2024, TODO ESTÁ CAMBIANDO

Una disculpa por ausentarme tanto tiempo, pero no he tenido tiempo debido a mi trabajo para atenderlo. Pero y pasando a la materia del presente post, que he querido hacer sin encontrar el momento para hacerlo ante una avalancha de acontecimientos que nos han venido cayendo desde el año 2020 y que cada vez se precipitan más.

Desde que inicié este Blog en 2008, dije que iba a llegar el momento en que las potencias emergentes, o más bien resurgentes, como China y Rusia, iban a asaltar el poder. Pues bien, desde el 2020 quizá, si no es que desde mucho antes, hemos visto ese asalto al poder global. Esto no es producto de una conspiración, sino de planeaciones estratégicas, choque de intereses y el aprovechamiento de circunstancias, así como la clara decadencia de las élites occidentales, presa de ideologías fantasiosas y estériles, corrupción y soberbia, y sociedades hedonistas y materialistas, a la vez que cegadas por el subjetivismo y el sentimentalismo, de lo que el mundo oriental euroasiático permaneció aislado, curiosamente gracias al Comunismo Marxista y al Islam.

Lo que estamos presenciando es un momento de cambios, en que el orden internacional político, jurídico y económico surgido tras la Segunda Guerra Mundial está quedando caduco y está siendo cancelado por la actuación de actores tales como Rusia, China, Israel e Irán, mientras que Estados Unidos, bajo un gobierno desdibujado, débil, desacertado y más enfocado en promover la llamada agenda woke, que resolver los problemas internos, --cada vez más graves-- de su país, y ni se diga los internacionales, donde cada paso que da parecen dar, son palos de ciego que no dan a ningún lado y más llevan a hundir y a desmoronar el poderío de EUA, que refrenda su calidad de Imperio Fallido, una potencia que tuvo la capacidad y la fuerza para ejercer un poder inmenso como no se había visto nunca antes en la Historia, pero que al final se quedó corto ante la resistencia de fundar un verdadero imperio tradicional y contentarse con una hegemonía económica y cultural sustentada sobre bases sumamente frágiles que ahora se tambalean, sin haber logrado nunca consolidarse y obligado permanentemente a estar en guerra para mantener cohesionada su hegemonía.

En el vídeo de hoy, trato someramente algunas reflexiones sobre el momento político que estamos viviendo tanto a nivel nacional como mundial, que podemos enumerar a continuación:

1. La polarización creciente entre Izquierda y Derecha, entre Liberales y Conservadores en Occidente; en el caso de México esto es muy evidente: el Presidente López Obrador ha polarizado en el discurso las evidentes divisiones en nuestra sociedad, a lo que la Oposición ha respondido con mensajes igualmente extremos, polarizantes y con intención de generar pánico, aunque quizá esta polarización, más que mostrar la irreconciliable posición opuesta entre ambos bandos, muestra más bien un acuerdo, entre lo que en realidad son dos caras de la misma moneda, en generar esa división y polarización, ese discurso de "lucha del bien contra el mal" (en que cada facción se atribuye el papel del bueno y tilda de malo al contrario) a fin de lucrar con el mismo, puesto que no existen grandes diferencias entre las ¿propuestas? o posturas de ambas candidatas, recordando que si bien de un lado está una coalición conformada por los partidos tradicionales: PAN, PRI y PRD, el partido en el poder: MORENA, no es más que la parte de elementos de esa misma coalición, que decidió apoyar al caudillo que actualmente ocupa la Silla Presidencial y que se unificó en un partido que tarde que temprano se disolverá en sus componentes.
2. A nivel internacional, por lo que ve al mundo occidental, crece la contraposición entre "conservadores" o "tradicionalistas" de un lado y "liberales", "progres" o "wokes" del otro; esta división es patente en EUA, en la cada vez mayor brecha existente entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano, en el seno de la Unión Europea, donde todo aquél que se muestre partidario de la primera posición es tildado de fascista o de extrema derecha, mientras que la postura contraria es alentada por los intereses empresariales y financieros, que gracias al Neoliberalismo, esto sí, se han hecho con el control incluso de los Estados, subordinando a los políticos a sus intereses; incluso, al interior de la propia Iglesia Católica se puede ver esta división, desatada durante el controversial pontificado del ambiguo Francisco I. Las élites empresariales han apostado por utopías antinatalistas, transhumanistas y centradas en la sustitución de la persona humana por la Inteligencia Artificial, probablemente cegadas y engañadas por su soberbia y el vicio producto de un ocio desmedido y desvaríos propios de la acumulación de riquezas con las que no se sabe qué hacer y un temor paranoico a perder su posición.
3. La existencia de dos posturas, ambas liberticidas y autoritarias: de un lado, modelos nuevos de autoritarismo estatal, ejemplificados por Rusia, China y las potencias islámicas, del otro, el autoritarismo corporativo de las multinacionales que promueven la imposición de la llamada Ideología de Género, el Ecologismo y con ello la censura y el ostracismo  a quien opine lo contrario y el sistema que la profesora Shoshana Zuboff identifica como el Capitalismo de Vigilancia. En el panorama de las elecciones mexicanas, es posible que estemos por votar entre uno u otro tipo de autoritarismo, o, lo más probable, entre dos opciones que llevarían a lo mismo en mayor o menor grado: una combinación de los dos.
4. La adopción, por casi todas las posturas de todos los lados del espectro político, del Antisemitismo, disfrazado de un mero Antisionismo, o de la "Crítica al Estado de Israel", para la Izquierda, el Estado Judío es un Estado opresor y colonialista, mientras que organizaciones como Hamás y Hezbollá son luchadores por la libertad, y regímenes como Irán, líderes de la resistencia contra el Imperialismo, pese a que, en realidad, fuera en Irán donde surgió el Imperialismo con los Aqueménidas en el siglo VII a.C. y nunca lo haya perdido como objetivo nacional, y que el Islam, sea Sunnita o Chiíta, es una ideología imperial y expansionista, ante la cual, el Estado de Israel actúa como muro de contención; no en balde, ya desde el siglo XI, el Papa Urbano II, el Emperador Romano de Oriente Alejo Comneno y aristócratas europeos como Godofredo de Bouillon identificaran la necesidad de construir estados occidentales en esa franja costera, no solo por motivos religiosos, sino geopolíticos, pues la Tierra Santa es el vértice estratégico donde se unen tres continentes: Europa, Asia y África, la caída de San Juan de Acre y con ella, del Reino Latino de Jerusalén, en 1291, produjo como efecto inmediato el inicio de la expansión del clan turco de los Otomanos que llevaría a la fundación de un nuevo y poderoso Califato que tomaría Constantinopla y amenazaría Europa, controlando todo Medio Oriente hasta 1919. Para los de Derecha, es necesario oponerse al Sionismo, entendido no como la búsqueda del derecho de los Judíos a recuperar su Estado, destruído por los Romanos en 70 d.C., sino como sus designios de dominación mundial y para castigarlos por deicidas, en una ceguera nacida del Fanatismo, de odio y envidia contra un pueblo, del que ciertamente, ha surgido mucha gente capaz, talentosa, laboriosa y exitosa, como indudablemente también han surgido locos, criminales y nefastos como en cualquier otro pueblo de la Tierra.

Así, estamos sin duda en un año que será crucial, y apenas vamos en la primera mitad del mismo, como sea, les aseguro que para el 01 de enero de 2025, las cosas habrán cambiado diametralmente.