Quizá en estos momentos, el miedo que más existe, más que a caer enfermo de Coronavirus, sea el miedo al futuro tras la epidemia. Sea lo que sea, debemos tener en cuenta que las cosas no van a volver a ser igual... cuanto más dure la crisis provocada por la irrupción de este patógeno, más profundos, e irreversibles serán los cambios.
Primero que nada, he de compartir aquí una columna que leí la semana pasada referente a lo que ha provocado esta pandemia, la misma, es del periodista español José F. Peláez, publicada en su blog personal y en el periódico El Norte de Castilla, el día 17 de marzo último, titulada Lo Normal era Esto. Concuerdo con el articulista en cuanto a que ni nuestros líderes actuales, ni ninguno de nosotros presenció alguna de las grandes epidemias que han asolado periódicamente a la humanidad; la última, la llamada Gripe Española de 1918, ocurrió hace 102 años, lo que ha venido después, por ejemplo, la aparición del SIDA, y las distintas modalidades de influenzas virales que surgieron en los últimos veinte años, o el Ébola, se cebaron sólo en algunos sectores, permanecieron arrinconadas en un espacio geográfico determinado o no se difundieron con la rapidez y letalidad que está mostrando el Coronavirus COVID-19.
En resumen: nadie de nosotros estaba preparado para responder ante una emergencia sanitaria mundial como la actual, nunca hemos estado frente a una guerra generalizada, no hemos padecido una hambruna, ni habíamos --hasta ahora-- vivido una pandemia, que como dice el columnista, son situaciones que han sido la constante en la vida humana desde el principio hasta la llegada, en el siglo XX, de avances médicos, científicos y tecnológicos, que nos han llevado a una forma de vida basada en el confort y en la satisfacción de todas nuestras necesidades y deseos casi con sólo apretar un botón; por supuesto, y como ya algunos me han comentado en otro lado, existen poblaciones que sí se encuentran enfrentados a la realidad de la condición humana, fundamentalmente aquellos provenientes de las clases económicas desfavorecidas, que no tienen acceso a los satisfactores a los que clasemedieros y gente de clase alta sí pueden obtener, o tienen que enfrentarse a la violencia, como tristemente ocurre en México en algunas regiones o zonas, y por supuesto, para los que la enfermedad es una lucha diaria.
Pero en general, hemos creado una civilización y un estilo de vida que nos ha hecho evadir el dolor y el sufrimiento, que nos ha llevado vivir con un bienestar y confort, sustentada además en una economía de consumo, totalmente ajena a las epidemias y otras catástrofes que parecían, hasta el momento, propias del pasado; la realidad es que las modernas ideologías en las que se basaron las construcciones políticas desde la Independencia de EUA se fueron formulando con posterioridad a que el Dr. Edward Jenner descubriera la vacuna contra la Viruela y el horror cotidiano empezara a remitir.
No ha habido Gobierno de la Tierra, actualmente, que parezca que haya actuado con la celeridad y la eficiencia debida para enfrentarse a esta amenaza microscópica, y no es para menos, nadie estaba preparado para ella ni nadie la esperaba. Por supuesto, no existían protocolos para enfrentar una emergencia de este tipo, además de que la propia Globalización, como ya anteriormente lo he mencionado, hizo inevitable su expansión con los movimientos migratorios (hasta un viaje de negocios de un ejecutivo proveniente de, o con destino en China, lo es) y de mercancías. En este sentido, habrá que ver qué indicios existen de cómo será el mundo después de que pase esta pandemia, que parece, será tan trascendente como la Peste Negra en el siglo XIV.
Dice el filósofo español Jesús G. Maestro que pretender diagnosticar el futuro es propio de psicópatas o de adolescentes; y es ante todo, arriesgado, así, es evidente que la pandemia apenas se encuentra en curso, por lo que es muy aventurado pensar, con seguridad, qué efectos va a tener, con seguridad en el aspecto geopolítico, esta situación; aún así, podemos atisbar indicios respecto a la verdadera guerra que se está librando tras bambalinas de la pandemia, misma que se ha convertido, como ya lo había mencionado anteriormente en este espacio, en una "fuerza profunda" que empieza a ser aprovechada por actores políticos para beneficiar sus intereses.
