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22 de marzo de 2013

EL DERRUMBE DE EUROPA: AHORA ES CHIPRE


¿A qué genio de las finanzas se le ocurrió que la economía de una isla mediterránea más bien pobre, presa además de vaivenes políticos, tensiones étnico-religiosas y manzana de la discordia entre las ambiciones entre Grecia y Turquía como es Chipre, podía sostener al Euro, lo mismo que la potentísima maquinaria económica alemana?

Chipre es una isla que vive del turismo, la pesca y cierta actividad naviera y evidentemente es uno de los enclaves del subdesarrollo en Europa, lo mismo que Grecia, Albania y todos los Balcanes y el Sur de Italia. Cruce de caminos marítimos en el Mediterráneo Oriental, desde la antigüedad ha sido una tierra en disputa dado su carácter estratégico. Aunque históricamente y desde los tiempos Micénicos Chipre ha formado parte indudable del ámbito griego,  (fue considerada durante la época Clásica parte del mundo helénico, tras haber sido anteriormente una posesión netamente fenicia, de hecho, las influencias de Medio Oriente llegarían a Grecia a través de Chipre, como el culto de Afrodita, originado de la semítica Astarté) y durante la Edad Media y hasta el siglo XVI fue parte del Imperio Romano Oriental o base de los Cruzados, recibiendo por tanto la Religión Cristiana Ortodoxa y una fuerte influencia Occidental, pero a partir de la ocupación musulmana de los Turcos Otomanos, el panorama empezó a complicarse para la isla, dado que un buen número de islámicos se fue a vivir a la isla, fundamentalmente a la parte noreste comportándose como la elite dominante sobre una población puramente griega y cristiana, de forma que al darse la independencia, bajo mandato británico tras la Primera Guerra Mundial las tensiones crecieron entre las dos poblaciones.


Tanto Grecia, como los grecochipriotas, deseaban la integración de la isla a la Hélade, pero las tensiones con la nacionalista y militarista República Turca de Mustafá Kemal Atatürk que expulsó a los griegos jónicos de su ancestral hogar en las costas orientales del Egeo convencieron a los ingleses de mantener a la isla bajo su égida hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en que dieron la independencia a Chipre, que quedó bajo el gobierno del Obispo Ortodoxo Damaskinos, en calidad de Presidente de la República, sin que se pudiese unir a Grecia. Los musulmanes, ahora excluidos del Gobierno, lograron el apoyo de Turquía, que, con tropas, ocupó el noreste de la isla y hasta construyó el llamado "muro verde" (llamado así por el color con el que se le dibujó en el mapa) que divide a la capital, Nicosia (abajo) en la zona islámica y la zona griega, proclamando la "República del Chipre Turco", misma que a la fecha, solo ha sido reconocida por el Gobierno de Ankara y por guiños, sobre todo de tipo religioso, de la Monarquía Saudita.


La situación habría provocado la guerra entre Aqueos y Otomanos en circunstancias más "normales" por así decirlo, mas no fue así al pertenecer ambos países a la OTAN y aliados en contra de la expansión comunista, siendo el diferendo la causa de la exclusión de la república "laica" musulmana de su inclusión en la Unión Europea; por el contrario, Chipre fue incluido en la Unión Europea y también en la unión monetaria, lo cual fue un craso error: si en países con economías mucho más fuertes, situaciones políticas más estables y con menos ambiciones extrañas sobre ellos como son Italia, España o la Irlanda actual se está dando el truene de la euroeconomía, cómo no se iba a dar una situación fatal como una isla pobre y convulsa como Chipre. Resulta increíble que países más sólidos como los de Europa Oriental que han sido admitidos en la Unión no hayan adoptado el Euro ante sus economías tambaleantes y depauperadas tras décadas de saqueo comunista que no han podido aún remontar.

