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18 de mayo de 2016

VISTO EN TV

En los últimos meses he podido continuar viendo algunas de las series de TV que me parecen, demuestran que la "caja idiota" ya no lo es tanto; de hecho, creo que la TV, en lo que va del siglo XXI se ha adentrado en una verdadera "era dorada" caracterizada por programas de alto nivel de producción, con grado propio anteriormente del cine , con actores que han saltado de la gran pantalla a la pequeña y que además, no se encuentran huecas, sino que están llenas de sentido y de ideas, con grandes dosis de crítica e inteligencia, aquí algunas de ellas, aunque también otras más tendenciosas y en apariencia buenas, pero huecs y superficiales en realidad:

OJO, SPOILERS-----

1.- House of cards, temporadas 3 y 4: 

 Sin duda, una de las mejores producciones actualmente vistas en la TV y pionera en las series para ser transmitidas en el servicio de TV por Internet, vía la plataforma Netflix, las temporadas 3 y 4 se centran en el ejercicio de la Presidencia de la República, obtenido mediante un golpe de Estado encubierto y vilmente orquestado por Francis Underwood en contra del mandatario popularmente electo Scott Walker, sustituyéndolo al ser el Vicepresidente. Esta serie sorprende por su realismo y por tocar, sin ambages, la corrupción y la amoralidad de la política en las altas esferas de EUA, muy distinto a las ficciones edulcoradas tan frecuentes en Hollywood que tienden a rendir culto a la figura presidencial como un ente abstracto, mostrando a los mandatarios como inmaculados y ejemplares, al tono de bodrios domingueros como Olimpo bajo Fuego (donde la Casa Blanca es tomada por un comando norcoreano con la misma facilidad que un grupo de maestros de la CNTE toma la Presidencia Municipal de algún pueblo oaxaqueño).

Así, podemos darnos cuenta, más que nunca, que la maquiavélica pareja interpretada por Kevin Spicey y la cada vez más extraordinaria Robin Wright es una crítica no muy velada, sino a veces muy directa, en contra de William e Hillary Clinton y el ejercicio del poder por el Partido Demócrata. En la serie, podemos darnos cuenta como Underwood es muy bueno para las intrigas, pero es un gobernante mediocre, tirando a malo, cuya prioridad no es el bien del pueblo norteamericano, sino despejar el camino para sus objetivos, que no son sino la obtención y conservación del poder absoluto con el que se encuentra obsesionado y al que, poco a poco, se ve obligado a compartir con su dominante esposa, quien tras sentirse por años a la sombra de y usada por su inescrupuloso marido, decide exigir su parte del botín pese a que sus capacidades políticas son realmente limitadas, pero muy rebasadas por sus ambiciones, lo que la lleva a primero ser embajadora ante la ONU, con una actuación desastrosa, y después a amenazar a Francis con el divorcio a cambio de ser su compañera de fórmula como Vicepresidente y tomar parte en las decisiones.

Así, en estas dos temporadas vemos a Underwood apelar a medidas populistas, como su programa America Works, que resulta incosteable pero lo financia con fondos que extrae de forma arbitraria de Protección Civil a la que deja sin recursos para atender la emergencia de un huracán, que para su buena fortuna se desvía antes de tocar tierra, ser arrollado por Víctor Petrov, presidente de Rusia en la ficción y que es el vivo retrato de Vladimir Putin, y se revela toda la trama del homosexualismo político, cuando Claire se encuentra con un activista norteamericano contra las leyes "anti-gay" rusas prisionero a la espera de Juicio y que se convierte en moneda de cambio de una negociación internacional, que le confieza que ni el "matrimonio" ni la adopción de nuiños les interesa realmente, pero es una forma de conseguir poder e influencia en la sociedad; posteriormente a su suicidio y al exabrupto de Claire ante el mandatario ruso, en el que queda patente el debate moral interno que sufre la primera dama, por un lado, y por otro, su incapacidad para ser diplomática y política, seve en la secuencia final cómo el suceso es capitalizado con el activista convertido en mártir de la "malvada Rusia".

