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20 de enero de 2021

EUA: EL FIN DE LA DEMOCRACIA III--EL LEGADO DE TRUMP


Mis lectores deben haber visto a lo largo de este tiempo que yo, sinceramente, simpaticé con Trump, también últimamente, con los acontecimientos recientes, he decidido tomar una postura más objetiva en torno a él; para lo cual, me han ayudado bastante las crónicas y análisis de John Acquaviva, un periodista venezolano exiliado en Inglaterra,  quien es muy recomendable dada su objetividad. Como yo, el nativo de Maracaibo no oculta su filiación a una postura "conservadora", pero ha procurado ser centrado y no dejarse llevar como otros youtubers que han sido una muestra del fanatismo pro-Trump más recalcitrante e irracional, cuando no, interesado, como han sido los canales de Eduardo Menoni o Nelsy Michel (Bellísima 1), o un argentino que se hace llamar Zanma, igualmente venezolanos en el exilio, pero que han difundido disparates como las supuestas capturas de Isabel II, el Papa Francisco I, Tom Hanks o de la presunta aparición próxima de John Kennedy Jr. que no murió sino estaba escondido del "Cabal comunista" que encabeza George Soros... O que Trump contaba con la ayuda de una Alianza, en la que incluso participan extraterrestres, y que los magnates que integran el mencionado Cabal, tienen minas en Marte donde esclavizan gente... por no decir que otros salieron defendiendo el terraplanismo y elevaban al magnate neoyorkino a niveles mesiánicos como el Titán Patriota... ¡todo un Eren Jaeger,! y por supuesto, esta sarta de locuras eran parte de la torpe campaña viral desatada por él en redes sociales bajo el membrete de Q-Anon.

Pero es muy importante para evaluar lo que acontece el disponer de conocimientos que brinden herramientas para distinguir el trigo de la paja y analizar la realidad: La lectura de la obra del Coronel español Pedro Baños Así se Domina el Mundo, o del libro de Jesús G. Maestro Ensayo sobre el Fracaso de la Democracia en el Siglo XXI, y los vídeos de otros integrantes de la Escuela del Materialismo Filosófico, como Paloma Hernández y Daniel López, así como del historiador y divulgador cristiano Francisco Gijón, han sido bastante iluminadores.

Así que hay que ver las cosas como son: en el post anterior, hablé de lo que yo considero fueron errores o faltas de Trump que le llevaron a perder la reelección, pero aquí hablaré de lo que creo, ha sido lo más importante que quedará como su legado a futuro... y no, no me refiero a sus políticas económicas o de relaciones internacionales; todas ellas serán revocadas por Biden-Harris, quienes echarán atrás el proyecto de renacimiento de EUA como potencia económica e industrial para diluirlo en el proceso de Globalización que favorece a los intereses de los magnates financieros y tecnológicos en sus negocios con China y para la consecución de sus utopías de Gobierno Mundial y transhumanismo, que se estrellarán con la realidad del poder del dragón rojo por un lado y de un Islam, por el otro, a los que solamente les habrán pavimentado el camino para la hegemonía mundial.

Tampoco, desgraciadamente, lo será su compromiso con la defensa del derecho a la vida y a la libertad religiosa y de conciencia, que también caerá bajo la amenaza de las políticas "progresistas" llevadas a cabo por la administración Demócrata ahora entrante.

No, el verdadero legado de Trump será bastante más trascendente que un cuerpo de legislación o de medidas administrativas, y quizá, fue algo de lo que no fue al cien por ciento consciente, es más, él no lo reveló, las circunstancias hicieron, que de noviembre de 2020 a enero de 2021, los mismos hechos revelaran las tramas ocultas del poder.

Estos cuatro años lo que hicieron fue, en realidad --y esto es algo que no quería Trump-- echar por tierra el mito del excepcionalismo norteamericano, a decir verdad, esto fue la conclusión de un proceso que comenzó desde la Presidencia de George Bush Jr., la presidencia del texano y la posterior de Obama, comenzaron a abrir las puertas a la radicalización política y a la polarización, así como a mostrar las primeras grietas que se habían mantenido cubiertas por un delgado enjarre que se fue descascarando hasta finalmente caerse por completo bajo el mandato del neoyorkino.

