La Mitología Griega, (volviendo un poco al tema sobre el que hemos hablado de las influencias helenas tanto en la crisis actual como en la Democracia y sus vicios) nos recoge la historia de los Atridas, poderosa familia que ostentó el poder en buena parte del Peloponeso, principalmente en Micenas durante la época de los "Tiempos Heróicos", hacia los siglos XIV--XII a.C, dicha familia, cuyas historias seguramente, deformadas por una serie de rasgos legendarios, fueron reales, llegó a gobernar la ciudad-estado más rica de la Grecia anterior a la época clásica, bajo los reyes Pelops, Atreo y Agamenón, siendo el joven hermano de este último, Menelao, también rey de Esparta.
La vida de los Atridas siempre estuvo marcada por la tragedia: guerras, como la de Troya y asesinatos, en particular lo sucedido a Agamenón que al regresar de Troya es asesinado por su esposa Clitemnestra y su primo Egisto, amante de ésta y regente durante su ausencia, provocando la venganza de sus hijos Electra y Orestes, y nos llega hasta nuestros días relatada por Homero, Sófocles, Esquilo y Eurípides, entre otros grandes literatos de la antigüedad. Ocultos tras la bruma de la leyenda, y Micenas, con sus poderosas murallas y palacios de enormes bloques de granito yacen en ruinas, los hechos y el terrible destino de los Atridas han llegado hasta nosotros como muestra de que las grandes ambiciones nunca se sacian y finalmente terminan devorando a quienes las abrigaron.
Así, creo que dentro de miles de años, cuando de nuestra civilización occidental queden solo ruinas, documentos y crónicas, permanecerá seguramente, también enmarcada por la leyenda, la trágica historia de los Kennedy, que ayer en la noche comenzó a ser transmitida en una miniserie televisiva por el canal A & E, y que los lunes será retransmitida en el History Channel.
En buena medida, la serie está basada en el magnífico estudio biográfico de los periodistas norteamericanos Peter Collier y David Horowitz: Los Kennedy, un Drama Americano, que tengo la oportunidad de estar leyendo en estos dìas en forma simultánea a Juego de Tronos, y que nos muestra un retrato profundo y sin idealizaciones de la poderosa familia de políticos, así como las claves de su ascenso, su apogeo con la llegada de John F. Kennedy a la Presidencia de EUA en 1960 y su decadencia con el bajo perfil de las generaciones actuales del clan bostoniano-irlandés. La clave de todo ello radica en una persona, el patriarca: Joseph "Joe" Patrick Kennedy y la planeación precisa, estratégica que hizo de la vida de sus hijos, en ello, se encontraba la semilla de su grandeza, pero también la de su hundimiento.
Joe Kennedy toda su vida ambicionó con lograr el poder para sí o para sus hijos, en una desesperada carrera por lograrlo como un medio de reconocimeinto y ascenso social. Nieto de un inmigrante irlandés llegado a nuestro continente en 1849, huyendo de la hambruna tras la plaga de la papa, y que se avecindó en Boston, ciudad que recogió a una enorme cantidad de los inmigrantes, continuó la obra de su padre, Patrick Joseph, quien logró amasar cierta fortuna como dueño de cantinas y accionista de pequeños bancos y cajas de ahorro de los inmigrantes y que incursionó en la corrupta polìtica local del Estado de Massachussets, donde el Partido Demócrata, a fin de conseguir militantes y fuerza para enfrentarse a los Republicanos, afilió en forma masiva a los celtas recién llegados, creando toda una serie de redes clientelares, tráfico de influencias y fraudes electorales, que nada tenían que envidiar a las practicas electorales mexicanas.
Joe por su parte, aprendiendo de su padre, continuó el engrandecimiento del patrimonio mediante especulaciones financieras, sobornos, verdaderos robos, venta de alcohol ilegal durante los años de la Ley Seca, inversiones en el cine y la banca, provecho obtenido de las quiebras de empresas durante los años de la Gran Depresión, alianzas con el mundo de la farándula y el crimen organizado. Siguió con su participación en las medidas sucias de la política del Partido Demócrata hasta ser alto funcionario en la administración de Roosevelt, embajador en Inglaterra y uno de los principales artífices del "Pacto de Munich" que prácticamente le dió libertad de acción a Hitler regalándole Checoslovaquia. Todo esto en una desesperada carrera por obtener riqueza y poder con el simple fin de ser al fin aceptado por una sociedad como la norteamericana de entonces, cerrada y llena de prejuicios contra un celta católico, dominada por los WASP (White, Anglo Saxon Protestant) y que, pese a la riqueza y al poder cada vez mayor de Joe, nunca lo aceptó, ni siquiera en los clubes deportivos y sociales más exclusivos, ni sus hijos fueron contemplados como partidos matrimoniales para la alta sociedad angloprotestante norteamericana. De esta forma, la obtención del poder político sería, para el patriarca, la forma de refrendar su carácter norteamericano y superar su complejo de inferioridad, refrendar ese mismo carácter norteamericano para sus vástagos y la búsqueda de aceptación y de reconocimiento, de demostrar ser superior la clase política anglosajona. Algo que finalmente se convirtió en una obsesión para Joe y en la que terminó sacrificando, uno a uno, a sus hijos.
