A menos de un mes de que inicie la máxima justa deportiva continental en nuestra ciudad, los dimes y diretes entre los políticos locales, los escándalos sobre compras a sobreprecios de cámaras de seguridad y redes informáticas adjudicadas a empresas sin licitación previa, las obras inconclusas, como el estadio de atletismo que se ve en la imagen, o la repavimentación de algunas calles y la construcción de nodos viales continúan y prometen dejar, no para los juegos, sino para la "cruda" o resaca posterior, un hervidero de problemas, endeudamiento público y conflictos entre los partidos políticos que nos van a entretener bastante.
Por si fuera poco, se han dado ya problemas de violencia como la ejecución de un miembro de una añeja dinastía pólítica al llegar a un restaurante, una balacera en la colonia Jardines del Bosque, ejecutados y temores. Igualmente, y tras los desgraciados sucesos de Monterrey, se ha desatado una polémica entre el Poder Judicial de la entidad y los Municipios de Guadalajara y Zapopan, relativa al funcionamiento de los casinos que como hongos en humedad, han brotado a lo largo y ancho de la zona urbana.
Además, uno puede constatar que, en mucho, se han hecho obras de mero maquillaje en las zonas más visibles de la ciudad, y queda claro que, si la celebración de estos juegos fue fijada como proyecto del régimen panista desde su llegada al poder en 1995, primero con fecha proyectada para el 2007 y después para el año actual en que efectivamente tendrán lugar, es bastante decepcionante ver que no se realizó ninguna obra de infraestructura permanente, más allá de los espacios deportivos, que quede como un legado perdurable para nuestra Guadalajara "de Indias" como dirían los españoles, y que la sitúe efectivamente como una ciudad con un potencial y una realidad atractiva y tangible para el desarrollo de nuestro país, o incluso como una ciudad líder en América entera.
Por un lado, tenemos una situación de estancamiento completo en cuanto a transporte público. En los 16 años ya de gobiernos del PAN no se continuó con el tren ligero o subterráneo más allá de las dos líneas que fueron construidas bajo los dos últimos mandatos del PRI, a inicios de los 90, minibuses y autobuses siguen dando un servicio pésimo y no se presentan alternativas, el macrobus o autobús articulado resultó un fiasco, además de que al venirse gobiernos municipales priístas tras las elecciones del 2009, se vino una serie de bloqueos mutuos entre las administraciones de las comunas que integran la zona metropolitana y la administración estatal, de modo que ni macrobús, especie de santo grial en la materia del Gobernador Emilio Gonzalez y su Secretario de Vialidad Diego Monraz, se estableció, ni las alternativas de otra línea de tren subterráneo o tranvía que eran propuestas por los Alcaldes Aristóteles Sandoval de Guadalajara y Héctor Vielma de Zapopan; es más, ni siquiera se buscó realizar la propuesta del también panista Herbert Taylor de hacer una tercera línea del tren eléctrico que comunicase con las recientemente superpobladas áreas conurbadas de Tlajomulco.
En lugar de ello, se sigue mimando al automóvil y haciendo vialidades que sólo trasladan los congestionamientos viales de un lado a otro: el puente Matute Remus es espectacular, sin duda, y el Hotel RIU es también una edificación memorable, que con sus neoyorkinas silueta y altura contrasta con el horizonte plano y a veces feo de nuestra ciudad, sin embargo, las calles son tan estranguladas que se han delimitado "carriles panamericanos" reservados exclusivamente para el tránsito de las delegaciones, tanto deportistas como directivos. La Avenida Presidente López Mateos, la principal de la ciudad, se encuentra en un estado lamentable, no se preocuparon en repavimentarla y muchas áreas verdes y camellones se encuentran en estado de completo abandono con maleza y basura por doquier. En el centro, aparte del desastre provocado por el propio Gobierno ante el malogrado proyecto de Villa Panamericana cerca del Parque Morelos, con la demolición de numerosas fincas antiguas, existen muchas casas antiguas que datan de la época colonial que se encuentran abandonadas, varias de ellas derruyéndose o convertidas en refugio de indigentes y malvivientes, mientras el grafitti, como verdadera plaga, se encuentra en muchos barrios céntricos y tradicionales como Santa Tere, Capilla de Jesús, Sagrada Familia, el Retiro, Obregón, etc. y aún otros más por toda la ciudad., y no nos olvidemos de la Colonia del Fresno, abandonada en manos de las pandillas.
En definitiva, y pese a la relevancia del evento de los Panamericanos, que podría ser incluso la antesala para unos Juegos Olímpicos y por la oportunidad de presentar a Guadalajara, y al Estado de Jalisco en total, como un polo de desarrollo y progreso, mucho me temo que nos pase como a los Griegos en el año 2004 y tengamos un evento "bien" que podría haber sido mucho mejor y que nos deje como legado no infraestructuras, mejor imagen o progreso, sino por el contrario, una herencia maldita de deudas, corruptelas y elefantes blancos... espero equivocarme.
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