Quizá, el hecho de que Trump no buscara un enemigo externo, como en su momento había sido el Comunismo Internacional impulsado por la URSS, para posteriormente, bajo Bush Jr. y Obama, éste fuera el terrorismo islamista de Al-Qaeda, hizo que los norteamericanos se vieran a sí mismos como enemigos, o más bien, al mirarse a sí mismos, evidenciaron sus propios problemas y los defectos de un sistema que durante 230 años se ha presentado y vendido como perfecto, pero que no lo es.

EUA surgió como un experimento de la aplicación de las ideas de la Filosofía de la Ilustración y del Racionalismo Inglés: las doctrinas de Rousseau, Montesquieu, Locke y Hume, así como las de Adam Smith, diseñando un sistema de Democracia Representativa, pesos y contrapesos que evitaban la concentración de poder y una economía de libre mercado, que evitaría la imposición de una tiranía. Sin embargo, como todas las utopías, que terminan estrellándose con la realidad, el sueño liberal y democrático de EUA se estrelló con la natural tendencia de los sistemas democráticos, --y lo repito, tal y como ya en la Antigüedad lo estudiaron Platón, Aristóteles y Polibio-- a corromperse, degradarse y transformarse en una oligarquía o de plano, en una tiranía, cuando no, la democracia es sólo la máscara detrás de la que está en realidad un régimen autoritario ejercido por las élites que engañan a las masas y las responsabilizan, como dice Jesús G. Maestro, de sus errores o excesos.

La Independencia se hizo por así convenir a la élite de terratenientes esclavistas como Thomas Jefferson o George Washington, segundones de familias nobiliarias británicas enriquecidos en América, que evidentemente, deseaban proteger sus fortunas de las imposiciones fiscales decretadas en Westminster, pintaron a un Jorge III despótico y brutal, cuando era un órgano representativo: el Parlamento Británico, el que les impuso contribuciones sobre el té y otros productos, sin darles la oportunidad de enviar diputados al mismo. En realidad, fue una rebelión de unos oligarcas bajo la excusa democrática contra un régimen incipientemente democrático y ya firmemente constitucional, pero que se guiaba por el típico colonialismo británico que contrastaba con la incorporación plena de América a la Corona Española, que permitiría en 1810, el envío de diputados de los Virreinatos al Constituyente de Cádiz.

No en balde Jefferson fundaría el Partido Demócrata que, desde un principio, se mostró como el Partido de la élite terrateniente y esclavista sureña, y que promovería la secesión de los estados Confederados durante la Guerra Civil, contra el Partido Republicano conformado por la burguesía industrial que surgía en los estados norteños, tras la contienda, el partido que adoptaría como logotipo la silueta de un burro se disfrazaría como defensor de algunos inmigrantes o minorías, como el caso de los Irlandeses y Católicos, que hasta el día de hoy tienen en su mayoría (incluyendo a la Jerarquía) una férrea militancia demócrata pese a la agenda totalmente contraria a los valores y doctrina cristianas que maneja tal instituto político, quizá por la fobia hacia los Republicanos y su identificación con el puritanismo protestante y el temor al anticatolicismo de esa América Profunda de raíces calvinistas y anglicanas. Sin embargo, el partido Demócrata se resistió a las reformas para lograr la igualdad plena de las personas de raza negra con los blancos en los años sesenta, y aún hoy, ese proteccionismo hacia las minorías raciales encubre en realidad, una mentalidad de segregación y de clasificar a las personas en guetos por su origen étnico, misma que en lo que ha desembocado es en la imposibilidad en EUA de conformar una verdadera identidad nacional ante un conglomerado de identidades gentilicias, como diría Jesús G. Maestro, que se oponen a la unidad del Estado.

