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10 de agosto de 2012

SIRIA Y LA TORMENTA QUE VIENE



Como hace 4 años en que el mundo iniciaba la fiesta olímpica en Pekín al tiempo que el Ejército Rojo entraba a sangre y fuego en Georgia, después de que el gobierno de Mikhail Shaakasvili, sintiéndose soberbio y protegido por Washington, tratara de apoderarse de los enclaves rusos de Ossetia del Sur y Abkhasia, hoy en día, mientras se juegan las Olimpiadas en Londres la batalla ruge en Siria, en una situación ya fuera de control y que amenaza con propagarse a todo el Medio Oriente, y, es de temerse, que más allá por las implicaciones que conlleva el conflicto en ese lugar tan estratégico.

Siria es un tablero donde se está jugando un peligroso juego de "Age of Empires" con muertos reales y destrucción verdadera, y donde se está demostrando que la "Realpolitik" se impone por encima del ya anacrónico orden jurídico e institucional internacional surgido de la Segunda Guerra Mundial. La ONU ha quedado paralizada gracias al derecho de veto de dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Rusia y China, que han impedido todo tipo de presión internacional o una intervención militar "humanitaria" a fin de detener el río de sangre que baña las llanuras de tan bíblica región, Koffi Annan, ex-Secretario General de la máxima organización mundial ha renunciado a su puesto de enviado especial tanto de ésta como de la Liga Arabe a fin de ejercer como mediador entre los bandos enfrentados, ante lo que él opina, es una situación entrampada en que ante cualquier propuesta de un plan de paz termina bloqueada por todos los intereses que se encuentran en juego.

Pero también quien ha complicado las cosas es EUA y su extraña política al respecto, o en torno a toda la "Primavera Arabe", a veces me da la impresión de que ni Barack Obama, ni Hillary Clinton han podido, en lo que va de este cuatrienio, conformar una política exterior coherente --¡vamos! ni siquiera al interior han logrado concertar esfuerzos o sumar voluntades y decisiones para resolver la problemática económica o la situación migratoria-- han continuado con la misma tónica que Bush y los Neoconservadores, pero además, sin objetivos claros más allá de continuar intentando cambiar el panorama de Medio Oriente para favorecer a Israel y a la vez, mantener el petróleo fluyendo de la región, no hay nada nuevo en ello y es más o menos lo que han estado haciendo los Gobiernos norteamericanos desde el nacimiento del Estado de Israel.

Favorecer al Estado Judío implica debilitar o impedir que los Estados musulmanes vecinos lleguen a ser más fuertes que aquél, y que Israel, sostenido por el financiamiento y las armas norteamericanas siga siendo un instrumento de influencia en la región y de ejercicio del poder norteamericano.

Sin embargo, las cosas han cambiado en los últimos 10 años desde el 11 de septiembre del año 2001, en primer lugar, en la propia región el desarrollo de las petromonarquías del Golfo: Emiratos, Qatar, Arabia Saudita, Omán y Kuwait, así como de Turquía, les ha llevado a querer ejercer una política propia y beneficiar sus intereses, con independencia de los dictados de EUA, su aliado tradicional. Por otro lado, el surgimiento de China y la India como potencias globales, y el resurgimiento de Rusia llevaron a que Washington no sea el único que se sienta con la capacidad para intervenir en una zona que contiene las mayores reservas de energéticos del mundo. Ahí también entra Irán, que en los últimos años ha logrado también, pese a su aislamiento internacional, o quizá debido al mismo, ha llegado también a conformar su propia agenda, y finalmente, esa propia agenda persa es la que está siendo controvertida y es causa del conflicto en Siria

Para entender cómo se llegó a esta situación, veamos, en línea temporal, todos y cada uno de los acontecimientos que han llevado al surgimiento del conflicto sirio:


