Como parte de las incertidumbres, informaciones y desinformaciones que siguen circulando en las redes, está toda la polémica en torno al Gran Reset, mismo que es impulsado por el Foro de Davós, detrás del cual, como siempre, se manejan los nombres o apellidos de siempre: Soros, Rotschild, Rockefeller, Gates, etc.
Primero que nada: la existencia de una élite no tiene nada de paranormal, secreto o misterioso; siempre han existido élites que controlan los sistemas políticos o los Estados; ahora bien, como ya lo había dicho anteriormente, desde la instauración del sistema democrático-representativo y el liberalismo económico, el poder político quedó formalmente separado del poder económico; como lo había comentado antes, en el Antiguo Régimen, el poder era ejercido por la Nobleza, quien era la poseedora de la tierra, la principal fuente de riqueza en una economía agraria. Posteriormente, con la instauración de la Democracia, en su primera época, se buscó restringir el derecho al voto a lo que es el voto censatario, en el que solamente podían ejercer su derecho al sufragio quienes contaran con cierto nivel de ingresos o propiedades inmuebles; aunque la base del electorado fue ampliándose, a fin de que el sufragio terminase por ser universal.
Sin embargo, el reconocer que quienes ejercen el verdadero poder en el Estado son aquellos que tienen el poder económico, sería antidemocrático. Por esa razón, es de entenderse que desde que empezó a fraguarse la Revolución Ilustrada en el siglo XVIII en el ámbito de la burguesía dueña del capital y que fue la principal impulsora y beneficiaria de la Revolución Industrial, se gestaran en ella formas de organización secreta o conspiradora, como fue la Masonería; no podían quedar visibles como los que realmente tomasen las decisiones, ni mucho menos, que preparasen movimientos en contra del orden establecido. Desde entonces y hasta la actualidad, ha sido precisamente el ámbito empresarial quien ha impulsado los mayores cambios tecnológicos y económicos que el mundo occidental, principalmente, ha presenciado. La Democracia, hasta ahora, ha sido, como bien lo dice el filósofo español Jesús G. Maestro, la manera en que las élites que se han venido a conformar, responsabilizan a los pueblos de los errores que cometen al dirigir a la sociedad. En pocas palabras, la Democracia, en cada vez mayor medida, se ha vuelto la manera de enmascarar una Oligarquía.
Las masas son perpetuamente manipuladas para votar por una u otra opción política, o los partidos, mismos que son la forma en que se organiza la Clase Política, la cual, a su vez, depende de las llamadas Elites del Poder, quienes ejercen un verdadero poder de facto, pero que prefiere no resultar evidente, sobre la Clase Política, beneficiándose mutuamente. Ya en los cargos públicos, los supuestos representantes populares no actúan realmente en la defensa y acorde con el Bien Común y la defensa de sus electores, sino suelen responder a los intereses de las élites que les han apoyado para hacerse con el poder, y actúan de conformidad con su agenda... dudo mucho, por ejemplo, que en España la mayor parte de la gente de Cataluña pensase en separatismos o cometer la estupidez de prohibir el idioma Castellano, lengua de alcance mundial, en aras de promover su dialecto que fuera de su región no se habla; o que realmente la población de EUA, en algún momento fuese mayoritariamente favorable al aborto o dar patente de naturalidad a la homosexualidad; sin embargo, legisladores y aún jueces que son electos se pronunciaron de esa manera.
Actualmente, estamos en medio de un nuevo proceso de cambio "revolucionario", podríamos decirlo; al menos así hemos estado desde el derrumbe de la Unión Soviética, la Pandemia del Coronavirus, que es muy real, ha aparecido como un catalizador para acelerar los cambios sobre todo en el aspecto económico y social.
Sin embargo, no todos los cambios que se han vivido desde el siglo XVIII a la fecha han sido planificados de manera infalible por una élite omnisciente y omnipresente, como quieren muchos teóricos de la conspiración... conspiraciones existen, acuerdos "en lo oscurito" y políticas seguidas por grupos o individuos para la consecución de determinados objetivos también, pero quizá muchas veces los hechos y las circunstancias los rebasan u ocurren imprevistos, y también hay que recordar que las élites no son grupos homogéneos, se pueden dar entre sus miembros disensos, rivalidades y competencia, siendo esta competencia la que mayoritariamente ha impulsado los cambios antes que acuerdos: pensemos en los avances informáticos motivados por la competencia entre Microsoft y Apple, entre Bill Gates y Steve Jobs, y cómo el primero tuvo en la primera década del 2000, una desventaja al no haber comprendido a tiempo el desarrollo del Internet, su navegador Internet Explorer, fue universalmente despreciado, mientras que Google crecía y su navegador Chrome se hacía con el mercado frente a sus narices.
