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13 de abril de 2017

TENSIONES: ¿HACIA DÓNDE VA TRUMP?


UNA ENORME DISCULPA A TODOS MIS LECTORES QUE AMABLEMENTE ME HAN PREGUNTADO POR AQUÍ EN LA SECCIÓN DE COMENTARIOS O EN EL FACEBOOK ACERCA DE PORQUÉ NO HE PUBLICADO MÁS ARTÍCULOS EN ESTE BLOG, PERO ES QUE SE HA DEBIDO A MIS ACTIVIDADES PROFESIONALES.

Pero bueno, al fin tengo un pequeño tiempo para escribir y vamos a entrar en materia:



Los  últimos acontecimientos han dejado a todo mundo con la boca abierta, Donald Trump, que durante la campaña presidencial se manifestó en contra del belicismo de Obama --el Presidente norteamericano que más bombardeos ha ordenado y más toneladas de bombas ha arrojado sobre otros países-- y de la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton por el apoyo a las Primaveras Árabes, que redundaron en la orgía de anarquía y fundamentalismo islámico que vemos en Medio Oriente. 

¿Por qué entonces, el novel Presidente norteamericano ha iniciado esta semana una serie de acciones bélicas sin precedentes, que, como siempre, sus enemigos del mainstream media ahora catalogan de actos de provocación y que pueden llevarnos a la Tercera Guerra Mundial? Incluso, algunos de sus partidarios como Milo Yiannopoulos, han manifestado su desconcierto y rechazo ante estas medidas. O simpatizantes extranjeros, como el líder del UKIP: Nigel Farage, así lo han manifestado.

Vamos por partes: primero veamos cada una de las acciones desplegadas por Trump --también haremos un paréntesis ante la resurrección de la añeja rivalidad hispano-inglesa por Gibraltar-- y al final daré la opinión acerca de las razones del porqué de estas (aparentemente) disparatadas acciones... en realidad no lo son y no hay ninguna conspiración detrás de ellas, sino una lógica y coherencia con el discurso del mandatario neoyorkino. ¿Que es peligroso? Lo es, ¿Qué consecuencias tendrá? Están por verse. ¿Eran necesarias? En la lógica del poderío de las grandes potencias, se contesta con un rotundo SÍ. Ahora veremos porqué:

1.- Siria: ¿Empieza la Tercera Guerra Mundial?

El Presidente de EUA Donald Trump lanzó un ataque aéreo a la Base de la Fuerza Siria de Shayrat, en una acción que decía ser respuesta al presunto ataque con armas químicas --gas sarín, empleado por los Nazis en los campos de exterminio-- que según se afirmó, realizaron las fuerzas leales al gobierno de Bashar El-Assad en la provincia de Idlib. Sin embargo, la historia oficial cuenta con diversos huecos e inconsistencias: ¿Para qué atacaría Assad con armas de destrucción masiva, mismas que son reservadas como último recurso: EUA utilizó las armas atómicas para forzar a la rendición de Japón y terminar con la II Guerra Mundial, y lo mismo utilizó el Napalm y el "Agente Naranja" a mansalva en Vietnam en la desesperada caza de las ubicuas guerrillas del Viet-Cong.

Assad, por el contrario, gracias al apoyo aéreo y sobre el terreno de fuerzas rusas e iraníes, así como de Hezbollah, se encuentra en camino de derrotar a sus opositores, tanto del ISIS como de la llamada "oposición moderada" como el Frente Al-Nusra, que en realidad es un brazo más de Al-Qaeda, por lo que el empleo de armas tan destructivas no es lógico, ni necesario. Por ello, el propio mandatario sirio y gran parte de la opinión pública en el mismo EUA y a nivel mundial aducen que se trató de un ataque de "falsa bandera" perpetrado por quién sabe qué intereses o con qué intenciones, señalando también la oscura actuación de los Cascos Blancos, organización de rescatistas cuyas alabanzas a su supuesta labor humanitaria mereció el Óscar a mejor documental del 2016, aunque ha sido también muy cuestionada como falsa.

Pero hay cosas curiosas respecto al ataque realizado con misiles tomahawk lanzados desde un destructor en el Mediterráneo: se lanzaron 59 de estos proyectiles y solo 23 dieron en el blanco, además, los daños fueron bastante leves y permitieron que la base continuara siendo operativa. De igual manera, parece que se dio aviso con antelación y los moscovitas pudieron evacuar a personal, aeronaves y equipos que se encontraban estacionados en el lugar.

