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1 de junio de 2015

LA FIFA: LA GUERRA FRIA LLEGA AL FUTBOL


A nadie sorprende que una investigación de las autoridades norteamericanas concluya que la Federación Internacional de Fútbol Asociación o en sus siglas, la FIFA, sea una verdadera alcantarilla habitada por ratas de la peor ralea, donde se amañan partidos y que la concesión de la sede de las futuras copas mundiales a celebrarse los años 2018 y 2022 se haya dado a Rusia y a Qatar tras sendos sobornos a sus altos dirigentes por parte de los gobiernos de ambos países, ambos con condiciones geográficas, climáticas y hasta políticas que pueden hacer en realidad difícil la organización de un evento así en sus territorios, o como fue el otorgamiento de la sede a Sudáfrica en el 2010, pese a que la pésima infraestructura del país hizo de ese un mundial pobremente organizado. Todo mundo lo sabe, las organizaciones deportivas desde hace ya muchos años han dejado de creer en el ideal de Pierre de Coubertain que inició el movimiento olímpico a fines del siglo XIX y extendió la idea de organizar la práctica deportiva a nivel internacional, en lo que le siguió el francés Jules Rimet, quien ante la popularidad creciente del deporte reglamentado en Inglaterra, impulsaría la creación de una organización mundial dedicada a difundirlo, darle estructura y vigilar el respeto a sus reglas.

Hoy en día, el deporte es un negocio, y un negocio multibillonario, en lo que intervienen muchos intereses: patrocinios, medios de comunicación, productos oficiales, promocionales de los equipos o atletas, contratistas y constructoras en la edificación de los estadios, marcas de ropa deportiva, etc. A ninguno de ellos les pasa por la cabeza una concepción del deporte como actividad lúdica, educativa y de formación de valores cívicos como pensaba el aristócrata belga, ni mucho menos la concepción del deporte como competencia justa, caballerosa y honorable de un Vince Lombardi, hoy en día todo se trata de lucro, simple y vil; esto comenzó a gestarse desde fines de los años 70, cuando en el movimiento olímpico apareció el empresario mexicano, recientemente fallecido, Mario Vázquez Raña, que junto a Juan Antonio Samaranch convirtió a los Juegos Olímpicos en la fiesta de los billones de dólares y en coto de caza y combate para Adidas, Nike, Reebok y Puma, y abrió las puertas a los profesionales millonarios sacando a los deportistas amateur para quienes las olimpiadas eran el paso previo a buscar la profesionalización tras conseguir fama y que ahora buscaron de inmediato en ser estrellas para llegar a los juegos olímpicos como consagrados y con un aura de estrellas y buscando percibir millones, aunque eso fuera en detrimento del nivel de competición exhibido.

En los años 80, el maestro de Blatter, el traficante de armas brasileño Joao Havelange, se convirtió en Presidente de la FIFA y con él empezó la comercialización extrema del fútbol soccer, que se convirtió en el deporte más popular, seguido y visto por la población mundial, con su lema: "yo vendo un producto llamado fútbol".

Todo mundo lo sabía, que existían ligas como la italiana donde los clubes de fútbol arreglaban partidos, lavaban dinero de la Mafia o jugadores estrella, como Paolo Rossi, participaban del píngüe negocio de las apuestas, que el Olimpique de Marsella había obtenido títulos comprando árbitros y rivales, o que en México el Club América, propiedad de la empresa Televisa, el corporativo de medios más grande de Latinoamérica, hacía lo propio, además de que la empresa controla (aún hoy, aunque ahora comparte su dominio con TV Azteca) el negocio del balompié hasta en el tema de la selección nacional y que esos intereses televisivos terminaron por ahogar a otros deportes profesionales otrora muy seguidos en México, como el Béisbol o el Jái-Alai y la Equitación.

Así, todo mundo sabe hoy en día que el fútbol es un negocio en manos de una verdadera mafia, que lo ha convertido en una mercancía, en un artículo de consumo masivo, y en el que pesan mucho los intereses de los inversionistas; veamos el caso del fútbol inglés: tras los escándalos provocados por los hooligans y ante los malos resultados obtenidos a nivel internacional en la década de los 80, a partir de los 90 vino una reinvención con la conversión de la Primera División en la Premier League y la llegada de capitales dispuestos a invertir en la renovación de imagen y la contratación de carísimas plantillas de jugadores extranjeros para los clubes británicos, tan antiguos como el propio deporte, las inversiones llegaron de los lugares más insospechados: Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Qatar, y también Rusia, Malasia e Indonesia y hasta EUA, hasta entonces un país reacio a aceptar el reinado del fútbol sobre sus populares deportes nativos: fútbol americano, béisbol y basquetbol, principalmente; entre tanto, algo similar ocurría en el resto de Europa.

