Hace unos días, tuve oportunidad de ver en Youtube, el evento que fue difundido y visto como niungún otro en dicha red social, y que pone en etredicho la viabilidad de la TV tradicional, así como la aceptación del contenido de las plataformas dedicadas al entretenimiento, cada vez más tendientes a exponer verdaderos panfletos propagandistas antes que obras audiovisuales atractivas para el público ansioso de encontrar una catarsis ante la crisis sanitaria y la económica. Tal paree que, pese a todo, hay una cada vez mayor audiencia inteligente o que ansía contenidos inteligentes que le muestren la verdad antes que las imposiciones de los estudios hollywoodenses.
Dicho evento no fue otro que el debate habido entre la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez y el polemista argentino Agustín Laje. Ambos se circunscriben, según su propio dicho, a la corriente ideológica del Libertarianismo, término que proviene de una castellanización desafortunada del término anglosajón Libertarian, y que sobre todo, constituye una opción política situada, dentro del espectro político estadounidense, más a la derecha, en cuanto a que se van al extremo de las posiciones del Liberalismo Económico y Político, endilgándose etiquetas, los unos a los otros de Anarcocapitalista, Minarquista o el despectivo Liberprogre.
Pero yo no me voy con minucias, todos ellos, finalmente, se pueden clasificar dentro de las versiones más extremas del Liberalismo, y todos ellos, muestran defectos o falencias similares, como a continuación lo expondré, porque, a mi juicio, el debate, que de manera prácticamente unánime es sostenido que se saldó con una aplastante victoria de Laje sobre la rubia centroamericana, no fue si no una pelea de inválidos.
Finalmente, Agustín Laje en mucho se inscribe en la posición que ya desde hace más de veinte años sostienen personajes como Alberto Benegas Lynch, Álvaro Vargas-Llosa o Andrés Oppenheimer, su libro, escrito en colaboración con el también argentino Nicolás Márquez: El Libro Negro de la Nueva Izquierda, tiene muchos elementos muy similares a los plasmados por el vástago del Nobel peruano en El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, aunque él ha dirigido más sus tiros a la ideología de género, la promoción del homosexualismo, el feminismo radical y la promoción del aborto. Por lo que ve a Gloria Álvarez, la joven adquirió notoriedad por su atractivo físico, que ha procurado aprovechar, para convertirse en una figura mediática que se ha especializado en atacar únicamente los aspectos económicos keynesianos y asistencialistas de los regímenes y movimientos políticos de Izquierda en Hispanoamérica, pero sólo esos aspectos, puesto que en temas sociales o morales se muestra totalmente acorde con el ideario de Podemos o algún otro de los partidos que enarbolan las banderas más radicales de los temas precisamente, en contra de los cuáles Laje se ha especializado.
Es de recordar, por otro lado, como en 2018, Gloria dejó en ridículo a Antonio Attolini, el líder del movimiento juvenil favorable a AMLO, aquí en México, en un debate radiofónico que, la verdad, tuvo muy poco de serio y pareció más un show cómico y pactado de antemano, en el programa de comedia radiofónica La Corneta, mismo que es conducido por el comediante Eduardo Videgaray, hermano del entonces Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, del gobierno de Peña Nieto... finalmente Attolini no es más que un júnior o fifí que por moda y... por provecho, se hizo uno de los impulsores principales de López Obrador en su campaña pero que carece de sustancia, como Gloria.
Ahora, no todo lo que predican tanto Laje como Álvarez está equivocado o carece de razón. Sus observaciones acerca del efecto nocivo del estatismo en la economía de un país, o del asistencialismo en la población y del populismo, son muy acertadas, y Laje, sin duda, se ha convertido en el principal puntal de la lucha contra la deshumanización y la hipersexualización de la política y sociedad que predica el Globalismo. En mucho, sus argumentos y los temas que trata en sus vídeos son valiosos y contundentes.
El problema es que se queda corto; Laje pretende erigirse en, más que un Libertario, en un conservador que defiende la naturaleza biológica humana, pero se queda en un nivel meramente ideológico y sólo parte de un punto de vista meramente materialista, y comete muchos errores, junto con otros de su misma cuerda como el economista argentino Javier Milei, y la propia Gloria, errores de tipo filosófico, que demuestran que se quedan en la mera superficie, sin ahondar en la naturaleza de aquello que cuestionan.
