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31 de agosto de 2021

CONSECUENCIAS DE AFGANISTÁN: LA DERROTA DE EUA Y DE OCCIDENTE

 Joe Biden on Kabul attack: ′We will make them pay′ | News | DW | 27.08.2021

Muchas veces en la Historia, un conflicto armado, o incluso, un solo hecho de armas ocurrido en el seno de dicho conflicto constituye en sí mismo un punto de inflexión que cambia todo el devenir de los acontecimientos y sella el destino de algún caudillo, de una entidad política o de una civilización entera:

  • Se considera que el destino del Imperio Romano de Occidente quedó sellado tras la batalla de Adrianópolis, en el año 378 d.C., en ella, los Visigodos derrotaron al ejército romano del Emperador Valente, quien murió en el combate; lo que permitió a ese pueblo germánico penetrar en el Imperio y enquistarse en él, la victoria además, demostró al resto de tribus bárbaras que el Imperio Romano no era ya invencible y podía ser invadido: los Visigodos, años más tarde, recibirían del Emperador Honorio las tierras de Hispania, donde fundarían el primer reino germano-bárbaro, prácticamente escindido del Imperio Romano, a lo que seguirían la entrada de Francos, Alanos, Burgundios, Vándalos, Ostrogodos y Hunos que destruirían el dominio de la Ciudad Eterna en Europa Occidental.
  • El Imperio Romano de Oriente, que aparentemente se encontraba resurgiendo tras el reinado de Basilio II Bulgaróctonos, tiene su punto de inflexión en la batalla de Mazinkert, en 1071, con la derrota y captura del Emperador Romano IV Diógenes; a partir de ese momento, los Turcos, procedentes de Asia Central e islamizados, comenzaron a introducirse en el Asia Menor, a grado tal que hoy en día, la misma constituye Turquía. Cerca de cuatrocientos años después, un clan turco, los Otomanos, encabezaría a las fuerzas islámicas que se apoderarían de Constantinopla.
  • El destino del llamado Imperio Mexica quedó sellado cuando la hueste española de Hernán Cortés y sus aliados Tlaxcaltecas vencieron en la batalla de Otumba, en 1520, en inferioridad numérica y casi sin disponer de pólvora y municiones para las armas de fuego, a lo más granado de las tropas del ejército de la Triple Alianza, comandado por el propio Cihuacóatl o Primer Ministro del emperador Cuitláhuac, enviado para cortar la retirada del ejército cortesiano hacia Tlaxcala. El haber tornado una desastrosa derrota en la Noche Triste en una victoria épica cuando todo parecía perdido, rompió con el mito de que los Mexica eran invencibles para el resto de los pueblos mesoamericanos y levantó la moral de la hueste del extremeño, a partir de ahí, se multiplicaron las alianzas con pueblos deseosos de sacudirse el yugo mexica y hasta la llegada de voluntarios indígenas que se sumaron a las filas españolas; Tenochtitlán no pudo salvarse de la rebelión masiva en sus dominios.
  • El Tercer Reich alemán había desatado la Segunda Guerra Mundial y la había librado como una marcha hacia la victoria, hasta la batalla de Stalingrado, que fue el punto de inflexión: la feroz resistencia rusa que culminó con la derrota del VI Ejército comandado por el Mariscal Paulus, fue el punto de inflexión: el ejército alemán comenzó la retirada y la captura de Berlín por el Ejército Rojo ya era sólo cuestión de tiempo.
Así, ahora nos encontramos ante una situación que podría verse como un punto de inflexión para Estados Unidos y toda la Civilización Occidental; ya lo he dicho antes, EUA no ha vuelto a ganar una verdadera guerra desde 1945, descontando la intervención en Panamá, donde, realmente, se trató más de un operativo policíaco a escala gigante antes que una guerra en realidad, para detener al narcodictador General Manuel Antonio Noriega, y la Guerra de Vietnam ha sido su derrota más clara... hasta ahora.

Como explicaba en el post anterior, esto se ha debido mucho a que EUA subordinó mucho su política exterior tanto a fines ideológicos como a intereses privados: por un lado, el país viene originado de una Revolución, como fue su Guerra de Independencia, en que se planteó desde el principio el ideal de Democracia y Libertad, mismas que, acorde con las doctrinas de Wilson y posteriormente de Strauss, se pretenden difundir en el resto del mundo; entre tanto, entes privados y grandes fortunas se benefician del conflicto permanente... sin embargo, esto parece que ha llegado a su fin.

Tras estos últimos acontecimientos, que sin duda van a ser los más trascendentes del año, se suman a la pandemia del coronavirus, están perfilando una serie de ganadores y perdedores en el tablero mundial, hagamos un análisis de las consecuencias que estos hechos están teniendo para la Historia futura:

1.- Anatomía de la Derrota:

El coloso del norte, tal y como lo dijo la ex-Juez norteamericana Janine Pirro, comentarista del canal noticioso Fox News, en una fuerte editorial del pasado viernes 20 de agosto, ha perdido ahora el estatus de Súper Potencia que había ostentado desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945; es cierto, EUA había sido derrotado en Vietnam y la evacuación de la embajada norteamericana en Saigón fue muy similar a lo visto en Kabul los días pasados; pero esto no es del todo cierto: EUA se retiró del país indochino tras un acuerdo logrado en París entre Kissinger y Le Duc Tho en 1973, conservando cierta posición de fuerza y dejando a Vietnam del Sur en condiciones para resistir el ataque del norte, aguantando dos años, el fracaso del régimen sureño fue totalmente imputable a éste, y EUA pudo hacer una retirada ordenada de sus propios nacionales, tanto militares como civiles, a pesar de lo atropellado de los últimos días, el caos fue mucho menor a lo que hemos visto en el caso actual, y se debió a la evacuación de los vietnamitas colaboracionistas con los estadounidenses, o aún de las familias que combatientes americanos habían formado con mujeres nativas; aparte, las relaciones entre el Vietnam reunificado y Washington se fueron enfilando a la normalización, y finalmente, a la celebración de una alianza contra el enemigo común: China, sobre todo tras la liberación de los últimos prisioneros de guerra a inicios de los noventa y la repatriación de restos de soldados americanos y su identificación ante la apertura de archivos de la guerra acordada entre ambos países. Finalmente, se trató de un conflicto militar tradicional y que tuvo una solución diplomática a la que ambas partes más o menos se apegaron.

En este caso, sin embargo, resultó todo manejado "con las patas" como coloquialmente lo decimos en México, véamos el camino al desastre:
  • La invasión a Afganistán tenía como objetivo el poner fin a una situación de inseguridad para EUA; en cierto sentido habría bastado con eliminar la capacidad del régimen Taliban para albergar terroristas y planificar atentados en el futuro; debió eliminarse toda presencia de Al-Qaeda y en todo caso haber mantenido una presencia militar pequeña en Afganistán, con una base militar, como la de Bagram, como una garantía de cierta estabilidad al escenario posterior a la operación; pero ya sin intervenir en sus propios devenires políticos; finalmente la lucha y la construcción de un "gobierno" fuese como fuese, es un asunto interno de Afganistán, se constituyera o no como un Estado.
  • En vez de ello, los Gobiernos de Bush Jr. y Obama, principalmente, se dedicaron a la tarea de Nation Building, esto es, de construir un Estado y una sociedad, en el que, desde la noche de los tiempos, ha sido un espacio en blanco donde transitan tribus nómadas y múltiples etnias en combate permanente entre ellas.
  • Ante los trillones de dólares que se engullía el pozo sin fondo afgano, Trump decidió negociar el retiro de las tropas, no con el gobierno afgano, su aliado, sino con los Talibán, que aunque subsistían, lo hacían de manera marginal en provincias rurales, aunque atacando constantemente como guerrillas y abocados a actividades criminales, como el narcotráfico, extorsión y secuestro.
  • Cierto, se puede cuestionar que Trump decidiese negociar con los Talibán, legitimándolos como fuerza política; en cierto sentido, obró de la manera en que el Presidente Juan Manuel Santos lo hizo con las FARC en Colombia pese al rechazo de la población; no se trataba de un Estado, como lo era el régimen de Hanoi, enfrentado a EUA, sino de un grupo terrorista y por tanto, delincuencial, con el que se sentó a negociar.
  • Sin embargo, Trump pretendía que Washington mantendría una posición de fuerza, y había planteado, primero, el retiro de los civiles norteamericanos, segundo, obtener garantías para quienes habían colaborado con EUA y la OTAN de entre los Afganos, o su evacuación, y tercero, sacar a los militares, abandonando hasta el último momento la base aérea de Bagram, y la salida de todo el equipo militar y armamento empleado por las fuerzas internacionales; además, si había alguna violación al acuerdo por parte de los Talibán, estos serían atacados, pues no habría pretexto para la coalición internacional, para cumplir con lo pactado.
  • Al llegar Biden al poder, hizo todo al revés: sacó primero a las tropas, cerró la base de Bagram, sin retirar equipo y armas, que se pretendía pasarían a las fuerzas gubernamentales afganas, y no formuló plan alguno para la evacuación de nacionales norteamericanos ni para los colaboradores nativos; al parecer, hizo caso omiso a la información de Inteligencia respecto a la toma de ciudades y provincias por los Talibán en total contravención a lo pactado, y no realizó acción alguna para obligarlos a cumplir el acuerdo.
  • Pese a que en el mes de julio, Biden aseguraba la fortaleza del ejército del Gobierno, que supuestamente contaba con 300,000 hombres; en realidad, ante el cierre de la base de Bagram y la salida precipitada de las tropas internacionales, la milicia gubernamental se desmoronó de inmediato: es probable que muchos de sus soldados sólo se presentaran a cobrar sus salarios, y a los que se había dado enormes cantidades de dinero en financiamiento, armamento y equipos, tal y como se muestra en la siguiente gráfica:
Taliban's $85bn Worth of Arsenal: Why Did the US Leave its Equipment  Behind? | Al Bawaba

Tal y como algunos veteranos de las fuerzas armadas norteamericanas, ahora miembros de la Cámara de Representantes de EUA lo dijeron: los Talibán se acostaron siendo una guerrilla, despertaron convertidos en una fuerza armada más poderosa que la de algunos países europeos miembros de la OTAN en algunos rubros, incluso dotados de una Fuerza Aérea respetable, con la que jamás habían contado.