Entonces, ¿cómo le hicieron? Pues igual que el país de su cultura madre: Grecia, a base de créditos y créditos, con los que se buscó mantener flotando a la economía chipriota por encima de sus posibilidades y dimensiones reales. Así, si uno viajaba a la isla, uno podía pensar que se trata de un país rico, sin embargo, la realidad es que su PIB sólo alcanza al 2% del de México y al 0.2% de toda Europa.

De esta forma, la deuda pública de Chipre es enorme y alcanza al 100% del PIB, aparte, los chipriotas mismos debido a la Unión monetaria y al libre comercio dentro del bloque continental han permitido la entrada a la isla de enormes cantidades de bienes de consumo; si el nivel de ingresos real en la isla es bajo, y el euro en la misma está sostenido por inflación y por créditos contratados al exterior, la gente no tenía en realidad un buen poder adquisitivo, pero no había problema: la banca desató una fiebre del crédito para el consumo, hipotecario y automotriz.

Este segundo aspecto: el enorme adeudo privado, ha provocado una inmensa cartera vencida y con ella, la falta de liquidez o de capitalización de los bancos chipriotas; el gobierno, desesperado, ha ordenado el "corralito", consistente en que los ahorradores no podrán disponer del 56% del monto de sus depósitos ante las instituciones de crédito, a fin de que estas puedan contar con efectivo con el cual sustentar sus préstamos, sobre todo al gobierno, y que éste pueda hacer frente a sus obligaciones. Por supuesto, las medidas adoptadas están provocando el descontento mayúsculo de la población, tanto helénica como musulmana --estos últimos, su "gobierno independiente" no es más que una farsa sin efectos-- y el Gobierno encuentra inviable los planes de rescate que se plantean, salvo la salida del Euro. No pueden mantener la ficción de la economía fuerte cuando en realidad se está en situación de país centroamericano.

Ya no queda duda, el Euro ha fracasado y la Unión Europea también está resquebrajándose, y todo puede atribuirse a las enormes ambiciones hegemónicas alemanas que se desplegaron tras la reunificación en 1989. Derrotada dos veces en los campos de batalla, Alemania buscó reivindicarse en el ámbito económico y financiero, convirtiéndose en el prestamista de la región, por ello impulsó la expansión de la Unión Europea y la unificación monetaria pues ahí radicaba el negocio: la banca y el Estado germanos prestaban para que las demás economías se emparejaran con la suya y de los demás países desarrollados del viejo continente, y si no tenían para pagar, Alemania, como todo usurero, refinanciaba con otro préstamo, así, Alemania se convirtió y lo ha demostrado a lo largo de esta crisis, en la voz cantante dentro del bloque continental, sin embargo, el aumento de su cartera vencida está llevando a que la propia patria germana se encuentre entrando ya a problemas, al detenerse el flujo de dinero y aumentar la hostilidad o la reticencia de los otros países a la Union, vista como instrumento de ejercicio del poderío alemán.

Pero ahora empieza a aparecer una de las grandes potencias emergentes que está dispuesta a aprovechar la situación, ya no solamente porque los tiene cautivos a los europeos con la necesidad de hidrocarburos, sino ahora, con la necesidad de fondos o incluso como asilo de aquellos que huyen de las draconianas medidas fiscales adoptadas por algunos países para salir al paso: Rusia, que aparece ahora ofreciendo a Chipre los fondos para que pague su deuda, a cambio de... Una base militar en el Mediterráneo, que no le caería mal ante la eventual caída de Assad en Siria y su expulsión de la base de Tartus, o bien, para tener dos bases cercanas a Turquía y a los Balcanes, es decir, justo a las puertas de los territorios defendidos por la OTAN. Esto, sin duda, sacara de balance toda la estrategia del escudo antimisiles que Estados Unidos, desde Bush Jr. Y con Obama, pretende desplegar en sus aliados de Europa Oriental, los otrora satélites o partes integrantes del bloque soviético, como Polonia y los Países Bálticos, para frenar los intentos expansionistas de la renovada Rusia de Putin, o bien, los posibles alcances de los misiles persas. Ya hay un antecedente, Rusia salvó la economía de Islandia, y a cambio, una base aérea de la Segunda Guerra Mundial es ahora utilizada para la reposta de combustible de los bombarderos estratégicos del gigante eslavo y para la instrucción de pilotos; aunque en este caso el reto sería todavía más directo, pues en la isla existe, aparte de la ocupación militar turca en el norte, en el sur existen dos bases navales británicas.

