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24 de marzo de 2016

AHORA: BRUSELAS


Pues todo indica que el Estado Islámico se encuentra ganando la guerra, pese a la intervención rusa, sobre la que hablaré en el próximo post, tan súbitamente interrumpida, las fuerzas del Califa Abú Bakr II Al-Baghdadí no han perdido en nada su capacidad para entrenar, dirigir y coordinar células capaces de realizar ataques en el exterior, con más fuerza ahora que los anteriores atentados en París contra la revista Charlie Hebdo o la masacre de la sala de conciertos Bataclán, los que se pueden considerar fueron meros ensayos de lo que se venía encima.

Si bien puede que en el "frente convencional" los islamistas estén perdiendo la contienda ante las reforzadas tropas del Bashar el Assad en Siria, debilitados por los bombardeos rusos y occidentales, también es cierto que bien pueden estar preparando el trasladar el teatro de operaciones al Viejo Continente a través de una guerra de guerrillas y, como ya se había adelantado, por conducto de células o comandos pequeños que harán ataques esporádicos, contundentes y demoledores, a fin de establecer un reinado del terror; para esto, la oleada de refugiados que han salido de Siria, Irak, Libia o Túnez ha servido excelentemente para la infiltración; lo que ya también habíamos comentado: resulta curioso que la mayoría de los presuntos solicitantes de refugio sean hombres jóvenes, en edad militar y excelente condición física, más propia de combatientes que de hambrientos afectados por el conflicto, además de que resulta bastante curioso que otros países islámicos desarrollados como Arabia, Emiratos o Qatar se hayan negado a recibirlos y sí en cambio, hayan hasta financiado el traslado de estas personas a Europa Occidental y en particular fijado como destino a Alemania.

Cabe preguntarse porqué estos hombres fuertes y sanos, en vez de huir cobardemente del ISIS, no hayan decidido quedarse en Siria a enfrentarlo; pero además, resulta impresionante la ingenuidad, o el contubernio de las autoridades europeas que han permitido y aceptado el éxodo gigantesco que les ha llegado. Lo que es más y como ya lo señalaba en un post anterior, han dejado que los recién llegados cometan una serie de abusos contra habitantes locales, particularmente mujeres, como considerando que ya se encuentran en territorio conquistado y se encuentran disfrutando ya del botín de guerra en el que se cuentan, por supuesto, las féminas de los vencidos.

El que se hayan cometido estos terribles ataques contra el aeropuerto de Bruselas y estaciones del metro en la misma ciudad, capital tanto del Reino de Bélgica como de las instituciones comunitarias europeas y de la OTAN muestra la enorme fragilidad del Viejo Continente dominado por la Izquierda Socialdemócrata y buenista, pacifista y para la que son temas de mayor importancia el veganismo, la homosexualidad o el uso de la bicicleta antes que la seguridad de los ciudadanos, evidencia que los órganos de Inteligencia son inoperantes e incapaces de detectar y prevenir la acción de los grupos islamistas en territorio europeo; ha quedado más que evidente el sucio contubernio entre los gobiernos occidentales y las tiranías islámicas como la Saudita, la Qatarí o la Emiratí que se cubren detrás de sus enormes inversiones y participación en negocios para ganar impunidad a nivel internacional: a nadie se le ocurriría hacer una invasión para "democratizar" Arabia e instalar en Riyad a una República democrática y representativa en vez de la Monarquía wahabista que la rige, ni bombardear Dubai para liberar a los esclavos malayos, filipinos, hindúes o somalíes que trabajan en sus proyectos inmobiliarios, cuando los mismos políticos que día y noche recitan el credo de la Democracia y los Derechos Humanos son socios de negocios de los jeques que financian al terrorismo.

Ahora, después de los hechos, resulta doblemente preocupante ver la reacción, por un lado, de los liderazgos y por otro, de la gente, para los primeros, está el pasmo, el no saber qué hacer, o de plano la huída: primero que nada, aparentemente parece que no existe una estrategia planeada y consensada para hacer frente a la amenaza del terrorismo y la presencia de grupos infiltrados en el continente; las acciones policiales desatadas tanto por Francia como por Bélgica para dar con y capturar a la mente maestra detrás de los atentados de noviembre pasado en París no demostraron ser suficientes; por otro lado, parece que no habrá cambios en la política migratoria, sino que seguirá recibiéndose a la cantidad ingente de personas sin poder hacer nada para filtrar a los solicitantes de refugio; cualquier cosa antes de parecer antidemocráticos, racistas o excluyentes cuando el gol es lograr una "sociedad multicultural" y plenamente "respetuosa de los derechos humanos" o de la "diversidad". En el caso de Obama, la reacción no puede ser más extraña: pese a haber sido atacada la ciudad que alberga a la sede central de la principal alianza militar que encabeza EUA, no hubo cambio alguno en su agenda de visita a Cuba, sobre la que hablaré en otra parte, y a Argentina, en lo que pareció, en su visita a la isla, como una claudicación ante la dictadura de los Castro que se han alzado con la victoria tras 57 años de tensión, sin que haya esperanzas de cambios reales para los cubanos, sino impunidad asegurada para uno de los regímenes más sangrientos de este hemisferio, y a Argentina, donde reinó un clima vacacional, de frivolidad e indiferencia que se ilustra en el baile del tango presidencial. Tal parece que el afroamericano, consciente del fracaso que ha representado su mandato, y sin saber cómo terminarlo con al menos algo de dignidad y guardando las formas, ha decidido terminar disfrutando de las delicias del poder que jamás supo ejercer.

