No es de extrañarse que ese meme lo sacara yo de una publicación en Facebook de una conocida, que, pertenece a un perfil de los que más son proclives a las ideas del New Age: señoras de entre 40 y tantos y sus primeros 50 que rechazan al Cristianismo, pero creen en los cuarzos, energías o vibras, en la Ley de la Atracción, el yoga, el reiki, las Constelaciones Familiares, en, soberbiamente decretar que las cosas sucedan, o en pedirle al Universo que las mismas ocurran, y que todo, por supuesto resulte en aquello en lo que radican sus principales frustraciones y carencias: la búsqueda de prosperidad económica y la satisfacción emocional y de placer sexual, y que luego, constantemente, publican memes con frases "motivacionales" que reflejan, de manera descarnada, una muy baja autoestima y conflictos personales larvados y no resueltos.
Es parte de un clima de hostilidad cada vez mayor, que empieza en lo pequeño, pero termina en lo grande y en la sangre, el ataque al Cristianismo va contra todas sus denominaciones: en Ucrania, Zelensky manda cerrar monasterios milenarios y encarcelar sacerdotes ortodoxos por encontrarse vinculados al Patriarcado de Moscú, lo que recuerda la inexistencia de una Historia independiente y propia ucraniana, separada de Rusia, y que Kiev es la "ciudad madre de todas las ciudades rusas", en EUA, un travesti ataca un colegio presbiteriano, y la Administración Biden considera que el asesino fue la víctima, que de alguna manera, mató a tres niños y a tres profesores impulsado por una "justa venganza" ante la "intolerancia cristiana". En Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega ha encarcelado a un Obispo y a varios sacerdotes, en México, la guerra entre carteles de la droga ha costado la vida a sacerdotes... la persecución ya no ocurre solamente en África o Medio Oriente a manos de grupos islamistas radicales como Boko Haram, sino en países mismos del núcleo del Mundo Occidental, y como en las épocas de Nerón, Decio o Diocleciano, son impulsadas desde el mismo poder público.
El mensaje de Cristo nos incomoda, más en el mundo actual porque el mismo nos lleva a confrontarnos con nosotros mismos y nos lleva a reconocernos débiles y falibles. Es una doctrina que además, exige esfuerzo, que implica una lucha permanente que sólo termina con la muerte y que no tiene resultados inmediatos ni visibles, pese a las falacias calvinistas, no siempre se verá reflejado en un bienestar material, pues las riquezas y todas las cuestiones mundanas son secundarias. Y sobre todo, porque el Cristianismo señala con claridad la responsabilidad individual de cada uno de nosotros respecto de nuestras acciones para con nosotros mismos y los demás.
Hoy en día, se busca evadir la responsabilidad, creer que todo lo que se hace está bien, o que la voluntad humana lo puede todo, y en todo caso, ante los defectos, malas acciones y tendencias, buscar echarle la culpa a los padres, abuelos, parientes, amigos o factores externos, o ser cínicos y decir que todo está bien, así ya es uno, no hay porqué perdón, no hay nada de qué ser salvado, todo es justificable y todos somos víctimas, tratar de quitarnos la libertad de encima y explicar nuestras decisiones por ya estar condicionados o destinados a hacerlo sin remedio; de esta manera, todo es pasable, desde cualquier mentira, la usura, el adulterio o la muerte de un inocente (el aborto), todo es al final lícito porque no existen parámetros objetivos de lo justo o de lo bueno.
Y así tenemos que lo religioso queda reducido a esa caricatura que se exhibe en nefastas producciones televisivas como La Rosa de Guadalupe y la desesperada búsqueda de soluciones sobrenaturales por las personas hoy en día, en que parece reducirse el papel de la divinidad al de un "genio de la lámpara" que conceda deseos y resuelva enredos. Y en mucho, esto tiene que ver con la mentalidad del mundo de hoy: la búsqueda de la satisfacción inmediata con el menor esfuerzo posible, apretando botones o googleando, y el consumismo desatado. Creo que el error en el Concilio Vaticano II se debió a una reacción de pánico de Juan XXIII y de la Iglesia en general que no supo cómo enfrentar al mundo hedonista que, de la mano de la economía de consumo, comenzaba a surgir en las década de los 60 y se pretendió contrarrestarlo tratando de adaptarse a ello, en vez de confrontarlo de plano. Como consecuencia, se vino una crisis en la que se encuentra ya desde hace sesenta años, y ante la que urge un replanteamiento.
El futuro aparece lleno de dificultades, pero que no sorprenden; es la constante en la Historia del Cristianismo. En este mundo convulso, sumido en un proceso de cambio que está siendo violento y lleno de incertidumbres, se presentan retos para la fe; pero quizá, parafraseando al mártir San José Sánchez del Río, "núnca será más fácil ganarse el Cielo."
1 comentario:
Es excelente el "cuadro de situaciòn" aquì pintado. Un fabuloso artìculo. Destaco que -para mì-, es el primero que pone la verdad de la "pèsima catequesis recibida". Es agradable encontrarse con este tipo artìculos que a uno lo impulsan a releerlos para sonsacar todas las reflexiones.
Una disgresiòn: Ortega de Nicaragua conoce bien a esos curas: son los mismo que le ayudaron "sotto voce" ha hacerse con el poder, desplazando a Somoza. ¡Asì que a èl, ahora no se la van a contar! Gerald.+
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