Joe Jr., el favorito de papá moriría en la Segunda Guerra Mundial buscando ser héroe y así un impulso a la carrera política que le diseñó su padre, por lo que fue sustituído por John quien llegaría al poder en 1960. Contrario a lo hecho por su padre, tanto John como Bobby actuarían contra el crimen organizado y los intereses de la clae política norteamericana, rompiendo las alianzas non sanctas tejidas por su padre, éste, no se dió cuenta de que los había entregado a los lobos. Ellos lucharon contra todo lo que había servido para llevarlos al poder: la Mafia, las grandes corporaciones del "complejo militar-industrial", la tradicional clase política, la inclusión de la farándula en la vida política, traducida en su ruptura con Marilyn Monroe y su distanciamiento del "Rat Pack", la búsqueda de un entendimiento y la paz con el Bloque Comunista tras los incidentes de Bahía de Cochinos y de la Crisis de los Misiles, la igualdad racial en EUA, un tema cercano a él por haber sido (y no Obama), el primer Presidente norteamericano perteneciente a una minoría étnica y religiosa que había sido tan discriminada como los africanos, el inicio de la carrera espacial... fue demasiado, John demostró que si bien tenía muchos de sus defectos o vicios, como su incontenible lujuria, era de hecho uno de los líderes más revolucionarios, en el sentido positivo, que conoció el mundo en el siglo XX.
Por eso lo pararon en seco. Bobby quizo continuar con el sueño de construir Camelot y fue también eliminado antes de que pudiera concretarlo, Edward, el menor de los hermanos, se mantuvo hasta su muerte como el eterno senador por Massachussets, tras de que el misterioso incidente de la muerte de su secretaria en el lago Chappakidick le obligara a mantener un perfil más bajo que el de sus hermanos mayores. Se intentaría lanzar a la Presidencia en 1978-79, pero perdería la nominación del Partido Demócrata ante Jimmy Carter.
Tras ellos, muchos de sus descendientes tuvieron juventudes perdidas entre la droga y el alcohol, libertinaje y frivolidades, al final, sentaron cabeza, pero quizá demasiado tarde: los hijos de Bobby y Edward han tenido carreras políticas discretas, casi oscuras, Caroline, hija de John, ha sido reconocida por su activismo y por conservar el legado de su padre. John Jr. antes de su muerte en un accidente de aviación, se caracterizó por llevar una vida desordenada, pobres resultados escolares y ser un objetivo favorito de los paparazzis; justo cuando parecía centrarse y pretender empezar a incursionar en la vida política, ocurrió su muerte y con ella, la de la esperanza de un renacimiento del clan.
No cabe duda, la ambición y el complejo de inferioridad de Joe Kennedy Sr. fue el origen de la gloria de su familia, pero también de su caída, como en el caso de los Atridas, esta familia nos deja una historia de poder, de ambición y tragedia que sin duda, seguirá siendo tema para escritores, cineastas y dramaturgos en mucho tiempo por venir...
Por eso lo pararon en seco. Bobby quizo continuar con el sueño de construir Camelot y fue también eliminado antes de que pudiera concretarlo, Edward, el menor de los hermanos, se mantuvo hasta su muerte como el eterno senador por Massachussets, tras de que el misterioso incidente de la muerte de su secretaria en el lago Chappakidick le obligara a mantener un perfil más bajo que el de sus hermanos mayores. Se intentaría lanzar a la Presidencia en 1978-79, pero perdería la nominación del Partido Demócrata ante Jimmy Carter.