1.- China y Rusia, ¿los ganadores?
No queda duda de la enorme responsabilidad que planea sobre la cabeza del Presidente Xi Jinping y toda la administración encabezada por el Partido Comunista Chino. Es evidente que el Celeste Imperio ocultó la información relativa al inicio de la epidemia, la censura que se ejerció sobre médicos y científicos que pretendieron dar a conocer al mundo lo que estaba pasando en Wuhan, lo cual, de haberse sabido a tiempo, hubiese permitido frenar la epidemia en un 86%, como lo plantea Agustín Laje. A pesar de que ya hay voces y hasta demandas que exigen responsabilidad al Gobierno Chino, el mandatario asiático, lejos de atemorizarse y aceptar las negligencias y errores cometidos que llevaron a desatar esta plaga casi apocalíptica que está golpeando no sólo las vidas de muchas personas, desató, con su cara de sonrisa confuciana y la astucia propia de Sun Tzu, una política o diplomacia sumamente inteligente y a la vez repugnante por su completa inmoralidad y descaro: China aparece ahora como el buen samaritano apoyando a los países más afectados por el Coronavirus en Occidente, como son España e Italia.
Se trata de una operación de "lavado de cara", con el cual, el Gobierno Chino, de ser cuestionado, podrá decir que se hizo responsable y que por ello, decidió apoyar a aquellos países que se vieron más afectados por su "sorpresa" ante la aparición de la enfermedad, que le impidió una rápida reacción. Por otro lado, y como ya lo había mencionado anteriormente, se señala que empresas y gobierno chino han adquirido muchos títulos accionarios de sociedades extranjeras cuyos precios se desplomaron ante la crisis, lo reitero, cuestiones como estas no demuestran que exista una conspiración de parte de los chinos para la dominación mundial, no es así.
Lo que hay es, como lo decía anteriormente, maquiavelismo puro y duro, la estrategia de hacer limonada con los limones que la vida da. China, simplemente, no ha estado viendo en la epidemia sólo una tragedia ante la cual hay que implementar medidas sanitarias y de contención, sino una circunstancia capaz de ser aprovechada para obtener un beneficio, incrementando la capacidad de influencia del Estado... el esquema planteado por Duroselle del que ya les he hablado aquí.
Rusia, liderada por Vladimir Putin no va por menos, al igual que China, pretende aparecer como quien ayuda a los afectados; sin embargo, como dice el periodista español Fernando Díaz Villanueva, las intenciones distan de ser humanitarias o impulsadas por la bondad, sino por toda una agenda destinada a desestabilizar la Unión Europea, misma que se encuentra herida de muerte tanto por el Brexit como por el Coronavirus, y como fin último, acabar con la OTAN. Incluso, Putin se puede permitir el lujo de enviar ayuda humanitaria a Estados Unidos, mostrando la magnanimidad moscovita que acude a ayudar a su rival histórico, dando una imagen de debilidad de éste que contrasta con la presunta fortaleza de Rusia, y por supuesto, el mensaje de la debilidad de las Democracias ante la contundencia de los regímenes autoritarios para enfrentar la pandemia.
Aún así, es demasiado pronto para señalar a ambos imperios asiáticos como ganadores; realmente mucho de lo que pasa dentro de China es un enigma, no sabemos a ciencia cierta qué tensiones internas pueda despertar la inicialmente torpe reacción de la administración de Xi ante la enfermedad; hay quien habla que 21 millones de usuarios chinos de telefonía móvil han desaparecido, algunos, exagerando, dicen que se trata de víctimas de la epidemia, más bien, puede ser la censura sobre las comunicaciones que ferozmente ejecuta el Gobierno Chino, además de que las denuncias y reclamos contra la mentira y malicia con la que se ha comportado el Celeste Imperio se han multiplicado, así que creo que es todavía muy pronto para decir que de esta contingencia se desprenderá una China elevada a Primer Potencia Mundial. Quién sabe, puede que en vez de esto, el Coronavirus muestre como el ascenso chino, que comenzara en 1949 con el triunfo de Mao sobre Chiang, en buena parte se encuentra construido sobre una base de mentiras y abusos.
