Una disculpa a mis lectores por no haber publicado nada últimamente, pero es que he estado muy ocupado entre mi trabajo y la elaboración de mi tesis doctoral, razón por la cual tuve que interrumpir durante un momento la atención a este blog; pero en fin, el día de hoy tuve oportunidad de ponerme a escribir esta entrada. Han pasado muchas cosas en estos dos meses que he estado ausente, pero me he tratado de mantener al día, y ahora trataré de actualizarme con este post:
El tema que quiero tratar aquí es la situación actual de la Pandemia del Coronavirus SARS CoV-2 o COVID-19 misma que continúa, no ha remitido; por el contrario, en la India hizo su aparición una nueva cepa que ahora se conoce como Variante Delta, aparentemente de una mayor virulencia y capacidad infecciosa, así como una mayor letalidad, a la que se agrega una infección oportunista, la del llamado Hongo Negro, que al parecer contamina a los afectados por el virus, con sistemas inmunológicos debilitados.
Sin embargo, a la par de que en todo el mundo, incluyendo México, se habla de una "Tercera Oleada" de la enfermedad, crece igualmente, una postura complaciente, tendiente a disminuir la percepción de peligro ante la pandemia; esto va de la mano de las campañas de vacunación, donde al parecer, ha estallado una guerra entre farmacéuticas, aparte de las tesis conspiranoicas sobre las vacunas, con la supuesta implantación de chips, de enfermedades latentes y demás supuestos subterfugios de los siniestros planes de Bill Gates, hombre sobre el cual, también, durante estas semanas que he estado alejado de este sitio, se ha desatado con más fuerza una campaña de linchamiento, de la que, seguramente, tanta andanada de rumores, acusaciones y señalamientos que se han venido desatando sobre el creador del MS-DOS, me hacen creer que todo eso, como la famosa red Q-Anon, hoy alicaída sin Trump en la Casa Blanca, es parte de esa guerra de desinformación y propaganda que se ha desatado desde marzo de 2020 con fines que podemos presumir, son tanto políticos como económicos.
La realidad es que la incertidumbre reina por todos lados, en México, nos anuncian que existe un repunte en los contagios y que ya hay casos de la temida Variante Delta, pero, al mismo tiempo, se anuncia que la banda del ex-Nirvana, David Grohl, los Foo Fighters, tendrá un concierto multitudinario en el Foro Sol de la Ciudad de México el próximo noviembre, mientras que la mítica agrupación Guns N' Roses anuncia un nuevo tour en el país, presentándose de nueva cuenta en mi ciudad: Guadalajara, y visitando igualmente Mérida, capital del Estado de Yucatán, y Monterrey, Nuevo León, en octubre. En nuestro vecino del norte: EUA, pese al temor al repunte, y las dudas sobre la efectividad de las vacunas ante las nuevas variantes del virus, y acusaciones entre laboratorios --basta ver cómo Aztra-Zeneca y Pfizer parecen estar detrás de los cuestionamientos que en Europa se dirigen contra las vacunas elaboradas por Rusia y China, como la Sputnik o las CanSino y Sinovac,-- los estadios deportivos se llenan y las arenas de conciertos igualmente vuelven a rugir.
Todas estas contradicciones aparentes, solamente añaden leña al fuego de las hogueras de las conspiraciones, desinformación e incertidumbre y alegatos de estar ante una Plandemia orquestadas por una élite en su intento de dominar el mundo, cuando ya ejercen dicho dominio, según el dicho del mismo de los impulsores de estas tesis. Yo no lo creo así, sino que, aplicando la navaja de Occam, me parece que hay una explicación muy sencilla:
NADIE SABE QUÉ HACER EN REALIDAD.
Eso parece ser todo, y lo que sucede lo podemos analizar de la siguiente manera:
- La Pandemia es una realidad, y al tratarse de un virus de ARN, muta con mucha mayor facilidad y surgen nuevas variantes.