Por ejemplo, y como acertadamente dice mi maestro, el Dr. Rigoberto Ortiz Treviño en su vídeoblog, donde comenta el debate, los Libertarios no conocen la Teoría del Estado, y confunden al Estado con el Gobierno. Como igualmente el profesor venezolano de Filosofía del Derecho, Fernando Fuentes Pinzón lo comenta, Adam Smith no negó nunca la importancia del Estado y su carácter necesario; de lo contrario, estaremos ante el caos absoluto, porque, contrario a lo que dice, por ejemplo, Javier Milei, de quien no puede negarse sus amplios conocimientos en Economía, pero que es un gran técnico, mas no tiene una formación filosófica sólida, que le lleve a entender cuál es la naturaleza del Estado, y a diferenciarlo de su aparato: el Gobierno, y de él, la Administración Pública. Ronald Reagan, uno de los ídolos de los Libertarios, constantemente se pronunció a favor de adelgazar el aparato del Estado, pero no a desaparecerlo y a negar su carácter necesario: sin el Estado, las relaciones entre particulares carecerían de límites, porque, no cabe duda que, debido a la naturaleza corrompida del ser humano, no se evitaría que en muchos casos las personas tenderían a abusar del prójimo, o hablando en términos económicos, que alguno de los agentes más preponderantes o con mayor control del mercado, tenderán a hacerse los hegemónicos, y de esta forma, nacen los monopolios u oligopolios.
Es curioso, pero ya existió una época en que el Estado se diluyó o prácticamente desapareció, y eso fue en el Feudalismo, durante la Alta Edad Media, en que la autoridad del Estado, simbolizada en la figura del Rey, quedó reducida a un símbolo de unidad y fuente originaria del poder que había sido transmitido, o concesionado, a los señores feudales, que no eran más que terratenientes, esto es, propietarios de la riqueza fundamental en las sociedades agrarias del periodo.
Hoy, como lo señala el ex.-ministro de Hacienda de Grecia, Yannis Varoufakis, nos encontramos ante un creciente Tecno-Feudalismo, mediante el cual, los ahora dueños de los medios de información, tal y como lo planteara en su momento Alvin Toffler, se encuentran actuando fuera de toda regulación de los Estados, e incluso, se imponen a ellos, como se pudo ver con la censura ejercida por las Redes Sociales en contra del mismísimo Presidente de Estados Unidos, la intervención descarada para imponer a su favorito en la Casa Blanca, tal como lo reconoció la revista Time, y por supuesto, lo que yace en el fondo del Globalismo, y su idea de generar un "Gobierno Mundial", radica precisamente en la búsqueda de eliminar las fronteras estatales y las legislaciones tendientes a regular la competencia en los mercados o la fiscalización y políticas impositivas sobre las grandes corporaciones.
Entonces ¿porqué los Libertarios ahora se lanzan contra los intereses y acciones de Gates, Soros, Rockefeller, la Disney y demás? ¿No se dan cuenta, o, no se quieren dar cuenta, de que estos magnates y corporaciones son la muestra palpable de la victoria de un liberalismo económico absoluto, que no puso límites ni reguló o paró el crecimiento de monopolios? Caen en contradicciones.
Por otro lado, su defensa de la Democracia y del Liberalismo Político como sustentante de la Economía de Libre Mercado, mas no es así: hoy vemos que en China, una Economía liberal coexiste con un totalitarismo de Estado sin ningún inconveniente, pero en el que se tiene plena conciencia del papel del Estado que no está dispuesto a abandonar su supremacía: si el magnate Jack Ma cuestiona las políticas de Pekín, es de inmediato sancionado.
Pero quizá lo más grave sea ver que tanto Javier Milei, como Nicolás Márquez o Agustín Laje se ostenten como católicos y al momento de expresar sus ideas, tratar de hacerlo sin ligarlas al pensamiento católico, o de plano, plantear cuestiones totalmente contrarias a la Doctrina Social de la Iglesia; tal parece que, ante el temor de verse descalificados por esgrimir "argumentos religiosos", al momento niegan su identidad cristiana, la cual no se expresa sólo con el dicho o lucir alguna cruz o un rosario, sino también con el pensamiento.