2.- Cuba, el Parásito:
La inhumana dictadura cubana, en buena medida, se ha mantenido en el poder gracias a una inexplicable "buena prensa", misma que ha difundido siempre la presunta superioridad de la medicina isleña, vendiendo un supuesto sistema de salud casi perfecto y el presunto elevado nivel educativo de los cubanos.
La realidad es que detrás de estas misiones médicas cubanas con las que el Foro de Sao Paulo inundó el continente en los pasados diez años, se encuentran también muchos agentes de inteligencia cubana, mientras que varios de los verdaderos médicos aprovechan la ocasión para desertar y escaparse a la libertad, denunciando la práctica esclavitud a la que se encuentran sometidos, debiendo entregar gran parte de sus sueldos al régimen. Por el contrario, los agentes enviados por éste, se dedican a difundir propaganda y apoyar a movimientos de Izquierda en el país donde se encuentran. Para Italia o Francia, el aceptar la llegada de "médicos" cubanos implica aceptar a un virus quizá más peligroso a la larga que el COVID-19, ¿acaso no recuerda Italia la plaga representada por las Brigadas Rojas que cobraron la muerte del político Aldo Moro? No en balde, Bolsonaro, al llegar a la Presidencia de Brasil, decretó la expulsión de los galenos isleños, ante la posible infiltración de células del régimen cubano.
Por cierto que no es de extrañarse que los separatistas catalanes de Quim Torra estén solicitando la ayuda de La Habana, necesitan la presencia de aliados de su radicalismo.
Muy probablemente, Cuba, ante el posible desmantelamiento del Foro de Sao Paulo y su proyecto bolivariano, con la caída de Evo Morales, el cerco que cada vez se acerca más a Nicolás Maduro por parte de EUA en Venezuela, el tambaleo del Gobierno del PSOE y Podemos en España ante su criminal negligencia frente a la epidemia, la falta de recursos de Argentina vuelta al Kirchnerismo, y la inutilidad absoluta representada por AMLO en México, (habrá un post dedicado enteramente a este tema), anda buscando otros lugares qué parasitar, y ¿porqué no? Una Europa desesperada que se enfrenta como nunca a su decadencia, desnudada por la pandemia, se presta fácilmente a ser infectada por su bacilo comunista.
3.- EUA, Trump se juega todo:
EUA en poco tiempo se ha convertido en el país que, oficialmente, presenta más casos de infectados por el Coronavirus. Tenía que ser, ya que, siendo el país con mayor movimiento de mercancías y de personas, formando con China el tándem que ha estado impulsando la Globalización, a pesar de sus diferencias.
Para Donald Trump, que se encaminaba, como decimos en México "en caballo de hacienda" rumbo a su reelección, sostenido por sus buenos resultados económicos; sin embargo, la contingencia sanitaria, al igual que otras partes del mundo, ha golpeado dichos resultados: el parón de actividades, sobre todo en lugares tan estratégicos como Nueva York, convertido en el epicentro de la epidemia en el país, tendrá consecuencias graves para reducir a nada las metas alcanzadas por la administración del empresario.
Por supuesto, esto está siendo aprovechado por los Demócratas que están atacando al Republicano, señalando cómo minimizó al principio el brote epidémico, y luego tachándolo de racista por referirse a la enfermedad como virus chino, lo cual, como dije anterior, no es en sí mismo racista, es una niñería atacar a Trump por esto, pero es evidente que el partido del burro ya no sabe cómo lucrar políticamente con lo que debería verse como un problema de salud y abordarse como algo que borrara las diferencias de partido e impulsar la unidad nacional. Tras lo que sí fue un abordaje errático por el Presidente --como he dicho al principio de este post, probablemente nadie estaba preparado en el mundo para enfrentar una pandemia de este calibre-- ahora Trump lanza un paquete de apoyos fiscales y estímulos con los que busca paliar los efectos de la pandemia y reactivar la economía cuando ésta pase...