En segundo lugar, la gente: ésta se encuentra contaminada tras cincuenta años de "amor y paz" por una postura pacifista al extremo, no desea luchar, cree que con sus lágrimas, altares laicos de velas, flores y peluches --pues han olvidado rezar y ahora se señala a la Religión (al Cristianismo, curiosamente y no al Islam) como única causa de los conflictos-- poner la bandera del país atacado y exhortar al diálogo, a no demonizar al Islam y a la apertura con vacuos mensajes de amor pintados con gis en el piso; como dijo Pérez Reverte: "Los jihadistas deben estar acojonados por las florecitas, las velitas y nuestro enérgico 'todos somos Bruselas'. Y hasta la próxima..." No en balde, ha trascendido que en las redes sociales islamistas circula una encuesta sarcástica: ¿Con los colores de qué bandera crees que será la próxima iluminación de la Torre Eiffel? 

Poco me queda más que decir, salvo que concuerdo plenamente con la columna del periodista español Carlos Esteban: Bruselas y los Ultimos Días de Occidente, carecemos de liderazgos capaces de defender nuestra civilización, cuando hasta el mismo Papa Francisco I ha claudicado ante el discurso globalista y se pone de alfombra ante el Islam con el discurso buenista y "humanitario"  y la mayoría de las personas no están conscientes de la delicadísima situación en la que estamos viviendo y lo trascendente de nuestros tiempos. Como bien dice este columnista: moriremos a causa de nuestra estupidez. No hay marcha atrás.
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¿Porqué no somos Ankara?

Se ha señalado que ante estos hechos, se ha olvidado lo que ha ocurrido en Nigeria, Kenya o como en estos últimos días pasó, en Ankara, capital de Turquía. Mucha de esta falta de solidaridad ocurre no por la malignidad de Occidente, sino por que las personas de este lado del mundo no se identifica tan fácilmente con personas que son de otras regiones o ámbitos culturales; la realidad es que, por ejemplo, México posee vínculos innegables y directos con Francia que provienen desde el siglo XVIII con el afrancesamiento del Imperio Español tras la llegada al poder de los Borbón, dos enfrentamientos armados entre México y París, y la enorme influencia que ejerció en temas políticos y culturales Francia sobre nuestro país durante el siglo XIX y en particular durante el Porfiriato; mientras que difícilmente tendremos elementos comunes con Nigeria o cualquier otro país subsahariano.

En el caso de los atentados de Ankara pesan otros factores, además de la cultura islámica y del pasado agresor otomano: cada vez queda más claro que Reccep Tayyip Erdogan y su partido islamista está actuando en consonancia para establecer un régimen dictatorial y además confesional, acabando de una vez con los remanentes de la república laica fundada por Mustafá Kemal Atatürk tras la caída del Califato Otomano, lo que ha quedado patente en su campaña por acabar con la libertad de expresión e independencia de la prensa escrita. De igual modo, cada vez crecen más las evidencias sobre la vinculación de Turquía con el ISIS y el cómo ha atacado arteramente a los Kurdos que luchan contra las fuerzas del nuevo y autoproclamado Califa Abú Bakr II Al-Baghdadí.

Así que los atentados o bien pudieron ser obra de opositores a Erdogán, de los Kurdos intentando una represalia contra la política de exterminio desatada por éste, o incluso, sabiendo que el Presidente turco es una mente siniestra, podría ser hasta un autoatentado planeado con manera de lavar su imagen y decir que también es víctima de los islamistas radicales.

Por esa razón, yo puedo ser francés o belga en solidaridad, pero jamás turco...

5 comentarios:

Itzayana-chan dijo...

Buenas noches señor Yorch, quisiera preguntarle si usted ha escrito algun libro :3 con todo lo que escribe aqui como un...¿pasa tiempo? que es ta informativo, me encantaria leer lo que usted ha escrito de forma academica.

Espero no ser indiscreta,y feliz Semana Santa.

Anónimo dijo...

Muchos de mis conocidos se desviven por ir a Europa. Sin embargo, considero que se ha convertido en un muladar en parte gracias a sus malos gobiernos y la pereza de su población. La Europa que me habría gustado conocer era cuando en Inglaterra gobernaba la Reina Victoria o los Habsburgo en Austria. ¡Que tiempos tan lejanos! Hoy, en cambio, parece que los Europeos se esmeran en poner a pigmeos, comparados con los gigantes que ya mencione.

Anónimo dijo...

La Europa actual en mi opinión es un muladar. Soy estudiante universitario y he de decir que muchos de mis compañeros sueñan con ir a estudiar, o de plano vivir en el Viejo Continente. Sin embargo, a mi no me llama la atención debido a que a mi me habría gustado conocer la Europa de hace dos siglos, cuando la Reina Victoria estaba en el trono de Inglaterra, o la Francia de Napoleón III cuando París era el centro político y, por supuesto, la Alemania de Bismarck y la Austria de los Habsburgo. Ellos sí eran gigantes, los actuales gobernantes de Europa ni a pigmeos llegan.

Juan Jose dijo...

Escribe algo de la historia de México mejor

Anónimo dijo...

Excelente analisis. Saludos.