Buscar este blog


18 de julio de 2021

CUBA, EUA Y LA LIBERTAD

 Blinken dice que sería un error que Cuba diga que EEUU está involucrado en  protestas - 12.07.2021, Sputnik Mundo

Recuerdo que, hacia 1995 en la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, México, en la que en aquel entonces me encontraba estudiando la Licenciatura en Derecho, se presentó el periodista argentino Andrés Oppenheimer (sin parentesco con el "padre" de la bomba atómica) donde dictó una conferencia para presentar su libro La Hora Final de Castro, en la que vaticinaba la inminente caída del régimen comunista en la Isla de Cuba, y que según él, ocurriría dentro de aquella, la última década del siglo XX... muchos indicios había al respecto: finalmente, la Cuba comunista era un satélite del poderío soviético en el continente americano, con el desmoronamiento del régimen bolchevique y la fragmentación del Imperio Ruso --que eso era la URSS-- perdiendo territorio y con el errático ¿liderazgo? de un borracho como Boris Yeltsin, y con una Moscú en bancarrota, incapaz de seguirle financiando, era claro que al barbudo dictador aficionado a los puros le debía quedar poco tiempo en el poder...

Los meses y años pasaron, y el libro de Oppenheimer se convirtió en papel mojado, y a las palabras pronunciadas en la conferencia se las llevó el viento, y no precisamente el viento de cambio cantado por Klaus Meine, vocalista de Scorpions ante la caída del Muro de Berlín.

¿Cómo pudo sobrevivir el régimen castrista ya más de sesenta años siendo vecino de EUA, el cual ha desplegado operaciones de cambio de régimen al otro lado del mundo, en Irak, o Afganistán, de donde Biden completa una ignominiosa retirada y los Talibán recuperan el control del territorio, como si nada hubiera pasado en los últimos 20 años, o Libia, y no a unos cuantos kilómetros del estado de Florida?

Aquí hay que hacer un poco de Historia: 