  1. 1979--Derrocamiento del Sha Mohamhed Reza Phaleví en Irán e instauración de la República Islámica, que nacionaliza la industria petrolera y entra directamente en conflicto con los intereses occidentales en los hidrocarburos iraníes y que habían sido la base para el apoyo brindado por EUA y Europa a la tiránica monarquía persa.
  2. 1979--Tratado de paz entre Israel y Egipto, que es el primer país islámico y de lengua árabe que reconoce a Israel, lo que hace que el gobierno laicista y pro-occidental de los militares egipcios pase a ser aliado de EUA, cuando al principio, bajo Nasser, había sido sólido aliado de los rusos.
  3. 1978-1989--Invasión Soviética a Afganistán, los moscovitas reinician uno de los grandes proyectos zaristas que había sido el buscar una salida al Indico mediante la conquista de Afganistán y Pakistán, como respuesta, se generan movimientos de la población local que gozan del apoyo norteamericano,  entre los que se encuentra el Talibán, y que culminará con la derrota de los Rusos, lo que será clave para el derrumbe económico del sistema comunista.
  4. 1980-1988--Guerra Irán-Irak, en la que los Norteamericanos apoyan a Saddam Hussein, un dictador laico, pro-occidental y con ideas socialdemócratas contra el régimen de inspiración religiosa en la antigua Persia, como resultado, Irak se convierte en la cuarta potencia militar del mundo y el aliado más importante de EUA en la región después de Israel.
  5. 1982--Irán asume como bandera la causa de Palestina, apoyando a la OLP y creando la milicia Hezbollá en Líbano, aliándose para ello con Siria que es gobernado por el Partido Baath, que, pese a ser parte del mismo movimiento al que pertenece Hussein en Irak, es controlado aquí por la minoría chiíta siria, representada por el Presidente Hafez el-Assad, además, tanto Irán como Siria reciben el apoyo de la Rusia comunista en contra de Irak e Israel, aliados de EUA en la región. De esta forma, Irán busca hacer causa común con los demás países de la zona, que tradicionalmente lo han rechazado por ser un país mayoritariamente chiíta.
  6. 1990-1991--Invasión de Kuwait por Irak y Guerra del Golfo: Saddam Hussein piensa que, por gratitud, al mantener "ocupado" a Irán durante 8 años, los Norteamericanos le premiarán dejándole convertirse en una potencia regional por derecho propio y monopolizando las mayores reservas petrolíferas del mundo. Por el contrario, las potencias occidentales destruyen su poder militar y le castigan con sanciones económicas que hunden a Irak, hasta entonces una economía emergente; entre tanto, Irán, a pesar de un aislamiento impuesto por Washington, gozará durante los noventa de un periodo de gran estabilidad interna y paz que le permite ir desarrollando varias tecnologías civiles y militares como la informática o la aeroespacial, así como empieza a atraer inversiones europeas, rusas y chinas, bajo los gobiernos de Alí Khamenei y Mohamhed Al-Khatami.
  7. Década de los 90:
  •  Osama Bin Laden, que ha construido una poderosa organización paramilitar: Al-Qaeda que aglutina a diversos movimientos radicales islámicos se rebela contra el Gobierno Saudita y contra EUA rechazando la presencia occidental en Arabia y en Medio Oriente, comete el primer atentado contra el World Trade Center de Nueva York y la embajada norteamericana en Kenia.
  • Las monarquías de la península arábiga, fundamentalmente Kuwait, Arabia, Qatar, Omán, Bahrein y Emiratos Arabes Unidos, se aprovechan de la presencia militar continuada de EUA en la zona para recibir inversiones y desarrollarse económicamente ante la estabilidad garantizada por las tropas norteamericanas, igualmente, llevan a cabo, con bajo perfil, un proceso de modernización de las fuerzas armadas y siguen apoyando, solapadamente, a movimientos radicales anti-israelíes.
  • La caída de la URSS deja a EUA sólo y con toda la capacidad de maniobra en la región, permitiendo que Israel se convierta en potencia hegemónica en Medio Oriente, vulnerando los acuerdos alcanzados con Palestina bajo Isaac Rabin (convenientemente asesinado por los propios Judíos) y promoviendo la colonización de territorios palestinos.Además, se estima que Israel desarrolla armas nucleares de largo alcance durante esta década para garantizar su capacidad de defensa y ataque en la zona.
  • A fines de la década, una China cada vez más fuerte empieza a hacerse presente en la región con inversiones y negocios.
  • Caída del régimen comunista, títere de Rusia, en Afganistán tras la retirada y caída de la Unión Soviética, el país se sume en una ola de violencia e inestabilidad de la que resultan triunfantes los Talibán, que ocupan el poder en 1996 ante la oposición de la "Alianza del Norte" 
  • Se hacen planes para la explotación de los yacimientos de petróleo y gas del Centro de Asia y el Mar Caspio por empresas occidentales, para lo que se hace necesario trazar planes de oleoductos por el Cáucaso y al Indico, atravezando el Medio Oriente o Afganistán y Pakistán, la debilidad rusa hace pensar que será posible hacerlo sin tomar en cuenta a Moscú y haciéndolo sobre sus anteriores posesiones territoriales y áreas de influencia, gobernadas por dictadores que quieren acercarse a EUA y sus aliados.
     8. 2001--Ataque al World Trade Center de Nueva York, verdadero parteaguas, es el evento que inicia una nueva ordenación del Medio Oriente, posteriormente viene la invasión norteamericana a Afganistán y la instalación del régimen de Hamid Kharzai.

