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5 de septiembre de 2012

LAS LAGRIMAS DE CALDERON


Cuenta el anecdotario que Boabdil, último Emir de Al-Andalus, tras ser derrotado por los Reyes Católicos, marchó al destierro a Marruecos, cuyo Sultán, ya para entonces protegido de la "Sublime Puerta" Otomana le ofreció refugio, las esperanzas del último monarca islámico español de recuperar sus dominios estribaban en que la nueva dinastía turca que se hacía con el poder supremo sobre el Islam Sunnita para fines del siglo XV, le apoyase para regresar a la península ibérica, pero era algo vano, pues se hallaba bastante entretenida consolidando su dominio sobre los Balcanes y sobre el Mediterráneo Oriental como para aventurarse a atacar a una España que surgía como un gran poder mundial, magnificado por los recientes descubrimientos en América.

Recién desembarcado en el otro lado del Mediterráneo, Boabdil se paró sobre un cerro y desde ahí, al otro lado del azul horizonte del "Mare Nostrum" romano, destacaban las blancas cumbres de la Sierra Nevada, bajo cuyas faldas se encuentra Granada, la capital de la que había sido expulsado por Don Fernando y Doña Isabel, ante aquel paisaje, Boabdil suspiró y lloró, aquel lugar aún hoy es mostrado por los marroquíes y se le conoce como "el Suspiro del Moro" por los españoles. 

La madre de Boabdil, la Sultana Aixa, que acompañaba a su hijo, su corte y un gran número de Musulmanes que decidieron acogerse a la hospitalidad marroquí, en vez de quedarse en España, sometidos a los Cristianos, al verle llorar, se aproximó, pero no para consolarle, sino, por el contrario, para reprenderlo: 

"Llora como mujer lo que no supiste conservar como hombre."

Así, lapidaria, aquella sultana echaba en cara a Boabdil el pésimo tino que había tenido éste gobernando el último bastión del Islam en Europa Occidental, su temeridad al provocar a los hispanos y su debilidad al interior del emirato, donde dejó que hubiese rencillas internas que fueron apoyadas desde fuera por la pareja real, para finalmente, rendirse sin plantear condiciones algunas. Por un símil histórico, erróneamente se ha atribuído dicha frase y dicho llanto a la Emperatriz Madre María Feodorovna y a Nicolás II de Rusia, quien ciertamente, tras abdicar en febrero de 1917 estuvo hecho un mar de lágrimas por algunos días, antes de volver, en pleno cautiverio, a su natural y acostumbrada indolencia, misma que terminó con su fusilamiento y el de su familia. Quizá esta confusión se debió también a las muchas similitudes entre el Ruso y el Islámico, ambos, temerariamente, retaron o se metieron en empresas mucho mayores que los medios con los que contaban, fueron dubitativos al momento de tomar decisiones y les faltó energía para enfrentarse a las consecuencias de sus actos, de igual manera, ambos gobernantes rechazaron las críticas y los consejos, se creyeron acertados y precisos y se negaron a sí mismos las pruebas que la realidad les presentaba acerca de los adversos resultados de sus acciones. 

Hoy en día, el símil de la situación de Boabdil y la frase de la Sultana Aixa son aplicables también al todavía Presidente de México, Felipe Calderón, quien desde hace unas semanas ha iniciado una serie de lastimosas y patéticas despedidas, desde el día en que cumplió 50 años de vida, en las que ha derramado copiosas lágrimas, que sin duda expresan derrota, decepción y la clara conciencia de haber fracasado rotundamente al frente del Estado.

Ha aducido haber sido amenazado y a punto de ser víctima de un atentado en un viaje oficial al estado de Tamaulipas, pero el evento fue prevenido a tiempo por la Marina y el Estado Mayor Presidencial, lo que salvó su vida, adujo haber grabado un vídeo en el que se despedía de sus hijos y dejaba a la posteridad una especie de "testamento político", dicho filme, sin embargo, y pese a que de haber existido realmente hubiera sido un documento histórico de primera magnitud, incluso para él a fin de defenderse de sus críticos, según adujo él mismo, fue borrado, al haberse salvado de las amenazas mafiosas... pese a tan dramática historia y tristes llantos, la historia toda tiene un tufo a engaño y cortina de humo o a una muestra de lo extremadamente débil que estaría la seguridad en el país que hasta deja que el propio Presidente se encuentre al borde de ser asesinado fácilmente.