Y el problema es que, nadie sabe, hasta ahora, cuándo pasará esto y cuánto puede durar, y es claro que entre más dure, mayor será el impacto... ¿y entonces? ¿Qué pasará con el proceso electoral estadounidense? Las propias campañas y elecciones primarias al interior del Partido Demócrata se hayan suspendidas, y no cabe duda que la visión que tenga al final el electorado norteamericano sobre la actuación de su gobierno ante la epidemia determinará mucho la pervivencia de éste, o su sustitución por una administración demócrata presidida, muy probablemente por Joe Biden, de quien habría de ver si, tras la aparición de un problema real, continuará con el discurso "progresista" de su partido o cambiará de dirección.
Pero no sólo en EUA, para todo el mundo, mucho de lo que puede pasar estará determinado por la duración de la epidemia y el impacto que la misma tenga sobre la economía y la sociedad. En un próximo post señalaré posibles escenarios que podríamos ver en los próximos meses.
Primero que nada, he de compartir aquí una columna que leí la semana pasada referente a lo que ha provocado esta pandemia, la misma, es del periodista español José F. Peláez, publicada en su blog personal y en el periódico El Norte de Castilla, el día 17 de marzo último, titulada Lo Normal era Esto. Concuerdo con el articulista en cuanto a que ni nuestros líderes actuales, ni ninguno de nosotros presenció alguna de las grandes epidemias que han asolado periódicamente a la humanidad; la última, la llamada Gripe Española de 1918, ocurrió hace 102 años, lo que ha venido después, por ejemplo, la aparición del SIDA, y las distintas modalidades de influenzas virales que surgieron en los últimos veinte años, o el Ébola, se cebaron sólo en algunos sectores, permanecieron arrinconadas en un espacio geográfico determinado o no se difundieron con la rapidez y letalidad que está mostrando el Coronavirus COVID-19.
En resumen: nadie de nosotros estaba preparado para responder ante una emergencia sanitaria mundial como la actual, nunca hemos estado frente a una guerra generalizada, no hemos padecido una hambruna, ni habíamos --hasta ahora-- vivido una pandemia, que como dice el columnista, son situaciones que han sido la constante en la vida humana desde el principio hasta la llegada, en el siglo XX, de avances médicos, científicos y tecnológicos, que nos han llevado a una forma de vida basada en el confort y en la satisfacción de todas nuestras necesidades y deseos casi con sólo apretar un botón; por supuesto, y como ya algunos me han comentado en otro lado, existen poblaciones que sí se encuentran enfrentados a la realidad de la condición humana, fundamentalmente aquellos provenientes de las clases económicas desfavorecidas, que no tienen acceso a los satisfactores a los que clasemedieros y gente de clase alta sí pueden obtener, o tienen que enfrentarse a la violencia, como tristemente ocurre en México en algunas regiones o zonas, y por supuesto, para los que la enfermedad es una lucha diaria.
Pero en general, hemos creado una civilización y un estilo de vida que nos ha hecho evadir el dolor y el sufrimiento, que nos ha llevado vivir con un bienestar y confort, sustentada además en una economía de consumo, totalmente ajena a las epidemias y otras catástrofes que parecían, hasta el momento, propias del pasado; la realidad es que las modernas ideologías en las que se basaron las construcciones políticas desde la Independencia de EUA se fueron formulando con posterioridad a que el Dr. Edward Jenner descubriera la vacuna contra la Viruela y el horror cotidiano empezara a remitir.