Mucho de lo que vemos, ocurre, en primer lugar por la tendencia natural al deterioro de la Democracia y su conversión en una Oligarquía plutocrática, un fenómeno que ya desde la Antigüedad lo habían apreciado y estudiado Platón, Aristóteles y Polibio, y esto nuevamente se repite frente a nuestros ojos; es irremediable, y como dice el propio autor español que he mencionado, estamos contemplando el fracaso de la Democracia que, en su lugar, nos está llevando hacia el autoritarismo de la élite globalista, sobre todo financiera, misma que no lleva a cabo actividad productiva alguna, sino que solamente se enriquece del manejo de dinero, un dinero cada vez más abstracto y que sólo existe en asientos contables digitales.
Este cambio económico consiste en el llamado Gran Reset, mismo que es magistralmente resumido por el periodista español Javier Esparza, evidentemente, no todo es parte de un plan diseñado desde tiempo inmemorial, sino que los cambios son resultado de los avances tecnológicos: la frase "No tendrás nada pero serás feliz" no implica necesariamente la instauración del Comunismo... para nada, la relación que tienen las elites con el Marxismo es de emplear a éste como una herramienta en el aspecto social, como se ha visto de parte de los movimientos identitarios, fruto de aplicar la idea de la "lucha de clases" entre oprimidos y opresores a todos los aspectos de la vida humana, pero en la cuestión económica nos encontramos ante una evolución del capitalismo hacia una nueva posición, si se quiere, inédita o no prevista por teórico alguno, salvo Alvin Toffler.
Es decir, estamos entrando en un capitalismo que no se sustenta ya en la idea de propiedad privada, sino en el crédito, y en la completa prestación de servicios, y es algo que ya estamos viendo: por ejemplo, un caso que me acaba de ocurrir; yo cambié de automóvil sin haber completado el pago del precio de mi vehículo anterior, esto fue porque yo poseía un auto que adquirí vía crédito en 2018, sin embargo, hace apenas dos meses, me llamaron de la propia concesionaria para proponerme cambiar mi coche por uno nuevo, entregando el anterior, que quedaba liquidado por sí mismo, y pagar un auto de gama más alta y evidentemente último modelo, manteniendo las condiciones como si siguiera pagando el anterior, con el mismo monto de mensualidades, sin enganche ni comisión por apertura del crédito.... en unos dos años y medio o tres, me volverán a hacer la propuesta para cambiar el auto actual por otro nuevo en 2023... en pocas palabras, el carro nunca será de mi propiedad, como no lo fue el anterior, sino que estamos ante un esquema de arrendamiento financiero; por supuesto, yo me podría negar a la proposición y continuar pagándolo hasta terminar de liquidarlo, y entonces sí sería mío, pero si no, el carro seguirá siendo de la concesionaria y yo, un simple arrendatario.
Lo mismo ocurre con los servicios de streaming de contenidos audiovisuales, como Spotify, Netflix o Disney Plus, nunca adquirimos la propiedad sobre un disco que contenga las grabaciones de la música o las películas que queremos, sino que las bajamos de la red, en otras palabras, las rentamos, con lo que la propiedad ya no es necesaria... ahora imaginemos que este esquema se extiende a muchas otras cosas, incluso, la vivienda puede que evolucione y ya no se ajuste a la búsqueda de adquisición de inmuebles, sino a su arrendamiento... finalmente se trata de una mayor concentración de riquezas en un menor número de manos, lo cual, ya ha venido dándose, aparejada, sin embargo, a una reducción de la pobreza en el mundo; esto es, al día de hoy, la pobreza es menor que hace cien o doscientos años, aunque la desigualdad se ha incrementado. De ahí que, muchas personas, podrán ser "felices", esto es, tendrán satisfechas sus necesidades, sin ser propietarias de nada, siempre y cuando paguen los servicios que adquieran...
Esto no tiene porqué ser malo en sí mismo, aunque, claro, tiene la ligera --estoy siendo sarcástico-- inconveniencia de que la masa de propietarios de lo que sea, será cada vez menor, y el resto de la población será meramente arrendataria, usufructuaria o poseedora de los bienes, por supuesto, siempre a título oneroso y dependiente del crédito. Convirtiéndose éste, o la deuda, en la principal forma en que las élites financieras ejercerán en adelante su dominación sobre individuos y Estados.