Los Talibán no han perdonado ni la burla, y, ataviados con uniformes abandonados por los norteamericanos, no dudaron en parodiar la icónica fotografía de la toma de Iwo-Jima en la Segunda Guerra Mundial:

Esta es la fotografía de unos talibanes imitando el alzado de la bandera en Iwo  Jima que avergüenza a los estadounidenses

Pero lo que es más duro, la propia actitud del propio Presidente Biden y de los jefes del Instituto Armado norteamericano, es de sometimiento y capitulación incondicional hacia los Talibán: se han colocado bajo su protección, esperando que éstos no dejarán que pasen ataques contra las fuerzas americanas en retiro, replegadas en el Aeropuerto de Kabul, y sin embargo, esto pasó, con un saldo de trece militares gringos muertos y aproximadamente 100 civiles afganos que pretendían huir de la tiranía clerical islámica.

Para más señal de rendición incondicional a los Talibán, en que parece que los norteamericanos, como en su momento los alemanes en 1918 o 1945, han decidido quedar sujetos a la clemencia del vencedor, cuando no con una estupidez supina, han entregado una lista de ciudadanos norteamericanos, afganos residentes legales en EUA, poseedores de la green card, y muchos que fueron colaboradores de las fuerzas norteamericanas, a fin de que les dejasen pasar al aeropuerto y fueran protegidos por los Talibán... cuando no, los estaban entregando al matadero, sobre todo a los últimos mencionados. Hoy, los otrora enemigos de los norteamericanos han estrenado uno de los helicópteros black hawk para aparentemente ostentar desde él al cadáver de un opositor, probablemente colaborador de los norteamericanos, ejecutado por tración en la ciudad de Kandahar.

La evacuación, por supuesto, ha sido caótica, y hace unas horas se ha informado de la salida de Kabul del último avión norteamericano con los últimos evacuados. El Gobierno de Biden, además, ha priorizado la evacuación de refugiados afganos antes que a ciudadanos norteamericanos civiles que, miembros de ONG´s, se encontraban en el país asiático. Hay quien dice que muchos estadounidenses han quedado varados en Kabul, mientras que EUA no logró de los Talibán una prórroga del plazo para la evacuación; además, entre los miles de refugiados que ahora se encuentran recibiendo acomodo en nuestro vecino del norte, y aún en México, no se tiene certeza de sus identidades o si efectivamente colaboraron con las fuerzas de ocupación... ¿podría haber miembros de los Talibán, o de células del ISIS-K o de Al-Qaeda infiltrados, que de esta manera han entrado fácilmente en EUA, como el coronavirus en un organismo?

2.- Consecuencias:

En mi opinión, sí, la derrota en Afganistán ha mostrado con toda claridad el ya inevitable declive de Estados Unidos, y con él, de toda la Civilización Occidental; de forma más clara que Vietnam hace cincuenta años, ha quedado claro que EUA no es invencible, y que además, tanto poder de fuego, tanto desarrollo de tecnologías bélicas, no necesariamente constituyeron una ventaja insuperable para vencer una guerra. Hay nuevas formas de hacer la guerra. Afganistán, de esta manera, ha sido el Adrianópolis, o el Mazinkert, del Imperio Norteamericano y de nuestra civilización entera. A partir de ahora, nada volverá a ser lo mismo.

Una nueva manera de hacer la guerra: Muchos tratan de ajustar lo que hemos visto a la "dinámica de Estados", como lo diría Gustavo Bueno, pero esto es equivocado: ni los Talibán, ni sus patrocinadores, principalmente la monarquía Saudita, ni el mundo islámico en general, piensa en términos de Estados-Nacionales; eso fue propio de los Kemalistas, como el propio Mustafá Kemal Atatürk, Gamal Abdel Nasser, Muammar Gaddafi o Saddam Hussein, quienes en mucho intentaron reproducir en sus países los esquemas políticos y sociales occidentales, y que fracasaron rotundamente, más cuando Occidente se fue en contra suya. Incluso en Turquía, es claro que Erdogan ha ido desmantelando la obra secularista y europeísta del vencedor de Galípoli y retomando la identidad islámica paulatinamente.

No, los Islamistas, y su cabeza: la monarquía saudita no piensan en términos de Estado-Nación, y los Talibán, menos: todos ellos apuestan por la reconstrucción del Califato, mismo que no es un Estado, como no lo fue el Otomano, ni el Fatimita, ni el Abasida o el Omeya, ni sus antecesores pre-islámicos, como los Imperios Sasánida, Parto-Arsácida o Aqueménida, que en mucho les prefiguraron. Así, la guerra puede ser librada por estos grupos paramilitares, llámense Talibán, ISIS, Al-Qaeda, Hamas, Hezbollá, Hermanos Musulmanes o Boko Haram incluso en contra del Estado-Nación más poderoso de todos, como es EUA, y vencerle, no con armas convencionales, ni de destrucción masiva, pero sí con desinformación, redes sociales, actividad bélica de baja intensidad y una voluntad de resistencia a toda prueba. Para las administraciones de Bush-Obama-Trump-Biden, los F-16, los tanques Abrams, los Humvee y los drones de ataque Predator, resultaron al final inútiles, y fueron vencidos por un ejército más similar a las huestes de Saladino, o aún a las de Jerjes, de pastores-soldado nómadas, que a las fieras, pero disciplinadas fuerzas norvietnamitas que comandaba el General Giap en los años sesenta.

Es decir, estamos ante una nueva, y a la vez, muy antigua forma de guerrear, que ha resultado ser más efectiva que un ejército masivo y emperifollado en tecnología; y al parecer, van hacia lograr su objetivo. Ya hablaremos en su momento acerca de Arabia Saudita, y lo que parece ser, su conversión en una "Súper Potencia en la Sombra" decidida a lograr un proyecto imperial, en apariencia anacrónico para nosotros, pero que en Medio Oriente es la forma en que siempre se ha hecho política, literalmente, desde el Génesis.

Crisis Interna en EUA: Evidentemente, el Gobierno de Biden quedó desnudado en toda su inepcia e incapacidad, ha resultado impactante, por lo menos para mi, ver en medios norteamericanos ya dirigirse, o referirse al Presidente de su país a base de insultos... porque quizá el mandatario demócrata no merece ser llamado con otros términos menos fuertes. Los estadounidenses siempre han respetado la investidura de su primer magistrado, y se le ha honrado siempre como reflejo o encarnación de su sistema democrático. Pero Biden llegó a la Casa Blanca tras un proceso electoral accidentado y cuestionado, con muchas dudas acerca de su limpieza, con el apoyo descarado de las élites financiera, tecnológica, de las comunicaciones y del espectáculo, que ahora parecen también por momentos, tratar de desmarcarse ante lo indefendible de lo ocurrido.

El descontento es enorme, ha quedado claramente presentado que Biden padece de un grave deterioro a nivel cognitivo, que no tiene contacto con la realidad, y además, tiene una vena autoritaria bastante clara, que muestra en sus reacciones de irritación ante los cuestionamientos a sus decisiones y medidas, entre tanto, Kamala Harris, el eventual reemplazo en caso de que el Presidente se vea obligado a renunciar --algo que no creo que hará por sí mismo, dado que parece ser un enamorado del poder, y muy semejante a su vecino del sur, AMLO, igualmente senil por momentos, pero similarmente rabioso y autoritario en otros-- tampoco da muestras de ser capaz para ejercer el poder en la crisis actual: aparece como frívola, ocupada en verdaderas bagatelas como lo es la agenda de género o el discurso ecologista, y prácticamente ha permanecido escondida ante la debacle presente.

Ante el próximo vigésimo aniversario de las Torres Gemelas, con una sociedad defraudada, militares frustrados y agotados tras veinte años de inútil guerra, una inflación que crece, criminalidad a la alza, la imposición de la mordaza por la agenda de género, una leyenda negra que se pretende imponer en la enseñanza de la Teoría Crítica de la Raza, divisiones entre grupos de "oprimidos" que se mueren por oprimir a otros, élites egoístas y manipuladoras, etc., me queda claro que EUA se está convirtiendo en un polvorín... ¿Habrá un golpe de Estado, o una Segunda Guerra Civil? No quiero ni imaginarlo.

La Inutilidad de la OTAN: Como resultado del fracaso, la relación entre EUA y sus aliados europeos que le acompañaron en la aventura afgana se ha tensionado. Sobre todo, la sensación de haber sido en cierta forma timados y que los sacrificios de su personal militar fueron en vano, además de la débil posición de Biden y su toma de decisiones repentina sin consultarles, lo cual, sobre todo en el caso de Reino Unido, ha hecho surgir ampollas.

