Nuevamente, y ahora en forma mucho más agresiva que las dos veces anteriores, se registraron el pasado viernes 1 de mayo bloqueos con vehículos incendiados (en la imagen) y ataques a negocios particulares en Guadalajara y otras partes del estado de Jalisco, y lo peor: el derribo de un helicóptero SuperCougar del ejército por parte de un convoy de tropas del narco, pertenecientes al Cártel Jalisco Nueva Generación armados con un lanzagranadas ruso. Arma que en Somalia, durante los años 90 mostró su efectividad para derribar estas aeronaves, como recordará todo aquel que haya visto La Caída del Halcón Negro, estupenda pieza bélica de Riddley Scott basada en la derrota sufrida por los norteamericanos en Mogadiscio a manos de las irregulares fuerzas de los señores feudales somalíes, dueños de ese Estado fallido junto con las cofradías piratas.
Lo acontecido, que parece que Mayor Oreja lo había predicho cuando estuvo en nuestra ciudad unos días antes y dado su conferencia, no puede sino calificarse como una operación terrorista destinada a crear zozobra en la población para obtener una finalidad: el cese de las operaciones de acoso en contra de la organización antes referida, que ante la virtual derrota de los Caballeros Templarios de Michoacán tras la captura de su líder Servando Gómez La Tuta, aparece como la principal banda mafiosa en el país, y además, bastante poderosa.
Como nunca, se evidenció la creciente debilidad del Estado Mexicano y por el contrario, el creciente poder de estas bandas, lo que prefigura un triste panorama futuro en el que México puede seguir el camino del país situado en el Cuerno de Africa; ya en Michoacán ante la inoperancia de las instituciones, cuya presencia únicamente parece hacerse sentir en los procesos electorales, como el actual, decadente, degradado y detestado por gran parte de la población como nunca, las llamadas autodefensas aparecieron como los ejércitos privados bajo el mando de Señores de la Guerra tan peligrosos e indómitos como los capos criminales a quienes se suponía, combatían y que pronto exhibieron su violenta lucha por el poder en la llamada "Tierra Caliente": el Dr. Mireles, Hipólito Mora o Simón "el Americano", que parecían ser los verdaderos gobernantes del estado.
Jalisco había aparecido un tanto al margen de la ola de violencia que con particular crudeza ha azotado al vecino Michoacán o a Tamaulipas, sin embargo, mucho fue revelado a raíz de los atentados del viernes pasado, y sobre todo, la inoperancia de nuestras instituciones: la virulencia aparece por todas partes, con signo político como en Guerrero, donde sin embargo, también yace, por detrás de bambalinas, la mano negra del crimen, que apoya o rechaza movimientos de pretexto político y social, en Oaxaca, el sindicato de docentes muestra su poder para extorsionar a los gobiernos local y federal y obtener prebendas y privilegios sin que las reformas legales parezcan tener efecto alguno para someterlo a la obediencia del orden jurídico nacional, tal es la fuerza que ejercen que hace temblar de miedo a la autoridad y deja que el vandalismo y la impunidad campeen; entre tanto, la Izquierda ha alentado una fuerte oposición a las reformas orquestadas por el actual gobierno, que no previo que sus planteamientos desatarían tal reacción de los grupos beneficiados con el status quo, pero el gobierno mismo ha caído en el descrédito al exhibir una enorme corrupción, intereses en negocios privados y haberse quedado pasmado ante la grave situación ahora presente en todo el país.
El gran perdedor, sin embargo, no ha sido el Gobierno Federal, que al menos se encuentra ante una oportunidad de desarticular y detener a un cartel poderoso, lo que podría significarle combustible para levantar al menos el vuelo ante la opinión pública tras un 2014 desastroso, mientras que en este año ha logrado parar en seco a los Templarios michoacanos y sabe bien que no puede permitir que un estado tan emblemático como Jalisco caiga en el caos y en manos de poderes fácticos, mucho menos Guadalajara, la segunda ciudad en población del país y un centro vital de comercio y comunicaciones. El gran perdedor es Aristóteles Sandoval, Gobernador del estado, quien en las últimas semanas ha visto derrumbarse no solo a sus aspiraciones políticas futuras, sino su carrera misma, primero por el escándalo al quedar a descubierto como su padre Leonel Sandoval, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad ha fungido como operador político del PRI durante la campaña electoral de Ricardo Villanueva, "delfín" del actual mandatario estatal, a la alcaldía de Guadalajara, función que ya desempeñaba desde la campaña que llevó a su hijo a Casa Jalisco y con medidas marrulleras, poco claras y aconsejando cometer ilegalidades, lo cual representó un golpe durísimo para la campaña del Partido en el poder, y un grave deterioro a la posición del Gobernador.