- No existe ninguna finalidad oculta en la vacunación: ni la implantación de chips o nanomáquinas para el rastreo de las personas o su control mental, --para eso ya están los teléfonos móviles-- lo que sucede es que se trata de vacunas que fueron liberadas al mercado en forma apresurada, sin haber concluido a conciencia las fases de experimentación y pruebas, partiendo al parecer de vacunas experimentales que se estaban elaborando para combatir la gripe aviar o incluso el VIH, así que nadie está cien por ciento seguro de la efectividad o los posibles efectos secundarios que puedan tener estos profilácticos, que, por otro lado, parecen ser, hasta ahora, la mejor oportunidad si no de evitar o suprimir por completo al virus, sí de frenarle un tanto o reducir su gravedad o morbilidad.
- La actividad económica no puede detenerse por más tiempo con el distanciamiento social. Estamos ante el dilema entre la enfermedad y la miseria, cuando no, hasta el hambre; de por sí, el impacto negativo de la pandemia ya ha sido catastrófico, prolongar más tiempo los confinamientos y los cierres sería suicida.
- El virus ya se quedó, formará parte del amplio catálogo de enfermedades respiratorias que han acompañado a la humanidad desde el origen, como la gripa o el catarro, la realidad es que tenemos que habituarnos a su existencia y a tomar las medidas de prevenirla.
Así, nos encontramos en una situación en que, por igual, elites y pueblo, gobernantes y gobernados, políticos, empresarios, deportistas, banqueros, músicos, actores y lo que sea, estamos ahogados en un mar de incertidumbre y de interrogantes sobre lo que se viene; sin duda, estamos ante una crisis o un punto de inflexión en la Historia que dará mucho qué hacer a estudiosos en el futuro, y quizá la mayor pregunta sea si todo esto fue provocado o no, y con qué finalidad.
Así, veamos algunos puntos:
1.- La Responsabilidad de China:
Hace un año, el periodista español Iker Jiménez hablaba acerca de la posibilidad de que el virus se originase en los laboratorios de investigaciones biológicas que China tiene instalados en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia. El Presidente Donald Trump afirmaba esto igualmente, y lo mismo el descubridor del VIH, Luc Montaigner, quien incluso afirmó que el patógeno era de diseño, no natural... esto quizá pueda ser más polémico, sin embargo, uno de los principales obstáculos que se ha sufrido a lo largo de estos meses para combatir efectivamente al mal, que es la política, hizo que universalmente se denostara la hipótesis, señalada de racista o xenófoba, o al menos, motivada por la "guerra comercial" desatada por el magnate neoyorkino a cargo de la Presidencia; sin embargo, actualmente, Biden, quizá buscando echar tierra a los dichos de una supuesta relación de intereses de su hijo Hunter y de él mismo con el imperio asiático, revivió la tesis, misma que ahora fue respaldada, pues anteriormente se trataba de dejar en ridículo al magnate neoyorkino; hoy, se trata de dar la impresión que el actual mandatario, visiblemente aquejado de problemas de salud mental y física, y su Vicepresidente, Kamala Harris, quien se la ha pasado evidenciando su frivolidad e inepcia, constituyen una Administración fuerte.
Y si ahora hay indicios de que esta pandemia se origina en China, ¿su difusión fue accidental o intencional? Yo apostaría por lo primero, sin embargo, posteriormente vino la formación de una estrategia para aprovechar la situación de manera astuta, siendo difícil determinar el impacto interno que haya tenido la pandemia en cuanto a número de afectados y muertos, porque, por un lado, es más que posible que el Gobierno del Partido Comunista haya maquillado cifras y aparentado haber resuelto el problema de manera efectiva, pero también, hay cierta probabilidad de que la propaganda de algunos sectores de EUA y otras potencias Occidentales pretendan plasmar un panorama todavía más negro del que seguramente ya tiene el propio régimen por sí, régimen que aplica no solamente esto por el Comunismo predicado oficialmente, sino por que tradición, desde sus antiguas dinastías, China ha sido hermética y manejado una política con juegos de espejos y cortinas de humo. Hasta el momento, parece haberles funcionado para acrecentar su poder en diversas áreas, dentro de la dialéctica de imperios, como lo dirían los seguidores de Gustavo Bueno... al menos hasta ahora...