    9. 2003-- Invasión a Irak y caída de Saddam Hussein, el Gobierno instaurado por los Norteamericanos es dominado por la mayoría Chiíta de Irak, naturalmente tendiente a un acercamiento con Irán.

10. 2004-- Subida a la Presidencia de Irán de Mahmoud Ahmadinejad, que inicia una política más agresiva a nivel internacional, acercándose a Rusia, China, Turquía, Brasil y Venezuela, además de asumir un lenguaje directo de confrontación con Israel, igualmente, inicia un programa de desarrollo de armas modernas: submarinos, aviones, misiles, y un polémico programa de energía nuclear con fines civiles, pero también militares.

11. 2006-- Brasil, Rusia, la India y China aparecen ya identificados como bloque y actúan en consecuencia, promueven la "Organización de Cooperación de Shangai" como una muy particular alianza contraria a la OTAN y a la que invitan a Irán y a otras ex-repúblicas soviéticas, amparan a los cada vez más autoritarios regímenes populistas de América del Sur y apoyan también a las políticas de engrandecimiento persas iniciadas por Ahmadinejad. Esto tiene intranquilos a Israel, a Turquía y a las Petromonarquías del Golfo, países que ahora, ante la crisis económica que asola a Occidente desde 2008, han llevado su propia agenda y han patrocinado a la "Primavera Arabe".

12. 2011-2012: La Primavera Arabe derroca a regímenes laicos y secularistas, en cierto modo pro-occidentales en Túnez, Egipto y Libia, surgen disturbios en Yemen y en Bahrein y finalmente en Siria, donde estalla una Guerra Civil, no se trata de una búsqueda por crear regímenes democráticos al estilo Occidental, sino es el resultado de 10 años de fortalecimeinto del radicalismo islámico sunnita impulsado por la actividad de Al-Qaeda y la intervención norteamericana en Medio Oriente; extrañamente, Estados Unidos y sus aliados europeos lo apoyan, ¿porqué? Porque el Sunnismo radical puede actuar como un medio de contener a Irán, eso explica que, mientras se apoyó el cambio de régimen en Egipto o Libia, se oponen a hacerlo en Bahrein, donde la mayoría de la población, de origen Persa y Chiíta, se ha rebelado contra la monarquía y nobleza Arabe y Sunnita que ha concentrado la mayor parte de los beneficios de la modernización y el desarrollo del país, pero la entrega del poder a la oposición significaría aumentar más la influencia de Irán en la región.

13. La actualidad:

¿Qué ha pasado entonces? Que con todos estos pasos que hemos reseñado, la situación se ha entrampado, en mucho por causa de los mismos Norteamericanos, a quienes vemos, hoy en día, apoyar a sus mismos enemigos --y de Israel-- de Al Qaeda y otros muchos grupos más dentro del radicalismo islámico Sunnita en contra de Irán y sus aliados, hoy en día, el apoyo a los Rebeldes Sirios radica en intentar derrocar al Gobierno de Assad, aliado incondicional de Irán y truncar el plan persa de una "Creciente Chiíta que abarcaría de Teherán a Líbano pasando por Irak y Siria, con lo que se volvería, por razones de control de zonas estratégicas y solidez del bloque, la potencia dominante de la región, contrastando con la división imperante en el ámbito Arabe-Sunnita. Igualmente, los radicales sirios, que no han dejado de manifestar su odio hacia sus connacionales Cristianos, sean Ortodoxos o Católicos,  (ante la indiferencia, o el cruel y frío cálculo de Obama y la Clinton) lejanamente tolerarían la presencia de una base rusa en el Mediterraneo como la de Tartus

