Si bien al inicio de la contingencia me encontré saturado dando clases en línea y con trabajo de asesoramiento jurídico para algunos clientes que no correspondiese a seguir con el trámite de Juicios, dado que los tribunales, tanto federales como estatales, se encuentran suspendidos, supuestamente, se reactivarán el primero de julio, pero habrá que esperar... la reapertura económica y laboral en México y en específico aquí en el estado de Jalisco se está dando justo cuando nos encontramos en el punto más álgido de la pandemia de Coronavirus COVID-19... muy curioso, si en los meses de marzo y abril se respiraba pánico en el ambiente ante la súbita aparición del patógeno y los primeros casos en el país, y el Gobernador Enrique Alfaro festinaba de manera autocomplaciente que había actuado con mayor celeridad que el Presidente López Obrador y su administración federal, hoy en día, la situación es distinta, en la población -y yo me incluyo en ella- parece que campea una especie de resignación y a la vez de decisión de arriesgarse a continuar con la vida, al estilo de lo que hicieron los suecos desde el inicio de la emergencia sanitaria global, corriendo el riesgo de enfermar, y es que la situación económica no puede mantenerse encerrada por más tiempo sin conducir a una catástrofe aún mayor que la ya ocasionada... En cambio, parece que el Gobernador, en abierto conflicto con el Presidente, es quien actualmente se encuentra aterrado, lanzando ya a que la gente se salve como pueda y haga lo que quiera.
El caso es que en las últimas semanas mi carga de trabajo se ha reducido, y he tenido más tiempo libre, lo que me permitió, ahora sí, ponerme a ver una serie de TV magnífica de la que yo contaba ya con sus dos primeras temporadas en discos blue-ray y que he podido adquirir en línea los correspondientes a la tercera y cuarta, y sin duda, ha valido la pena, aparte que ha sido increíblemente actual.
No cabe duda, como yo ya lo había mencionado en su momento cuando comenté en este espacio la serie Fringe, que el mejor J.J. Abrams ha sido el productor de series televisivas. En el cine, creo que son de destacar las dos primeras entregas de la saga Star Trek, Super 8, y Cloverfield. Después, Abrams ha venido a plegarse a lo "políticamente correcto" y las exigencias de la agenda izquierdosa de Hollywood... lo que hizo con la saga Star Wars no puede sino catalogarse como un verdadero crimen, hecho para complacer a las directivas recibidas de quién sabe donde y las agendas ideológicas del Partido Demócrata... y a mi me parece que en realidad lo hizo obligado, pues contrasta con los contenidos de sus filmes anteriores y sus series de TV. Simplemente, se plantea que Lost es una narración alegórica de su conversión al Cristianismo, mientras que, como ya, alguna vez lo mencioné, Fringe igualmente está llena de alusiones a esta fe. Person of Interest no es la excepción, y la relación que se da entre uno de los personajes, la hacker Root (interpretada por la bella actriz Amy Acker) y una inteligencia artificial, sin duda que rememora la relación entre los profetas y Dios.
Person of Interest surge de una colaboración entre Abrams y el gran guionista británico Jonathan Nolan, hermano del a mi parecer, mejor director de cine actual, Christopher, y con quien ha hecho todas sus grandes películas, desde la trilogía de Batman a Dunkerque o Inception; hecha para la Warner Brothers y estuvo transmitiéndose en TV de 2011 a 2016; sin embargo, es increíblemente actual para los tiempos que estamos viviendo, y por eso no he dejado de recomendarla. Aparte de todo, creo que es una obra maestra.
La premisa de la serie --procuraré no dar muchos spoilers-- es la siguiente: tras la caída de las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, un genio de la informática, Harold Finch, interpretado magistralmente por Michael Emerson, actor que había colaborado previamente con Abrams en Lost y por cuyo trabajo había sido incluso galardonado, y su socio, Nathan Ingram, desarrollan para el gobierno un sistema de inteligencia artificial que, gracias a los sistemas de vigilancia y a la propia naturaleza del Internet y demás redes informáticas, puede recolectar datos sobre los perfiles de todas las personas, sus comunicaciones, preferencias, sitios a los que acude y personas con quienes se reúne, prediciendo, mediante la aplicación de algoritmos, si se pueden encontrar en riesgo o posibilidad de participar o ser víctimas de atentados terroristas o de delitos comunes. Es de notar que esta premisa de la existencia de sistemas de vigilancia a través de las redes informáticas y comunicaciones, ya había sido tratada en forma brillante anteriormente en el filme de 1998, Enemy of the State, dirigida por Tony Scott y protagonizada por Will Smith y Gene Hackman.