  1. Fidel Castro lanzó su movimiento revolucionario a fines de los años 50 en contra de la Dictadura de Fulgencio Batista, con el apoyo de Estados Unidos a fin de acabar con el paraíso que el crimen organizado tenía en la isla bella. Ni Castro, ni el Ché, ni Cienfuegos ni ninguno otro de sus compañeros pudo entrenar en México y subirse en el barco Granma con la protección del Gobierno Mexicano presidido por Ruiz Cortines primero y López Mateos después, o por políticos veteranos como el ex-Presidente Lázaro Cárdenas sin la bendición de Washington. Cuba, ciertamente, tenía una economía en crecimiento, y cierta prosperidad económica aunque con la consabida desigualdad que se produce en toda sociedad que tiene un enriquecimiento súbito, pero que en mucho se encontraba basado en el dinero invertido y lavado en la isla por los grandes gángsters desde la época de la Ley Seca. El gobierno del General Eisenhower en EUA estaba interesado en atacar a las mafias, que constituían un flagelo para la sociedad americana y sus tramas de corrupción, enquistadas en el complejo militar-industrial y es de recordarse en ese entonces la actuación de un joven abogado: Robert Francis Kennedy, en las investigaciones respecto a los probables nexos de estas organizaciones delincuenciales con los sindicatos, --el caso Hoffa-- o con el propio FBI, y su lucha contra el cacicazgo de J. Edgar Hoover.
  2. Al tomar el poder, tal pareció que el entonces joven revolucionario quiso hacerse con el negocio para él, lo que le llevó a romper con Washington y de repente, hacer profesión de fe Marxista-Leninista y acogerse a la protección de las faldas de la Santa Madre Rusia, entonces gobernada por Nikita Khrushchev, que le recibió encantado. Vino entonces el éxodo cubano a Miami, que contribuyó enormemente al desarrollo de un hasta entonces olvidado rincón de la Unión Americana. Ya bajo el mandato de John F. Kennedy, vino un intento de derrocar a Castro con el llamado Incidente de Bahía de Cochinos, que más fue una operación organizada por los servicios de inteligencia, el exilio cubano y las mafias, que por el propio Gobierno, y cuyo fracaso, según la tesis propalada por algunos, como Oliver Stone, influyó en su muerte.
  3. La llamada Crisis de los Misiles en 1963 fue lo que le dió garantía de inmunidad a Castro y su régimen por décadas: parte del pacto alcanzado entre las administraciones Kennedy y Khrushchev consistía que EUA se comprometía a no volver a intentar invadir la isla ni derrocar a Castro, quien de esta manera, pudo apoltronarse en el poder tranquilamente. Sin embargo, los órganos de Inteligencia norteamericanos por supuesto que intentaron una y mil veces eliminar al barbudo, mientras que éste sirvió fielmente a los intereses moscovitas, cuando no, también tuvo ambiciones propias: Cuba se convirtió en instrumento para proyectar la influencia soviética en el continente, pero también la propia: Fidel Castro supo romantizar su movimiento como una lucha contra EUA, el malvado imperialista enemigo de Latinoamérica --algo que ciertamente, no carecía de fundamento, y que le ganó adeptos, pues su propaganda, aunque luego contuviera mentiras, tenía bases de verdad-- y así se ganó el apoyo de amplios sectores: la juventud universitaria de varios países, incluso en el propio Estados Unidos, así como los llamados "intelectuales" y muchos gobiernos, como el mexicano, que pretendía, de esa manera, aparentar que tenía una política propia separada de los intereses de su vecino del norte; todo lo cual contribuyó a fortalecer al dictador y hacerlo hasta cierto punto, invulnerable. Entre tanto, Fidel formaba guerrilleros, activistas y propagandistas marxistas-comunistas que impulsaron movimientos más o menos violentos en toda Hispanoamérica, mientras intervino abiertamente en África en Etiopía y Angola, supuestamente para ayudar a esos pueblos a "liberarse" del colonialismo, pero más bien interesado en él mismo hacer un experimento colonial y controlar el mercado de los diamantes, pero fracasando miserablemente, teniendo los isleños algo parecido a lo que los norteamericanos tuvieron en Vietnam.
  4. El problema con Cuba es que no es un país que pueda tener cierto nivel de autosuficiencia; la isla sólo se abocó, desde la colonización española, a actividades primarias muy especializadas: la agricultura de la caña de azúcar, del tabaco y la manufactura de productos derivados de estos, como los famosos puros habanos y las bebidas alcohólicas, como el ron, algo de minería de cobre y níquel; las pretendidas reservas de petróleo cubanas, por otro lado, nadie las encuentra; Castro quiso industrializar a Cuba al estilo soviético y chino, y fracasó ante la carencia de recursos naturales con qué sustentar tal esfuerzo con cierta autosuficiencia; es cierto que EUA impuso, desde la Crisis de los Misiles un bloqueo comercial contra la isla a fin de evitar que entre las mercancías llegase armamento que le representara una amenaza, debido a la cercanía a sus costas.
  5. Esto ha llevado a que Cuba sea un parásito: su sobrevivencia económica se ha sustentado en la dependencia de otras potencias: España, desde su descubrimiento por Colón, hasta 1898, EUA de ese entonces hasta 1959, la Rusia Soviética de 1959 a 1991, sin los subsidios soviéticos, y con la crisis económica de la transición rusa, además de la creciente divergencia ideológica entre el Moscú de la Perestroika y la Habana de un ortodoxo Castro, consumado con el débil intento de Yeltsin de establecer una Democracia liberal durante la década de los 90 en que abandonó a Castro a su suerte.
Los años 90, como recuerda Fernando Díaz Villanueva, fueron los duros años del Periodo Especial, en que sin el subsidio ruso, Cuba conoció la escasez y el hambre como nunca; hasta que, a fines de esa década, llegó Hugo Chávez a la Presidencia de Venezuela e inició la deriva del país sudamericano hacia el Socialismo del Siglo XXI, el teniente coronel de paracaidistas, encandilado por la figura de Castro, se convirtió en el benefactor de la isla, y el subsidio ruso pasó a ser venezolano, como en el caso del país euroasiático, la enorme cantidad de recursos económicos desviados de Moscú a la Habana para sostenerla, contribuyó en gran medida al truene económico soviético, y sin duda, tuvo mucho que ver con la destrucción de la economía venezolana, igualmente.

