Como todos sabemos, la Primera Guerra Mundial estalló cuando un joven radical nacionalista serbio, llamado Gavrilo Princip asesinó al heredero al trono austriaco, el Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo-Lorena y a su esposa Sofía Chotek, un magnicidio que tuvo consecuencias que aún hoy, 110 años después, vivimos. El día de hoy, el ex-Presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección a tal cargo por el Partido Republicano, Donald Trump estuvo a punto de perder la vida ante lo que parece ser, un ataque perpetrado igualmente por un fanático de la ideología Woke, (tan impulsada por el Partido Demócrata) vinculado presuntamente al movimiento Antifa.
Algunos dicen que esto fue un autoatentado, una estratagema hecha por el histriónico empresario y político neoyorkino a fin de asegurarse el estatus de mártir, y con él, la elección para la primera magistratura del coloso del norte; la realidad, es que, si nos ponemos a hacer balance acerca de qué podría ganar Trump fingiendo ser atacado mientras daba un discurso en un mítin de su campaña en el pueblo de Butler, estado de Pensilvania, y lo que podría perder, sería un plan carente de sentido; ante la cada vez más visible evidencia de que el actual mandatario Joe Biden se encuentra incapacitado no solo para ejercer la Presidencia de la República, sino incluso hasta para las más nimias actividades, con dislates tales como afirmar que él es la primera mujer negra en ser designada Vicepresidente, ser esposo de sí mismo, o confundir a Zelensky, el perpetuado Presidente de Ucrania con Putin, o al propio Trump con su Vicepresidente, la señora Kamala Harris, las encuestas mostraban una preferencia abrumadora del electorado por el abanderado del Partido del Elefante, más ante la incomprensible necedad de los Demócratas por mantener a Biden como su nominado para conservar el Poder Ejecutivo por otros cuatro años más. De tratarse de una farsa, en la que habría, al menos dos muertos, incluyendo al agresor, el Republicano perdería todo al ser descubierto, y no tendría necesidad de fingir nada, pues las preferencias, como lo hemos dicho, le favorecen inmensamente.
Estados Unidos es un polvorín al que sólo le hace falta una pequeña chispa para hacerlo estallar. La realidad es que, desde la Administración Obama comenzó un proceso de polarización y de división en la sociedad norteamericana, misma que fue impulsada desde arriba, desde las llamadas "élites" u oligarquías que controlan el poder financiero, tecnológico, mediático y del llamado Complejo Militar-Industrial del que advertía el General Eisenhower al dejar la Presidencia, --mismo que se sospecha, fue responsable de la muerte de su sucesor, el Presidente John F. Kennedy, sin que la versión oficial del asesinato, supuestamente a manos de un desequilibrado: Lee Harvey Oswald, haya sido jamás creída del todo por el público norteamericano, -- que se la han pasado intentando adoctrinar ideológicamente en cuestiones de género, homosexualidad, antinatalismo y reivindicaciones de raza que han contribuido a dividir a la sociedad y a generar conflictos y tensiones internas en EUA.
Trump ha sido un personaje incómodo: es portavoz de las clases medias y trabajadoras en su hartazgo en contra de las imposiciones ideológicas de dichas élites, en contra de los intereses de las grandes corporaciones que han sacado la producción de las industrias norteamericanas y llevado a China y otros países donde la mano de obra es más barata pese al desempleo, miseria y abandono que esto provoque en zonas otrora ricas y prósperas.Se ha opuesto a la continuación de la Guerra en Ucrania, al gasto desmedido que significa para EUA la defensa de Europa en el esquema de la OTAN, y preferir llegar a un arreglo con Putin en ese caso, en su anterior periodo en la Casa Blanca, Trump ha sido el único mandatario en no iniciar un conflicto armado en el exterior en los últimos cien años... en pocas palabras, Trump representa una amenaza contra los intereses de los poderes fácticos que, en los últimos sesenta años se han hecho del control de la política norteamericana y han subordinado al Estado a sus deseos y objetivos. Un nuevo mandato del neoyorkino representaría un fortalecimiento del Estado, una recuperación del patriotismo en oposición al Globalismo y el fin del negocio para tantas grandes empresas que, desbocadas, no son ya entes dedicados a generar riqueza y fuerza para Estados Unidos, sino grupos de manipuladores que ven únicamente por su lucro en detrimento de la Nación.
Lo que ha pasado hoy muestra el debilitamiento de las instituciones norteamericanas, la inestabilidad política es creciente y la tensión entre dichos grupos e intereses por un lado, y los ciudadanos que a pie de calle ven cómo su país les ha sido arrebatado y que el mismo, de haber sido la primer potencia mundial, se hunde ahora ante el ascenso de China y el empobrecimiento palpable de la población sobre la que campea el vicio y el desencanto por el futuro, así como la culpa y la vergüenza por cuestiones tales como la esclavitud y la segregación racial aparentemente ya superadas y dejadas en el pasado.
Bien sabemos que esta no es la primera vez que ocurre esto en EUA: los casos más recientes fueron el asesinato de John F. Kennedy ocurrido en noviembre de 1962, la muerte de su hermano Robert en 1968, cuando, siendo precandidato Demócrata a la Presidencia, fue asesinado tras ganar las elecciones primarias en California, y el atentado en contra de Ronald Reagan en 1981. Se puede decir que tras ellos, el país norteamericano no se deshizo y no ocurrió ninguna situación de caos o inestabilidad; pero la situación hoy es muy distinta: gracias al Internet y las Redes Sociales, el público se entera claramente de los intereses y fuerzas enfrentadas, hay un espíritu más crítico, y sobre todo, la noción de que Trump está siendo víctima de una persecución dirigida a impedir su presentación en el proceso electoral de noviembre próximo. No pudieron frenarlo judicialmente, y parece ahora que van para eliminarlo físicamente, además de que esto aparece como la última gota de un vaso que se ha ido llenando poco a poco con multitud de agravios en contra de gran parte de la población que ve en el candidato Republicano a su vocero.
Loas próximos días serán cruciales para saber cuáles serán las tendencias de los acontecimientos en Estados Unidos, país que enfrenta la peor crisis interna de su Historia desde la Guerra Civil. Sin duda, estamos al borde de grandes cambios mundiales que dejarán irreconocible al mundo. Es increíble, hace cuarenta años, cuando estaba yo en la primaria, el orden de posguerra estaba vigente, pocos años después, comenzó a derrumbarse con la caída de la URSS, y hoy, ese proceso amenaza con también llevar a la caída de EUA.
Tiempos interesantes que estamos viviendo.
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