Así, no es de extrañarse que hoy en día el Partido Demócrata esté identificado con las élites financieras, tecnológicas y mediáticas, despreciando a las clases medias tanto industriales como rurales, a los que llama, en palabras de Meryl Streep, como los deplorables... olvida la actriz aquella foto que circuló hace algún tiempo que la muestra, a mediados de los años setenta, viajando en el metro de Nueva York haciendo castings y buscando oportunidades de trabajo, en pocas palabras, cuando ella era una de los deplorables, a los que desprecia por entretenerse con la lucha libre o el fútbol de la NFL, en vez de con alguna pedante y pretenciosa película de Darren Aronofsky.

Lo que mostró Trump es precisamente la división al interior de EUA entre esas élites y las masas sobre todo entre las nuevas generaciones, en particular de los millenials, de inmigrantes y otras minorías que, movidas por la envidia y el resentimiento, emociones empleadas como medios de manipulación, se oponen a los originales WASP (White Anglosaxon Protestant) que conformaron al país, porque nos guste o no, EUA es una construcción de los colonos británicos, que luego trajeron consigo a los africanos como esclavos, y posteriormente abrieron las puertas a inmigrantes de los más diversos orígenes... para que siguieran siendo la mano de obra en las labores que ellos no querían desempeñar... y que ahora descubren pasmados que se han quedado sin país, que éste no les pertenece, y probablemente, nunca les ha pertenecido, sino que siempre ha sido propiedad de unas élites egoístas y mezquinas, que les desprecian y los utilizan.

Han descubierto que el sistema no está para protegerlos ni darles libertades, sino para defender los privilegios de esas élites, para excluirles realmente de las decisiones y aplastar a quien, como Trump, haya sido por demagogia o haya sido sinceramente, se presente como defensor realmente del pueblo y sus verdaderas demandas: paz, trabajo, pan en la mesa, seguridad, unidad, libertad de pensamiento y expresión, religión y familia. Mientras que las élites están decididas a intentar hacer realidad sus utopías de dictadura de mercado global, con la división social, libertinaje y esclavitud vía el crédito y la banca para reducir a la población a meros consumidores y trabajadores anónimos que no tengan libertad ni derechos para vivir o tener los hijos realmente que quieran y educarlos de acuerdo a los mismos principios y virtudes que les llevaron a ser una de las sociedades más prósperas de la Historia y un verdadero imperio, para quedar siendo meros engranajes sin nombre de una maquinaria mundial que beneficie sólo a algunos y a cambio les consuele con la ilusión de la permisividad y promiscuidad sexual, como única expresión de libertad, el entretenimiento sin fin vía series y películas vacías, o el olvido de sus miserias mediante las drogas...

Trump abrió los ojos de la gente de EUA y ahora se han dado cuenta que por 230 años han sido engañados y víctimas de un fraude por parte de sus élites. La Utopía de la Democracia, del Destino Manifiesto y del Excepcionalismo Norteamericano ha caído, el 06 de enero muchos decían que EUA ya no parecía la primer potencia mundial, sino una república bananera más; y eso es cierto: quedó claro que nada distingue ni nada inmuniza a la sociedad norteamericana de tener problemas sociales como cualquier otra nación del planeta, el mismo sistema si bien puede evitar la concentración de poder en un solo individuo o grupo, no fue lo suficientemente fuerte para contrarrestar el poder de grupos o individuos económicamente fuertes, quienes además obtuvieron ese poderío económico gracias al propio sistema de libre mercado y libre competencia, que propició el ascenso de grandes monopolios desde el siglo XIX: Rockefeller, JP Morgan, BlackRock, Disney, y hoy Microsoft, Apple y las administradoras de redes sociales. Estos personajes, lejos están de ser comunistas, ellos son los hijos de un capitalismo salvaje desprovisto de moral y ahora se vuelven en contra de ese mismo sistema para evitar que les surjan competidores que sean capaz de desbancarlos.