En todo caso, no sería increíble, sino muestra precisamente de la pésima política empleada por Calderón durante este sexenio y su fracaso absoluto:

Ansioso de legitimarse por el estrecho margen de votos con el que ganó, y ante los cuestionamientos de la Izquierda, Calderón se lanzó, como Boabdil con una escuálida milicia armada de más fanatismo islámico que de medios, a provocar a la guerra a los infinitamente más poderosos Castellanos y Aragoneses, o Nicolás II primero contra Japón y luego a la Primera Guerra Mundial con un ejército harapiento y mal armado, a la lucha contra el Crimen Organizado pensando que así ganaría el apoyo popular, sin contar con un sistema de seguridad pública y nacional funcional, ni siquiera con un organismo de Inteligencia capaz y eficaz, pues el CISEN (Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional) quedó prácticamente desmantelado tras el mandato de Fox, quien se vengó de los espionajes políticos de los que había sido objeto en la década anterior, pero en vez de darle un marco legal y dirigirlo contra los verdaderos riesgos a la seguridad nacional, literalmente lo castró.

Sin organismos de Inteligencia capaces de recopilar información e identificar riesgos, con policías municipales sin recursos, corrompidas y débiles, estatales descoordinadas, Ministerios Públicos anquilosados, burocráticos y corruptos, y policías federales naufragadas en la inoperancia y la experimentación, Calderón se lanzó a una aventura pensando en que así ganaría el apoyo popular y quedaría bien con Estados Unidos, tras 6 años, los resultados son terroríficos: unos 90 mil muertos, la mayoría no fueron miembros del hampa o soldados y policías en el cumplimiento del deber, sino de daños colaterales, desapariciones forzadas o víctimas de abusos sea de criminales o, peor aún, de las autoridades que se supone, deben proteger a los ciudadanos. No se ha quedado bien con EUA, por el contrario, se permitió que su Gobierno, o personajes particulares del mismo, sea Eric Holder el Procurador o hasta el propio Presidente Obama, hicieran negocio con la violencia en nuestro territorio con el programa "Rápido y Furioso", sin que Calderón y su Administración lo supiera, o bien, guardando un cómplice silencio y a mí me deja la sospecha de que el Presidente sea socio de los negocios sucios de ambos mulatos norteamericanos. No se ha combatido al consumo de drogas en nuestro país, que ha aumentado sin trabajar en el frente educativo y cultural ni sanitario, los jóvenes tienen como referente al narcotraficante, al sicario como símbolo de éxito y hasta proyecto de vida, los medios de comunicación, literatos e intelectuales, piden abiertamente la legalización de las sustancias sin que importe que con ello se dispare el consumo mientras hacen apología de los delincuentes, el crimen goza ahora de presencia social y hasta de cierto prestigio y nunca, nunca había sido tan fuerte como hasta ahora. El mismo, por otro lado, contribuye a debilitar la posición de su gobierno, como con las acusaciones contra algunos generales del ejército al que él lanzó a las calles ante la ineficiencia de las policías, y que tienen la pinta o de ser venganzas meramente políticas contra oficiales críticos con la estrategia de seguridad, o bien, otro fracaso descomunal al dejar que la mafia impregnara al instituto armado,  el cual ya no sería un instrumento adecuado para luchar contra ella.

Calderón, al igual que Boabdil o Nicolás II, ha rechazado toda crítica y cuestionamiento, prefiere presentarse como el incomprendido, como el injustamente rechazado por la mayoría de su pueblo, y llora porque sufre de desamor, espera que con sus "lágrimas de cocodrilo" como algunos analistas le han llamado, logre convencernos de sus intenciones puras y que al futuro, como decía Juárez a Maximiliano: "la Historia lo  juzgará", claro que, igual que el Zapoteca, espera que sea una Historia tramposa y manipulada por sus partidarios la que lo convierta en héroe y maldiga a sus rivales, finalmente, los tiene y aun grado igualmente fanático que los llamados "Pejezombies" partidarios de López Obrador y que defienden a capa y a espada al mandatario, ni siquiera se dan cuenta que dejó a su partido, el PAN, convertido en un guiñapo y dividido por su incongruente y pérfida política de aliarse con el PRD, el mismo partido de Izquierdas que hace 6 años le desconocía y le insultaba y quería impedir que rindiera la protesta constitucional ante el Poder Legislativo, para ganar varias gubernaturas, impidiendo que ganara el PRI, pero, curiosamente apoyando a candidatos que eran priístas resentidos con su partido, como son los casos de Oaxaca, Puebla o Sinaloa.