Ahora viene la denuncia de infiltración de la criminalidad en el Gobierno, así como la incapacidad y las quejas en contra de la "Fuerza Unica", nueva policía estatal creada como alternativa para subsanar la debilidad y la corrupción de las mal armadas y peor organizadas y entrenadas policías municipales, y crecen los rumores del distanciamiento entre el Gobernador y el Presidente de la República, incluso, de una posible renuncia de Aristóteles a su cargo, que se acompaña de una feroz campaña mediática en la que se critican todos los defectos y carencias de su administración, bastante fundadas todas, y cómo pinta todo a un serio descalabro para el PRI en los comicios del 7 de junio próximo. Quizá los resultados, que seguramente serán malos para su causa, representarán la llamada de salida para el mandatario estatal por la puerta de atrás, pretextando algún problema personal o un puesto inventado en alguna instancia federal.
La situación es compleja, la sociedad tiene que tener en claro, como lo decía en su conferencia el político español, que este es un problema no solo del Gobierno o de las policías, sino de todos, hechos como los del viernes trastocaron planes y dañaron patrimonios y demostraron la frágil situación en la que todos nos encontramos, al exhibir la incapacidad de la autoridad estatal y federal para cumplir con una de las funciones esenciales del Estado: proporcionar seguridad.
El panorama no pinta muy positivo, el Estado se está viendo rebasado por un problema que ya amenaza la Seguridad Nacional, y quién sabe qué más esté detrás: es de recordar como el programa Rápido y Furioso, que muy probablemente fue un acto de corrupción mayúsculo en el seno del Gobierno de Obama sirvió para armar a grupos del crimen organizado, pues EUA con la economía estancada se encuentra necesitado de armar zonas inestables para vender las armas que produce, cuando las legiones de drogadictos y loquitos no basta para utilizarlas en sus asesinatos seriales periódicos. Aunque ahora resulta que el arma con el que derribaron al helicóptero del ejército mexicano resulta que es de producción rusa y vemos como RT, el medio oficial del Kremlin, cada vez le da más cobertura a la situación de México y ataca duramente al Gobierno de Peña Nieto. ¿Acaso está buscando armar una "Ucrania" para EUA?
Los ciudadanos debemos unirnos y exigir al Gobierno que cumpla su función, que sea más limpio y a la vez más efectivo para darnos seguridad; pero también debemos apoyarlo, esto no es que nos volvamos paleros de Peña Nieto, pero que apoyemos al Estado en abstracto, independientemente de quien ocupe el máximo cargo dentro del mismo, con un quehacer más legal y respetuoso en nuestra vida cotidiana, renunciando a la cultura que hace heroicos a los criminales, cumpliendo con nuestra parte, reconociendo el valor de policías y soldados que sean honestos y valientes, debemos tenerlo en claro, en ello, se juega el futuro de nuestro país y de las generaciones venideras.
Lo acontecido, que parece que Mayor Oreja lo había predicho cuando estuvo en nuestra ciudad unos días antes y dado su conferencia, no puede sino calificarse como una operación terrorista destinada a crear zozobra en la población para obtener una finalidad: el cese de las operaciones de acoso en contra de la organización antes referida, que ante la virtual derrota de los Caballeros Templarios de Michoacán tras la captura de su líder Servando Gómez La Tuta, aparece como la principal banda mafiosa en el país, y además, bastante poderosa.
Como nunca, se evidenció la creciente debilidad del Estado Mexicano y por el contrario, el creciente poder de estas bandas, lo que prefigura un triste panorama futuro en el que México puede seguir el camino del país situado en el Cuerno de Africa; ya en Michoacán ante la inoperancia de las instituciones, cuya presencia únicamente parece hacerse sentir en los procesos electorales, como el actual, decadente, degradado y detestado por gran parte de la población como nunca, las llamadas autodefensas aparecieron como los ejércitos privados bajo el mando de Señores de la Guerra tan peligrosos e indómitos como los capos criminales a quienes se suponía, combatían y que pronto exhibieron su violenta lucha por el poder en la llamada "Tierra Caliente": el Dr. Mireles, Hipólito Mora o Simón "el Americano", que parecían ser los verdaderos gobernantes del estado.
Jalisco había aparecido un tanto al margen de la ola de violencia que con particular crudeza ha azotado al vecino Michoacán o a Tamaulipas, sin embargo, mucho fue revelado a raíz de los atentados del viernes pasado, y sobre todo, la inoperancia de nuestras instituciones: la virulencia aparece por todas partes, con signo político como en Guerrero, donde sin embargo, también yace, por detrás de bambalinas, la mano negra del crimen, que apoya o rechaza movimientos de pretexto político y social, en Oaxaca, el sindicato de docentes muestra su poder para extorsionar a los gobiernos local y federal y obtener prebendas y privilegios sin que las reformas legales parezcan tener efecto alguno para someterlo a la obediencia del orden jurídico nacional, tal es la fuerza que ejercen que hace temblar de miedo a la autoridad y deja que el vandalismo y la impunidad campeen; entre tanto, la Izquierda ha alentado una fuerte oposición a las reformas orquestadas por el actual gobierno, que no previo que sus planteamientos desatarían tal reacción de los grupos beneficiados con el status quo, pero el gobierno mismo ha caído en el descrédito al exhibir una enorme corrupción, intereses en negocios privados y haberse quedado pasmado ante la grave situación ahora presente en todo el país.