No ha habido Gobierno de la Tierra, actualmente, que parezca que haya actuado con la celeridad y la eficiencia debida para enfrentarse a esta amenaza microscópica, y no es para menos, nadie estaba preparado para ella ni nadie la esperaba. Por supuesto, no existían protocolos para enfrentar una emergencia de este tipo, además de que la propia Globalización, como ya anteriormente lo he mencionado, hizo inevitable su expansión con los movimientos migratorios (hasta un viaje de negocios de un ejecutivo proveniente de, o con destino en China, lo es) y de mercancías. En este sentido, habrá que ver qué indicios existen de cómo será el mundo después de que pase esta pandemia, que parece, será tan trascendente como la Peste Negra en el siglo XIV.
Dice el filósofo español Jesús G. Maestro que pretender diagnosticar el futuro es propio de psicópatas o de adolescentes; y es ante todo, arriesgado, así, es evidente que la pandemia apenas se encuentra en curso, por lo que es muy aventurado pensar, con seguridad, qué efectos va a tener, con seguridad en el aspecto geopolítico, esta situación; aún así, podemos atisbar indicios respecto a la verdadera guerra que se está librando tras bambalinas de la pandemia, misma que se ha convertido, como ya lo había mencionado anteriormente en este espacio, en una "fuerza profunda" que empieza a ser aprovechada por actores políticos para beneficiar sus intereses.
1.- China y Rusia, ¿los ganadores?
No queda duda de la enorme responsabilidad que planea sobre la cabeza del Presidente Xi Jinping y toda la administración encabezada por el Partido Comunista Chino. Es evidente que el Celeste Imperio ocultó la información relativa al inicio de la epidemia, la censura que se ejerció sobre médicos y científicos que pretendieron dar a conocer al mundo lo que estaba pasando en Wuhan, lo cual, de haberse sabido a tiempo, hubiese permitido frenar la epidemia en un 86%, como lo plantea Agustín Laje. A pesar de que ya hay voces y hasta demandas que exigen responsabilidad al Gobierno Chino, el mandatario asiático, lejos de atemorizarse y aceptar las negligencias y errores cometidos que llevaron a desatar esta plaga casi apocalíptica que está golpeando no sólo las vidas de muchas personas, desató, con su cara de sonrisa confuciana y la astucia propia de Sun Tzu, una política o diplomacia sumamente inteligente y a la vez repugnante por su completa inmoralidad y descaro: China aparece ahora como el buen samaritano apoyando a los países más afectados por el Coronavirus en Occidente, como son España e Italia.
Se trata de una operación de "lavado de cara", con el cual, el Gobierno Chino, de ser cuestionado, podrá decir que se hizo responsable y que por ello, decidió apoyar a aquellos países que se vieron más afectados por su "sorpresa" ante la aparición de la enfermedad, que le impidió una rápida reacción. Por otro lado, y como ya lo había mencionado anteriormente, se señala que empresas y gobierno chino han adquirido muchos títulos accionarios de sociedades extranjeras cuyos precios se desplomaron ante la crisis, lo reitero, cuestiones como estas no demuestran que exista una conspiración de parte de los chinos para la dominación mundial, no es así.
Lo que hay es, como lo decía anteriormente, maquiavelismo puro y duro, la estrategia de hacer limonada con los limones que la vida da. China, simplemente, no ha estado viendo en la epidemia sólo una tragedia ante la cual hay que implementar medidas sanitarias y de contención, sino una circunstancia capaz de ser aprovechada para obtener un beneficio, incrementando la capacidad de influencia del Estado... el esquema planteado por Duroselle del que ya les he hablado aquí.