Pero volvamos a un punto importante, o si se quiere, a mi teoría: el régimen cubano no cayó en la década de los 90, cuando debió haber caído, por que el propio EUA dejó que sobreviviera... y la pregunta es, ¿porqué?

Es que seamos sinceros, si bien había existido el acuerdo de 1963 en la Crisis de los Misiles con el que EUA se comprometió a no invadir Cuba --pero mantuvo la base militar en Guantánamo, siendo el único caso en que una potencia cuenta con un enclave en un país enemigo al que puntualmente paga la renta y quien gustosamente recibe el alquiler periodicamente, al tiempo que lanza diatribas contra su inquilino, al que es incapaz de correr y que éste, a su vez, es incapaz de quedarse con el enclave en propiedad-- y al hacerlo, habría provocado una respuesta rusa contundente y nuclear; pero entre 1991 y 2000, la realidad es que Rusia apenas luchaba por sobrevivir contra una enorme inestabilidad interna, crisis económica, separatismos y unas fuerzas armadas carentes de presupuesto y con soldados hambrientos y había abandonado a Castro. Bill Clinton pudo haber ordenado una operación de cambio de régimen con la mano en la cintura que sólo habría encontrado una oposición retórica de los mismos corifeos del régimen castrista de siempre.

Pero, si hacemos memoria, y recordamos el caso del "balserito" Elián González, el Presidente Clinton decidió regresar el niño a Cuba, a la pobreza y la dictadura, en vez de tenerlo como refugiado en Miami con sus parientes expatriados y tener mejores oportunidades, exhibiendo al régimen del barbudo... No lo hizo, todo esto, corrobora mi tesis: el régimen de Castro se ha sostenido porque su principal valedor no ha sido Rusia, ni China, ni Venezuela... ha sido el propio Estados Unidos de América.

Véamos: no solamente ha sido el acuerdo celebrado con Moscú en 1963, el famoso bloqueo, ha sido el principal pretexto que el régimen, ya sea encabezado por Fidel Castro, su hermano Raúl, o ahora su discípulo: Miguel Díaz Canel, --hombre nacido en 1960, es decir, con el propio régimen y que siempre que lo he visto me da la impresión de tener el cerebro perfectamente lavado, secado y planchado para creer sincera y devotamente en el régimen, no me parece que sea alguien que sea un farsante, como sí podía ser Fidel, que hizo profesión de fe marxista para contar con el apoyo moscovita, sino alguien criado para ser un centinela del sistema a grado fanático, y por tanto, cruel como un zelote...-- pero ¿realmente existe el bloqueo?

La verdad es que si bien ha podido mantenerse un bloqueo o embargo comercial de EUA sobre la isla desde los años 60, numerosos países, aliados de éste, han continuado comerciando e invirtiendo en Cuba, sobre todo en el sector turístico, que se ha convertido en la principal, cuando no, casi única fuente de divisas para el país, incluso, el empresario mexicano Carlos Slim ha sido uno de los principales inversionistas en el sector de comunicaciones y en una restauración al centro histórico de la por demás ruinosa ciudad de la Habana. Pero incluso, durante los años 90, Estados Unidos comenzó a enviar mercancías y granos básicos a Cuba, como "ayuda humanitaria", y algunos estados, individualmente, empezaron a autorizar o a levantar parte de las restricciones impuestas a productos cubanos, principalmente tabacos y ron, burlando las normas federales que las imponían, encontrando atajos para ello.

