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20 de febrero de 2012

EL DESASTRE EDUCATIVO EN MEXICO



En estos días, ha llegado a las salas de cine el documental "De Panzazo", (expresión que se usa coloquialmente en México para referirse a la aprobación de una materia con la calificación mínima para ello) y que se refiere a la realidad crítica del sistema educativo mexicano, calificado, dentro de la OCDE, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, conformada por las 30 principales economías del mundo y entre las cuales se encuentra México, decimatercera economía del planeta, como el último, incluso por debajo del nivel de educación de países más pobres o menos desarrollados y que no se encuentran incluidas en ese exclusivo club.

El documental, conducido por el conocido periodista de Televisa Carlos Loret de Mola muestra el estado deplorable de la educación, sobre todo a nivel básico y medio (de Primaria a Bachillerato) en el que se encuentra hundido el sistema educativo nacional desde hace aproximadamente unos 20 años en que el mismo se fue hundiendo. Alguna vez, se llegó a afirmar que las primarias, secundarias y preparatorias mexicanas eran de un nivel más elevado que, incluso, Estados Unidos, donde los planteles de educación básica y media son más centros para socializar, o conocidos en muchos casos por el pandillerismo y la delincuencia juvenil que otra cosa; la diferencia, según se decía, venía a nivel superior, donde aún hoy en día, las universidades norteamericanas, como Yale o Harvard, aparecen imbatibles en los primeros lugares del ranking mundial, lo que constituye una gran ventaja que todavía posee EUA sobre sus potencias rivales, como China, aunque en el imperio asiático la educación cada vez sube más de nivel. Las escuelas primarias y secundarias en el coloso del norte, por otro lado, no son la panacea, aunque es de destacar que en las misma, o en muchas de ellas, la diferencia con el resto del mundo, y especialmente Latinoamérica es la promoción de la ciencia y la tecnología, estimulando la curiosidad y la cretatividad en estos campos.

¿A qué se ha debido esta caída libre de la educación en México? A diversos factores y nos vienen desde lejos. México fue la sede de la primera universidad en América, a mediados del siglo XVI, fundada por el Virrey Español Don Antonio de Mendoza: la Real y Pontificia Universidad de México surgió casi 100 años antes que Harvard, y además de ella, surgieron otras casas de estudio en plena época colonial, con lo que, para el siglo XVI, sería ya una institución tricentenaria, y habría de suponerse que esto daría una gran ventaja a nuestro país en el desarrollo de un sistema educativo, sin embargo, en 1833, Valentín Gómez Farías clausuró a todas las universidades del país por depender de la Iglesia Católica, siendo él un representante del Liberalismo Radical, obediente a los intereses norteamericanos, e iniciando entonces uno de los principales problemas o defectos que tiene la eduación en México: la politización. La medida afectó a los niveles inferiores del sistema y debido a la inestabilidad política no pudo hacerse mucho en materia educativa sino hasta el Porfiriato, a fines del siglo XIX en que empezó, en las áreas urbanas, a construirse un sistema educativo en forma, dirigido por el Estado, aunque se permitió e impulsó también el funcionamiento de instituciones privadas.

La Universidad no volvería a establecerse, desapareciendo o más bien absorbiendo a los "Institutos de Ciencias y Artes" y "Escuelas Profesionales" creados por los Liberales y en las que se impulsó el positivismo y un cientifismo más de nombre que real, pues México continuó sin desarrollar grandes nombres en la ciencia (curiosamente, fue en la época colonial cuando en México brillaron más naturalistas y humanistas surgidos de las aulas de las instituciones educativas virreinales) y mucho menos en el ámbito tecnológico, sino hasta 1910 a instancias de Justo Sierra, Secretario de Justicia e Instrucción Pública bajo el mandato de Don Porfirio Díaz, en lo que fue el preludio de un gran desarrollo del sistema educativo que tuvo que ser pospuesto por la lucha armada de la Revolución.