¿Entonces qué fue? parece que no más que una advertencia, un aviso. Trump callaba así a la oposición demócrata y sus corifeos en los medios que le señalan como un pelele del Kremlin, mas así demostró que no le tiembla la mano en atacar a intereses directos de Rusia como es Siria y seguir señalando con el dedo a Bashar El-Assad, quien, admitámoslo, no es un demonio, pero tampoco un santo. Todo es parte de la lucha por el poder en una zona tan estratégica que ya desde hace 3,200 años las grandes potencias se la han disputado: en aquel entonces fueron Ramsés II de Egipto y Hattusilis III de los Hititas quienes lucharon por la posesión de Siria para garantizar su control sobre el Medio Oriente. Hoy, lo sabemos, Siria está en pugna entre el resurgente Irán y las potencias sunnitas: Turquía y Arabia, para así tener la supremacía sobre la zona, mientras Siria permanezca alineado con Irán y Rusia, persas y eslavos podrán tener amplia posibilidad de actuar y dirigir sus destinos.

2.- Corea del Norte:

Y tenemos el caso de Corea del Norte, a donde Trump ha mandado una flota encabezada por un Portaaviones, al parecer con la consigna de realizar un ataque contra el llamado reino ermitaño de los Kim, o al menos, una demostración de poderío. Entre tanto, una flota rusa también ha llegado, a fin de recordar que si bien el Estado estalinista, --en realidad, insisto, una monarquía oriental con más semejanza al Japón de los Tokugawa que a la Rusia del georgiano-- ha sido un dolor de cabeza desde su concepción en 1950, es también un aliado y una posición estratégica vital para los intereses de Moscú.

¿Y esto porqué? Porque Kim Jong Un, si bien no es ni el estúpido ni el loco que las sátiras y los medios occidentales pintan, sí es un extorsionador profesional que ha seguido la escuela de su padre y antecesor Kim Jong Il: basta con hacer año con año una amenaza de guerra contra Corea del Sur, contra Japón o contra el mismo Washington para recibir a cambio una buena cantidad de divisas y "ayuda humanitaria" con la que se financia el lujo de la dinastía y sus cortesanos, por un lado, y se palian la escasez y el hambre provocadas por la ineficacia completa del sistema económico estatista, pese a las tímidas reformas iniciadas por el joven dictador.

Trump marca un "hasta aquí" a las fanfarronadas del júnior de los Kim, y cambia totalmente la política de apaciguamiento que se había venido siguiendo desde el gobierno de Bill Clinton hacia Norcorea. Ya basta de pagar sobornos a un régimen brutal y oscuro como el de la dinastía nacida en el Monte Paektu, y su militarismo rampante denominado "doctrina Juché" o de "priorización militar". Por el contrario, una demostración militar occidental en contra del régimen quizá derrumbe el mito del poderoso ejército norcoreano e incluso, pueda impulsar a la población a un cambio de régimen, en mucho, se trata de poner a prueba la retórica incendiaria y las amenazas grandilocuentes que tradicionalmente emplea el régimen de Pyongyang, que es posible tenga armas nucleares, pero quizá las mismas no estén en una fase de desarrollo que sean plenamente operativas ni mucho menos, puedan llegar a alcanzar territorio estadounidense. Es una forma arriesgada, ciertamente, de poner a prueba el potencial militar de Corea del Norte, pero sin duda, es un acto valiente de poner fin a un actuar propio de golpeador de barrio o capo mafioso que ha sido la tónica y que había sido alimentada por los gobiernos norteamericanos anteriores.

3.- La Madre de todas las Bombas:



El día de hoy, por órdenes de Trump, la Fuerza Aérea de EUA lanzó un ejemplar del dispositivo GBU-43/B, la llamada Madre de todas las Bombas (en realidad Massive Ordinance Air Blast o, por sus siglas, MOAB) en Afganistán, sobre la provincia de Nangarhar, justo en un bastión de fuerzas del Estado Islámico en el país centroasiático. El explosivo es el segundo más potente después de un dispositivo similar ruso, llamado, para coraje de las feminazis: Padre de todas las Bombas, y equivale en sus efectos al de once toneladas de TNT, esto hace de ella, junto con su similar ruso, el explosivo convencional más potente antes del arma nuclear.