Como él dijo en su discurso de despedida, ha iniciado un movimiento, un movimiento de resistencia a las élites globalistas que han hipotecado en realidad, el futuro de su país a los intereses de China o de la Casa de Saud, un movimiento que buscará defender sus valores cristianos y liberales contra la oligarquía de plutócratas que ha quedado al descubierto, ejerciendo la censura, impidiendo la libre discusión de las ideas y demonizando a los que no concuerdan con ellos; ha sido esta Oligarquía la que ha dividido a la sociedad y pregona venganza contra quien no comparta el credo que pretende imponer. Es este grupo quien, desde la soberbia del vencedor y en posición dominante pretende acallar a quienes no se dobleguen a sus dictados. Ya antes de Trump, Ross Perot y otros personajes han intentado romper con el bipartidismo ejercido por una clase política que en realidad parece estar más de acuerdo en sus intereses, programas y posturas que lo que aparentan, ¿Trump formará un nuevo partido que podrá tener éxito? El Partido Reformista de Perot se extinguió con su campaña y no tuvo continuidad, los Partidos Libertario y Verde, existentes desde hace mucho en EUA, no levantan más allá de lograr diputaciones locales y algunos condados poco importantes dispersos aquí y allá, cuando no, son en realidad parasitarios de los dos grandes.

Pero ojo: también es erróneo pensar que Trump actuó como un caudillo impulsado únicamente por su iniciativa o sus ideales; evidentemente, detrás de él se encontraba otra parte de las élites norteamericanas, fundamentalmente las industriales tradicionales, opuestas a las financieras y tecnológicas, como la industria petrolera que aplaudió que el neoyorkino impulsara el fracking y el logro de la autosuficiencia energética o el sector aeroespacial. Precisamente, creo que hay indicios de que esta lucha no ha terminado y me parece que el nuevo caudillo que tomará la estafeta de este sector como abanderado del pueblo llano, será ni más ni menos que Elon Musk... recientemente ha habido algunos gestos de su parte que parece le llevarán a esa posición y ha lanzado ya varias puyas contra la actitud de las redes sociales.
            
¿Qué pasará ahora? Biden llega a la Casa Blanca con la sombra y la sospecha de ilegitimidad que se evidencia en una toma de posesión carente de público, escoltado por miles de soldados, y arropado por las élites tecnológica financiera, mediática y de la farándula que pretenden hacer pasar su triunfo como el de la libertad, cuando es lo contrario, es el triunfo de su dominio y el divorcio entre ellas y el resto de la población, simbolizado por una plaza, el National Mall, vacío de gente y rellenado con banderas. El pronóstico, al respecto, es reservado.

Toman de posesión en Estados Unidos: Así luce el National Mall con 200 mil  banderas que sustituirán a los asistentes a la toma de posesión de Joe  Biden - El National Mall

Por lo demás, creo que la administración de Biden tenderá a revertir todo lo hecho por Trump. De entrada, será un mandato dominado por las discusiones bizantinas en torno a cuestiones de raza y género; en segundo lugar, no creo que dure mucho como Presidente, quien asumirá en realidad el control de la administración será Kamala Harris, y ayer, Biden dio un mensaje en que parecía despedirse ya de este mundo, señalando que siempre llevará al estado de Delawere, donde residió gran parte de su vida y al que representó en el Senado "en su corazón"... cuando dicha entidad se encuentra a menos de dos horas de Washington D.C. A mi parecer, dentro de un año o dos, Biden renunciará por incapacidad mental ante el avance de su senilidad, con Harris al frente, las políticas "progresistas" y las de corte socialdemócrata, iniciadas por Obama, continuarán: regulaciones, altas tasas impositivas, subsidios y créditos al por mayor. 

De igual manera, y para cumplir con los compromisos adquiridos con los comerciantes de la muerte, no solo con el fomento a la industria del aborto y los sucios negocios del canibalismo moderno en la industria cosmética y farmacéutica que emplea los restos de los fetos abortados o sus células madre, proveídos por Planet Parenthood, sino que veremos de nueva cuenta volver a EUA embarcarse en costosas aventuras bélicas difundiendo no la Democracia, sino la miseria, como hicieran Bush Jr. o más bien Obama, con palabras amables y sonrisas justificándolo, sin obtener un beneficio real para el cada vez más alicaído coloso del norte... eso si no se desata el conflicto mismo en su interior.

