliminando el uso de las lenguas indígenas, en pro de la unidad lingüística con el uso del Castellano, cuando en el Virreinato era obligatorio para eclesiásticos y aún para autoridades civiles de origen europeo, aprender al menos el Náhuatl o el Maya para comunicarse con los indígenas; fueron además, los que buscaron la secesión respecto de la Corona Madrileña cuando los cambios políticos en el Viejo Continente que fueron operando desde inicios del siglo XVIII amenazaron sus intereses y privilegios o estaban inconformes con disposiciones contenidas en las Leyes de Indias que protegían a los indígenas de la explotación y la esclavitud y les reconocía derechos como los de cualquier súbdito peninsular y respeto a sus usos y costumbres que no significaran el retorno a la barbarie del sacrificio humano y el canibalismo.

Fueron los criollos como AMLO, los que, por imitación a los Estadounidenses, a los que creyeron ejemplos de todo, y rechazo a la fe de sus padres, se dejaron seducir por las Logias Masónicas y asumieron sus ideas luciferinas, traicionaron a su patria y le abrieron las puertas a los Gringos en 1848 para que se quedaran con la mitad del territorio heredado del Virreinato, fueron los que desangraron y atrasaron al país en sus pleitos por el poder, contando unos con apoyo de Washington y otros con el de París, los que acomplejaron y le lavaron el cerebro a un indígena inteligente y capaz como Benito Juárez, prueba viva que bajo los resabios del orden virreinal los de su raza podían progresar, y pasar de la vida rural a ejercer una profesión, como la Abogacía, para que destruyera a los indígenas y los condenara a la pobreza y marginación, arrebatándoles sus tierras de propiedad comunal, importando las falacias del Liberalismo de EUA con la promesa de desarrollar el país pero condenándolos a la miseria y a ser explotados como peones o jornaleros.

No en balde, para 1821, el 70% de la población de la Nueva España era indígena, el día de hoy, es apenas del 15.1% de todos los habitantes. Fueron los criollos, los whitexicans, los que cerraron las universidades y dislocaron el sistema educativo heredado del Virreinato para romper su carácter católico, y luego, cuando las revivieron, las transformaron en centros de difusión del Marxismo y otras ideologías destructivas.

Son esos criollos los que dicen que NOS conquistaron los Españoles, contando con pelo rubio y ojos claros, pero para referirse a alguien ignorante, le dicen que "está bien indio", que se suben a las pirámides a "captar energía" y se creen las charlatanerías de Jacobo Grinberg, Jaime Maussan o Von Daniken sobre portales dimensionales y astronautas milenarios, que se toman fotos con niños indígenas que venden artesanías en Chiapas y se ponen a cantar canciones hindúes o pseudoecologistas en la Riviera Maya, o el Cielito Lindo como salmo que sana las heridas del país, tal y como los decadentes George Clooney y Julia Roberts lo hacen en sus ridículas últimas películas en que a Roma se van a tragar, pero no a rezar en sus basílicas, y se van a disque hacerlo a comunidades subdesarrolladas de Tailandia, encontrando una supuesta "sabiduría ancestral" en el tercermundismo retratado con los cánones del Buen Salvaje del orate de Rousseau.

En efecto, ese tipo de Españoles o de Europeos, nacidos y residentes aquí, y a los que pertenecen tanto AMLO como la Sheinbaum, y la mayoría de los políticos y Presidentes que hemos tenido en los últimos doscientos años, los que deben pedirle perdón a los indígenas, pero no la Monarquía Hispánica que con sus Leyes y acciones, desde Isabel la Católica, buscó protegerlos, reconocer su dignidad y elevarlos del mundo neolítico en el que estaban estancados como producto del aislamiento milenario, insertándolos en el mundo, y no como piezas de museo, que es a lo que los reducen este tipo de "indigenistas".

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