La OTAN, producto de la Guerra Fría, surgió fundamentalmente como una alianza para la defensa común de EUA y Europa Occidental en contra de la amenaza del Bloque Comunista que encabezaba la URSS, tras el final de aquella confrontación ideológica, ha continuado como una manera de asfixiar a Rusia e impedirle de alguna manera un resurgir, pero además, como una comparsa del intervencionismo norteamericano. Hoy, ante el fracaso de las aventuras wilsonianas de Washington, queda claro que la OTAN no puede ser utilizada para impulsar o establecer regímenes democrático-representativos y extender los modelos políticos y sociales occidentales en otras áreas, quizá deba regresar a sus funciones defensivas planeadas originalmente, o quizá, deba dar paso a un esquema de defensa común europeo sin la participación de EUA, y que éste quizá con Gran Bretaña y el resto del antiguo Imperio Británico constituya un sistema defensivo propio de la Anglosfera.

Las recientes palabras de Emmanuel Macron, Presidente de Francia, en el sentido de que el caso afgano pone en claro que no puede imponerse la Democracia desde fuera, quizá lleve a un replanteamiento de la estrategia de las potencias europeas, y del propio Estados Unidos, que buscarán ahora encerrarse antes que seguir actuando hacia afuera. Esto implica un golpe en la concepción o impulso a los derechos humanos, la Democracia y otros valores o conceptos universales nacidos en Occidente, que dejarán de ser impulsados, pero también, dejarán de ser usados como pretexto para los cambios de régimen o el intervencionismo, lo que indica la pérdida de la preponderancia occidental, que ahora, en muchos casos, quedará sujeta a plegarse a las demandas y posiciones del Islam y de Oriente.

La Derrota del Globalismo: Pese a que muchos de los partidarios de las Teorías de la Conspiración pretenderán ver en estos acontecimientos algo más que es parte del plan, la realidad es que parece que la victoria de los Talibán tomó desprevenidos a la mayoría, lo que no quita que financieros y la industria del armamento no se beneficien de ella y de la aparición de un nuevo poder bélico en el Centro de Asia.

Sin embargo, lo que hace unos meses se cacareaba como la Agenda 2030 es cada vez más claro que las propuestas de las élites financiera y tecnológica para construir su "Neofeudalismo" quedan en utopía o solo se intentarán aplicar en Occidente, lo cual sólo debilitará más a las sociedades y Estados en nuestra área cultural. El fortalecimiento del integrismo musulmán implicará que mucho de la agenda globalista, como la ideología de género, el ecologismo contrario al consumo de petróleo, el animalismo, el feminismo radical --y desgraciadamente, la reivindicación justa de los derechos fundamentales para las mujeres... y para todas las personas-- encontrarán un dique de contención; por el contrario, y esto es para pensar, puede que venga ahora un movimiento de difusión de valores y costumbres propias del Islam radical wahabita o salafista en contrario; es de preguntarse, por ejemplo, si el contraste del que hablaba cuando traté sobre los desangelados Juegos Olímpicos de Tokio con la pasada edición en Río de Janeiro, donde se criticó el empleo del burkhini por las atletas islámicas a ahora, donde deportistas europeas pidieron lucir uniformes similares para "no ser sexualizadas" no se deberá a la influencia y el dinero de Arabia, Qatar y Emiratos en federaciones deportivas y el Comité Olímpico Internacional, lo mismo que en medios de comunicación que defienden las opresivas normas de vestimenta femenina islámica como características culturales o folklóricas, restándoles importancia.

La realidad es que tal parece que los magnates y corporaciones globalistas han actuado como tontos útiles socavando la fuerza de Occidente radicada en valores y virtudes firmes heredadas del Cristianismo, en pos de sus visiones mercantilistas o de plano en chifladuras como el Transhumanismo y otras charlatanerías producto de su ocio, pero que están causando enormes daños a generaciones enteras. Probablemente los potentados del Golfo Pérsico, que han patrocinado a los Talibán, inviertan en sus locuras, con obvia intención perversa y planes poco halagüeños para sus hasta ahora, socios de Wall Street y la City londinense.

Los Vencedores Colaterales: El primer vencedor es el mundo islámico, y en segundo lugar, Rusia y China, y en general, toda Asia, que se enfila a convertirse en el escenario geopolítico más importante; mas ya hablaré de ellos en otro momento. Pero el quiebre del intervencionismo norteamericano y del Wilsonismo, está llevando también a que regímenes opresivos como el de Nicolás Maduro en Venezuela, Cuba, o el Sandinismo en Nicaragua, respiren tranquilos, lo mismo los grupos criminales que operan a sus anchas en México con la complacencia del Presidente López Obrador. 

No habrá ya nada qué temer, incluso, tras la legitimación que se hizo de los Talibán como una fuerza política, los Carteles podrán aparecer como entes beligerantes con los que los gobiernos podrán negociar y llegar a acuerdos... en cierta forma, AMLO encontrará aquí argumentos a favor de su política de abrazos, no balazos. En cuanto a los regímenes dictatoriales, el argumento de Macron de que la Democracia no puede imponerse desde fuera, les da vida y justificación. La Comunidad Internacional se desatenderá de los clamores de libertad y simplemente, por comida, de los habitantes de países desgraciados como Cuba, Venezuela, Nicaragua y muchos más.

Los tiranos están de plácemes... la noche ha caído.




19 de agosto de 2021

CONSECUENCIAS DE AFGANISTÁN: LA CAÍDA DEL "WILSONISMO"

 Thomas Woodrow Wilson – Pensamiento y cultura

El Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson es, a mi parecer, junto a Fray Francisco de Vitoria y Hugo Grocio, uno de los personajes más importantes en el desarrollo del Derecho Internacional Público; simplemente, se trata del artífice de la paz posterior a la Primera Guerra Mundial; si bien no logró imponer del todo su visión acerca de un tratado moderado, que evitara las venganzas sobre todo de Francia contra Alemania, sí impulsó varios de los principios que hoy son considerados como parte del Ius Cogens Internacional, esto es, de los puntos fundamentales sobre los que se construye el ordenamiento jurídico de la comunidad internacional, tal y como lo enunció en sus famosos Catorce Puntos, que difundió en su discurso del estado de la Unión del año 1918.

Entre esos puntos, se encuentran: la libre determinación de los pueblos, y la estructuración de la cooperación internacional mediante una organización internacional: la Sociedad de Naciones, con la renuncia a la guerra, --lo que luego se expresaría en el inútil Pacto Briand-Kellogg-- y la búsqueda de medios pacíficos de resolución de conflictos, en el que la organización fungiría precisamente como un foro para la discusión y la resolución de los conflictos internacionales. Para Wilson, por cada Nación, entendida ésta como grupo humano con elementos objetivos de identidad, como raza, lengua, religión, costumbres, etc., correspondía la constitución de un Estado, de ahí que se desmembrase a los Imperios Europeos, como Austria-Hungría, generándose los conflictos balcánicos, el Segundo Reich Alemán, que tuvo que devolver Alsacia-Lorena a Francia y ceder los territorios polacos absorbidos desde el siglo XVIII, y el Califato Otomano en Medio Oriente, lo que desembocaría en la enorme inestabilidad de la zona, principalmente por la Declaración de Balfour y el inicio del conflicto Israel-Palestina y la desaparición de la figura del Califa, siendo el último titular de tal cargo Mohamed VI de la Casa de Othmán,  lo que llevó a la pérdida de dirección unificada del Islam Sunnita y el surgimiento de los grupos radicales que desean su restitución y la lenta pero inexorable influencia de la Casa de Saud y su corriente Wahabita sobre ellos.

Pero, sobre todo, Wilson concebía que el papel de EUA sobre el Derecho Internacional sustentado sobre estos principios era de ser el "policía del mundo", el garante de ese orden jurídico, para lo cual, no dudaría en intervenir en el exterior para asegurar la obediencia de ese conjunto de normas, lo que incluía, por supuesto, el respeto a los derechos humanos. Ya había dado muestra de ello interviniendo en México en 1914 en contra de la Dictadura de Victoriano Huerta, en lo que en realidad era el castigo por que el Presidente de origen Wixárika había eliminado a Francisco I. Madero, quien con su errático gobierno y la Guerra Civil que había desatado, había alejado a México de la senda del desarrollo por la que lo había llevado Don Porfirio Díaz y su acercamiento a las potencias europeas, lo que no era conveniente para el ascenso de EUA, y apoyar así a Venustiano Carranza, quien continuaba la tradicional sumisión de los Liberales mexicanos a Washington... aunque parecía que Wilson sí se creía su discurso, en pos del cual también intervino en la Primera Guerra Mundial, y más cuando se enteró por el telegrama Zimmerman, que el Káiser Guillermo II ofrecía al propio Carranza los territorios perdidos en 1848 a cambio de que México interveniera como aliado de los Imperios Centrales atacando a EUA, lo cual, por otro lado, habría significado el suicidio del impulsor de nuestra actual constitución y de México entero, --lo cual no importaba al Reich, que quería usar a México como "carne de cañón" y distractor de EUA, para que le permitiera ganar tiempo para derrotar a franceses y británicos en las trincheras europeas, antes de que llegasen los refuerzos gringos-- ya sumido por entonces en una cruenta Guerra Civil entre caudillos.

Wilson en realidad era un académico, que venía de ser rector de la Universidad de Princeton antes de ser Gobernador del estado de Nueva Jersery y de ahí ocupar la primera magistratura de la Unión, bastante ingenuo e idealista, además de masón. Esto le llevó a fracasar de la manera más torpe en cristalizar sus planteamientos cuando el Senado se negó a ratificar el Tratado de Versalles y como consecuencia, EUA quedó fuera de la Sociedad de Naciones que su propio mandatario había ideado. Esta derrota influyó en su frágil salud y lo llevó a la tumba poco después de dejar la Casa Blanca. Por su parte, la ausencia del coloso del norte en la organización le llevó a ésta a carecer de algún agente que, con su fuerza, garantizara la aplicación de sus resoluciones.