2.- La Agenda 2030:
En el mes de marzo-abril, se anunciaba por unos con bombo y platillo la llamada Agenda 2030 con el lema "no tendrás nada y serás feliz", y por otros se señalaba esto con terror. En poco tiempo, sin embargo, esto ha ido perdiendo fuelle, la verdad es que, aunque esto se había anunciado ya antes, pareciera que los Globalistas, nombre bajo el cual colocaríamos a los grandes intereses privados de empresarios de los ramos de la información, tecnología, medios de comunicación y entretenimiento y finanzas, todos ellos sectores que se han enriquecido y aumentado su poder con la Globalización desde los años 90.
Sin embargo, estas posturas ideológicas de las que vienen siendo partidarios, y al parecer tienen su origen en la ideología de la Sociedad Fabiana, un movimiento socialista británico que contó entre sus miembros y dirigentes a H.G. Wells, a Aldous Huxley, su hermano y su abuelo Thomas, y otros personajes de la política y las artes; no parece ser más que un infantil sueño por construir una utópica humanidad perfecta, irrealizable e impulsada por una élite de personajes que sólo tienen a su favor el dinero, no así ni la virtud, y me atrevo a decir que tampoco la cultura; pareciera que personajes como George Soros, o Jeff Bezos, y ni se diga de Mark Zuckerberg, adolecen de incultura e ignorancia en muchos rubros, no teniendo más que su falta de escrúpulos y su habilidad en los negocios para ocupar la posición social que tienen... desde 1789, y a riesgo de oírme marxista, con el ascenso de la Burguesía, el estatus social es definido por el dinero, no por la función que se desempeña en la sociedad, como antaño había sido en las sociedades estamentales, con la nobleza, propietaria de la tierra y a cargo de la defensa y el gobierno, por un lado, y el clero, por otro, encargado de la dirección espiritual, hoy en cambio, ni la virtud, ni el conocimiento, ni los méritos no valuables en dinero son tomados en cuenta; alguien con una educación promedio o incluso baja, podría dedicarse a vender jitomates, enriquecerse y convertirse en un gran líder empresarial con capacidad de influir en la política y sociedad mediante opiniones mafufas sobre temas que ni conoce, o el financiamiento a movimientos políticos destinados a generarle situaciones beneficiosas a sus intereses, y lo más probable es que ocasionaría graves daños, pero se lo dejarían pasar por la compra de impunidad que haría.
Pese a todo eso, el Globalismo va camino de fracasar tan es así que ya empezaron a hablar no del 2030 como límite para una agenda que implica el acaparamiento de la propiedad y la consolidación de los monopolios de las grandes corporaciones como los únicos proveedores de bienes y servicios en arrendamiento y la emergencia de un nuevo tipo de feudalismo, por ende, sino ya del 2050. Su idea de un Nuevo Orden Mundial, sustentado en un Gobierno Mundial, parece que no podrá ser, pues el Coronavirus, lejos de planchar el camino hacia lograrlo, ha puesto a prueba a las instituciones internacionales y ha demostrado que, un sistema internacional que pueda llegar a coordinar la actuación contra la pandemia, no ha podido funcionar:
- Primero, la OMS quedó muy cuestionada, ante una actuación que aparentemente sirvió para tapar la responsabilidad de China. Por otro lado, ha sido incapaz de diseñar una política supranacional e imponerla a todos los países miembros del Sistema de las Naciones Unidas.
- Otras instituciones internacionales, como la Unión Europea, han sido igualmente incapaces de plantear una política de salud común al respecto o de reactivación económica; por el contrario, comenzaron las reclamaciones entre los países miembros, por ejemplo, contra el Gobierno de España.
- Es cierto que hay paralelismos entre la actuación de diferentes Gobiernos y sobre todo, entre los encargados, dentro de los diversos ministerios de salud, al enfrentar la pandemia; por ejemplo, lo hecho por Anthony Fauci en EUA, Fernando Simón en España y por Hugo López Gatell en México tiene muchos puntos en común: al inicio una desestimación de la gravedad de la Pandemia, después, impulso ciego a medidas de confinamiento, utilizar la situación como arma política, negligencias criminales e incumplimiento de los responsables en persona de las medidas por ellos mismos dictadas... Esto, sin embargo, no implica la existencia de una plandemia, sino que la incertidumbre, los intereses políticos y de partido, llevaron a incurrir en los mismos actos y falencias.