Por iguales razones, los Norteamericanos parecen estimular la fragmentación de Siria y su contagio, vía el Kurdistán, a Irak, para también así debilitar al eje que los Iraníes estaban construyendo, se han dado cuenta que al derribar a Saddam fortalecieron a su enemigo y le entregaron el poder en Mesopotamia a los aliados de este último, ahora, sin embargo, quieren corregir ese error fortaleciendo a quien, quizá con todavía más fuerza, puede  ser un enemigo mucho mayor. Hasta ahora, han apostado a que Túnez no demuestra tener una gran fuerza estratégica y que su sociedad, como la Turca, ha pasado por una larga etapa de secularización y de contacto con Occidente, en especial con Francia, por lo que no creen que los radicales logren cambiar la sociedad a un esquema islamista en corto tiempo; a que en Libia, las diferentes facciones están muy ocupadas lidiando entre sí y destruyendo los restos de la que hasta no hace mucho fuera la máxima potencia económica de Africa, confían a que en Egipto el ejército mantenga el control del poder y limite el ascenso de los Hermanos Musulmanes, (aunque los recientes ataques a militares egipcios bien pueden estarse cocinando desde dentro de la Administración de Mursi que está planeando cómo quitarse la tutela del ejército) que controlarán la situación en Yemen y la gente se trague un cambio cosmético de dictador y eliminando a las cabezas de Al-Qaeda en el pais.

Y es que están jugando algo muy peligroso: al parecer, no están aliados directa y abiertamente con Al-Qaeda o los otros grupos radicales, (de otra forma no se explicarían los asesinatos selectivos en Yemen, Pakistán o Somalia) pero sí les están facilitando las cosas, como en el caso de Siria o les envían armamento y ayuda, o en el caso de Libia, las potencias occidentales aparecieron actuando a favor de la Democracia y en contra de un gobernante que había vulnerado los derechos fundamentales del pueblo y en particular, de los opositores, y sus bombardeos fueron efectivos para debilitar la estructura militar y la resistencia de las tropas de Gaddafi, lo que pavimentó el camino para que los rebeldes, una coalición de grupos variopintos en los que se encuentran los vinculados a Al-Qaeda, y al radicalismo islámico, como ya antes lo apunté en otra entrada, y al parecer quieren hacer esto en Siria.

Annan en realidad sólo estaba para hacer tiempo, proponiendo un plan de paz inadmisible para ambas partes, para los rebeldes, sería dejar que Assad fuese el que operase la trancisión, para Assad, sería dejar el poder en manos de sectarios y radicales que echarían abajo cualquier esperanza de orden y sobre todo, de mantenimiento de los compromisos internacionales que Siria tiene, sobre todo del papel que ha desempeñado contrabalanceando a Israel y como única garantía de evitar que no se desmorone el Líbano entre conflictos interreligiosos y las ambiciones territoriales judías; en realidad, lo que se quería en el seno de la ONU es que el Consejo de Seguridad decretase la salida del poder de Assad y permitiese la intervención militar abierta de Estados Unidos y sus aliados, pero Rusia y China no lo quieren.

Aquello interesaba a las petromonarquías del Golfo, que de esta manera evitaban el engrandecimiento de Irán y creaban un muro Sunnita en contra de la influencia de los "heréticos" persas, igualmente, estos países no quieren un Irán nuclear que si bien serviría de balance al poder atómico de Israel, les obligaría a ellos también a buscar la bomba atómica, se dice, por ejemplo, que Arabia Saudita cuenta con la tecnología para armarse nuclearmente en 6 meses, lo mismo que Japón. Estas mismas Petromonarquías han hecho todo lo posible para fomentar las rebeliones de la "Primavera Arabe" en Egipto, Túnez, Libia y por supuesto Siria, lo que indica que están coludidas con los grupos radicales, lo mismo que la reislamizada Turquía de Erdogán, muestra de ello es la cobertura que han hecho las televisoras Al-Jazeera y Al-Arabiya de dichos movimientos, aunque se ha señalado que la intervención de ambas cadenas en el último conflicto, el de Siria, resultan menos beneficiosos para las dos, y están suponiendo serios reveses ante la resistencia denodada de Assad por caer y que está quedando patente que ni sus patronos, ni los rebeldes tan apoyados por Occidente resultan ser muy demócratas que digamos.