Rusia, liderada por Vladimir Putin no va por menos, al igual que China, pretende aparecer como quien ayuda a los afectados; sin embargo, como dice el periodista español Fernando Díaz Villanueva, las intenciones distan de ser humanitarias o impulsadas por la bondad, sino por toda una agenda destinada a desestabilizar la Unión Europea, misma que se encuentra herida de muerte tanto por el Brexit como por el Coronavirus, y como fin último, acabar con la OTAN. Incluso, Putin se puede permitir el lujo de enviar ayuda humanitaria a Estados Unidos, mostrando la magnanimidad moscovita que acude a ayudar a su rival histórico, dando una imagen de debilidad de éste que contrasta con la presunta fortaleza de Rusia, y por supuesto, el mensaje de la debilidad de las Democracias ante la contundencia de los regímenes autoritarios para enfrentar la pandemia.
Aún así, es demasiado pronto para señalar a ambos imperios asiáticos como ganadores; realmente mucho de lo que pasa dentro de China es un enigma, no sabemos a ciencia cierta qué tensiones internas pueda despertar la inicialmente torpe reacción de la administración de Xi ante la enfermedad; hay quien habla que 21 millones de usuarios chinos de telefonía móvil han desaparecido, algunos, exagerando, dicen que se trata de víctimas de la epidemia, más bien, puede ser la censura sobre las comunicaciones que ferozmente ejecuta el Gobierno Chino, además de que las denuncias y reclamos contra la mentira y malicia con la que se ha comportado el Celeste Imperio se han multiplicado, así que creo que es todavía muy pronto para decir que de esta contingencia se desprenderá una China elevada a Primer Potencia Mundial. Quién sabe, puede que en vez de esto, el Coronavirus muestre como el ascenso chino, que comenzara en 1949 con el triunfo de Mao sobre Chiang, en buena parte se encuentra construido sobre una base de mentiras y abusos.
2.- Cuba, el Parásito:
La inhumana dictadura cubana, en buena medida, se ha mantenido en el poder gracias a una inexplicable "buena prensa", misma que ha difundido siempre la presunta superioridad de la medicina isleña, vendiendo un supuesto sistema de salud casi perfecto y el presunto elevado nivel educativo de los cubanos.
La realidad es que detrás de estas misiones médicas cubanas con las que el Foro de Sao Paulo inundó el continente en los pasados diez años, se encuentran también muchos agentes de inteligencia cubana, mientras que varios de los verdaderos médicos aprovechan la ocasión para desertar y escaparse a la libertad, denunciando la práctica esclavitud a la que se encuentran sometidos, debiendo entregar gran parte de sus sueldos al régimen. Por el contrario, los agentes enviados por éste, se dedican a difundir propaganda y apoyar a movimientos de Izquierda en el país donde se encuentran. Para Italia o Francia, el aceptar la llegada de "médicos" cubanos implica aceptar a un virus quizá más peligroso a la larga que el COVID-19, ¿acaso no recuerda Italia la plaga representada por las Brigadas Rojas que cobraron la muerte del político Aldo Moro? No en balde, Bolsonaro, al llegar a la Presidencia de Brasil, decretó la expulsión de los galenos isleños, ante la posible infiltración de células del régimen cubano.
Por cierto que no es de extrañarse que los separatistas catalanes de Quim Torra estén solicitando la ayuda de La Habana, necesitan la presencia de aliados de su radicalismo.
Muy probablemente, Cuba, ante el posible desmantelamiento del Foro de Sao Paulo y su proyecto bolivariano, con la caída de Evo Morales, el cerco que cada vez se acerca más a Nicolás Maduro por parte de EUA en Venezuela, el tambaleo del Gobierno del PSOE y Podemos en España ante su criminal negligencia frente a la epidemia, la falta de recursos de Argentina vuelta al Kirchnerismo, y la inutilidad absoluta representada por AMLO en México, (habrá un post dedicado enteramente a este tema), anda buscando otros lugares qué parasitar, y ¿porqué no? Una Europa desesperada que se enfrenta como nunca a su decadencia, desnudada por la pandemia, se presta fácilmente a ser infectada por su bacilo comunista.
3.- EUA, Trump se juega todo:
EUA en poco tiempo se ha convertido en el país que, oficialmente, presenta más casos de infectados por el Coronavirus. Tenía que ser, ya que, siendo el país con mayor movimiento de mercancías y de personas, formando con China el tándem que ha estado impulsando la Globalización, a pesar de sus diferencias.