Incluso, la Iglesia Ortodoxa de Chipre ha ofrecido parte de sus bienes (inmuebles, obras de arte) para capitalizar los bancos, incluyendo al propio, y el Patriarcado de Moscú (dependiente totalmente del Kremlin, por supuesto) gustoso ofreció su ayuda a la autocéfala iglesia insular, a cambio de beneficiar los intereses moscovitas.

Como se puede ver, a río revuelto, ganancia de pescadores, la crisis europea parece no tener fin y como dice el dicho: "la hebra se rompe por lo más delgado", Chipre ha sido la primera de estas en quebrar, apuesto que sigue la de otra isla, todavía más pequeña que Chipre, situada en el Mediterráneo como es Malta y que irracionalmente fue también incluida en el Euro a pesar de no tener sustento alguno para ello, ¿Y qué va a pasar? ¿Rusia seguirá comprando bases a cambio de ayuda financiera para cercar marítimamente a Europa?

La crisis continúa y cada vez va a peor, las consecuencias aún son insospechadas, pero los BRIC y otros emergentes, evidentemente, le están sacando todo el provecho que pueden, dentro de unos años nos daremos cuenta que habrá servido para la reconfiguración del balance de poder en el mundo.

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Resulta sintomático que, mientras ocurre todo esto, Christiane Lagarde, Directora-Gerente del Fondo Monetario Internacional, uno de los órganos rectores de la economía global, y que más ha sido señalado como causante en parte de la crisis, está siendo investigada por actividades fraudulentas... ¿Mera coincidencia?

2 comentarios:

Zendir Haidar: Director dijo...

Parece ser que se avecina una tercera guerra mundial, sobre todo si Europa se sigue debilitando, si Rusia aumenta sus bases y si despues se le comienza a acabar el petroleo, es posible que quiera invadir paises con pretextos de "liberación" para subsanar sus deficiencias económicas. Si ese fuera el escenario: ¿Que propondrias para evitar todo esto?

YORCH dijo...

Estimado Zendir:

No creo que estalle una Tercera Guerra Mundial clásica,los arsenales nucleares son bastante riesgosos e implicarían que al final, no habría nada qué ganar; de hecho, creo que estamos enmedio de una Guerra Mundial que se pelea con las finanzas y el comercio: en este sentido, es muy recomendable el libro "La Silenciosa Conquista China"de los periodistas mexicanos Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo, que muestra cómo China se está apoderando del mundo sin disparar una sola bala.

En el caso de Rusia, está todavía muy lejos de volver a ser una potencia con poder suficiente para imponerse por sí misma sin estar en la misma sintonía que China, Brasil, la India y demás emergentes; Rusia tiene sobre todo una gran debilidad demográfica y una gran dependencia de su industria extractiva de hidrocarburos y agricultura, sin un gran desarrollo de manufacturas y tecnología más allá del armamento; Putin apenas está iniciando un proceso de reconstrucción, y en muchos aspectos, de construcción desde cero, de elementos que le permitan a Rusia desarrollarse más allá que durante el Zarismo y el Comunismo.

El debilitamiento de Europa a quien le abre la puerta es al Islam, en todo caso, Rusia podría llegar a equilibrarlo; pero le hace falta aun mucho camino qué recorrer para lograrlo.

En cuanto al debilitamiento de EUA o la destrucción de su poderío, no creo que termine con una guerra generalizada en su contra, sino más bien con una implosión y enfrentamientos sociales y étnicos internos.