El gran perdedor, sin embargo, no ha sido el Gobierno Federal, que al menos se encuentra ante una oportunidad de desarticular y detener a un cartel poderoso, lo que podría significarle combustible para levantar al menos el vuelo ante la opinión pública tras un 2014 desastroso, mientras que en este año ha logrado parar en seco a los Templarios michoacanos y sabe bien que no puede permitir que un estado tan emblemático como Jalisco caiga en el caos y en manos de poderes fácticos, mucho menos Guadalajara, la segunda ciudad en población del país y un centro vital de comercio y comunicaciones. El gran perdedor es Aristóteles Sandoval, Gobernador del estado, quien en las últimas semanas ha visto derrumbarse no solo a sus aspiraciones políticas futuras, sino su carrera misma, primero por el escándalo al quedar a descubierto como su padre Leonel Sandoval, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad ha fungido como operador político del PRI durante la campaña electoral de Ricardo Villanueva, "delfín" del actual mandatario estatal, a la alcaldía de Guadalajara, función que ya desempeñaba desde la campaña que llevó a su hijo a Casa Jalisco y con medidas marrulleras, poco claras y aconsejando cometer ilegalidades, lo cual representó un golpe durísimo para la campaña del Partido en el poder, y un grave deterioro a la posición del Gobernador.
Ahora viene la denuncia de infiltración de la criminalidad en el Gobierno, así como la incapacidad y las quejas en contra de la "Fuerza Unica", nueva policía estatal creada como alternativa para subsanar la debilidad y la corrupción de las mal armadas y peor organizadas y entrenadas policías municipales, y crecen los rumores del distanciamiento entre el Gobernador y el Presidente de la República, incluso, de una posible renuncia de Aristóteles a su cargo, que se acompaña de una feroz campaña mediática en la que se critican todos los defectos y carencias de su administración, bastante fundadas todas, y cómo pinta todo a un serio descalabro para el PRI en los comicios del 7 de junio próximo. Quizá los resultados, que seguramente serán malos para su causa, representarán la llamada de salida para el mandatario estatal por la puerta de atrás, pretextando algún problema personal o un puesto inventado en alguna instancia federal.
La situación es compleja, la sociedad tiene que tener en claro, como lo decía en su conferencia el político español, que este es un problema no solo del Gobierno o de las policías, sino de todos, hechos como los del viernes trastocaron planes y dañaron patrimonios y demostraron la frágil situación en la que todos nos encontramos, al exhibir la incapacidad de la autoridad estatal y federal para cumplir con una de las funciones esenciales del Estado: proporcionar seguridad.
El panorama no pinta muy positivo, el Estado se está viendo rebasado por un problema que ya amenaza la Seguridad Nacional, y quién sabe qué más esté detrás: es de recordar como el programa Rápido y Furioso, que muy probablemente fue un acto de corrupción mayúsculo en el seno del Gobierno de Obama sirvió para armar a grupos del crimen organizado, pues EUA con la economía estancada se encuentra necesitado de armar zonas inestables para vender las armas que produce, cuando las legiones de drogadictos y loquitos no basta para utilizarlas en sus asesinatos seriales periódicos. Aunque ahora resulta que el arma con el que derribaron al helicóptero del ejército mexicano resulta que es de producción rusa y vemos como RT, el medio oficial del Kremlin, cada vez le da más cobertura a la situación de México y ataca duramente al Gobierno de Peña Nieto. ¿Acaso está buscando armar una "Ucrania" para EUA?
Los ciudadanos debemos unirnos y exigir al Gobierno que cumpla su función, que sea más limpio y a la vez más efectivo para darnos seguridad; pero también debemos apoyarlo, esto no es que nos volvamos paleros de Peña Nieto, pero que apoyemos al Estado en abstracto, independientemente de quien ocupe el máximo cargo dentro del mismo, con un quehacer más legal y respetuoso en nuestra vida cotidiana, renunciando a la cultura que hace heroicos a los criminales, cumpliendo con nuestra parte, reconociendo el valor de policías y soldados que sean honestos y valientes, debemos tenerlo en claro, en ello, se juega el futuro de nuestro país y de las generaciones venideras.
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