El resultado ha sido que ahora el negocio del fútbol beneficia a Musulmanes y Rusos, pese a que sus seleccionados y equipos no levantan; en el caso del gigante eslavo, desde la caída de la URSS no han vuelto a conformar equipos realmente competitivos como en el pasado en que disputaban la Copa Europea de Naciones y sus clubes destacaban en la Liga de Campeones de Europa. En los últimos veinte años, además, el número de grandes figuras se ha reducido a los más rentables como Messi, Cristiano Ronaldo o el sobrevalorado Neymar (lejos estamos de los tiempos en que el Balón de Oro lo ganó un casi desconocido George Hagui, el Maradona de los Cárpatos, en competencia con Hristo Stoichkov, Romario, Bebeto y otros), como bien lo ha dicho Ronaldo, quien de haber sido considerado el mejor del mundo a fines de los 90, se ha convertido en una voz crítica que se ha sumado a Maradona, Romario y Luis Figo entre los muchos que han denunciado los corruptos manejos de la dirigencia de la FIFA y han exigido un cambio... en una forma por demás prudente, porque ninguno de ellos ha buscado seriamente tomar medidas que lleve a lograr la limpieza que tanto piden: Figo, por ejemplo, se había postulado para la presidencia del organismo, pero unos días antes del estallido del escándalo se retiró de la contienda, o que tal otra ex-estrella del fútbol como Michel Platiní quien dirige actualmente a la asociación europea de fútbol: UEFA, y que ya antes se había postulado para sustituir a Blatter al frente de la Federación, pero que ahora sólo denuncia y despotrica.

Ante estas actitudes, cabe preguntarse: ¿Porqué estos personajes se comportan como el perro que ladra pero no muerde? ¿porque también tienen su parte en el enjuague? Al menos, Platiní no puede presumir de limpieza según señalamientos que se le han hecho.

Ahora, ¿porqué intervienen las autoridades de Estados Unidos? ¿Por un arranque de soberbia imperial y extraterritorial como argumenta RT? No es así, aunque claro, existe una jiribilla política detrás de todo, pero también hay bases que legitiman la intervención del Departamento de Justicia Norteamericano en estos hechos: los sobornos y negociaciones ilícitas se dieron en EUA, y las transacciones se hicieron a través de bancos norteamericanos.  Pero, por otro lado, es un secreto a voces que el otorgamiento de la sede a Rusia, para el Mundial de 2018 y a Qatar para la copa a celebrarse el 2022 se hicieron a base de sobornos multimillonarios a la dirigencia del fútbol. Los afectados directamente por ello fueron EUA e Inglaterra que buscaban también recibir la copa para esos años, con eventos de esa magnitud, y en el caso del primer país, con una afición cada vez mayor por el deporte de las patadas, el Mundial era visto como un evento cuyas ganancias permitirían inyectar sumas gigantescas a  fin de reactivar unas economías deprimidas y con la creación de empleos.

Ante la nueva "Guerra Fría" que viven Washington y Moscú, el arrebatarle la sede del Mundial de 2018 era una consecuencia necesaria, aparentemente, de las investigaciones de corrupción en la FIFA; sin embargo, y pese a las detenciones y señalamientos... NO PASO NADA, ni pasará, el congreso de la FIFA ratificó las sedes para Rusia y Qatar y además, Joseph Blatter, de quien todo mundo sabe, es el verdadero "Padrino" del balón y de toda la trama de corrupción, fue reelecto, cuando el príncipe jordano Alí Bin Al Hussein, quien se perfilaba como el sustituto del suizo se retiró de la contienda horas antes de la votación; al concluir ésta, todas las confederaciones regionales habían votado a favor de la continuidad por un quinto mandato, de Blatter al frente de la Federación, salvo la UEFA, que votó en contra.

¿Qué sucedió? Simple, por un lado, la FIFA, que no es una organización internacional, sino privada, ha logrado tal poderío gracias a la popularidad del deporte que regula y a las enormes sumas que maneja que le han convertido en una especie de Estado independiente, que no responde ante nadie, y por otro lado, los capitales rusos e islámicos, en especial qataríes que están invertidos en el fútbol respaldaron al suizo y aseguraron su posición, muy poco les importa lo que opinen las federaciones europeas de fútbol, saben que un boicott será impensable por las pérdidas económicas que representarían si no asisten a las justas a celebrarse en ambos países asiáticos... o el retiro de las inversiones provenientes de ellos.

Increíble, hasta en el fútbol... Obama perdió ante Putin.
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Jaime Almeida:


De los pocos comunicadores realmente dignos de admiración en México, Jaime Almeida tuvo una brillante carrera como periodista y crítico musical, destacando sobre todo por sus conocimientos sobre la Historia de la Música en general.

Del Rock clásico al Heavy Metal, de la Música Barroca y Clásica a la Tropical, del Jazz al Rap, del Bolero al Mambo y la Ranchera, ningún género escapaba al conocimiento y la erudición sobre la Música que tenía este melómano, periodista --y músico aficionado, uno de los organizadores del Festival de Avándaro en 1971, considerado algo así como el Woodstock mexicano-- y sobre todo gran ser humano que falleció este fin de semana, curiosamente tras haber dado una conferencia sobre la Historia del Bolero en la localidad de Paraíso, Tabasco.

De mi infancia y adolescencia recuerdo el fascinante programa Estudio 54 que condujo por años, en TV y luego en la radio, donde hablaba sobre la Historia de los diversos géneros, una vez recuerdo haber escuchado una extraordinaria emisión donde trazó la genealogía del Rock and Roll, y recuerdo haber visto sus programas biográficos dedicados a Elvis Presley, John Lennon o los Rolling Stones, y también a Pérez Prado el creador del Mambo. 

Descanse en paz, su pérdida será sensible, pues ya nadie tiene la capacidad y los conocimientos para hablar de la Música como él en nuestro país, dominado ahora por la anti-música representada por las bandas y los narcocorridos. Su muerte apaga una luz más en el negro panorama de nuestra cultura.







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