Sin embargo, las ideas de Wilson repercutieron tanto en la posterior Carta de las Naciones Unidas en 1945, donde se incluyeron los principios por él delineados en sus artículos 1 y 2, y por otra parte, tal y como lo señala Henry Kissinger en su obra La Diplomacia, en la Política Exterior de Estados Unidos, definiendo su intervencionismo en el resto del siglo XX e inicios del XXI, y sin duda, caló hondo en los partidarios del Globalismo, como en el caso de George Soros y su utópica idea de Gobierno Mundial que cada vez se aleja más de realizarse... es más, tras el COVID, y la victoria de los Talibán en Afganistán, casi podemos darla por muerta y sepultada, aunque no lo crean los conspiranoicos.

El Wilsonismo, como podríamos denominar a esta postura, fue esgrimido en mayor o menor medida por todas las administraciones norteamericanas, fuesen Republicanas o Demócratas, de 1945 en adelante, y quizá las más representativas de ello ha sido lo ocurrido en la antigua Yugoslavia y el Medio Oriente, fundamentalmente en Irak y Afganistán, y poco antes de ellas, lo que ocurrió en Panamá, donde quizá se dio el único caso en que fue exitoso.

A esta postura, defensora del llamado intervencionismo humanitario, tendiente a provocar cambios de régimen, para tratar, en primer lugar, de construir Estados construidos acorde con el modelo del Estado-Nación occidental, y que además, se constituyeran con regímenes de democracia representativa y de Derecho, en los que se protegieran los derechos humanos; se añadió desde los años 90 con Bush padre, y posteriormente, tras el 11 de Septiembre, la llegada al poder de los Neoconservadores. Estos, discípulos de Leo Strauss (particularmente Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Irving Kristoll, Condolezza Rice...) quien a su vez había sido seguidor de Trotsky en Alemania, su país de origen, del que huyó ante el ascenso del Nacionalsocialismo, pero que en Estados Unidos, trató de compaginar y aplicar las ideas del revolucionario ruso al liberalismo económico y político: si Trotsky predicaba la Revolución Mundial para implantar el Comunismo, Strauss planteaba una Revolución o implantación a la fuerza de la Democracia y el Libre Mercado en el mundo; lo cual se combinaba de manera perfecta con las tesis de Wilson.

Por ello, y pese a que Bush Jr. era Republicano y Obama, Demócrata, ambos mandatos fueron prácticamente en la misma línea, finalmente, las doctrinas de Wilson y Strauss fueron muy útiles para engrosar los bolsillos de los miembros del Complejo Militar-Industrial denunciado por el General Eisenhower durante su Presidencia, únicos beneficiados de las guerras interminables en las que EUA se vió envuelto desde Corea, aunque realmente no ganara ninguna y terminarse por golpear a las finanzas públicas del país y por cansar a la sociedad al verse envuelto en aventuras foráneas que realmente, no reportaban beneficio alguno a los habitantes del propio país.

La aventura afgana había iniciado únicamente con la finalidad presunta de capturar o eliminar a Osama Bin Laden y castigar al régimen Talibán que había protegido al caudillo islamista; pero pasó precisamente a convertirse en una operación de Nation Building, cayendo por tanto, los norteamericanos en el mismo error en el que cayeron sus rivales rusos. Se convirtió en una tarea interminable e imposible de concluir: no podían lograrlo sin vencer antes a la resistencia, y esto no pudo lograrse. Si a eso se suma que al mismo tiempo estaban ocupados haciendo lo mismo en Irak, y al final del mandato de Obama se metieron en algo similar en Siria y alentaron movimientos para implantar la "Democracia", como fueron las llamadas Primaveras Árabes, en un intento de realizar los proyectos de revolución de Strauss, se complicaron aún más la vida y generaron situaciones que llevaron a fines en el sentido contrario completamente.

Así, la intervención en Irak terminó por beneficiar a Irán, gracias a que el Gobierno post-Saddam quedó en manos de los chiítas, controlados desde Teherán, y que perpetúan la influencia persa en la antigua Mesopotamia presente desde el siglo VI a.C., las Primaveras Árabes aupó a los movimientos radicales islamistas, como a la Hermandad Musulmana en Egipto, lo que luego llevó a recular y apoyar de nuevo a los militares para que recuperaran el poder en el país del Nilo, cuando no al surgimiento de insurgencias de tal carácter político-religioso, que sembraron el caos en Siria, o en el propio Irak y formaron al Estado Islámico, el ISIS. El beneficiario final de dichas aventuras revolucionarias, no sería Estados Unidos, sino Arabia Saudita.

De esta manera, el intervencionismo norteamericano en los últimos veinte años se ha saldado con un fracaso mayúsculo. La derrota ante los Talibán sepulta, quizá para siempre, este rasgo tan típico de la política exterior norteamericana y tan propio de su Imperialismo defectuoso. Porque EUA es eso: un Imperio fallido, y ya en otro futuro artículo explicaré por qué lo considero así.

Sin embargo, creo que el fracaso de las doctrinas Wilsonianas es algo positivo: se ha dicho siempre en México que no existe nada peor que "un pendejo con iniciativa", y la verdad, eso era este Presidente norteamericano: el idealismo, y el tratar de ver la realidad a través de los filtros de ese idealismo, ignorando los datos duros, y la complejidad del mundo, lleva a creer que todo se resuelve con recetas simples nacidas en un tiempo y lugar determinado, pero inaplicables a otros lados y otras eras. Las ideas de Wilson sólo provocaron más guerras, muerte y destrucción de las que intentaron evitar; no bastaron las buenas intenciones del ex-Rector de Princeton, y finalmente, se han vuelto en contra de EUA, que se ha convertido en su principal víctima.

En un próximo post, hablaré acerca de los ganadores y perdedores del conflicto afgano. Mientras, sigamos atentos a los acontecimientos, que pintan para ponerse oscuros.

16 de agosto de 2021

AFGANISTÁN Y LA VICTORIA FINAL DEL TALIBAN

Los talibanes toman el control de Kabul y clamaron victoria desde el  palacio de gobierno - El mundo | Diario La Prensa 

Afganistán es la tumba de los imperios, y ni siquiera es un país realmente, ni mucho menos, un Estado; es una especie de agujero, una tierra de nadie en el centro de Asia donde campean y cruzan multitud de tribus aún nómadas, que mantienen la misma forma de vida, casi prácticamente desde la Edad de Bronce. Desde entonces, el Imperio Persa, los imperios de la India, los Griegos de Alejandro Magno, Rusia, Inglaterra y ahora Estados Unidos, han fracasado de manera miserable en tratar de someter a los indómitos pueblos que le habitan y le cruzan, y que solo el Islam, llegado tras la caída del Imperio Persa Sasánida en el siglo VII, ha podido brindar un marco común, aunque no necesariamente de unificación, entre ellos.

Hace 20 años se dio el ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, EUA, y el inicio, por parte de la administración del Presidente George Bush Jr. de una serie de intervenciones militares en el exterior, centrándose en Medio Oriente, y que se centraron en Irak y Afganistán, pese a que la identidad de los supuestos atacantes les mostraba como ciudadanos, o súbditos, más bien, de Arabia Saudita; mas, señalado el fantasma de la organización Al-Qaeda como responsable, dirigida por Osama Bin Laden, antiguo agente de los propios norteamericanos para el enfrentamiento contra los rusos soviéticos en Afganistán en la década de los 80, se tuvo el pretexto para invadir el país y establecer, cómo no, un gobierno "democrático" sustituyendo al régimen de facto establecido por el movimiento militante islámico de los Talibán.

¿Qué son los Talibán? Es una palabra, ya en plural, que en árabe significa "estudiantes"; se trata de un movimiento armado de resistencia conformado en los años 80, precisamente, ante la invasión soviética de Afganistán, por estudiantes de teología y filosofía islámica, que se estaban formando como clérigos en universidades y madrasas o escuelas religiosas en el vecino Pakistán; estos jóvenes, generalmente provenientes de las élites afganas, formaron un movimiento armado e intelectual de oposición a los rusos, entonces bajo el mandato de Leonid Brezhnev, y sus intentos por implantar en el país centroasiático un régimen comunista, y quién sabe si hasta de engullirlo dentro del Imperio Ruso, entonces conocido como la URSS, en la búsqueda del sueño no cumplido desde tiempos zaristas de contar con una salida al Océano Índico y sus cálidas aguas, por lo que en Islamabad sabían que el siguiente objetivo serían ellos si los moscovitas consolidaban su presencia y dominio en Kabul. Este movimiento fue una de las tantas facciones que conformaron la resistencia contra la invasión soviética que se conocía bajo el nombre de mujhaidín, que en árabe significa "guerreros", sobre todo aplicado a los combatientes en la Jihad o "guerra santa" contra los enemigos del Islam.

Por supuesto, la resistencia islámica contó con el apoyo no solamente pakistaní, sino también norteamericano. El Presidente Reagan dirigió muchos recursos e intrigas a fin de dotar de armas a las guerrillas afganas que batieron y humillaron al Ejército Rojo, a la vez que les calificaba de luchadores por la libertad, incluyendo a los propios Talibán,  recibiendo a una delegación de su dirigencia en la misma Casa Blanca. En ese mismo contexto aparecía la figura de Osama Bin Laden, rico empresario árabe que se dedicó a financiar la resistencia y organizó una red de militantes voluntarios que se enlistaban para la guerra contra Rusia, a la que se denominó, precisamente como Al-Qaeda lo que se traduce como La Base de Datos, precisamente, de los voluntarios enlistados.