Justo cuando todos señalaban que la Administración Trump continuaba con la política de Obama de apoyar a los islamistas se da este ataque contundente y con una fuerza destinada a exterminar a la célula del ISIS en esa región de Afganistán como si de insectos nocivos se tratara, con ello, Trump da una señal: "sí, estamos mostrando músculo contra Rusia y el régimen de Assad pese a que estén luchando contra el terrorismo islámico, pero eso no nos convierte en aliados de éste, por el contrario, tenemos la capacidad de aplastarlo."

Conclusiones:

¿Qué podemos descifrar de toda esta conducta de Trump en esta bélica semana? ¿Confirma que es un loco? ¿Que es más de lo mismo o que sucumbió finalmente a las presiones del complejo militar-industrial? Para empezar, Trump no es un loco, en segundo, quizá sí connive un tanto con el complejo militar-industrial, pero porque no tiene remedio más cuando se trata de demostrar que Estados Unidos de América sigue siendo la potencia dominante y no tiene intenciones de dejar de serlo en el corto plazo pese a todos los problemas en los que se encuentra.

Piénsese: EUA quedó en una posición muy débil a nivel internacional tras las dos desastrosas presidencias de Bush Jr. y Obama, la situación de caos derivada de las fallidas intervenciones en Afganistán e Irak tras los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, las Primaveras Árabes, la crisis económica iniciada en 2008 y no resuelta por la administración de Soetoro, las tensiones raciales y étnicas, y finalmente una campaña presidencial que desnudó como nada las divisiones y los problemas internos de EUA, con violencia postelectoral añadida, llevaron quizá a suponer a otros líderes, como Putin, que la república norteamericana se encontraba en el inicio de su declive, la generación de un vacío de poder y por tanto, la posibilidad de llenar el hueco y convertirse en amo único del Medio Oriente a fin de garantizar los intereses en materia de hidrocarburos a favor del gigante eslavo, a Kim, aquello le dio la oportunidad de pensar que, con una Corea del Sur inmersa en los escándalos de corrupción de la Presidenta Park, --la familia rival que se quedó con el sur de la península-- y un EUA distraído por su situación interna, podría hacer lo que quisiera con el consentimiento de una China que también se levantó amenazadora sobre Japón y el resto de los vecinos por sus ambiciones sobre los mares territoriales, mientras que los islamistas radicales podían darse el lujo de campear a sus anchas con el apoyo, inverosímil hasta hace poco, del gobierno de Washington, D.C. y llegar a provocar una severa crisis en Europa con la amenaza terrorista y la inmigración masiva.

Como dice el periodista español Javier Esparza, en su comentario publicado en Actuall: Si el discurso de Trump es devolver a Estados Unidos su fuerza (el slogan Make America great again), y su rol de potencia hegemónica, las acciones militares emprendidas en estos días van por el camino correcto. El mensaje es claro, y cito textualmente al periodista:

"El mensaje de Trump ha sido 'estamos aquí, seguimos siendo los mismos, no se va a mover nada sin que lo sepamos, aquí pasará lo que nosotros dejemos que pase'”, en pocas palabras, que ni Putin, ni Xi, ni Kim, ni Assad, ni Rohani o cualquier otro, debe dar ya por sentado que EUA está en declive y ha dejado el trono del mundo vacante para que, como los diadocos tras la muerte de Alejandro Magno, luchen entre sí aquellos que se sientan ser los más aptos para tenerlo. Por el contrario, es un levantar la mano para que se recuerde que toda situación estratégica en el mundo no puede pasar sin que los intereses norteamericanos no sean tomados en cuenta.




Yo soy de ver que la situación de EUA en la actualidad es muy similar a la de España en el siglo XVII, con surgimiento de leyenda negra incluida, en particular, me parece que el momento actual semeja mucho a lo ocurrido bajo el reinado de Felipe IV y el ministerio del Conde-Duque de Olivares: Una España que salió debilitada tras el débil y corrupto gobierno de Felipe III y su ministro el Duque de Lerma, y que España se embarcó en una serie de conflictos, como la Guerra de los Treinta Años, en los que no entraba nada en juego más que su prestigio como potencia hegemónica del momento; al final, España se desgastaría, entraría en crisis económica y posteriormente política con la llegada al trono del niño y enfermizo Carlos II. ¿Qué pasará con EUA? Lo veremos, Trump apuesta alto, y el riesgo de perderlo todo es también muy alto.