Como el gobierno únicamente se interesa por quienes posiblemente se vean envueltos en hechos de terrorismo o que pongan en riesgo a la seguridad nacional, descarta los casos de personas involucradas en delitos comunes, Finch decide intervenir en prevenir estos casos, para lo cual recluta a John Reese, --interpretado por James Claviezel, quien después del boicot ciertos lobbies judíos fanáticos o radicales y sobre todo por el progresismo hollywoodense en su contra por haber interpretado a Jesús en La Pasión de Cristo de Mel Gibson y sus declaraciones sin ambages sobre su ardiente fe católica, se encontraba sin participar en proyectos interesantes, siendo rescatado por el converso Abrams (de origen judío), quien le dio el protagónico en el programa.-- un ex-agente de la CIA, descartado y en la indigencia,-- investigue y resuelva los casos violentos de personas ordinarias antes que ocurran.
Es interesante ver cómo la serie evoluciona, al principio, aparenta ser un thriller policiaco y de acción más, pero la trama se va complicando y expandiendo, hasta llegar a tocar temas escabrosos como los alcances de la inteligencia artificial, dilemas morales entre libertad y seguridad, la falibilidad del ser humano y el transhumanismo, el derecho a la privacidad y la protección de datos, así como el libre acceso a la información, la naturaleza humana corrupta y la supuesta perfección de la inteligencia artificial, o si ésta heredaría nuestros defectos y vicios. Incluso, toca temas como la corrupción policial en EUA, o la existencia del crimen organizado como un mal necesario, siempre y cuando éste se encuentre realmente organizado, valga la redundancia, y sujeto a cierto control. Es, en definitiva, una serie que deja reflexionando y para nada es mero entretenimiento hueco.
Pero sobre todo resulta muy inquietante porque vemos la aparición de personajes que representan a la élite globalista, (el anciano empresario Mr. Greer, --quien recuerda mucho al Soros de las conspiraciones-- que en su juventud fuera agente de la MI6 británica y dueño de una empresa de seguridad y tecnología, encarnado de manera soberbia por el gran actor teatral y televisivo británico John Nolan, tío de Jonathan y Christopher) interesada en establecer un monitoreo y un control sobre la población, sustituyendo a los Estados, a los que ven como algo obsoleto y causante de conflictos. La ilusión de libertad que se vende y la aparición de un grupo llamado Vigilance de activistas y que incluso incurren en terrorismo contra la intromisión del Estado en la privacidad de los ciudadanos, pero que en realidad están al servicio de las grandes corporaciones haciendo de "tontos útiles" que creen ser revolucionarios -- ¿como Antifa, Anonymus, Greta Thunberg...? E incluso, una crisis económica creada artificialmente para beneficiar a ciertos intereses.
Ciertamente, Person of Interest ha quedado un tanto olvidada detrás de otras propuestas que se han centrado en el creciente papel de la tecnología informática en nuestras vidas, como Black Mirror, pero esta producción británica se centra en la adicción individual a la tecnología de comunicación y entretenimiento, a los gadgets y al Internet; pero en cambio, ésta serie se va hacia el aspecto político que estas tecnologías están teniendo en la eliminación de la privacidad de las personas y el aprovechamiento que gobiernos y empresas sacan de ello, lo cual ya no es algo distópico, sino real; el sistema que aparece en la serie ya existe en China y es base del "crédito social", con el cual tanto el Estado como las empresas que ofrecen bienes y servicios ejercen un control absoluto sobre la conducta de los chinos: se pueden saber sus preferencias, sus tendencias políticas, su conformidad o disenso con el régimen comunista, sus actividades y acciones dignas de recompensa o de castigo, condicionando a ella la entrega de créditos, posibilidad de viajar dentro o fuera del país, sanciones administrativas, acceso a comprar bienes más caros, etc.