Para la Cuarta Temporada, Underwood busca la elección como Presidente y acepta a incluir a Claire en su fórmula: como oponentes, sin embargo, tienen al Candidato Republicano, Gobernador del Estado de Nueva York, (encarnado por el actor de moda en Hollywood, el versátil sueco Joel Kinnaman), que junto a su esposa constituye un duo totalmente contrario a la pareja protagonista: jóvenes, atractivos, enamorados y con dos hijos pequeños formando una familia de ensueño, con un discurso sencillo, abierto y de vuelta a valores morales y cívicos tradicionales en vez de las rebuscadas soluciones burocráticas propuestas por Underwood y que sabe, serán ineficaces; el contraste incluso es más marcado por la luz y escenarios diurnos o claros en que se presenta a estos personajes, mientras que los Underwood aparecen las más de las veces en escenarios penumbrosos, de noche o con colores oscuros.

No en balde, la serie ha cosechado críticas negativas en las últimas temporadas: el establishment de Hollywood, escorado hacia la Izquierda, Obama y los Clinton, se siente incómodo al ver una obra que de forma tan inteligente, dura y realista. Si el objetivo era levantar ampolla, y más ahora con el proceso electoral encima, el objetivo ha sido logrado.

2.- Daredevil, Temporada 2:



 Lo mejor del Universo Cinematográfico de Marvel Comics no está en el cine, sino en la TV, y en específico, en Netflix, donde desde el año pasado hemos podido ver Daredevil, que a diferencia de las películas de los Avengers o las ñoñas Agents of S.H.I.E.L.D. y Agent Carter (cancelada recientemente), tiene un tono mucho más adulto y oscuro, mostrando ser la carta fuerte para competir en el terreno televisivo con lo hecho por DC Comics con su universo de seriales iniciados con Arrow, The Flash o Gotham.

Aunque se supone que las aventuras del abogado ciego Matt Murdock --encarnado convincentemente por Charlie Cox-- ocurren en el mismo universo en el que acontecen los filmes protagonizados por Robert Downey Jr. y Chris Evans, la tónica es radicalmente diferente, es oscura, muy realista e incluso, posee una óptica pesimista, más propia de lo hecho por la competencia, pero que se encuentra muy presente, desde un inicio, en el personaje protagonista y en aquellos que lo rodean, como en esta temporada, con The Punisher, interpretado magistralmente por John Bernthal, que logró lo que las dos fallidas versiones de cine no consiguieron: una adaptación perfecta de las páginas de las historietas a la pantalla, y la también excelente Élodie Yung que encarna a Elektra Natchios, personaje que, pese a que tiene orígenes diferentes a los planteados en el cómic, resulta creíble e interesante, a quienes debemos añadir al extraordinario Vincent D'Onofrio, probablemente uno de los mejores actores que han brillado en la TV de EUA pese a que en cine no ha hecho más que papeles, si se quiere pequeños, pero igualmente sorprendentes, como su intervención inolvidable en Full Metal Jacket de Kubrick, aquí encarnando al Kingpin, Wilson Fisk, uno de los villanos más versátiles, realistas y presentes en las páginas marvelitas.

La temporada 2, que ya se va más por los derroteros del cómic presentándonos a la organización místico-criminal de Ninjas La Mano, y ya nos presenta al héroe en su tradicional traje rojo, con combates en los que las artes marciales son parte central; en particular, existe una escena que es de lo mejor que he visto en TV, en mi opinión personal y así lo consideran muchos de los fans que han visto la serie, que es una pelea que sostiene el protagonista con una pandilla de motociclistas mientras baja las escaleras de un edificio, la secuencia es tensa, emocionante y se encuentra muy bien realizada, pudiendo uno sentir el dolor tanto del protagonista, así como presenciar sus dotes en la lucha, como de los delincuentes que reciben tremenda golpiza de su parte. Esa escena es imperdible.

Disney al comprar a Marvel si bien ha logrado éxitos de taquilla en los cines, ha despojado de buena parte de su espíritu a las creaciones de Stan Lee y Jack Kirby, entre otros, a fin de hacerlas más digeribles y aptas para todo público; sin embargo, en el caso de las series sobre Daredevil, Jessica Jones, y las próximas a estrenarse sobre Luke Cage, Iron Fist y la ya inevitable del Punisher, es increíble que, salvo el caso del justiciero de Hell's Kitchen, el planteamiento que se está dando a personajes que son secundarios en el universo marvelita sea mucho más serio y respetuoso tanto de las historias originales como de los fans que deseaban una adaptación más fiel a la pantalla.