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Gibraltar: el regreso del interés nacional



El caso del Brexit ha generado un foco de tensión en Europa Occidental como no se veía desde la década de los treinta: la situación del Peñón de Gibraltar, punto estratégico que fuera cedido por Felipe V de Borbón a la soberanía británica tras la Guerra de Sucesión Española mediante el Tratado de Utrecht (1715) a cambio de que se reconociera a la Dinastía de origen francés en el trono de San Fernando.

Así, se ha planteado la salida del Reino Unido de la Unión Europea, proceso que ya se encuentra en marcha, pero que el peñón permaneciera en el bloque continental bajo la administración hispana, cosa a la que los llanitos, nombre que se dan los habitantes del enclave, especie de "pochos" históricos que hablan una particular versión de "Espanglish" y ostentan extraños nombres de sabor hispano con pronunciación inglesa, se oponen rotundamente.

Las reclamaciones españolas, que se han mantenido desde la época del propio Felipe V, quien siempre se arrepintió de haber cedido el peñón y cuyos intentos por recobrar la posesión del enclave vía militar fracasaron, llegan ahora a su descendiente Felipe VI, quien sin duda llevará como tema para conversar con Isabel II en la próxima visita de Estado la situación de la gran roca. Cabe señalar que hace unas semanas la tensión llegó a escalar incluso a cotas en que ambas, las últimas dos grandes monarquías europeas, (la Holandesa es un cartel de drogas y prostitución, la Belga es inoperante y las Escandinavas son de carnaval) se lanzaron amenazas de guerra, algo que parecía regresarnos al siglo XVIII.

Esto en realidad nos devuelve precisamente a la realidad: tras la ensoñación de la Unión Europea, regresamos a la áspera realidad de la lucha por el interés nacional y la rivalidad por el poderío entre los Estados, Inglaterra lo tiene muy claro: el Peñón es vital como centinela a la entrada del Mediterráneo, y España también, cuenta con Ceuta y Melilla del otro lado del estrecho, con la roca, volvería a controlar totalmente el acceso al Mare Nostrum, como en los buenos tiempos de los Austrias; sin embargo, hoy por hoy, la balanza favorece a Londres por encima de Madrid: mientras los Ingleses con el UKIP, la salida de la Unión Europea y la administración de la señora May demuestran tener todavía algo de impulso para retomar la senda nacionalista y quizá incluso, poder revertir la islamización, España se encuentra dividida como en la Guerra Civil, con partidos de farsa como Podemos y radicalismos locos, más aparte los separatismos absurdos de Cataluña, principalmente, aunque claro, Inglaterra tiene que lidiar con Escocia, pero goza de una política más sólida y más seria que el país ibérico.

Como sea, esto nos muestra el camino hacia el que transitamos: Fukuyama se equivocó, la Historia no ha terminado, continúa, y se atisba... emocionante.

3 comentarios:

Jorge Ramírez dijo...

Porque considera a la monarquia holandesa como un cartel de drogas y prostitución?

Anónimo dijo...

Trump y su administración se han mantenido distantes de la toma de decisiones de la OEA respecto a Venezuela. Aún no se define bien que estrategia utilizará contra el chavismo. Y creo que se arriesga a perder parte de su base electoral con estos episodios ya que la gente de EUA lo que menos quiere ahora es más guerra. Milo Yiannopoulos estuvo promoviendo su campaña, Farage hasta ceno con el. Pone en riesgo su reelección o la candidatura republicana de quien lo suceda. Tendrá algún comentario sobre las palabras del secretario Kelly respecto a México?

Carlo dijo...

Yo apoyé (cautelosamente) a Trump, pero desde que Flynn dimitió, me parece que se volvió un neocon más al estilo Bush. Flynn y Bannon eran los elementos más antiglobalistas y patrióticos de su gobierno, los que querían disminuir el imperio para salvar a EEUU, dejar de hacer de "policía del mundo" para centrarse en sus intereses nacionales. Intentar mantener a EEUU como potencia hegemónica global es exactamente lo que está destruyendo ese país. Bannon queda, pero se dice que cada vez más aislado y en cualquier momento lo van a demitir. Si les interesa, un análisis (muy pesimista) con el cual estoy 100% de acuerdo:
http://www.unz.com/tsaker/the-trump-administration-goes-neocon-crazy/