De esta manera, y en cumplimiento de las tesis Globalistas, que Soros plasma en su libro La Burbuja de la Superioridad Norteamericana, EUA dejará de ser la gran potencia, pero no para lograr sus sueños irrealizables de "Gobierno Mundial" o la utopía deshumanizante del transhumanismo, sino que la realidad lo hará despertar ante el ascenso imparable de China, y de otros monstruos como el Islam, que habrán despertado para abalanzarse sobre los despojos de lo que ellos mismos han matado. 

El American Dream, terminó hoy.

9 comentarios:

MIKE dijo...

Acquaviva es uno de los mejores youtubers hispanoamericanos actualmente, lo sigo desde hace algunos años y si bien no concuerdo con todos sus análisis ni puntos de vista, es grato escuchar a alguien que no opina por opinar y tiene una visión fría y mesurada de las cosas, muy diferente de muchos venezolanos que se siguieron tragando el cuento de que Capriles, Ramos Allup o Guaidó iban a liberar milagrosamente a Venezuela.

He de confesar que yo antes era uno de los pobres ilusos que creía que Trump terminaría con las élites partidistas del coloso del norte y que traería una nueva era de prosperidad. Sin embargo, tras el baño de sangre de las elecciones intermedias y la completa inacción por parte del mandatario, fuera de las supuestas investigaciones y estrategias "demasiado avanzadas" para ser comprendidas por "simples mortales", para atacar muchos de los problemas mencionados en su anterior post lo que al final le paso factura. Muchos culpan a la influencia que ejerció su hija Ivanka, junto con su esposo Jared Kushner, del rompimiento con Bannon, entre otros muchos errores y tropiezos durante su mandato.

Si el gobierno de Trump no fue suficiente, creo que la administración del geriátrico Biden acabara por confirmarle a muchos gringos que el odio que los medios informativos, la farándula Hollywoodense, los políticos de carrera y los dueños de los monopolios informáticos profesaban hacia el neoyorkino iba realmente dirigido hacia todos aquellos que se atreven a cuestionar sus directrices, a pensar de manera crítica y a rebelarse contra sus fantasias distópicas. Mientras tanto Irán hace maniobras en el Golfo Pérsico sin que nadie le reproche nada, Kim Jong-Un vuelve a lanzar sus discursos desafiantes contra sus enemigos y los criminales del Foro de São Paulo pueden descansar tranquilos pues saben que el "Manchurian President" no movera ni un dedo para impedir que obtengan el poder en el continente americano, España y tal vez más lejos todavía. Ahora Brasil es la última esperanza del contiente y me temo que buscaran tumbar a Bolsonaro como de lugar para tener el camino libre. Que Dios nos ampare contra la oscuridad que se cierne peligrosamente sobre nosotros.

misteryhouse dijo...

De hecho, en el momento en el que vi que la farandula norteamericana andaba ahí haciendo gala de su estupidez, ya me di cuenta como muchos la tragicomedia que va a ser el gobierno de Joe Biden. Meryl Streep es una gran actriz, no lo dudo, pero despreciar así al norteamericano promedio les está costando muy caro. Las películas progresistas en realidad son bodrios que nadie quiere ir a ver y esto ha ocasionado que, por ejemplo, ya nadie sigua la gala de los oscares, de hecho la última entrega fue la que tuvo menos audiencia en toda la historia de los premios. Pero no me sorprende y vamos a ver los últimos premios que se han otorgado: en 2018 la película que causó sensación entre la crítica fue "Roma" de Alfonso Cuarón, una película insufrible y sobrevaloradísima a la que solo premiaron porque en ella trabaja una actriz de origen indígena, y aunque tiene actuaciones excelentes, su guion es su lado flaco, pues es una historia que más bien parece sacada de una telenovela y de las malas. Por otro lado, la ganadora del años pasado, Parasite, fue sin duda una manera de congratularse con el mercado chino, coreano y japonés a pesar de que en el primero no se permite estrenar más que diez películas extranjeras al año en los cines. Y si nos vamos más atrás, quien no recuerda la dizque confusión en la entrega de 2016 con las tarjetas con las que se anuncia el ganador porque inicialmente habían dicho que había ganado el musical "Lalaland" y luego salieron con que siempre no, que había ganado una que se llama "Moonlight", uno de esos bodrios progresistas de la que nadie se acuerda, la primera está en camino a convertirse en un clásico. Con esos antecedentes, francamente ya veo porque nadie quiere ver esos bodrios y sin duda veremos una decadencia de los oscares como premio principal del cine norteamericano.

