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25 de marzo de 2022

¿HACIA DÓNDE VA LA GUERRA?

Rusia invade Ucrania: imágenes de la destrucción de un misil ruso en un  edificio de viviendas en Kiev - BBC News Mundo

Mientras los medios occidentales pintan una historia de "heroica resistencia" de Ucrania, en la que incluso, esta ex-República Soviética estaría venciendo a su antigua metrópoli, Rusia, llegan, aunque contados, algunos testimonios en sentido contrario, además de la situación de la "guerra económica" que se está dando en paralelo a las acciones armadas en Europa del Este, y que quizá son mucho más trascendentales y de mayor peso a lo que se da en el campo de batalla.

En el post anterior, decíamos que "la guerra es el arte del engaño" y que así lo definió el estratega chino Sun Tzu, hace ya más de 2,400 años, y en ella, se pueden dar operaciones que tienen como finalidad la distracción, mientras se dan las operaciones principales que se dirigen al cumplimiento del objetivo estratégico que se busca conseguir, a este tipo de acciones se les conoce con el nombre de maniobras de diversión. En este siglo XXI, estamos ante verdaderas guerras totales, más que lo que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, nos encontramos ante la combinación de las acciones armadas con las acciones que afectan la economía y el comercio, en una época en que se da una gran interacción, debido a la Globalización, en esos rubros. Y es de tal grado el peso de los factores económicos y comerciales, que es muy posible que en el caso actual, la lucha militar en Ucrania sea la diversión, y la acción estratégica se esté peleando en el frente económico y comercial.

Vladimir Putin y su aliada: China, están utilizando la Globalización en contra de ella misma, veamos: en primer lugar la enorme dependencia energética de Europa Occidental del gas ruso lleva a que, en plena Guerra de Ucrania, y pese a las sanciones impuestas en contra de Moscú, ni Alemania ni ninguno de los países de la Unión Europea han cortado la compra de combustibles del gigante eslavo, porque sencillamente, no pueden hacerlo sin hacerse una especie de harakiri económico.

Pero no importa: el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene una solución; EUA va a venderle gas y petróleo a Europa en vez de Rusia, y así, sus aliados del Viejo Mundo eliminarán la dependencia energética respecto de Rusia, así lo anunció al terminar la Cumbre de la OTAN en Bruselas. Sólo que hay una cuestión, que es que el gas tendrá que ser enviado en barco desde la costa este de la república norteamericana a los puertos atlánticos europeos. Y por otro lado, las propias políticas ecológicas implementadas por la Administración Demócrata han dinamitado la autosuficiencia energética de EUA, por lo que más que un país exportador, sería un país revendedor del gas y petróleo que terceros países le estarían enviando, y de ahí la humillante postura de mendigar hidrocarburos a un emirato como Qatar, o a enemigos como Irán o el régimen Chavista de Maduro en Venezuela; a la potencia persa, prácticamente se le va a permitir continuar con su programa nuclear, y no se respondió nada al ataque con misiles a instalaciones israelíes cercanas un consulado estadounidense en Irak, al segundo, se le levantarán sanciones y se olvidarán de Juan Guaidó, al que se apoyaba como "presidente legítimo" en oposición al tosco ex-guardaespaldas del Teniente Coronel Chávez.

Todo esto, llevará a que los países europeos tendrán que pagar por los hidrocarburos un 40% más que lo que pagaban a los moscovitas, resultando incomprensible, o quizá cínica, la sonrisa de Úrsula Von der Leyen al lado de Biden, tal vez debido a que, aunque los ciudadanos europeos se vean exprimidos y empobrecidos, las élites políticas y financieras se forrarán con el negocito.

Además, la adquisición de los combustibles de EUA no será inmediata, y en el inter, tendrían que seguir comprando a Rusia, pero Putin ya lo ha señalado: si quieren seguir comprando gas ruso, habrán de pagarlo en rublos y no en dólares o euros. Con ello, hizo que su moneda nacional repuntara tras la caída de valor que había sufrido tras la aplicación de sanciones.

Pero eso no es lo peor, Rusia es el mayor productor de fertilizantes o de materias primas para hacerlos, como los fosfatos, por lo que, las sanciones impuestas a las exportaciones rusas, entre ellas a estos productos, tendrán efectos durísimos en la agricultura europea y aún de otros países. De igual manera, Rusia y Ucrania son de los mayores productores de trigo del mundo, las sanciones en el primer caso, y la destrucción, en el segundo, llevan a que ese trigo no llegará a Occidente. No en balde, a Biden se le salió, en su discurso, mismo que parece surrealista, puesto que hablando con un aparente optimismo, dijo cosas que no tienen nada de ello, entre otras cosas, que puede haber escasez de alimentos.

La verdad, esto no es muestra de ninguna genialidad, sino que demuestra que a Biden le hace falta más de un tornillo.

Ahora el alto mando ruso ha anunciado que ha terminado la primera fase de la guerra ha terminado y se replegará de nuevo a la región del Donbas, o que su prioridad será el proteger la zona prorrusa y terminará de eliminar ahí la resistencia de las milicias radicales como el Batallón Azov, mismas que llevaban a cabo las operaciones de "limpieza étnica" en contra de los habitantes. Esto no es que haya habido una derrota de los rusos ni que esto esté terminando; la realidad es que muy probablemente las fuerzas armadas y quizá la estructura misma del Estado Ucraniano estén ya en ruinas; la necesidad de aviones que llevó al ridículo de hace unos días hecho entre Polonia y EUA, y los llamados a la llegada de "voluntarios" o mercenarios, implica la carencia de elementos para enfrentar los ataques rusos. Es cierto, tampoco la han tenido tan fácil y sí, un buque de la Armada Rusa sufrió daños anclado en un puerto ucraniano; sin embargo, me parece que el parte dado a conocer por el mando moscovita es mucho más creíble que lo que circula en Occidente, donde se ha usado hasta imágenes de videojuegos para ilustrar supuestas hazañas kievanas, o dar cifras inverosímiles de bajas rusas y de eliminación de mandos, supuestas fallas logísticas y casos de insubordinación.

A mi parecer, es muy posible que Putin está alargando la guerra intencionalmente. Es más que claro que Rusia cuenta con la potencia militar suficiente como para aplastar y someter toda Ucrania en relativamente poco tiempo, tomando en cuenta también la extensión territorial del país, y que éste, sin la intervención directa de europeos y norteamericanos, no tiene cómo resistir. Sin embargo, cabe pensar que Putin desea alargar el conflicto lo más que pueda para provocar daños económicos en sus rivales, en una estrategia conjunta con China. Tal vez, lo que espera, es que se den estallidos sociales, al menos, en España ya ha habido protestas ante las alzas en los precios de los combustibles y la inflación correspondiente, misma que en el propio EUA ya se hace presente.

Una cosa es cierta: esto está lejos de terminar.

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