Así que los cubanos sufren hambre y pobreza no tanto por el bloqueo norteamericano, hay que recordar que, por ejemplo, las iniciativas legales que hubieran representado, ellas sí, el establecimiento de medidas con carácter extraterritorial que habrían sancionado a todas las empresas internacionales, no solamente estadounidenses, que hicieran negocios en Cuba, como lo era la Ley Helms-Burton, no fueron aprobadas o implementadas, sino por las propias falencias de una economía estatista de tipo soviético, y la enorme corrupción del régimen, en la que existe una élite de altos jerarcas del Partido Comunista y sus favoritos --la mayoría de ellos de origen europeo, como los propios Castro o Díaz Canel, es curioso que no haya ningún gerifalte del régimen que sea de raza negra, pese a que una gran parte de la población cubana sea de ese origen.-- que viven a todo lujo, mientras la gente común vive en cobachas ruinosas sin recursos para ser restauradas desde hace sesenta años y sometida a la paranoia de las delaciones entre vecinos y familiares que se espían unos a otros para quedar bien con el régimen y ver aumentar sus raciones.

Así, el mito del bloqueo brindó a Fidel Castro, a Raúl y a Díaz Canel el pretexto perfecto para excusarse ante su pueblo: "si hay carencias, es culpa de los gringos", y los valedores internacionales del régimen, así lo repiten; véase lo que transmite RT (la Rusia de Putin ha vuelto a estrechar lazos con la Habana, aunque sin llegar todavía a brindarle subsidios, el ex-KGB no es tan tonto como para tirar el dinero en ayudar a Cuba a cambio de nada, como Khrushchev) o la televisora persa Hispan TV, y miembros del moribundo partido Podemos en España, o así lo dice el Presidente López Obrador aquí en México y otros tantos Izquierdistas; pero, nuevamente lo reitero: ese mito lo ha creado y lo ha sostenido el propio EUA, para quien, en un principio Fidel y su régimen fue un enemigo, pero con el tiempo se volvió una especie de aliado o al menos, de mal necesario al que debía tolerar.

Entonces, ¿qué pasa? ¿a quién le interesa mantener la pesadilla comunista en Cuba? Bueno... la isla según se ha planteado, sigue siendo sede importante del crimen organizado y el narcotráfico como lo era en tiempos de Batista, pero con la diferencia de que los capos ya no son ni Lucky Luciano, Bugsy Siegel o Santo Trafficante, sino el propio Partido Comunista Cubano... ¿y si hay nexos entre éste y las élites norteamericanas que igualmente tienen su parte en el negocio? 

Como sea, tras la sobrevivencia del régimen castrista se esconden sin duda secretos oscuros y asquerosos que demuestran la crueldad de las élites que para mantener su poder, sus intereses y sus negocios vivos no dudan en aplastar, destruir y humillar a un pueblo entero como ha sido el cubano, un pueblo que fue independizado, y hay que decirlo, para beneficiar a EUA que deseaba a sacar a España definitivamente de América, un pueblo engañado en la imposible promesa de ser soberano, y que de 1898 a la fecha sólo ha conocido regímenes dictatoriales que han ejercido su autoridad para sostener los intereses estratégicos, principalmente, de los grandes colosos del siglo XX: Rusia y Estados Unidos, sin que cuente, por otro lado, con los medios que le podrían asegurar erigirse como un Estado realmente soberano. 

Lo que está pasando ahora, sí, es histórico, porque vemos por primera vez un movimiento genuinamente popular que ha estallado en la isla, no como la rebelión contra España, orquestada en Nueva York y liderada por un sentimental, perturbado y tonto útil como José Martí, o los golpes de Estado dirigidos por matarifes como Machado o Batista, para finalmente caer en manos de un falso mesías y su corte de iluminados, esto es Fidel, el Ché y demás, verdaderos criminales de lesa humanidad. ¿Que hay ingerencia extranjera? No lo descarto: dudo mucho que esas banderas norteamericanas que ondean algunos de los manifestantes sean de producción artesanal y clandestina y mucho menos creo que se puedan adquirir en alguna tienda de La Habana o de Santiago; pero es muy probable que eso se atribuya a la diáspora de Miami antes que al Gobierno de Washington, que ahora, presidido por un vegetal como Biden, actúa con pasividad pasmosa ante la situación, lo que hace acrecentar mis sospechas de que tanto la actual administración demócrata, como una enorme parte de los políticos y grupos de poder en nuestro vecino del Norte, no desean ver caer al régimen cubano, y están dejando que la represión y la ferocidad del fanático Díaz Canel termine por aplastar la revuelta.