YORCH dijo...

Me parece que Hollywood apuesta a convertir la industria del cine norteamericano en algo similar a la de España o Argentina, un cine subvencionado y que hace películas al gusto del partido o grupo que ostenta el poder.

Esto en mucho también es para tapar la falta de creatividad y originalidad en la industria, la decadencia completa del séptimo arte norteamericano.

misteryhouse dijo...

Les ha salido tan bien, Mulan fue un fracaso, Aves de presa fue un fracaso, Los Ángeles de Charlie fue un fracaso. Van a terminar haciendo un cine a la Derbez, o el público va mirar a otra parte.

YORCH dijo...

Pues el hecho de que el próximo gran estreno sea "Godzilla Vs. King Kong" ya dice mucho del grado patético al que ha caído el cine hollywoodense...

Anónimo dijo...

¿Hay alguna razón por la cual los otros países de la anglo esfera (Canadá, Australia, Nueva Zelanda) no lleguen a erigirse como potencias, si son países con un alto nivel de vida?

A pesar de sus condiciones, a mí me parecen países intrascendentes, incluso hasta culturalmente.

El apogeo de las telenovelas hispanoamericanas en Europa del Este hace unas décadas, de la música ranchera mexicana en la extinta Yugoslavia o el tango argentino en Francia, Polonia y Finlandia, me hace pensar que hemos tenido más peso que incluso un país de nuestro continente como Canadá.

Anónimo dijo...

Para saber más sobre el “Gran reseteo” uno de los analistas que más escucho es al peruano Miklos Lukacs. Por cierto el canal de YouTube de donde saqué la entrevista, del sacerdote argentino Javier Olivera también es altamente recomendable.


Gran reinicio, transhumanismo e ideologías. Entrevista a Miklos Lukacs

https://www.youtube.com/watch?v=mnf5X22Flqo

misteryhouse dijo...

Pues por el momento a la inútil abyecta de la Pelosi no se le hizo el milagro de ver a Trump en la cárcel

YORCH dijo...

Sobre los otros países de la Angloesfera: Bueno, ocurre como en la Hispanidad, que el país más importante viene a ser México, y que pese a todo y a que Chile, por ejemplo, o Uruguay, puedan tener un nivel de vida más alto, es claro que México es el país que, en mucho, es más "desarrollado" y tiene más peso internacional que ellos. Esto depende de muchos factores: el geográfico, el demográfico, los recursos naturales estratégicos con que cuente, etc.

En cuanto a los países anglosajones, Canadá padece mucho del factor demográfico, con una población que apenas ronda los 40 millones de habitantes y además, concentrada en su frontera sur, por lo que gran parte de sus vastos recursos naturales están sin explotar; Australia es un país de contrastes, en que salvo las grandes zonas urbanas: Sidney, Melbourne, Brisbane o la capital Canberra, lo demás son o enormes zonas desérticas, o áreas rurales verdaderamente subdesarrolladas a niveles iguales a regiones de Hispanoamérica o aún de nivel más bajo, Nueva Zelanda no cuenta con grandes recursos naturales que puedan permitirle desarrollar una gran industria o un poderío militar respetable, además de una población reducida.

En ese sentido, el concepto de "país desarrollado" o de "potencia" es un tanto subjetivo o equívoco: hoy en día, aunque haya mucho más pobreza en la India, la economía de este coloso es mucho más poderosa que la del propio Reino Unido, su antigua metrópoli, y ni se diga que Brasil no tiene un mayor poderío y peso dentro de la comunidad internacional que Suecia, pese a las favelas en Río de Janeiro que contrastan con la pulcritud de Estocolmo.