Tras ellos, muchos de sus descendientes tuvieron juventudes perdidas entre la droga y el alcohol, libertinaje y frivolidades, al final, sentaron cabeza, pero quizá demasiado tarde: los hijos de Bobby y Edward han tenido carreras políticas discretas, casi oscuras, Caroline, hija de John, ha sido reconocida por su activismo y por conservar el legado de su padre. John Jr. antes de su muerte en un accidente de aviación, se caracterizó por llevar una vida desordenada, pobres resultados escolares y ser un objetivo favorito de los paparazzis; justo cuando parecía centrarse y pretender empezar a incursionar en la vida política, ocurrió su muerte y con ella, la de la esperanza de un renacimiento del clan.
No cabe duda, la ambición y el complejo de inferioridad de Joe Kennedy Sr. fue el origen de la gloria de su familia, pero también de su caída, como en el caso de los Atridas, esta familia nos deja una historia de poder, de ambición y tragedia que sin duda, seguirá siendo tema para escritores, cineastas y dramaturgos en mucho tiempo por venir...
2 comentarios:
El 4 de junio de 1963, John Fitzgerald Kennedy intentó quitarle a la Reserva Federal de EE.UU. su poder de prestar dinero con interés al gobierno. El entonces presidente firmó la Orden Ejecutiva Nº 11110 que devolvió al gobierno de los EE.UU. la facultad de emitir moneda, sin tener que pedirlo prestado a la Reserva Federal. Kennedy dió a la Tesorería la facultad “para expedir certificados de plata respaldados por reservas de plata metal en el Tesoro“. Esto significa que por cada onza de plata en poder del Tesoro el gobierno podría poner nuevo dinero en circulación. En total, cerca de 4,3 millones de estos “dólares Kennedy” fueron puestos en circulación por este mandato de Kennedy. Las ramificaciones de este proyecto de ley eran y siguen siendo enormes.
Reserva Federal, E.E.U.U. -
Con un golpe de pluma, Kennedy dió la sentencia de muerte a la Reserva Federal. Si una cantidad suficiente de estos billetes respaldados en plata hubieran sido puestos en circulación se hubiera eliminado la demanda para billetes de la Reserva Federal porque los “Billetes de Plata de Kennedy” estaban respaldados por metales preciosos y los de la Reserva Federal por nada. La Orden Ejecutiva 11110 hubiera impedido que la deuda nacional llegase a su nivel actual, debido a que hubiera dado al gobierno la capacidad de reembolso de la deuda sin tener que acudir a la Reserva Federal y el subsiguiente pago de intereses a fin de crear el nuevo dinero. La orden Ejecutiva 11110 dio al Congreso de los EE.UU. la posibilidad de crear su propio dinero respaldado por plata y libre de deuda e interés. - Monedas de plata - Sólo cinco meses después de que fuera asesinado Kennedy, dejaron de imprimirse más “Billetes de plata”. El decreto 11110 nunca fue derogado por ningún Presidente después por Orden Ejecutiva y legalmente sigue siendo válido hoy día. ¿Por qué entonces no lo ha utilizado ningún presidente después? Prácticamente la totalidad de los casi 6 billones de dólares de la deuda federal ha sido creada desde 1963, y si un presidente hubiese utilizado la Orden Ejecutiva 11110, la deuda sería muy diferente de los niveles actuales. Quizás el asesinato de JFK fue una advertencia a futuros presidentes que piensen eliminar la deuda federal revocando el control que tiene sobre la creación de dinero la Reserva Federal.
Kennedy desafió a los gobernadores del dinero retando a los dos vehículos más eficaces jamás utilizados para provocar el aumento de la deuda - la guerra y la creación de dinero por un Banco Central privado-. Sus esfuerzos por replegar todas las tropas de Vietnam en el 64, y por la Orden Ejecutiva 11110 hubieran cortado severamente a los beneficios y el control del establecimiento bancario de Nueva York. Ahora que EE.UU. se arrastra por el fango en el Suroeste Asiático y alcanza una deuda más que insostenible nos hace preguntar: ¿algún candidato de estas campañas presidenciales tiene el valor de considerar la utilización de la Orden Ejecutiva 11110 y está dispuesto a pagar el supremo precio por hacerlo?
Texto original: Cedric X, “The Final Call”, Vol. 15, No.6, On January 17, 1996
http://www.john-f-kennedy.net/executiveorder11110.htm
Traducido por: Greg Grisham
Muy buen apunte, tiene bastante sentido esta teoría, la verdad es que los Kennedy hicieron muchas cosas que fácilmente les generaron enemigos por todos lados, por ello, multitud de gente poderosa, dentro y fuera de EUA los quería ver muertos.
Sin duda, hoy vemos una situación financiera muy delicada, pero no creo que ni Obama ni Romney se atrevan a romper con estas políticas o intereses, más bien creo que están trabajando en consonancia con ellos.
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