Y es que todos estos Libertarios, pese a sus impugnaciones contra el Aborto o la "Ideología de Género" y el llamado "Marxismo Cultural", desprecian o se olvidan de dos cosas: primero que el pensamiento católico no es un pensamiento mágino o "chamánico", irracional o basado en emociones o sentimientos, sino sustentado, primordialmente, en la razón, y de ahí la grandeza del pensamiento de Santo Tomás de Aquino y la Filosofía Escolástica, o de San Agustín y la Filosofía Patrística, o personajes como el matemático y filósofo Blaise Pascal, el biólogo Louis Pasteur, el físico Nikola Tesla, el astrofísico Georges Lemaitre, el padre de la Genética Gregor Mendel, el astrónomo Copérnico y muchos más, que demuestran la compatibilidad de la Fe con la Razón; y en segundo lugar, de la dimensión espiritual del ser humano.
Esto no quita lo positivo de sus posturas; sí se necesita la libertad económica y se necesita una burocracia y una estructura gubernamental pequeña que garantice eficiencia, seguridad y Justicia para toda la sociedad, pues no debe olvidarse que muchas veces, si no es que la mayoría. el gran enemigo de la Libertad no es el Estado, sino otros particulares, en especial aquellos que, ensoberbecidos por el éxito, se consideran superiores a los demás y capaces, y merecedores, de todo.
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Algunas notas sobre el post anterior:
En la entrada anterior en este blog, terminaba preguntándome qué o quién está detrás de la aparentemente intencionada búsqueda de las actuales y seniles administraciones de Biden y López Obrador a ambos lados del Río Bravo, por empobrecer y obstaculizar el desarrollo económico y energético de sus países, mis sospechas me llevan a apuntar hacia China y sus intereses, finalmente, parece que ninguno de los dos viejos políticos está dispuesto a honrar la palabra dada en la reciente reestructura dada al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. ¿Porqué? Porque se trata de que nuestra región pierda competitividad con respecto al área del Pacífico que China está creando y de la cual excluyó a EUA con Trump; para ello, que mejor que afectar la relación bilateral entre México y EUA, que es la principal relación comercial existente en nuestro hemisferio --Canadá podrá tener un nivel de vida material más alto que nuestro país, pero a nivel geopolítico y a nivel intercambio, la relación entre Ottawa y Washington no es tan importante ni tiene el peso de la relación que tiene EUA con nuestro país.-- Para conseguir una desaceleración económica y que nada haga sombra al Celeste Imperio, que ha seducido a las élites con su bajo costo de inversión y mano de obra barata/esclava, en detrimento de su propio país y sus socios naturales.
¿Cuál ha sido el papel de China en el apoyo y sostenimiento de los regímenes del Foro de Sao Paulo, incluyendo en ellos al de AMLO? ¿Cuál ha sido la influencia de China en la radicalización del discurso de la Izquierda "progresista" en EUA y el ascenso de Biden al despacho oval? ¿Qué intereses tienen las élites globalistas (representadas por Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego) en mantener "pobre" a México?Son algunas preguntas que dejo al aire.
...Por cierto, otro paralelismo muy curioso entre Biden y AMLO, es que ambos, supuestamente los dos mandatarios más votados de todos los tiempos en sus respectivos países, han blindado, y militarizado las sedes del poder, como por ejemplo, el Capitolio en Washington, y el Palacio Nacional en Ciudad de México... en serio, parece que ambos ancianos izquierdosos están coordinados, o coinciden en que ambos mandatarios son sordos y ciegos a las demandas populares reales, como es la seguridad de parte de los colectivos feministas ante la crisis de seguridad que vive nuestro país, y en EUA, al galopante empobrecimiento de la clase media que se acelerará con las medidas a implementar por la Administración Demócrata.
Pero, finalmente, el Gobierno de Biden tiene un proyecto o un plan: desastroso, pero lo tiene, AMLO, cada vez más claro está que no tiene ni ideología, ni proyecto, ni plan, realmente, Obrador no es ni de Izquierda, ni Conservador, ni Liberal, ni nada; por eso el Foro de Sao Paulo quedó desconcertado ante lo fácil que el tabasqueño se doblegó a las exigencias de Trump y echó a Evo Morales, aunque luego el ridículo Alberto Fernández de Argentina le elogie, mismos que quedan huecos ante la presencia y aprobación que tiene el sudamericano, su rechazo y cobardía ante las demandas feministas por Justicia y seguridad, sus políticas y decisiones tomadas aprisa, como palos de ciego, su retórica socialistoide y a la vez, su sometimiento a los intereses de magnates como Slim o Salinas Pliego.
Sin embargo, es claro que ambos gobiernos a ambos lados del Río Bravo, siguen una política decidida al empobrecimiento, curioso, ¿no?