Después de ello, la historia es conocida: la URSS, ya con Mikhail Gorbachov en la Presidencia, retiró sus tropas, al no poder vencer a la resistencia armada por los norteamericanos y sus constantes ataques guerrilleros en las montañas. Al borde de la bancarrota, Moscú ya no pudo sostener el esfuerzo bélico en Afganistán, y retiró a sus tropas en 1989, mismo año que caía el Muro de Berlín y todo el sistema comunista se derrumbaba. En 1992, el régimen socialista que se pretendió sostener por los rusos, igualmente caía en Kabul; posteriormente, se vino una lucha por el poder entre las diversas facciones de la resistencia, la cual concluyó en 1996 con el triunfo de los Talibán, que se hicieron por primera vez con el poder y en él permanecieron hasta 2002, con la llegada de los Norteamericanos, quienes invadieron para derribar a su régimen por haber protegido a Bin Laden.

Lo increíble de todo esto, es que tras casi veinte años de conflicto, el gobierno norteamericano cometió una serie de errores estratégicos increíbles que llevaron a este estado de cosas, no necesariamente en este orden:

  1. Tras haber apoyado a la resistencia de los mujhaidín, EUA se desinteresó en Afganistán una vez se consumara la derrota rusa, dejó a su suerte el país, que se sumió en una serie de guerras civiles entre las facciones que componían a sus hasta entonces aliados, hasta que al final, la lucha por el poder quedó entre la Alianza del Norte y los Talibán. Estos, terminaron por imponerse, y cosa curiosa, poco antes de la invasión norteamericana, el Comandante Massoud, líder de la Alianza, fue eliminado; descabezándose la alternativa política y más moderada, a los radicales religiosos.
  2. Lo mismo que los rusos, (que creyeron poder convertir a Afganistán en una República Soviética), los norteamericanos y sus aliados cometieron el gran error de considerar que Afganistan es un país y un Estado en problemas que podía ser "convertido" en un Estado liberal, constitucional y democrático, --error que, por otro lado, han cometido al momento de abordar a todo el Mundo Musulmán, y en general a todas las áreas diversas a Occidente-- sin tomar en cuenta su realidad como una zona habitada por tribus nómadas o con un desarrollo digamos, primitivo, precisamente identificados con sus etnias e incapaces, por tanto, de comprender lo que es una democracia representativa de partidos.
  3. Desde el mandato de Bush, el Gobierno norteamericano invirtió billones de dólares en la creación de una estructura estatal y de fuerzas de seguridad en Afganistán, sin que hubiera una adecuada rendición de cuentas por parte de los afganos ni por parte de los funcionarios estadounidenses que transferían los recursos; como resultado, en el papel aparecía que se había formado un ejército afgano en forma y una policía efectiva, tanto en personal como en armamento y equipo; en la realidad, parece que sólo un 10 por ciento de los elementos que aparecían enlistados en las fuerzas armadas y policiales era el que se encontraba en funciones; razón por la cual, fueron incapaces de enfrentarse al ejército de los Talibán, que por el contrario, se fue profesionalizando y aumentando su potencia de fuego.
  4. De igual manera, gran parte de la ayuda financiera bajo el Gobierno de Obama, se fue a cursos de adoctrinamiento en ideología de género para los afganos; para empezar, es muy probable que ninguno de los cursos en estudios de género y nuevas masculinidades se haya llevado a cabo y el dinero se haya perdido en el teje y maneje de las corruptelas desde la misma Washington y en Kabul; y si se llevaron a cabo, probablemente quienes impartieron y asistieron a tales cursos acabarán liquidados, sino es que ya fueron despachados.
  5. Pese a que Donald Trump despotrica ahora contra su sucesor, Biden, él abrió la puerta a este final, y fue quien legitimó a los Talibán, al abrir el proceso de negociación con ellos en Doha, Qatar: los terroristas son delincuentes, y esta milicia se ha decantado igualmente por actividades criminales, aparte de sus ataques a población civil, como la extorsión, secuestro y narcotráfico, sin embargo, al sentarse a la mesa de negociaciones con ellos, les dio el carácter de grupo beligerante, reconocidos y amparados por el Derecho Internacional, y reconociéndoles como una fuerza política poderosa en Afganistán, lo que debilitó al Gobierno Afgano, y convirtió a los Talibán en un grupo con el que otros Estados, como China o Rusia, podrían negociar válidamente.
  6. Biden acusa a los propios afganos y también a Trump por haber celebrado tales negociaciones y un acuerdo de retirada de Afganistán, pero no hizo nada para revisarlo y haber hecho una retirada ordenada en condiciones que asegurara la subsistencia del Gobierno Republicano impuesto, con el mantenimiento de asesores militares.
  7. Por supuesto, los norteamericanos jamás frenaron a Arabia Saudita y no consideraron que la Corte de Riyadh podría tener su propia agenda, ni utilizar el arma que ponían en sus manos al encargarle el financiamiento, y la dirección del Islamismo militante. Por no frenar a Arabia ni a ninguna de las monarquías del Golfo, aliados de EUA, no se ha hecho una investigación respecto al financiamiento de los movimientos terroristas, entre ellos los Talibán; así que el dinero siguió fluyendo desde ahí a Afganistán.

Aparte de todo, queda claro que también aquí intervinieron Rusia y China, la nueva estrategia implementada por los Talibán muestra la presencia de asesores militares, y aún en materia de comunicaciones y relaciones públicas a través de redes sociales; tras la muerte de Mohamed Omar, líder del movimiento y autoproclamado Emir de Afganistán, los Talibán asumieron un liderazgo colegiado, y una aparente moderación, que claro, parece ser falsa. Tanto Moscú como Pekín, además, no han sacado a sus diplomáticos, sino que, incluso, están en tratos para sostener relaciones económicas con el nuevo gobierno islamista.

Por otro lado, es muy poco probable que los Talibán cumplan con todos los compromisos de los acuerdos de Doha, Qatar... ¿porqué? Porque tienen el control absoluto del país, realmente, no tienen ante quién hacer concesiones; en todo caso, sólo que se les reconozca, por la comunidad internacional, como el régimen legítimo del país, es que se podría obligar a este nuevo gobierno a aceptar moderar su discurso y la aplicación de la Shari'a, a cambio de tener relaciones exteriores normales, siendo parte de intercambios económicos y comerciales y destino de ayuda humanitaria, más allá de los colosos autoritarios asiáticos: China, Rusia y Arabia Saudita.

El paralelismo entre la retirada de EEUU en Afganistán y Vietnam

Las imágenes de las evacuaciones de miles de personas que intentan huir por haber sido colaboracionistas de alguna manera con EUA y aliados occidentales, son dantescas y recuerdan lo ocurrido en Saigón en 1975 al terminar la Guerra de Vietnam, al igual que entonces, los norteamericanos parecen huir despavoridos y en desorden absoluto. Lo peor, fue que hace un mes, en una conferencia de prensa, el Presidente Biden aseguraba que no había de qué preocuparse, retiraría las tropas en septiembre --para que coincidiera con el vigésimo aniversario del ataque a Nueva York, y venderlo como una "misión cumplida", como ridículamente lo hiciera en 2003 Bush tras la invasión a Irak-- y confiaba en que el Gobierno Afgano contaba con un ejército fuerte de 300,000 efectivos, que lo sostendrían, y que no había punto de comparación entre Vietnam del Norte y los Talibán. Un mes después, los resultados son todo lo contrario.

Para añadir más al ridículo, está la cobarde huída del Presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, quien al parecer se llevaba enormes cantidades de dinero, fruto de sus corruptelas, demostrando la calidad de liderazgos "democráticos" promovidos por EUA.

Y mientras, Biden y su gabinete se encuentran de vacaciones y minimizando lo que ocurre, o culpando enteramente a Trump del desastre. La realidad es que esta situación coloca a Estados Unidos por los suelos, pierde credibilidad y demuestra contar con un liderazgo incompetente, internamente, esto debería llevar a la renuncia de Biden a la Presidencia ante sus evidentes problemas de salud mental, la ineptitud del equipo y la mayor preocupación por la agenda progresista: Teoría Crítica de la Raza, Ideología de Género, "derechos" de los transexuales, retiro de monumentos y modificación de la Historia, para que no ofenda, el introducir estos mensajes incluso en las fuerzas armadas, etc. De igual manera, habría de exigir responsabilidades a multitud de funcionarios e incluso a los expresidentes Bush y Obama, y quizá también Trump, por la serie de errores, corruptelas y casi casi traiciones que han ocurrido desde el 2001 y desembocaron en esta tragicomedia humillante.

¿Qué sucederá ahora? En mi opinión, esto abre la puerta para una crisis política interna en Estados Unidos; de entrada, creo que es el principio del fin del intervencionismo y por ende, del imperialismo norteamericano; en segundo lugar, el descontento contra el mandato de Biden, que se mostró con los acontecimientos del 6 de enero y la toma del Capitolio ante su inminente ascensión y el aparente intento de golpe de parte de Trump, va a crecer, y quién sabe cuál sea el sentimiento de muchos miembros de las fuerzas armadas americanas que tras veinte años de conflicto vieron que su sangre se derramó en vano, culminando esto en la mayor humillación, incluso más grande que la sufrida en Vietnam, con la que tiene tantos paralelismos... EUA tiene el ejército y la marina más poderosas del mundo, pero en cambio, no ha podido ganar ni una sola guerra posterior a 1945, ni logrado concretar objetivos políticos con sus intervenciones, sino sólo ha provocado caos.

EUA es un Imperio fallido, pero eso es tema para un próximo artículo.

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Anoche hice un vídeo acerca de este tema en mi canal de Youtube, si están interesados, lo pueden ver aquí, reconozco que no me salió tan bien, pues lo hice a la carrera y a media noche, pero ahí está.

