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14 de diciembre de 2009

BALANCE DE UNA DECADA (II)

Música y cine/Cultura Pop:

En cuestión musical, de cine y cultura pop en general, esta primer década del siglo XXI fue una prolongación de los noventa, la música pop norteamericana se consolidó como dominante en el mercado mundial, por desgracia, los oídos de la audiencia se acostumbraron y se educaron para apreciar a sosas letras entonadas por caras bonitas: Britney Spears, Justin Timberlake, Christina Aguilera, etc. como lógica consecuencia de las "Boy Bands" de la década anterior y de las cantantes adolescentes con apariencia de inocencia y destrozadas vidas, que hoy son lo típico, añadiéndose personajes tales como Zack Efron, los Jonas Brothers, Miley Cyrus o Vanessa Hudges, y en el terreno de la actuación Lindsey Lohan, todas ellas parecen reproducir, salvo que sin redención, los tormentosos años mozos de Drew Barrymore en los ochenta.

Esta tendencia de los cantantes prefabricados y físicos de quirófano se extendió al mundo hispano, donde aunado al "juniorismo" que hemos criticado ha producido multitud de pseudoartistas o ha echado a perder a muchos bajo un criterio meramente comercial: Shakira empezaba la década como la heredera en español de Dolores O´Riordan, la termina como un atractivo, pero a la vez penoso intento de clonar a Madonna y cantando una basura completa como es "Loba", canción que sin embargo acaba de ser premiada como la mejor del año, a pesar de su estúpida letra y su aún más idiota aullidito.

Entre tanto, el movimiento conocido como el "Brit pop" pierde gas al llegar el año 2000, aunque algunos de sus impulsores más connotados se mantienen: Oasis, Travis o Stereophonics y Maniac Street Preachers, por ejemplo, y surgen nuevas bandas del género que le hacen resurgir al iniciar la década y a mediados: Coldplay y Keane, pero también Franz Ferdinand, los irlandeses de Snow Patrol, Razorlight o the Fry y muchas otras agrupaciones de regular calidad que a veces sólo sacan un éxito y después se apagan, en forma similar al boom alternativo ocurrido en EUA durante los 90 (¿Quién se acuerda ahora de Live o de Gin Bloosoms, Spin Doctors o de Toad the Wet Sprocket o de los infravalorados October Project?), lo más importante, sin embargo, es el surgimiento de grupos influenciados por el Brit Pop en EUA: the Killers, Maroon 5 y más recientemente Kings of Leon se cuentan entre los más importantes.

Ante latsunami de música comercial y el debilitamiento musical británico sin embargo, surgieron en esta década movimientos musicales importantes: el rock progresivo se hace más accesible y cercano a los adolescentes a través de la labor de Muse, la consolidación de una banda genial como Dream Theater o la profundidad y el misterio de Tool; el Heavy Metal conoce una gran evolución en Europa, mientras que en EUA no termina de reponerse del golpe asestado por el Grunge en los noventa: fusionado con la música clásica, según las ideas de músicos atrevidos y originales, el Metal Sinfónico se vuelve un movimiento fundamentalmente europeo que encuentra en los países escandinavos su núcleo con bandas como Therion, Nightwish, Sonata Arctica o Stratovarius entre otras muchas, aunque también Alemania e Italia aportan al movimiento con grupos como Haggard, Rhapsody o Lacuna Coil, sin olvidar tampoco a los holandeses de Epica; derivado del metal sinfónico, surge la música gótica de Lacrimosa y el metal industrial tiene en los alemanes de Rammstein su máximo representante. Si bien todo este movimiento inicia en los noventa, es en esta década del 2000 que se hace más popular fuera del viejo continente.

Por otro lado, esta década fue la del surgimiento de las "tribus urbanas" en México, centrándose la controversia en el movimiento "emo", musicalmente, dicho movimiento ha producido grupos musicales de diversa calidad, como "My Chemical Romance" o "Panda" en México, a mí, en lo personal, no me gustan tales bandas, pero por otro lado, el grupo formado por adolescentes "Paramore", lidereado por Halley Williams y su look de niña traviesa y alocada ha sido una agradable revelación, mientras que Jared Leto ha demostrado ser más que un niño bonito de Hollywood con "30 Seconds to Mars", grupo que fusiona el emo rock con elementos de Heavy Metal y Rock Progresivo, sin duda, una propuesta interesante.