Para Donald Trump, que se encaminaba, como decimos en México "en caballo de hacienda" rumbo a su reelección, sostenido por sus buenos resultados económicos; sin embargo, la contingencia sanitaria, al igual que otras partes del mundo, ha golpeado dichos resultados: el parón de actividades, sobre todo en lugares tan estratégicos como Nueva York, convertido en el epicentro de la epidemia en el país, tendrá consecuencias graves para reducir a nada las metas alcanzadas por la administración del empresario.
Por supuesto, esto está siendo aprovechado por los Demócratas que están atacando al Republicano, señalando cómo minimizó al principio el brote epidémico, y luego tachándolo de racista por referirse a la enfermedad como virus chino, lo cual, como dije anterior, no es en sí mismo racista, es una niñería atacar a Trump por esto, pero es evidente que el partido del burro ya no sabe cómo lucrar políticamente con lo que debería verse como un problema de salud y abordarse como algo que borrara las diferencias de partido e impulsar la unidad nacional. Tras lo que sí fue un abordaje errático por el Presidente --como he dicho al principio de este post, probablemente nadie estaba preparado en el mundo para enfrentar una pandemia de este calibre-- ahora Trump lanza un paquete de apoyos fiscales y estímulos con los que busca paliar los efectos de la pandemia y reactivar la economía cuando ésta pase...
Y el problema es que, nadie sabe, hasta ahora, cuándo pasará esto y cuánto puede durar, y es claro que entre más dure, mayor será el impacto... ¿y entonces? ¿Qué pasará con el proceso electoral estadounidense? Las propias campañas y elecciones primarias al interior del Partido Demócrata se hayan suspendidas, y no cabe duda que la visión que tenga al final el electorado norteamericano sobre la actuación de su gobierno ante la epidemia determinará mucho la pervivencia de éste, o su sustitución por una administración demócrata presidida, muy probablemente por Joe Biden, de quien habría de ver si, tras la aparición de un problema real, continuará con el discurso "progresista" de su partido o cambiará de dirección.
Pero no sólo en EUA, para todo el mundo, mucho de lo que puede pasar estará determinado por la duración de la epidemia y el impacto que la misma tenga sobre la economía y la sociedad. En un próximo post señalaré posibles escenarios que podríamos ver en los próximos meses.
2 comentarios:
Respecto a Biden hay varias teorías, como la del actor James Woods, que asumen que ante el evidente deterioro mental del ex-vicepresidente, por lo que lo hemos podido ver gritando a trabajadores en Detroit, confudiendo los estados del país en los cuales se encuentra, fechas y nombres, no muy diferente de nuestro propio mandatario, el partido fundador del Klan impondrá como vicepresidenta a una ex-primera dama, ya sea a la Clinton o a la "señora" Obama, para que así, cuando el senil presidente ya no pueda realizar sus funciones por deficiencia mental, la seleccionada asuma la conducción del país e imponga todo tipo de porquerías fomentadas por las élites demócratas y sus aliados de los medios y la industria del entretenimiento, además de terminar de convertir a nuestro vecino del norte en otro país bananero del montón.
Sin duda que un nuevo mundo esta en gestación, tristemente muchas vidas se han perdido y todavía no sabemos la verdadera magnitud de la pandemia, nos queda confiar en Dios y acatar las medidas necesarias nosotros mismos, ante la evidente incapacidad y abierta vileza de nuestro propio gobierno. Desgraciademente para México esta situación traerá consecuencias gravísismas y muchos aún no se percatan del peligro que se cierne sobre nosotros.
En esta entrega de Contracara, una conversación muy interesante acerca de la situación actual, y de cómo poder enfrentar los graves problemas que atraviesa toda la comunidad mundial.
Investigar en: www.andreaskalcker.com y en www.saludprohibida.com
https://www.youtube.com/watch?v=4RRy8ZC-9mM
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