Por otro lado, el clima de linchamiento que se está dando en contra de la figura de Bill Gates desde hace un año, en que se le vinculó con la pandemia por una conferencia impartida en años anteriores en que advertía del peligro de que estallase un problema sanitario global como el actual, en algo que no indicaba que él tuviera el plan de desatarlo, sino que sus asesores en prospectiva tenían claro que ante las rutas comerciales mundiales centradas en China, y tras la pasada epidemia en 2009 de la Gripa Aviar era más que probable que ocurriese algo así, como ya había ocurrido algo similar en 1918 y aún en el siglo XIV, indica que no todo es unanimidad entre las élites, la nueva es que ahora hay hasta quienes vinculan al padre de
Microsoft con el
asesinato del Presidente haitiano Moïse, como también se habló de sus infidelidades matrimoniales y sus supuestos nexos con Jeffrey Epstein. Al parecer, hay alguien --necesariamente posicionado igualmente en las alturas-- muy interesado en destruir al magnate informático y para ello ha desatado toda una artillería pesada mediática aprovechando la situación actual.
Si bien los empresarios de Silicon Valley que se dedican al comercio por Internet y los medios del entretenimiento se vieron beneficiados por la Pandemia, la realidad es que, en general, los grandes intereses también se han visto afectados y se encuentran entrampados en la misma crisis que el resto: negocios quiebran, las deudas crecen y con ello la imposibilidad de los bancos de hacer efectivo el cobro de dichas deudas, genera una parálisis en las actividades económicas en general, por lo que pensar que hay un beneficio claro para alguien de esto, es ilusorio.
3.- La Pandemia seguirá:
Ya no puede haber lugar al escepticismo; hoy en día, todos sabemos o conocemos a alguien que ha padecido o que incluso murió a causa del COVID, esto es un problema real y no tiene visos de resolverse pronto.
La efectividad de las vacunas no es completa, y la aparición del virus ha sido tan repentina y es tan reciente que no ha existido la posibilidad de hacer investigaciones que permitan el encontrar pronto un tratamiento efectivo, el trabajo para ello tendrá que ser sobre la marcha; sin embargo, existe como principal obstáculo la política. El principal problema ha sido que se ha pretendido o se ha abordado el problema de la pandemia desde la óptica política, en que distintos gobiernos, grupos y actores pretenden usar la situación para beneficiar sus intereses, de manera mezquina y falta de empatía.
La política y la desinformación que campea en el ambiente son los principales obstáculos para hacerle frente de manera efectiva: se habla de repuntes en los contagios y de nuevas variedades o cepas virales más letales o infecciosas, y a la vez, se anuncian conciertos y eventos multitudinarios, lo que genera en las personas la percepción de que nadie sabe qué está pasando a ciencia cierta ni cuál es el camino a seguir ante la enfermedad, o de que el problema ha sido magnificado, haciendo que la gente crea más en las "teorías de la conspiración", a las que muchos se aferran, porque la idea de que todo es parte de un plan, con un objetivo o finalidad determinada daría certeza, aunque fuese algo perverso; pero esto no ocurre, como lo he dicho, en realidad, parece que no hay dirección alguna en lo que sucede y a todos ha tomado por sorpresa.
Así, estamos ante una situación cuya solución aparece lejana aún, y que no ha sido abordada como lo que debe ser: un problema de salud, sino como una situación política y de la que todo mundo busca sacar beneficios; es curioso, pero quizá hoy haría falta una verdadera coordinación internacional para hacer frente a la pandemia, lo cual no hay y parece que no habrá; como nunca, parece que hoy nos encontramos en una situación de crisis y de incertidumbre, y sin información clara, el futuro no parece muy optimista, al menos en el corto plazo.