Porque no solamente son los intereses espurios que puedan tener con los sucios negocios del régimen habanero, también no se puede negar que la generación que actualmente tiene el poder, tanto en EUA como en gran parte del mundo occidental, es la generación de 1968, es la generación de Biden, Roger Waters, Mick Jagger, el matrimonio Clinton, Jorge Mario Bergoglio, Oliver Stone o López Obrador, o son sus hijos y nietos, como la Ocasio Cortez, Pablo Iglesias o Barry Soetoro (Obama) adoctrinados por ellos, y para quienes, las figuras de Fidel Castro y Ernesto Guevara de la Serna representan símbolos de liberación y de lucha contra la opresión imperialista yankee por un lado, en un tiempo en que se espera de EUA un serie de repetición del mea culpa por su actuación imperial, y de liberación contra el materialismo del capitalismo, como una demostración de que otro mundo es posible, como lo fue en su momento John Lennon y su nefasta canción Imagine, aunque como éste, hayan sido más una construcción publicitaria que oculta su carácter como sujetos oscuros, amargados y profundamente llenos de odio hacia sus semejantes. A grado tal llega esto, que me ha tocado ver a empresarios muy capitalistas ostentar sendos retratos de el Ché en sus oficinas y decir que le admiran... a un sujeto que les haría fusilar por burgueses...

La llamada Revolución Cubana es uno de los grandes mitos de la Posmodernidad, la gente ha preferido creer ese mito, antes que ver la realidad, se cree que Cuba posee un sistema de salud inmejorable y así lo repite el cineasta Michael Moore, mientras denosta a hospitales y médicos estadounidenses que evidentemente se encuentran millones de veces mejor proveídos de medios para hacer frente a enfermedades y emergencias, se dice que también la isla posee un sistema educativo que sería la envidia de cualquier potencia europea, pero no se ve la realidad de una ciudad donde siguen circulando, cada vez menos, autos de los años cincuenta, sin posibilidades de ser reparados, o los pésimos vehículos rusos de hace cuarenta años, donde se tiene que recurrir a carretas arrastradas por famélicos y macilentos caballos, donde no hay empleos porque no hay áreas en las que muchos técnicos o ingenieros se podrían dedicar, donde las tiendas están vacías al igual que los estómagos y las casas se caen a pedazos. Por ello, y si bien surgen voces y se hacen manifestaciones a favor de los rebeldes cubanos que están siendo masacradas por las fuerzas del omnipotente Estado comunista, son mucho más numerosas aquellas que salen en defensa del régimen. Increíblemente y como bien dice un meme, las mismas voces que señalan a EUA como un infierno opresivo por el racismo y ponen de ejemplo la muerte del delincuente George Floyd, son las que callan o hasta defienden la brutalidad de Díaz Canel contra su propio pueblo.

Por eso, soy pesimista, creo que el régimen cubano no caerá --espero equivocarme-- y por el contrario, saldrá fortalecido de esta situación, gracias a la criminal negligencia de la comunidad internacional y de numerosos sectores y grupos de poder que prefieren sostener la gran mentira de la Revolución... el problema es que esos mismos sectores parecen estar decididos a implementar un régimen así, de mentiras, opresión y censura en los demás países, EUA incluido, y si no, vean hacia dónde van ante tanta censura e imposición de la llamada Ideología de Género, y la preparación de un clima de división y odio a través de la Teoría Crítica de la Raza... el futuro no es promisorio, y en México, ya tenemos a la Izquierda en el poder, igualmente sembrando semillas de odio y división.

Ojalá algún día podamos gritar con sinceridad "¡VIVA CUBA LIBRE!", pero me temo, que falta mucho para eso.

No hay comentarios: