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12 de abril de 2013

¿ESTAMOS AL BORDE DE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?




La respuesta a esa pregunta, al decir de algunos expertos es "Sí" y no solo por la enorme agitación que vemos en el Medio Oriente desde el año 2011 o por la tensión en Corea, esos son apenas síntomas de una situación que se ha estado complicando desde tiempo antes, quizá empezó a cocinarse desde 1989 con la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la URSS y el Bloque Socialista, lo que puso fin al orden establecido tras la II Guerra Mundial; evidentemente, hoy estamos ante una situación que he descrito ya en este blog en cuanto al cambio del poder mundial de Occidente (compuesto por Europa y América) a Asia y sus grandes imperios que subsisten o se están reconstruyendo: China, Rusia, la India, Japón incluso, Irán y el Islam Sunnita.

Pero todo esto tiene una razón: la Economía, y según algunos expertos, esto tiene que ver con la llamada "Teoría de los Ciclos Económicos"... esto me recuerda un poco a las novelas de Isaac Asimov respecto al "Ciclo de la Fundación" y la idea central de las mismas: la Psicohistoria, una disciplina científica, una teoría matemática avanzadísima en cuanto al cálculo de probabilidades que permitía predecir el desarrollo de la Historia a futuro y así planificar el desarrollo de las sociedades: en sus novelas, Asimov planteaba que el matemático Hari Seldon, ante la decadencia de un gigantesco Imperio Galáctico, conformado por todos los planetas colonizados por la raza humana dentro de los 10,000 años posteriores al siglo XX, se determinaba planear, paso a paso, el surgimiento, el desarrollo y la expansión de un nuevo Imperio que evitara la caída en la barbarie, a ese proyecto le denomina "la Fundación" situada en un planeta periférico llamado Términus, su realización era sin embargo planificada en secreto por un grupo de sabios matemáticos y estadísticos situados en las ruinas de la capital imperial, el planeta-ciudad de Trantor, escondidos en la Biblioteca, en la llamada "Segunda Fundación"; la idea, ciertamente inquietante y atractiva, puede no ser del todo descabellada, y algunos economistas, desde hace unos cien años, (antes de que Asimov iniciara la redacción de sus obras, en la década de los cuarenta, muy probablemente influenciado por esas teorías, junto con la psicología de masas y la sociología) han planteado que la Historia se mueve íntimamente ligada a la economía y a ciclos intermitentes de expansión y depresión.

Las etapas de expansión suelen ser pacíficas, las etapas depresivas, por el contrario, generan incertidumbre y violencia, culminando con un gran estallido que es como una especie de "reset" del sistema social, político e internacional, y eso es muy cierto, por lo menos veamos el caso de México: la Guerra de Independencia coincidió con la finalización de un periodo de gran expansión económica para la Nueva España, como fue el siglo XVIII y el inicio de una etapa de carestía, lo mismo ocurrió con la Revolución en 1910, tras la expansión del Porfiriato se vino un periodo de escasez provocado por sequías, hoy en día, vivimos no un movimiento político --al menos todavía no-- como hace 100 o 200 años, pero sí una gran violencia y efervesencia social, y esto tiene que ver con una depresión en nuestra economía tras una etapa de relativo crecimiento. Este fenómeno, que graficado muestra una secuencia de crestas y valles, recibe el nombre de "Ondas de Kondratiev" por el economista ruso Nicolai Dimitrievich Kondratiev, y en la gráfica que vemos al inicio de esta entrada se grafican esas crestas, correspondientes a etapas de gran crecimiento económico, seguidos de hundimientos que muestran periodos de depresión y su coincidencia con épocas de violencia en Estados Unidos: la Guerra de 1812 con Inglaterra, la Invasión a México, la Guerra Civil o la Primera Guerra Mundial, como puede verse, estos conflictos bélicos coinciden con la llegada a la punta más alta de cada cresta antes de darse la caída.

Kondratiev, (en la foto) ciertamente trabajó en los inicios del régimen soviético y por tanto, formuló su teoría investigando los defectos del Capitalismo dentro del pensamiento Marxista; aún así, fue un disidente en muchos aspectos y su crítica para con el colectivismo de Stalin le costó la vida en las Purgas de 1938; sin embargo, su tesis de los ciclos económicos ha sido adoptada en el mundo occidental para explicar los fenómenos de expansión y contracción económica, mismos que no son propios del Capitalismo.

Así, en el pasado podemos ver que los ciclos económicos estudiados por el especialista ruso también se han presentado y ha coincidido con etapas de expansión en su cúspide y caída a épocas de contracción, ahora, una "Guerra Mundial" sólo puede darse en el ámbito de la existencia de los Estados Nacionales, forma de organización política surgida en Europa, pero que ya para inicios del siglo XX se encontraba extendida a otros rincones del mundo, como América o Asia; por ello, se considera que el conflicto de 1914 fue el primero de este tipo, aunque ya antes se dieron conflictos generalizados entre los Estados europeos, el primero de todos fue la Guerra de los 30 Años, el siguiente, la Guerra de Sucesión Española, después aunque hubo un conflicto menor como la Guerra de 7 Años, el conflicto que bien pudo haberse considerado mundial fue el encarnado en las Guerras Revolucionarias y Napoleonicas que enfrentaron a Francia contra las coaliciones de varias potencias europeas, e incluso, en la Guerra de 1812 entre EUA e Inglaterra y las Independencias Iberoamericanas tuvieron una especie de extensión más allá del Viejo Continente, de modo que, en realidad y siendo más estrictos, los dos grandes conflictos armados del siglo XX habrìan sido la III y la IV Guerras Mundiales.

Si nos asomamos al panorama económico de tales conflictos, podemos comprender que la Guerra de los Treinta Años se desató en una época en que el crecimiento económico europeo, estimulado por el descubrimiento, conquista y colonización de América había llegado a su punto culminante, este crecimiento propició una gran desigualdad entre Estados y entre las personas, con España situada como la principal potencia y la que aparecía como controladora de la mayor parte de la riqueza, aunque tambièn, ya antes de que Colòn llegara a este continente y abriera la puerta de sus tesoros para la construcciòn de una economìa verdaderamente mundial, la expansiòn econòmica europea ya habìa comenzado, y gracias a ella es que se impulsaron los viajes de exploraciòn tanto por España como por Portugal; Dicha expansiòn habìa comenzado tras la reconstrucciòn europea despuès de la Peste Negra que asoló Europa, la cual fue el fondo de uno de los valles de la "Onda de Kondratiev" (posterior a la expansión económica de los siglos XI a XIII y que estimuló un conflicto: las Cruzadas), pero la despoblación, el reforzamiento del poder central de los reyes y la gran disponiblidad de bienes posterior a la epidemia propició una gran expansión que se reflejó en el Renacimiento: la Reforma Protestante y las Guerras de Religión labraron el camino para la Guerra de los Treinta Años, primer conflicto verdaderamente pan-europeo y del que surgieron muchas de las rivalidades entre potencias que terminarían por reventar en las Guerras Mundiales, ademàs de la comunidad internacional, ya no concebida como la Cristiandad unificada y confrontada con el Mundo Islàmico, por ejemplo, sino como la conformada por distintos Estados relacionados entre sì, a veces en forma pacìfica, a veces violenta.

Las Guerras de la Revolución Francesa y las Napoleónicas, por su parte, se dieron tras la etapa de gran expansión que significó la revolucìón Industrial en el siglo XVIII, después del foso que fue el siglo XVII posterior a la Guerra de los 30 Años, posteriormente vino una etapa deprimida que duró hasta 1870, en que comenzó la llamada Belle Epoque y que significó otra onda expansiva, para venir luego, en su punto culminante, la Gran Guerra en 1914, vino un proceso de derrumbe econòmico generalizado y en el fondo del mismo, tras la crisis de 1929, vino la Segunda Guerra Mundial.

La economía, actualmente, se encuentra al final de una etapa de expansión que inició en los años 80 yu tuvo su mayor auge en los noventa, posteriormente, al cambiar el siglo, se vino una etapa de desplome económico, y el resultado es la creciente tensión que estamos sintiendo desde el año 2001.

¿Estallará la guerra ahora en la península coreana? Es difícil decirlo o adivinarlo ante el hermetismo de Corea del Norte, y a los frecuentes chantajes a que nos tiene acostumbrados, la realidad es que ese es uno de los puntos candentes del globo, como lo es el Medio Oriente, lo que nos indica la tesis de Kondratiev no es tanto la inminencia de la guerra, sino que la situación actual, lo mismo que otras similares en el pasado, han derivado en conflictos, estamos ante un caldo de cultivo, y al igual que en el pasado, existe una potencia hegemónica que ahora es vista como el ídolo de barro a derrumbar. Los expertos consideran que la Guerra puede estallar dentro de un periodo de 10 años, puede que en Corea o en otra parte, eso es lo de menos, lo que ellos usan como base para determinar esto surge de los Ciclos de Kondratiev, que prevé la sucesión de los ciclos de expansión y depresión en intervalos de 40 o 60 años aproximados.

Los Occidentales tememos a la Guerra, dominados por el Irenismo, creemos en el pacifismo absoluto predicado por John Lennon o tenemos una idea demasiado espiritual o elevada de Ghandi, quien en realidad fue uno de los políticos más astutos del siglo XX antes que una especie de profeta y para nada fue un universalista preocupado por la humanidad, cuando en realidad fue un nacionalista recalcitrante y por contraste, un sincero admirador de la cultura británica. Los asiáticos en cambio, ven en la guerra algo duro y terrible, pero lo ven como algo connatural a la existencia humana que conlleva sus riesgos y es intrínsecamente atroz, sin embargo, también lo consideran muchas veces inevitable por la naturaleza humana tendiente al conflicto.

Así, un amigo me hizo ver que para los rusos por ejemplo, los muertos en las operaciones de rescate en aquel incidente del secuestro en un teatro de Moscú o el de la escuela de Beslán son vistos como perdidas inevitables o colaterales que no fue posible evitar, pero finalmente se reconoce la acción del Gobierno para acabar con una situación de grave vulneración del orden o de daño a la sociedad, escogen el mal menor y saben que la violencia, por parte del Estado era necesaria, en México en cambio, ante los bloqueos y agresiones de los miembros del Sindicato de Maestros en Guerrero, Michoacán y Oaxaca, el Estado no actúa para reducir a quienes amenazan con provocar un estallido social y han causado daños a terceros por temor a quedar como represor y tiránico, basta recordar lo ocurrido tras los disturbios impulsados por la Izquierda radical el pasado 1 de diciembre, en que al final nadie fue culpable de los actos vandálicos pese a estar filmados en video.

Por esa razón, cosa extraña en todo el mundo, en Rusia son éxito las canciones guerreras, como Katyusha o la Canción de los Cosacos del Don, o En el Bosque cerca del Frente o Día de la Victoria y hasta son versionandas por estrellas pop de la farándula del Gigante Eslavo:



¿Estamos listos para lo que posiblemente se viene?

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