Si bien en los años 20, con José Vasconcelos se inició la gran expansión de la educación básica a todo el país, ésta quedaría condicionada a cumplir con el famoso artículo 3° de la Constitución dictada en 1917: la educación debía ser pública, laica y gratuita, y bajo el mandato del General Lázaro Cárdenas, además, se agregó el adjetivo de "socialista", mismo que fue retirado después por su sucesor: el General Avila Camacho. Esto llevó a que el Estado Mexicano, sobre todo en los primeros tiempos del priísmo, considerase a la educación como su exclusivo monopolio y pusiera muchos obstáculos al establecimiento y funcionamiento de instituciones privadas: por un lado, el anticlericalismo reavivado tras la revolución y que llevó a la Guerra Cristera, obstaculizaba que la Iglesia fundara o dirigiera escuelas, y por otro, simplemente la defensa de la educación como función gubernamental bloqueaba los intentos de particulares laicos de hacerlo. Por otro lado, la gratuidad, como es bien sabido es falsa, ya que la educación tiene sus costos, y el financiamiento se hace vía impuestos, con lo que no hay un cobro directo de colegiaturas e inscripciones al educando o su familia, pero sí a ésta y a todos mediante las contribuciones.

Aún así, y sobre todo a partir de los años 50 a 70 hubo una explosión verdadera en el aumento de la cobertura de la educación y un aumento sin precedentes en la matriculación en las Universidades e instituciones en general: públicas y privadas, con lo que se logró, en mucho, abatir el resago en la materia; sin embargo, cantidad no significa calidad, y así, sobre todo en muchas áreas rurales o en las periferias de las ciudades existen multitud de escuelas que existen casi casi de nombre: sin aulas, sin materiales didácticos y casi sin maestros, y poco a poco, se empezó a ver que muchos de esos maestros lo son de nombre, pero no tienen real preparación, pero adquieren ascensos y promociones gracias a su participación en movimientos políticos. Por otro lado, se han dado casos alentadores de maestros buenos que, con escasísimos recursos, logran que sus alumnos obtengan extraordinarios resultados en evaluaciones, aún mejores que los colegios privados más caros y de más estatus, lo que nuevamente demuestra como radica en la capacidad y compromiso del docente la calidad educativa.

Así, casos como el reciente de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, ilustran como los nuevos maestros ansían y exigen el otorgamiento de plazas de trabajo en automático dentro de las escuelas públicas y empiezan a formarse no como verdaderos docentes, sino como manifestantes y agitadores, incluso, se habla que en el famoso y poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación SNTE, o en su sindicato disidente, más bien especie de clon: Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE (una letra hace no mucha diferencia) existe el llamado "marchómetro", mediante el cual se toma nota de en cuántas marchas y manifestaciones participa el docente para complacer a los líderes y así obtiene plazas de trabajo y ascensos, estas agrupaciones, además, son verdaderos nidos de corrupción, nepotismo e impunidad que han evitado la buena preparación y evaluación de los docentes.

Pero además, los propios planes de estudios, como ya lo ha mencionado el periodista argentino Andrés Oppenheimer, siguen colocando en un lugar preponderante la enseñanza de las Ciencias Sociales, y en particular la Historia, por encima de las Ciencias Exactas o de la Naturaleza, esto, en principio no es tan malo como pudiera parecer, salvo que se necesita de un equilibrio entre ambas, sino que la preponderancia de las primeras se hace con la obvia intención de ideologizar a los educandos, y así, como en repetidas veces lo he dicho en este espacio, la enseñanza de la Historia Oficial con su Aztecomanía, su maniqueísmo marxistoide: indígenas buenos Vs. españoles malos, liberales buenos vs. conservadores malos, revolucionarios buenos vs. porfiristas malos y demás, la idolatría a Juárez, Hidalgo, Madero y demás personajes hechos de bronce y no estudiados a fondo y en forma crítica, tiene como finalidad únicamente el justificar el actual estado de cosas y legitimar al México postrrevolucionario en el que seguimos anclados (PRI, PAN, PRD y demás grupos y taras de nuestro sistema político son herencia del movimiento de 1910-1920).

Para colmo, la reciente moda y que ha provocado un golpe severo a la Educación en todo el mundo occidental de la adopción del "sistema de educación por competencias" y el constructivismo, han contribuído también a sepultar la cultura y sobre todo, a pretender dirigir la Educación únicamente a la formación de trabajadores o agentes calificados del mercado laboral y nada más, metido el relativismo y el subjetivismo en todo e impidiendo, por tanto, la aceptación de valores universales o de la existencia de la verdad, lo que está repercutiendo en el cada vez mayor desórden social.