13 de agosto de 2021

500 AÑOS DE LA TOMA DE TENOCHTITLAN

La estela de luz de la 4T”: Maqueta del Templo Mayor en el Zócalo desata  críticas y MEMES - Radio Fórmula

La Leyenda Negra y el Indigenismo siguen siendo tanto para España como para México y toda Hispanoamérica, un lastre enorme que entorpece cualquier proyecto efectivo de integración entre los países que alguna vez conformaron al Imperio Español. Ambos ciertamente, fueron impulsados por las potencias enemigas de España durante los siglos XVI a XVIII, principalmente las ciudades y reinos italianos que terminaron por ser integrados al mundo hispánico a fines del siglo XV e inicios del siguiente siglo por la fuerza militar desplegada por el Gran Capitán, artífice de la supremacía militar hispana en Europa, y que buscaron mediante la exageración de las brutalidades connaturales a las contiendas bélicas, en las que se batían contra otra potencia, como era Francia, y aún al Papado, tratar de oponerse a la supremacía española. Posteriormente Francia e Inglaterra, y Holanda, hicieron uso de esa misma herramienta, y finalmente EUA en 1898 para justificar su lucha y la expulsión definitiva de España de América que quedó convertida en zona de influencia exclusiva para la potencia angloamericana.

En mucho, el nacionalismo emergente, como el caso de Inglaterra, con Enrique VIII y posteriormente su hija Isabel I y Oliver Cromwell, explicó el abanderamiento del Protestantismo y la oposición a lo español, como una forma de asegurar el sustraer a la isla de la hegemonía ibérica sobre el continente, y lucha por obtener también su pedazo del pastel global en la expansión europea vivida en esos siglos.

Hoy en día, me parece que no es tanto ya una política implementada desde París, Londres o Washington, ni mucho menos desde Amsterdam o Florencia el contribuir a la leyenda negra y dibujar a los españoles como un pueblo fanatizado por el catolicismo, la ignorancia y el atraso; factores que, de haber sido ciertos, no hubieran permitido que España fuese la primer superpotencia de la Historia; sí es ya algo arraigado culturalmente en ellos, esa caricatura de lo hispano, como el, por ejemplo, haberse creado una imagen del hispano de piel oscura, ignorante y supersticioso que llevó que incluso, por ejemplo en EUA, la prensa del espectáculo, que se etiqueta con orgullo de "porgresista", catalogara a la blanca, casi albina actriz argentina Anya Taylor-Joy de mujer de color, al no poder concebir la existencia de hispanos de neta estirpe europea, o incluso en este caso, hasta con ascendencia sajona.

Ciertamente, en el esquema de predominio anglosajón, ya tambaleante, ante la emergencia de potencias temibles, como China y el Islam --en otro post hablaré del ascenso de Arabia Saudita, como la superpotencia en la sombra-- conviene que el mundo hispano siga fragmentado y que España se "balcanice" con los regionalismos Vasco y Catalán, y que se tenga sociedades divididas que renieguen de su carácter mestizo y se odie la raíz hispana, a fin de que no surja una área de integración; imagínese una especie de Commonwealth hispana, con un área de libre comercio que abarcara del Río Bravo a la Patagonia, y de Filipinas a España, Portugal, y ¿por qué no? hasta Holanda, Bélgica e Italia que pertenecieron igualmente al Imperio, Guinea Ecuatorial, Angola y Mozambique (se incluye igualmente a lo que fue el Imperio Portugués porque éste, de 1580 a 1640 fue igualmente parte de la Monarquía Hispánica), con esquemas de seguridad y defensa común igual, como el de los Five Eyes conformado por la propia Inglaterra, EUA, Canadá Australia y Nueva Zelanda (el convidado de piedra en el grupo). 

Sin embargo, recientemente está habiendo igualmente una visión crítica cada vez mayor a la propia Historia de esos países, que quizá cae en un extremo como lo que hemos visto con la Teoría Crítica de la Raza, y todo lo hecho por Antifa o BLM, cayendo también en su propia leyenda negra, especialmente en el caso de EUA; pero también empieza un acercamiento más objetivo al lugar e impacto de España en la Historia Mundial: cada vez son más los académicos británicos que hacen un mea culpa respecto a la rivalidad desatada en el pasado y reconocimiento, hasta por la BBC, de la realidad de la llamada Derrota de la Armada Invencible, enviada por Felipe II contra Isabel I. 

Holanda, igualmente, ha reconocido las mentiras de la propaganda de la leyenda negra contra la actuación de España en la Guerra de Flandes.

Así que quizá, la mayor parte del sostenimiento de la leyenda negra y del discurso indigenista provenga de los propios políticos tanto españoles como hispanoamericanos, sobre todo de Izquierda, antes que de una conspiración de la Angloesfera, misma que igualmente se está viendo víctima de los mismos discursos de descalificación y tergiversación de la Historia, igualmente divulgados por los movimientos derivados de esa postura política e ideológica que asolan todo Occidente por igual.

¿Tiene algún sentido que el Gobierno que está hablando de conmemorar "500 años de resistencia indígena" y se atreva a hablar de la conquista española como un "fracaso" sea presidido por un nieto de españoles de Cantabria, que no hace muchos años visitó el pueblo natal de su familia y con orgullo recibió las llaves de la ciudad y fue agasajado por el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, su correligionario en la misma ideología? ¿Que el mismo sujeto esté casado con una descendiente de alemanes? ¿Que la Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, tenga ascendencia africana y haya sido adoptada y criada por Judíos Lituanos inmigrados? ¿Que el Secretario de Relaciones Exteriores de la misma administración, sea descendiente de inmigrantes franceses que prosperaron en México fundando cadenas de tiendas departamentales? El mero hecho de que ellos sean mexicanos y vivan aquí, sería parte de ese fracaso entonces, o ¿sería la muestra de lo contrario, que fue un exitoso movimiento que integró a una América anclada y aislada en el Neolítico al ancho mundo y al concierto global de la humanidad? ¿Tiene sentido que hable de ello un Gobierno bajo el cual se está dando la afectación a hectáreas de tierras indígenas para el desarrollo de un proyecto ferroviario que huele a "elefante blanco"? ¿bajo el cual se ha dado la muerte de líderes indígenas defensores del medio ambiente?

¿Tiene sentido hablar de que la conquista española fue un fracaso, en la propia lengua española? ¿desconociendo las instituciones en que se basa nuestra vida actual, todas provenientes de Europa: hospitales, universidades, literatura, método científico, el trigo y el pan, ganado, animales de tiro y de compañía como la mayoría de las razas de perros y gatos inexistentes en América hace 500 años, la propia idea de dignidad de la persona que era algo más que carne para saciar el hambre de deidades de aspecto demoniaco y de los propios sacrificadores como parte de su política de terror?

¿Porqué enaltecer a los Mexica y no hablar de los Tlaxcalteca que fueron los verdaderos conquistadores y unificadores de todo el territorio que ahora llamamos incorrectamente México, nombre de una sola ciudad que no significaba nada para Rarámuri o Wixárika? ¿Porqué no hablar de los Totonaca hartos de pagar altísimos tributos en especie y en humanos para los altares de Huitzilopochtli? ¿De los Chalaca, humillados y aplastados por la fuerza de las armas? ¿Porqué creernos la idea de que América era la Arcadia feliz y no un mundo humano en sí mismo lleno de las mismas pasiones, pecados, virtudes, horrores y grandezas que el resto del mundo? ¿Porqué no hablar de esa resistencia indígena contra un pueblo invasor, llegado del norte, que hizo del terror su vida, como los Mexica? ¿Tiene sentido reclamar y pedir que otros países acepten la migración sin reconocer que somos un país igualmente de inmigrantes, desde hace 500 años? 

Porque es muy lucrativo hacer sentir menos a un pueblo entero, utilizar su complejo de inferioridad, de sentirse derrotado, para que, aunque no tenga nada que ver con los Mexica, se sienta parte de ellos y maldiga a los españoles que "nos conquistaron" cuando se sea un español de pura cepa en realidad, o libanés, italiano, judío o irlandés, para tenerlo perpetuamente esperando al mesías que nos vengará de los agravios recibidos de los hispanos, norteamericanos, franceses y demás masiosares y que será el líder político de turno que usará ese mismo discurso que viene siendo utilizado desde la propia Declaración de Independencia en 1821, siendo esos mismos líderes políticos, de cualquier signo y desde ese entonces, los responsables de nuestro subdesarrollo y vicios, no los españoles.

Lo ocurrido hoy, 13 de agosto de 2021, es para avergonzarnos; en vez de que se celebre que es el nacimiento de lo que somos, se nos pide que odiemos lo que somos, que nos autoflagelemos y nos maldigamos para enaltecer al mesías presidencial ya en caída. Se trata de aislarnos, de hundirnos en un "tercer mundo semántico" como lo dice Jesús G. Maestro y en perpetua lamentación del pasado que se convierte en un lastre y en un distractor para culparle de los problemas de hoy y los fracasos que sólo pueden ser imputados a los actuales y a los gobiernos del presente.

Mientras en México, y en la Hispanidad, no aprendamos la verdad, y tomemos contacto con la verdadera cultura y la verdadera Historia, no aprenderemos a aceptar nuestra naturaleza mestiza, híbrida, no tendremos la oportunidad de sentirnos dignos y fuertes, y con capacidad de desarrollarnos realmente y de integrarnos en una red de colaboración económica y políticamente muy poderosa, en vez de victimizarnos y ser eternamente los humildes, pobres y sumisos; pero mucho me temo, estamos muy lejos de romper con ello, nuestros políticos se encargarán de mantenernos ahí.