La pregunta es, si la crisis ocasionada por el Coronavirus no será aprovechada para extender la jaula de oro china a Occidente. Para muchos, sería la opción para mantener orden en el fragmentado mundo globalizado ideado por Soros y sus patronos-clientes-colegas o lo que sean.
Ojalá el futuro no sea tan oscuro como parece, y ojalá algún día J.J. Abrams pueda librarse de las ataduras ideológicas en que Disney lo ha envuelto y recupere su libertad creativa. No merece la cautividad en que lo tiene una agenda con la que, seguramente en privado no comulga y que además, le ha granjeado la decepción de mucha gente, tras su espantoso trabajo en Star Wars ceñido a las líneas dictadas de lo políticamente correcto, impopularidad y puesta en entredicho de su talento. Jonathan Nolan, por su parte, seguirá haciendo duo con su hermano, quien ha procurado no meterse en polémicas innecesarias, dedicándose a hacer cine y ya.
Por ello, es que no he cesado de recomendar esta serie, sirve, en mucho, para comprender el mundo en que estamos. la realidad ha superado a la ficción, y hoy habrá que esperar hacia dónde nos dirigimos. Véanla, vale mucho la pena.
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Preguntas:
¿En serio Bill Gates será un peligroso conspirador causante de la pandemia y que busca el control de la población mundial con su supuesta vacuna con microchip integrado?
¿No será más bien que existe acaso una campaña impulsada por sus rivales y enemigos en el mundo empresarial tecnológico, para hundir al padre de Microsoft extendiendo una imagen de villano de cine del otrora genio del cómputo, para que sea una especie de chivo expiatorio?
De repente, ya sale un personaje de la farándula generalmente ligado a las causas "progresistas" como Miguel Bosé, dolido evidentemente por la muerte a causa del COVID-19 de su madre Lucía, lanzando el dedo acusador no solamente contra el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en España, sino contra Gates, y ya se le sumó Enrique Bunbury... ¿Esperaba alguien que ahora los adalides de la progresía se lanzaran contra uno de sus presuntos patronos como supuestamente lo es el informático?
Algo que nadie se pregunta: ¿De dónde salen las teorías de conspiración? ¿Quién fue el primero en tomar como base para estos dichos contra Gates la conferencia que dió en 2015 donde alertaba de una posible pandemia?
¿Porqué está tomando tanta fuerza el movimiento anti-vacunas? ¿No se dan cuenta muchos pro-vida que ahora se lanzan contra las vacunas (y ahí aparece la supuesta activista conservadora Chinda Brandolino, quien no me parece confiable, sino más bien un "caballo de Troya" para dejar mal a la causa como propia de chiflados ignorantes) que son éstas las que han reducido desde el siglo XVIII la mortalidad infantil enormemente?
¿No habrá una conspiración detrás de las teorías de la conspiración?
Ahí las dejo al aire...
5 comentarios:
Buena noche señor Yorch, me atrevo a preguntar si ha leido los libros de William P. Guthrie sobre la Guerra de los Treinta Años, ¿ y si hara un post de ello?
No los he encontrado en librerías, posiblemente los compre en línea, seguro que sí haría un post comentándolos.
Chinda Brandolino lo que dice es que las vacunas se produzcan en Argentina.
Aunque la pregunta es medio offtopic me pregunto si aparte de films y series de tv o incluso anime (por tu imagen de Macross/Robotech) sabes algo de videojuegos, lo digo porque en caso de ser así me interesaría saber tu opinión del reciente fiasco de The Last of Us 2 y la extrema agenda progre que tiene.
Crisbio
Bueno Crisbio, "Last of Us" ya venía con esa agenda desde su primera edición, dando a entender que la protagonista era lesbiana, realmente no he visto el juego, el primero sí, y no era malo, salvo que es parte de tooooda esa moda de los Zombies que apareció una y otra vez en cómics, series, películas y videojuegos con la emisión televisiva de "The Walking Dead", ahora ya en decadencia.
Creo que aquí lo importante es el rechazo de los gamers, así como se dio el rechazo de los espectadores a "Batwoman" y a la deriva progre de las series de TV de DC Comics. Solo mediante ese rechazo es que se va a impedir que sigan con su adoctrinamiento en lo que debería ser mera diversión.
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