De igual manera, Calderón y su consigna de impedir a toda costa el triunfo presidencial de Peña Nieto le llevó a contribuir a fortalecer a López Obrador, iniciando, a través de la candidata Josefina Vázquez Mota una campaña sucia de insultos, provocaciones y violencia verbal que conduce a la física, que sólo alimentó al monstruo de la Izquierda y le hizo renacer encarnado en movimientos como el #132, con lo que Calderón mismo puso en peligro la estabilidad política e institucional de nuestro país.

Lágrimas vanas las de Calderón que pretende ser loado como "valiente" cuando no ha sido sino el más vil de los cobardes como lo fueron el Emir Granadino o el Zar Ruso, prefirió inmolar al país antes que perder él su poder y para su partido y al final lo perdió, ahora que lo llore, ya que no supo hacer nada para merecerlo y conservarlo, y adiós, que en buena hora se vaya...

P.D. Alguien, a esta altura del sexenio, ¿Sabe a dónde se fue el dinero decomisado al mafioso chino Cheng Li Ye Gon? ¿O fue el "bejaranazo" de Calderón?
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La Lástima, la gran redentora:


Pero Calderón no es el único que busca una redemptio ad lastima, con sus lágrimas, tenemos el caso de Alonso Lujambio, ex-secretario de Educación de su administración y hoy Senador de la República, que hizo, precisamente una espectacular reaparición para la toma de posesión de su cargo en la cámara alta del Congreso de la Unión. 

Sé que me voy a ver cruel, pero ni modo, una de las ventajas de ser tan poco empático es que puedo ver las cosas más claras sin el vidrio empañado del sentimentalismo, hoy tan en uso, la verdad, es que Lujambio decidió hacer uso de su dramático deterioro físico a causa del cáncer de médula ósea que padece para mover la lástima de sus compañeros de cámara y de la sociedad en general a fin de que todos nos olvidemos de sus pecados y de sus triquiñuelas tanto como máximo encargado del sistema educativo nacional como de responsable de ese inmenso y horrendo fraude llamado "Estela de Luz", monumento con el que se pretendió conmemorar el bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia y otros más, como por ejemplo, su falsa imagen de ciudadano apartidista e imparcial que guardó como Consejero del Instituto Federal Electoral y Comisionado del órgano de transparencia federal, el IFAI, para luego aparecer como miembro del PAN y uno de sus más furibundos activistas.

Su paso por Educación fue más que gris: negro, títere de la poderosa Elba Esther Gordillo se prestó a sus manejos y no corrigió ni mejoró nada, pasó desapercibido, como si nomás hubiese estado pintado, no propuso nada y sólo medio realizó evaluaciones que hicieron constar lo que todos sabemos: que la educación en México es un desastre absoluto.

En cuanto a la famosa estela, verdadero monumento a las infamias y a la corrupción de este Gobierno saliente, él se vio implicado en una adjudicación "a dedo", y la construcción de un monumento que no cumplió con las bases del concurso originalmente presentadas (se suponía que debía ser un arco triunfal y terminó siendo una especie de monolito de Arthur C. Clarke en "2001, Odisea en el Espacio") y además a sobreprecio, de donde salió mucho dinero que quién sabe a dónde fue a parar, quizá al hospital en EUA donde Lujambio pasó 8 meses en un tratamiento que al parecer fue inútil porque, Dios me perdone, el aspecto del político es claramente de un desahuciado: de ser un hombre joven y bien parecido ahora es un anciano prematuro, que tiene que usar un parche para no ver doble dado el daño a su sistema nervioso central, que también le ha afectado el habla, y que a duras penas puede ponerse en pie y debe andar en silla de ruedas, y que en la calva frente característica de quien ha sido tratado con quimioterapia y radiaciones luce un evidente tumor que sobresale del cráneo.

No soy nadie para juzgarlo, pero tampoco creo que valga el que una persona use sus problemas de salud para que ahora nadie le critique ni le exhiba sus malas acciones y éstas queden impunes, y que por el contrario, ahora todos le encuentren virtudes, le brinden aplausos y le reconozcan un supuesto valor cuando de lo que se trata, es de un interesado intento de causar lástima y ganarse la conmiseración de los demás y una exhibición clara de su falta de dignidad al mostrarse públicamente esperando la compasión de la sociedad.

Esa es mi opinión, y si no les gusta... pues ni modo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Respetable tu opinion mi estimado Jorge, saludos.

JPGT.