11 de agosto de 2021

CONTRA DISNEY


UN PELIGROSO MONOPOLIO LLAMADO “DISNEY” – LEXFICTION

He de confesar que desde niño, la obra de Disney, sea el empresario --antes que cineasta, animador o caricaturista, eso era el viejo Walt-- o el imperio mediático que lleva su nombre, no me ha resultado tan de mi interés, excepto algunas producciones, como por ejemplo, acepto que parte de mi infancia fue ver a Rico McPato, Hugo, Paco y Luis buscar tesoros en las Patoaventuras, que me agradaban algunos cortometrajes de Goofy, en particular aquél en que criticaba el cómo existen personas que se desbocan al conducir un auto y se transforman en energúmenos al volante, (ignoro si alguien en Disney vio cómo son los tapatíos --nativos de Guadalajara, México-- al manejar) o aquellos en que parodia diversos deportes. En cuanto a sus clásicos cinematográficos animados, la verdad es que he visto muy pocos de ellos, quizá Aladdin, Dumbo y Las Locuras del Emperador, siendo ésta última la única que me revuelca de risa, también, la trilogía original de Piratas del Caribe, para mi, es un placer culposo.

En las últimas dos décadas, la casa de Mickey Mouse se convirtió en un gigantesco monopolio, se adueñó de la famosa editorial de historietas Marvel Comics, absorbió a consorcios de medios culturales, como Discovery Channel o National Geographic, compró del inexplicablemente cansado George Lucas los derechos sobre la saga fílmica Star Wars y su productora Lucasfilm, con todas aquellas historias, proyectos y películas con su sello, lo que incluye a Indiana Jones, y finalmente, se adueñó de un estudio rival: Twentieth Century Fox.

A la par que Disney se expandía como un hongo blob, el gigante mediático se fue identificando con la agenda política "progresista", abanderando la ideología de género, la causa del lobby LGBTQ, la inclusión racial en oposición al empleo de personajes de raza blanca anglosajona, y el feminismo; por supuesto, el apoyo al Partido Demócrata y la identificación con su proyecto de país para EUA y la difusión de ese mensaje político. Curiosamente, mientras Donald Trump despotricaba contra las élites del espectáculo y su deriva ideológica, no hacía nada para frenar el crecimiento desenfrenado y el hambre devorador del consorcio mediático. Ni se le ocurrió la posibilidad de aplicar las leyes antimonopolio; como tampoco hizo nada por regular la actuación de las redes sociales, que empoderadas bajo el mandato de Obama como parte del esquema de vigilancia permanente que nos describe Edward Snowden en su libro autobiográfico, finalmente, su crecimiento como figura política y llegada a la Presidencia de la República se debió en mucho a su presencia en ellas, en eso, como en muchas cosas, Trump demostró ser puro "aire caliente".

La pandemia del COVID, sin embargo, ha venido a convertirse en un grave reto incluso para los medios, aún para gigantes como el del ratón. Eso quizá demuestra con gran fuerza lo falaz de las tesis de conspiración y que detrás del coronavirus no existe plandemia alguna, existen, por supuesto, quienes han intentado sacar provecho de la situación, tanto gobiernos como corporaciones y magnates, por supuesto, pero cosa muy distinta es que hayan obtenido o estén consiguiendo lo que quieren.

En el caso de Disney, es claro que quisieron aprovecharse de los confinamientos lanzando su plataforma Disney+, para competir con Netflix, HBO, Amazon Prime y otros servicios similares que intentaron hacer su agosto con la pandemia, confiados en contar con un enorme número de personas encerradas en sus casas, que serían audiencias cautivas que, ávidas de entretenimiento, matarían el tiempo --o lo desperdiciarían, según se quiera ver-- viendo series de TV y películas. Pero han cometido errores.

En primer lugar, resulta sorprendente el fanatismo con el que los consorcios mediáticos han asumido la misión de propagar el "evangelio progresista", sobre todo centrado en temas de género y raza: cambios de raza y de orientación sexual de personajes ya establecidos, como sucede en el ámbito del cómic, tanto en el caso de Marvel como en el de DC, ésta, controlada por Warner, la única competencia que le queda a Mickey, o historias cuyas premisas principales descansan en la cuestión del género, lo que ha venido a cansar al público, a grado tal que las ventas de los tebeos de superhéroes de ambas editoras se encuentran por los suelos tanto en EUA como a nivel internacional, un mercado que poco a poco empieza a ser engullido por el Manga y el Anime japonés, pero además, también en las pérdidas de suscriptores y el desinterés de las audiencias por ver los productos de las grandes casas productoras. Disney además, se ha pasado los últimos años cortejando al público y al gobierno del Partido Comunista chinos, finalmente, un mercado de 1,400 millones de espectadores resulta ser bastante apetitoso como para no buscar atraer su atención... los resultados, sin embargo, han sido decepcionantes, porque, desde la época de Los Tres Caballeros, no ha tratado de adecuar sus producciones a la culturas de sus audiencias, sino explicarlas a éstas desde el punto de vista gringo.

Así, la versión de Disney de Mulan, incluso envuelta en la polémica por una rastrera complicidad de la empresa con el régimen chino, su grosero feminismo y alejamiento a la realidad de los hechos históricos que originaron la leyenda de la guerrera que se enfrentó a los hunos en el siglo II d.C., haciéndose pasar por hombre, fue rechazada por las audiencias del Celeste Imperio, que ya han visto a su cinematografía nacional contar tal historia con mucho mejor apego a los hechos y narraciones al respecto. Raya y el Último Dragón fue vista con desdén, al ser un mal intento de la corporación hollywoodense de apropiarse e interpretar elementos culturales del coloso asiático, y finalmente la próxima Shang-Chi, acerca de un muy, pero muy oscuro personaje del universo de Marvel, que tiene la particularidad de haber sido concebido como chino, pero que no es muy conocido, ni importante en el cúmulo de líneas argumentales construidas por la Casa de las Ideas, y al que pretenden usar para atraer al público asiático; sin embargo, visto el trailer, quedó claro para los chinos que no es más que una visión basada en los estereotipos y preconcepciones de los norteamericanos respecto a ellos, y el Ministerio de Propaganda pekinés la ha rechazado.

Para más INRI, Disney encargó a la Directora Chloe Zhao, ganadora del premio Óscar  a mejor directora por Nomadland en la última y desangelada, cuando no agónica entrega de dichos premios, una desertora china que no ha dudado en señalar las mentiras del régimen comunista que preside Xi Jinping, la dirección de la película Eternals, basada igualmente en personajes marvelitas, lo que, por supuesto, ha garantizado que dicha película no será exhibida en el Imperio de los Dragones, y ha dejado a Disney malparada ante la Ciudad Prohibida, pues por un lado pretendía ganarse su benevolencia arrastrándose a los pies del gigante de Asia, y luego contrata a una de sus más famosas opositoras... algo, la verdad, (y por supuesto que reconocemos aquí el valor de la Zhao) francamente estúpido, no se puede quedar bien y desafiar al mismo sujeto al mismo tiempo. Como sea, la relación entre China y no solo Disney, sino el conglomerado del espectáculo y medios norteamericano en general, no deja de, al menos a mí, parecerme sospechoso, y más adelante diré por qué.

Pero esto no queda ahí; recientemente está estallándoles un problema mayúsculo, de parte de quien, quizá, menos podría esperarse que hubiera actuado de esa manera, y seguramente ya muchos de ustedes, estimados lectores, conocen ya de este caso.

Como bien es sabido, la bella y talentosa actriz Scarlett Johansson ha venido interpretando desde hace poco más de diez años al personaje de Natasha Romanova--Black Widow en el Universo Cinematográfico de Marvel Comics, siendo uno de los personajes importantes y que atrae a las audiencias, Johansson, hija de padre danés y madre judía norteamericana, desde niña entró al mundo del filme, una de sus primeras apariciones en pantalla que recuerdo es en la película de los años 90 Causa Justa, basada en una novela del abogado y escritor norteamericano John Grisham, protagonizada por Sean Connery y Lawrence Fishburne, en la que Scarlett, entonces una niña, encarnaba a la hija del gran ex-Bond, quien personificaba a un prestigioso catedrático de Derecho que interviene en la resolución de un caso en el que al parecer un inocente ha sido incriminado de un homicidio.

En adelante, ella ha demostrado que no solamente es una mujer atractiva, sino que posee grandes dotes interpretativas y carisma, asumiendo papeles de lo más disímbolos, algunos incluso premiados, que hemos podido ver en Perdidos en Tokio, al lado de Bill Murray, de Sofía Coppola, en Historia de un Matrimonio, donde sostiene un duelo actoral con Adam Driver, o en Jo-Jo Rabbit de Taika Waititi, así como en la injustamente infravalorada Ghost in the Shell (a mi gusto una muy buena adaptación del clásico del manga, en el que ella está excelente como el personaje principal) y finalmente su papel en las películas de Marvel, una carrera llena de éxitos y que ya le ha labrado un nombre, y con 36 años de edad, se puede decir que está en el mejor momento de su carrera, con todavía mucho camino por recorrer.