Porque si bien Captain America: Civil War es emocionante y puede considerarse, junto con la primera de los Avengers la mejor hecha por Marvel y algunos consideran que la trilogía sobre el América es comparable a la de Batman de Nolan, (en mi opinión, aún así está muy lejos de esta última) en cuanto al tratamiento y acercamiento a un personaje, es decepcionante al compararla con el arco de historias que afectaron al Universo Marveliano y que bien puede ser la última obra maestra de "la Casa de las Ideas" antes de la llegada de Disney.

3.- Vikings/El Último Reino: Exaltación de la Barbarie:


Como bien lo apuntaba un lector en un comentario a la entrada referente a cómo se ha puesto de moda la Edad Media y renace como deporte la celebración de torneos o justas de caballeros, no existe una comprensión cabal sobre esa época y muchos se sienten atraídos sólo por la estética de aquellos tiempos, mientras rechazan el espíritu totalmente cristiano que reinó durante dicha era de la Historia Europea.

Como muestra de esa incomprensión, el History Channel que la verdad, ha dejado atrás sus mejores años para ahora programar una serie de shows sobre pepenadores, usureros, chatarreros y mecánicos que nada tienen que ver con el verdadero estudio de la Historia --lejanos están los días en que produjo interesantes programas sobre la Historia de Roma, los Zares de Rusia, la Revolución Francesa y otros más-- y sí con la obsesión norteamericana por el dinero, ahora decide hacer una producción acerca de la convulsa época de las invasiones vikingas o normandas sobre Europa y en especial sobre Inglaterra y aquella etapa sangrienta y tiránica conocida como el Danelaw, en que diversos caudillos escandinavos, sobre todo daneses, como Harald Hardrada, Erick Hacha Sangrienta o Ivar Sin Huesos llegaron a dominar gran parte de la isla de Gran Bretaña a base del terror más absoluto y la violencia más feroz.

La serie, que parece ser producto de una apuesta del canal por hacer productos que además de ser presuntamente culturales o instructivos contengan dosis de entretenimiento al tratar temas o episodios históricos reales como tema para el entretenimiento, lo cual, la verdad, es loable, para no presentar a la Historia como algo aburrido e interesar al público promedio fascinado con la distorsionada y casi pornográfica adaptación de las novelas de George R.R. Martin que hace HBO, se hace desde una óptica en que se enaltece al bárbaro escandinavo sobre los cobardes cristianos --en el Ultimo Reino, se burlan directamente del Rey San Edmundo Mártir de Eastanglia-- casi casi se pretende mostrar a los vikingos como precursores de la libertad y hasta de la Democracia, sin tomar en consideración el azote que representaron sobre Europa Occidental con sus crueldades y saqueos, pero tampoco toca cómo estos intrépidos navegantes, --eso sí hay que reconocerlo, no eran en absoluto cobardes y sí poseían cierto sentido del honor y gustaban más de una vida frugal y sencilla que de los para ellos incomprensibles lujos de las iglesias o del modo de vida romano-oriental y musulmán-- al entrar en contacto con la cultura Altomedieval y con las comunidades cristianas, empezaron a adoptar el Evangelio y a hacerse cristianos, en algunos casos con una grande y profunda devoción.

En definitiva, la serie lleva dedicatoria ideológica para enaltecer el paganismo y demeritar al Cristianismo sin tomar en cuenta que sin éste, la Edad Media es incomprensible y queda reducida a meros jueguitos y cuentitos de capa y espada, en definitiva, pudo ser mucho mejor, y haber ido por una visión más real y más integral de la Edad Media y no en interés de los "progresistas" norteamericanos a los que les gusta fomentar el neopaganismo desde modas como tatuajes, barbas, peinados tribales y piercings, hasta la devaluación de la vida y la dignidad humanas.

1 comentario:

Itzayana-chan dijo...

Crei que mencionaria Black Sails y su tercera temporada :3 pero me encantaron sus reseñas