Así, podríamos hacer una lista de elementos o problemas de la Educación en México y que está afectando a las instituciones públicas y privadas:

1.- En la Educación Pública: la eterna politización, a los maestros y a su Sindicato, liderado por la corrupta y nefasa Elba Esther Gordillo les importa más actuar como una fuerza política que hacer su trabajo y mejorar en el mismo.

2.- La ideologización, la adopción del sistema de educación por competencias, el olvido de la formación cultural y científica, cívica y moral en aras del subjetivismo, un pragmatismo excesivo y el economicismo.

3.- En la educación privada: mercantilización de la educación, pues se habla de un  "mercado educativo" y la obvia intención de muchas instituciones privadas únicamente avocadas al lucro y al negocio antes que a la efectiva formación de los estudiantes.

4.- Las instituciones educativas de la Iglesia Católica, que tradicionalmente ofrecían una educación de buena calidad, se encuentran en crisis, ante el descenso de las vocaciones religiosas en aquellas órdenes e instituciones que históricamente ofrecían los servicios educativos como los Hermanos Maristas, Salesianos, Franciscanos y Jesuitas, entre otros, se han dirigido a un proceso de secularización que les lleva a caer en el problema relatado en el punto 3: la mercantilización, como todas las instituciones privadas.

Y esto ocurre en todos los niveles. Como dice el dicho: "mal de muchos, consuelo de tontos", lo que pasa en México está ocurriendo en Europa, donde el llamado "pacto de Bolonia" a fin de homologar la educación en todos los países de la Unión Eutropea y algunos otros ha propiciado el empobrecimiento de los currícula, la adopción del constructivismo y el descenso en la cultura de las personas; en EUA, si bien las universidades siguen en los primeros lugares, los niveles básico y medio siguen cuesta abajo, y en todos los casos, los Medios de Comunicación no ayudan, como ya lo he repetido, en series de TV dirigidas a niños y adolescentes no se presenta una imagen positiva de la escuela y de los maestros: se presenta la imagen de estos como locos o idiotas, y de la educación como algo absurdo, aburrido e innecesario cuando la idea de futuro es el dedicarse al espectáculo, a la farándula.

En constraste: Corea del Sur, China o Singapur se encuentran en ascenso por que también la educación en ellos sube de nivel, no se desprecia la cultura y se estimula la competitividad, las habilidades sociales y la ciencia y la tecnología, además de los valores morales, sin buscar justificar políticas o volver constantemente sobre el pasado para idolatrar a sujetos convertidos en estatuas intocables como en nuestro caso. Es en la educación donde se encuentra la raíz del ascenso o caída de los pueblos.
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La Muerte de Withney Houston:
 
 

La muerte de la cantante Withney Houston hace unos días muestra nuevamente el terrible drama de los miembros de la farándula, víctimas de un ascenso a la fama y la riqueza que no pueden digerir, cuando les llega de golpe y no les da posibilidad de adaptación. Víctima del entorno y de un marido rapero famoso por sus conflictos con las drogas y el alcohol y su pasado de pandillero, la vida de la hermosa afroamericana de impresionante voz forjada en el coro de una Iglesia de Nueva Jersey fue una constante espiral descendente hacia el abismo del vicio que la hizo ingresar constantemente a centros de rehabilitación sin que realmente mejorara.

Al fin, falleció, posiblemente a causa de mezclar alcohol con calmantes, y fue encontrada muerta en la bañera, igual que Jim Morrison y en los próximos días se darán a conocer los detalles médicos por los forenses.  Entre tanto, y en medio de los homenajes que le rindieron dentro del marco de la entrega de los Grammys, el veterano Tony Bennett pidió que se legalizaran las drogas a nombre de la Houston... no cabe duda de que el señor está senil: Withney murió por su adicción a drogas legales, a medicamentos antidepresivos o calmantes de los nervios prescritos por médicos (o quizá no, obtenidos brincándose la norma de que ellas se obtengan mediante receta) ¿En qué resolvería la legalización o no de las drogas o cómo habría evitado esto la muerte de la cantante? Lo máximo que hubiera hecho es que habría muerto con menos vergüenza, quizá, por lo demás, legal o ilegal, no habría esto modificado en nada el vicio; es más, legalizada, sería más fácil que hubiera mucho más que, como ella, adquiriesen la necesidad creada de meterse químicos para hacer frente a los pequeños retos de cada día... señal de la cobardía que impera en nuestros tiempos.

DESCANSE EN PAZ.

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