Rusia y China han hecho todo lo posible por mantener el régimen de Assad en el poder, no quieren dejar a EUA el pastel de Medio Oriente para él solo, y no cambiarán su postura sino hasta que haya garantías de que sus intereses no serán afectados, Putin ha sido, hasta ahora, quien incluso ha metido a sus fuerzas armadas en el conflicto, aunque, en apariencia, sin intervenir directamente, pero sí para aparecer como un escudo que proteja lo más que se pueda a Assad: ha enviado fuerzas navales y anfibias a la base naval de Tartus, con lo que, si las fuerzas occidentales intentan atacar a Siria, correrán el riesgo de molestar al oso ruso, incluso, ya Arabia Saudita se ha mostrado un tanto inquieta ante el alcance de la inestabilidad que pueda provocar en toda la región un ataque israelí a Siria y ha anunciado que derribará a cualquier avión judío que pase sobre su espacio aéreo para atacar Siria. Este tenso compás de espera, o "impasse" generado por la postura de las dos grandes potencias emergentes asiáticas y las dudas de las petromonarquías le han permitido a Assad, pese a las deserciones de altos oficiales, mantenerse con el control de Aleppo y Damasco, y hacer que los rebeldes muestren su cara más fea, como con el secuestro de  peregrinos civiles iraníes (que tampoco eran tan inocentes, al parecer, entre ellos había agentes persas) o la campaña de persecución contra los Cristianos, lo que poco importa a un Occidente secularizado y a veces, abiertamente anticatólico o anticristiano también, como parece ser el caso de Obama o de las legislaciones más recientes en Inglaterra respecto a símbolos religiosos.

Assad garantizaba un gobierno estable para Siria y evitaba la tendencia a la fragmentación étnica que ahora se está empezando a impulsar en el norte de Irak con los Kurdos, lo cual sin duda es debido a que los Norteamericanos se dieron cuenta de que apoyaron al enemigo en la antigua Mesopotamia y le regalaron a Irán una especie de colonia.También se trataba de un régimen laico, que impulsaba la tolerancia religiosa y la modernización siguiendo modelos europeos; es muy peligroso que ante el temor a Irán estén apoyando a movimientos y grupos mucho más violentos y que están significando un despertar islámico agresivo y militante, puede tener consecuencias tremendamente impredecibles y negativas para Occidente; en el siglo XVII y después de la ciega ambición de Francisco I de Francia, los europeos lo comprendieron y buscaron en el Chiíta Irán de los Safávidas un apoyo para bloquear y reducir el apogeo del Sunnita y fundamentalista Imperio Otomano, hoy en día, obcecados con la defensa de Israel, Occidente sigue pensando que Irán, un país que cuenta con un sistema político que, pese a la figura del liderazgo religioso, es muy semejante al Occidental y constituye una verdadera Democracia tan de su agrado, es visto como el enemigo, y se niega a negociar con él y le cierra las puertas, dejando que crezca, en su lugar, un monstruo de mil cabezas en la figura del radicalismo Sunnita, para cuando se den cuenta, será demasiado tarde.

Pero mientras, la frivolidad en la Casa Blanca continúa y el conflicto en una campaña electoral que parece muy familiar para los mexicanos por su prodigialidad en insultos, reclamos, señalamientos y pobreza de contenidos, por lo pronto, no hay nada más importante para la encargada de la política exterior norteamericana que bailar al son de tambores africanos.


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ESTE BLOG CUMPLE CUATRO AÑOS, MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS LECTORES!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿El Sha Mohamhed Reza Phaleví era musulmán?

YORCH dijo...

En efecto, Mohamhed Reza Phaleví era musulmán chiíta como lo han sido todos los gobernantes iraníes desde el siglo XVI, en que la dinastía Safávida oficializó dicha corriente del Islam, mayoritaria en el país desde que los persas apoyaron a Hussein, nieto de Mahoma, en su lucha por el poder contra los Omeyas; aunque, al igual que Atatürk en Turquía, Nasser o Mubarak en Egiptom, tenía una visión del Islam como algo propio de la esfera privada y que el Estado debía ser laico, similar a la que ha imperado en Occidente desde la Revolución Francesa, por otro lado, dada su política pro-occidental, buscó acercar más la imagen de Irán no al Irán musulmán de los siglos VII a la actualidad, sino identificarlo mucho con el Ián antiguo zoroastriano de los Aqueménidas.

Quizá mucha de esta visión "light" del Islam se derivó de que Reza Khan, padre de Mohamhed Reza y fundador de su dinastía, fue miembro de la Brigada Cosaca al servicio de los Sha's iraníes de la dinastía anterior, los Qajars, un grupo conformado por mercenarios rusos cosacos, conversos al Islam, de hecho, se dice que el apellido original no era Pahleví, sino Pavelich.

Catolicidad dijo...

Mil gracias por avisarnos de este sitio que no conocíamos. De entrada, por los temas, se ve muy interesante.

Con mucho gusto lo leeremos. Por supuesto -como dice en su mensaje a nosotros- hay que rezar mucho.

Un fuerte abrazo
Atte
CATOLICIDAD