Buscar este blog


1 de marzo de 2009

KEANE EN GUADALAJARA




De antemano un gran agradecimiento a mi amiga Alexandra por las fotografías, su teléfono celular resultó tener mejor alcance que el mío y se subsanó el que no me dejaran meter mi cámara al interior del Auditorio Telmex.

El miércoles pasado tuvimos la oportunidad de acudir al concierto que ofreció una de las bandas más importantes de Brit-Pop del momento: Keane; la verdad, ya tenía yo comprados los boletos desde diciembre pasado; aunque yo hubiese preferido acudir a ver a Iron Maiden al día siguiente en la Arena VFG, ganó en mí el deseo de complacer a mis amigas y así las invité al concierto de este grupo desde entonces, y la verdad: no me arrepiento, no solo por la muuuuy bueeeena compañía que tuve, sino por la calidad del espectáculo presenciado.

Keane nos ofreció un concierto que si bien estuvo lleno de sus canciones melosas, también estuvo lleno de algo que necesitamos con urgencia: OPTIMISMO, su último disco: Perfect Symmetry se caracteriza por ello, muy diferente al oscuro, pesimista y triste Under the Iron Sea o el reflexivo y un tanto melancólico Hopes and Fears, su ópera prima.

Esta banda decidió romper esquemas y renovar al Brit-Pop en un momento en que el género nacido en los noventa parecía agotado y estancado, y a diferencia de Oasis, Stereophonics, Travis, The Verve y otras agrupaciones de esta nueva rama del rock inglés, apostó por dar un nuevo sonido, en principio muy similar a su banda casi hermana: Coldplay, pero sin la tradicional guitarra, solo el piano y sintetizadores en manos del Maestro Tim Rice-Oxley y las percusiones a cargo del también virtuoso Richard Hughes, a las que se sumó la dulzona voz y carismática presencia del gigante con cara de niño Tom Chaplin, quien últimamente, a raíz de la experimentación que se respira en el nuevo álbum, ha tomado a su cargo las responsabilidades de la guitarra, con gran eficacia para los efectos buscados, (obviamente no es ningún Joe Satriani, y la música no exige riffs ni arpegios de gran complejidad) haciendose acompañar en este tour por un músico tan versátil como Jesse Quinn, de quien no me extrañaría se añadiera a la banda como miembro, pues toca con gran pericia el bajo y las percusiones electrónicas, resultando toda una revelación.

Si algo se destacó en esta presentación fue el optimismo de las letras del nuevo disco, pero también la sencillez y la felicidad de cuatro jóvenes cuyo trabajo: la música, es también lo que más disfrutan y les da vida, lo que se contagió rápidamente a todo el público, resultó una nota alegre el ver a una señora de unos cincuenta años saberse mejor las letras de TODAS, absolutamente todas las canciones que muchos de los que estábamos presentes, mucho más jóvenes y seguidores del grupo, así como bailar como quinceañera al ritmo de Spiralling o Bend and Break.

El escenario, por otro lado, no pudo ser más majestuosos; si en algún post anterior, para referirme a los conciertos de Judas Priest o de Oasis hablé de las excelencias de la Arena VFG, éstas quedan chicas ante lo que es el Auditorio TELMEX; sin duda alguna, un foro que ha venido a marcar un antes y después en los espectáculos públicos en Guadalajara, su diseño, su acústica y su comodidad lo hacen sin duda una verdadera maravilla de la que los tapatíos debemos sentirnos orgulloso (sin quitar por eso que existan ciertas interrogantes sobre su construcción y administración a cargo de la UDG y la relación con el Monopolio telefónico de Carlos Slim, como ya en otra ocasión lo señalé).

El TELMEX solo ha recibido elogios de todos los artistas que se han presentado en él y además, los Keane manifestaron su gusto y agradecimiento hacia el público mexicano y en especial el tapatío, incluso puede verse esto en su sitio de Internet y en el blog, cuya redacción y fotos están a cargo del batería Richard Hughes: www.keanemusic.com

En definitiva: los conciertos de Judas Priest y Oasis fueron históricos, pero el de Keane fue un concierto lleno de color y de alegría que vino a recordarnos, como les pasó a ellos cuando el anterior disco, en que la fama les golpeó con toda su crueldad provocando crisis con drogas y alcohol, sobre todo en el caso de Tom Chaplin, que siempre hay una luz al final del túnel y que la vida puede ser tan feliz o triste, tan fácil o angustiosa, según como nosotros la queramos ver.