En cuanto al Rock en México y al Rock en Español en general, el mismo se encuentra desdibujado tras agrupaciones que no son rock pero que se endilgan el membrete e insisten en mezclar floklore, trompetas, rap o raeggetón con posturas y poses propias de la Izquierda Pseudointelectual latinamericana tradicional: desde Juanes a Calle 13 y desde los Fabulosos Cadillacs a Maná esa ha sido la tónica, produciendo una música muy comercial, salvo el caso de los tacubos, que han alcanzado en esta década su mayor éxito mientras experimentan con rock real, mientras Zoé ha aparecido como un resplandor en un panorama oscuro y vendido al mercado al ser un grupo que hace rock puro sin folklorismos ni pretensiones ni criterios mercadológicos. Dentro del tecno, Bellanova ha consolidado su presencia, compartiendo con Moenia la cumbre del género en nuestro país.

Por lo que ve al cine, el mismo ha sido una prolongación de los 90: el desarrollo de los efectos digitales ha servido para abordar tramas cada vez más atrevidas visualmente y podemos decir que han sido 10 años dominados por la épica: la década inició con El Señor de los Anillos y la primera película de la saga de Harry Potter, para luego ver la conclusión de Star Wars y sus precuelas televisivas, pero además hubo un renacimiento del "peplum" o género de películas históricas ambientadas en las civilizaciones antiguas: Gladiador, Troya, La Pasión de Cristo, Alejandro Magno, 300, el Rey Escorpión, Apocalypto, y viene una nueva versión de Furia de Titanes... mientras el cine de súper héroes se hizo popular gracias a Marvel y su incursión en el cine, mientras DC revivía a Batman y en segundo lugar, a Súperman como mitos fílmicos o televisivos.

China, por su parte, demostró durante esta década haber evolucionado en su industria fílmica más allá de las limitadas producciones de Bruce Lee o las comedias de acción de Jackie Chan para hacer historias épicas y muy caras como "el Tigre y el Dragón", "Héroe", "La casa de los cuchillos", "La maldición de la flor dorada", etc. Sin duda, Holywood tiene seria competencia en el Celeste Imperio que muestra en el séptimo arte su resurgimiento.

Para el cine mexicano, esta década es la de Gael García y Diego Luna que se unen al pequeño clan que controla nuestra deteriorada industria fílmica con películas ideologizadas y que explotan el morbo como único aporte para atraer audiencia: sexo intelectual en vez del vulgar de los años setenta y ochenta, por lo demás, nada que aplaudir salvo a Guillermo del Toro, genial director que logra internacionalizarse en esta década.

Tecnología:

Pero sin duda alguna, el logro más importante de la década que ha modificado la cultura pop es el MP3: la música se vuelve compacta y supera la necesidad de estar almacenada en un vector separado del aparato reproductor como los cassettes o los cd's.

De igual manera, es en esta década cuando la comercialización de la televisión de alta definición comienza y logra un impacto enorme: pantallas planas, tecnología touch screen, y el formato de vídeo de alta definición: el "blue ray disc" son los avances tecnológicos más importantes, curiosamente, toda ella va hacia el entretenimiento, mientras que la investigación en materia del espacio, luce estancada en los ingenios no tripulados, ante la crisis económica y los conflictos políticos, el desarrollo de tecnologías a largo plazo que no esten impregnadas de intereses políticos y económicos aparece lento y obstaculizado.

¿Qué nos espera en la segunda década de este siglo? Sin duda cosas interesantes que habrá que ver, estemos atentos, por lo pronto, y en materia de cine, la próxima a estrenarse "Avatar" es una probada de lo que vendrá: cine digital y personajes virtuales, apuesto que lo profetizado en la cinta "Simone" con Al Pacino se hará realidad en los próximos años, ya lo veremos, mientras que el panorama musical, sin duda, luce incierto como nunca.

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