Pero aquí viene el caso que nos ocupa: Marvel-Disney desperdició a Johansson al no hacer alguna película en solitario de su personaje Black Widow desde mucho antes, pese al carácter de "estrella" de la actriz y de su arrastre con el público, así como los rasgos y el historial de su personaje --El cual es concebido en los años sesenta, en plena Guerra Fría, en el que Natasha Romanova es reclutada por el Gobierno Soviético para convertirse en una super heroína para el bloque comunista, adquiriendo ciertos poderes arácnidos, no como los de Spider Man, pues estaban basados en tecnología, artes marciales y dotes de asesina y espía, para luchar contra los héroes norteamericanos, infiltrándose en los Vengadores, y finalmente desertando por su relación amorosa con Hawkeye, aunque luego el personaje fue relacionado, principalmente, con el trágico Daredevil-- cuando al fin se decidieron a hacerla, lo hicieron todo mal, veamos por qué:

  1. El personaje ya estaba oficialmente muerto dentro del canon de la saga fílmica, tras Endgame, con lo que la película sería contada desde la perspectiva de algo ocurrido en el pasado, antes de los acontecimientos del enfrentamiento contra Thanos.
  2. Fieles a la línea política adoptada por la corporación, el guión de la película se hizo en sentido netamente feminista, mostrando a los personajes masculinos como estúpidos o abusivos y explotadores, y a las mujeres como esclavas abusadas, en el transcurso de la película, se hace mención repetidamente a una "misión en Budapest"... ¿acaso era el proyecto original del guión, antes de inclinarse por la agenda ideológica? tanto Disney como el resto de los medios occidentales han olvidado que la inmensa mayoría del público consumidor de los superhéroes, en cualquiera de los medios en que fuesen presentados, es masculino, si haces una película para en cierta forma insultarlo, denigrarlo o sermonearlo, te va a abandonar, y eso ya ha sido demostrado en innumerables ocasiones.
  3. En consonancia con ello, Scarlett, que no había dado muestras antes de ser particularmente feminista, o unirse al discurso más radical de éste, participó en una serie de actos de presentación de la película, quejándose de la "sexualización de su personaje"... el hecho es que ella, que igualmente ha aprovechado su atractivo físico para su propio marketing, olvida que una de las características de la Black Widow es, precisamente, su atractivo sexual, como ocurre en la especie de araña en la que está inspirado el personaje, y que utiliza como arma para seducir a sus objetivos en misiones de espionaje. Por lo tanto, la campaña de presentación implicó un daño a la película. La pregunta es ¿qué tanto este tipo de expresiones de las actrices obedece a sus propias convicciones y qué tanto a un mensaje impuesto desde arriba? Después del caso del despido de Gina Carano, parece que la empresa obliga a su elenco de actores a comprometerse con la ideología adoptada oficialmente por ella, castigando las disidencias, en algo totalmente violatorio de derechos tan fundamentales como la libertad de conciencia y expresión.
  4. Disney celebró un contrato con Scarlett mediante el cual ella recibiría un pago fijo, por concepto de honorarios, de $20 millones de dólares, más aparte un porcentaje de la recaudación que el filme obtuviera por su exhibición en salas de cine y por su proyección en la plataforma Disney+, por ello, aceptó aparecer como Productora Ejecutiva de la película. Supuestamente, se había acordado que el beneficio le sería pagado siempre y cuando la película alcanzara cierto nivel mínimo de recaudación.
  5. Disney había apostado por el estreno directo en su plataforma de sus proyectos cinematográficos desde el 2020 debido a la pandemia, sin embargo, al darse un progresivo relajamiento de las medidas de confinamiento a lo largo de 2021 --que no de la pandemia, la misma parece ahora azotar con mayor fuerza, ante la mutación del virus y el surgimiento de una nueva cepa: la variante Delta,-- debido a las necesidades económicas, las cadenas de salas de cine exigieron a Disney que estrenara las películas en ellas, de forma que accedió a hacerlo de manera híbrida, las exhibiría, al mismo tiempo, en el cine y en la plataforma.
  6. Disney + está planteada de forma tal que no solamente pagas la suscripción a ella, sino que además, en el caso de los estrenos cinematográficos, se debe pagar una cuota extra, alrededor de $30 dólares, equivalente a unos $400 pesos mexicanos... muy caro.
  7. Tras un primer fin de semana aparentemente exitoso, la recaudación tanto en cine como en la plataforma, para la película de Black Widow, se derrumbó estrepitosamente en las semanas siguientes, siguiendo las tendencias de los últimos estrenos de Disney y de muchas otras películas que comparten, todas ellas, el mensaje "progresista", enfilándose a un fracaso que apenas alcanzará a recuperar la inversión.
Entonces, resulta que Scarlett ha demandado a Disney por incumplimiento de contrato, alegando que merece una parte proporcional de la recaudación, sea cual sea la que se haya alcanzado, además de que aduce que el mal desempeño de la película se debe al estreno simultáneo de la cinta tanto en cines como en la plataforma, y que en ésta además, no se garantiza que todos los espectadores con la intención de verla lo hagan, o que abre la puerta a que cualquiera la grabe de su TV y a continuación haga copias piratas y las venda, porque ahora resulta que, con este boom de las plataformas provocado por la pandemia, la piratería en el propio Estados Unidos se está volviendo tan común como en México o África.

El ejemplo de Johansson está cundiendo y al parecer hay varias otras figuras que, se rumora, van por lo mismo, principalmente Emma Stone, quien tras tener un rato sin aparecer en proyectos de envergadura, decidió protagonizar Cruella, innecesaria precuela en la que se pretende "lavar la cara" de la maniaca y torpe diseñadora deseosa de despellejar perros para hacerse un abrigo con sus pieles, ahora, para infartar a PETA, la "villana" es presentada como una mujer de trágico pasado y genio incomprendido, en lo que viene a ser un conflicto de ideas progres: animalismo vs feminismo. Por supuesto, la película tenía todo para no ser exitosa, pero la Stone seguramente la hizo por necesidad, y frustradas sus expectativas de ganancias monetarias, parece encarrilarse a seguir el camino de su colega, alegando que buena parte del fracaso se debe al estreno simultáneo en salas y plataforma.

El luchador/actor Dwayne Johnson, La Roca y la británica Emily Blunt, igualmente parecen estar pensando en hacer lo propio ante el desastre de Jungle Cruise, un espanto de película hecho de copiar elementos de Piratas del Caribe, Indiana Jones y la Momia, y otros más entre los que se cuentan Tom Hanks y Jude Law, se encuentran cuestionando los términos de su relación laboral con la "casa del ratón".

Independientemente de todo, es de reconocerse el valor de Scarlett Johansson para enfrentarse a Disney. Sin duda es una decisión que puede tener consecuencias terribles para su carrera profesional, pues ya se maneja que ha sido incluida en una "lista negra" de Hollywood, o "boletinada" a fin de que ninguna casa productora la contrate, o se la piense en hacerlo por ser conflictiva, como hicieron con Gina Carano; tal parece que en realidad, y pese a tanta retórica feminista, la aparición de mujeres valientes decididas a luchar por sus derechos laborales e incluso, fundamentales, frente a la dictadura de corporaciones que manejan esquemas ventajosos de contratación, además de la imposición totalitaria de un discurso político ajeno a los fines de la empresa, que consisten en producir medios de entretenimiento y espectáculo, y las artes audiovisuales, no resultan del agrado de sus directivos. 

La verdad, Disney es un cáncer, siempre lo ha sido, ni siquiera Walter Elías Disney fue un hombre destacado en su talento como dibujante, cineasta o animador, fue un tipo talentoso para los negocios, para robar o comprar a bajo precio el trabajo de otros y apropiárselo y venderlo como suyo, a precio caro, que destruyó obras clásicas literarias en pro de su concepción puritana de los niños como idiotas, que no compartían ni los Grimm ni Hans Christian Andersen o Carlo Collodi, que escribieron en términos duros pero reales para niños pensantes y que pudieran diferenciar el bien de el mal. Disney ha hecho un daño enorme a la cultura en Estados Unidos y el mundo occidental y más allá. Si desapareciera, sería un verdadero triunfo.

Por supuesto, no creo que la Johansson esté muy preocupada u opuesta al discurso ideológico que maneja Disney, eso, en realidad, le ha de importar muy poco, si no es que nada, es decir, me parece que en realidad es alguien a quien la ideología política y el conflicto entre valores morales tradicionales y la doctrina del Globalismo le da absolutamente igual; pero en cambio, le importa su afectación patrimonial y laboral a manos de este emporio mediático. Si en mucho, detrás de la afectación que sufre, se encuentra un fracaso en taquilla provocado en parte por la inclusión en la película de una monserga política cansina y odiosa para la audiencia, entonces quizá la demanda de Scarlett contribuya a que Hollywood entero cambie y vuelva a hacer películas y productos de entretenimiento de calidad sin caer en demagogias y discursos en buena medida hipócritas. 

Discursos que, por otro lado, resulta bastante extraño que los sigan sosteniendo pese a estarse estrellando continuamente: fracasó la nueva trilogía de Star Wars, fracasa el feminismo en Marvel, caen las ventas de los cómics repletos de ideología de género, truena el Dr. Who hecho mujer, y se provoca rabia y el desastre de la nueva serie de He-Man que insultó a los fans con todo un aderezo de mentiras y arrebatos de parte del productor Kevin Smith, de súbito convertido en "progresista"... pareciera que hay una intención clara y dolosa de provocar el hundimiento de Hollywood en general, lo que me lleva a plantear mi hipótesis:

¿Acaso quieren que la industria del entretenimiento y el espectáculo estadounidense quiebre, para ser rescatada por empresas chinas y detrás de ellas, el Partido Comunista Chino y éste se adueñe de la mayor maquinaria de medios del mundo?... Al tiempo...

8 de agosto de 2021

AHORA EN YOUTUBE: A 500 AÑOS DE LA CONQUISTA DE TENOCHTITLAN


Bueno, inicio una nueva aventura con un Videoblog en Youtube, y para empezar, una pequeña reflexión sobre lo que se conmemorará el próximo viernes 13, los 500 años de la toma de la ciudad de México-Tenochtitlan por Hernán Cortés.