Por lo tanto, pese a que muchos tilden a los Globalistas de "Comunistas", esto es inconcebible, George Soros, por ejemplo, es contrario a la implantación de un régimen como el Soviético, y nada está más lejos de sus intenciones que el establecerlo, aquí no se trata de establecer un sistema estatista y con propiedad colectiva; se trata más bien, de concentrar la propiedad y la riqueza en grandes corporaciones privadas, es decir, en llegar a un sistema económico controlado por oligopolios, que emplean al Estado como un instrumento para la aplicación de políticas tendientes a su beneficio, lo que deriva en una dilución del mismo. En pocas palabras, se trata de llegar al extremo máximo del Capitalismo, que resulta tan semejante al totalitarismo de Izquierdas porque los radicalismos, o los dos puntos últimos del espectro siempre terminan por parecerse.
Una visión muy clara de esto, que no es nada ni Apocalíptica, ni conspiranoica, la expone un excelente youtuber mexicano, conocido como Esquizofrenia Natural, con la que yo concuerdo bastante, sacudiendo un tanto los alarmismos... aunque ojo, tampoco digo que esto sea lo mejor que nos pueda pasar y no tenga un aspecto sumamente negativo, como fundamentalmente lo es, la pérdida de la libertad.
Porque, finalmente, lo que se busca es la disolución de los Estados en pos de entidades decisorias globales o internacionales encargadas de regular la vida económica y social a favor de la dictadura del Mercado, y para ello se estimula la tendencia a la fragmentación social que provoca la Democracia por sí misma, mediante tantas agrupaciones "gentilicias" como las denomina Maestro, identitarias, que sólo puedan ser gestionadas por autoridades internacionales y que además, representan mercados y nichos para los poderes corporativos. Para éstos, solo somos masas de consumidores y/o de mano de obra, y de masas de esclavos a base del crédito. Lo que pretenden implantar es el llamado Capitalismo de Vigilancia, según lo plantea la profesora de Psicología Social de Harvard Shoshana Zuboff, y que ya en buena medida se aplica en China, que parece servir de ejemplo, mientras que, con la existencia de multitud de grupos con sus distintas identidades y preferencias, se mantiene la idea de sociedades diversas, plurales y democráticas.
Al final, lo que se busca es mantener viva una economía consumista que ha resultado depredatoria de los recursos y que ha enriquecido a estas élites; como quizá las posibilidades de producir y generar riqueza con estos son cada vez menores, se busca sustentar todo en los servicios y las finanzas, en pocas palabras, en la compraventa de nada, de dinero ficticio sustentado en nada.
¿Qué alternativas hay al respecto? Primero que nada, lo que los Globalistas están construyendo es una utopía, y éstas, por lo general, fracasan; por supuesto, el fracaso será estrepitoso, creo que han desatado dos monstruos contra los que no van a poder: el Islam y China. El mundo musulmán, por su parte, no se traga las tesis progresistas ni el perder sus particularidades a favor de una cultura global de cartón en la que todo quepa y sea uniforme para los criterios de producción; en cuanto a China, ésta se mueve sobre la lógica del Estado y puede llegar a buscar la subordinación de las grandes corporaciones a sus dictados y su Supremacía; por otro lado, las élites distan de ser homogéneas y uniformes, pueden tener intereses comunes, pero a la vez, pueden también tener conflictos entre sus miembros y rivalidades feroces, y coexistir numerosos proyectos y no solo uno. Ya ocurrió en su momento, la URSS implotó y cayó sobre sí misma. El imperio de los Rockefeller, Soros, Disney, Branson, Gates, Rotschild y demás, igualmente caerá cuando se descubra que está construido sobre el vacío.
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La Anti-Navidad:
Como parte de esos proyectos globalizadores, el ataque al Cristianismo no cesa, (el Cristianismo estorba por su doctrina moral que predica el dominio de las pasiones, y no solo las sexuales, mientras que el consumismo vive del desenfreno, para empezar, esto me daría tema para otro post) y sobre todo, en estas fechas, respecto de la Navidad: medios como El País de España, redes sociales y demás, no cesan de repetir una y otra vez que la fiesta del Nacimiento de Cristo fue en realidad tomada por la Iglesia de los Romanos, --y aquí entran en contradicción-- primero decían que por la Fiesta del Sol Invictus instaurada por el emperador Aureliano en 275 d.C. y como ya no pega esa teoría, puesto que parece que más bien el gran Restitutor Orbis (un gran César, que salvó al Imperio de desintegrarse en la "Crisis del siglo III" tras derrotar al Reino de Palmira y al autodenominado Imperio de las Galias), estableció dicha festividad para honrar al dios Helios, hijo de Hyperión, como un intento de contrarrestar la creciente extensión de la fe Cristiana, ahora se sacan lo de las fiestas de la Saturnalia, y no falta el listillo que ande felicitando a todo mundo diciendo Io Saturnalia, para verse culto y "liberado" del supuesto oscurantismo de la Iglesia...
Entonces... ¿qué necesidad habría tenido Aureliano de celebrar a Helios cuando ya se festejaba la Saturnalia?
Al ver a esos sujetos, me queda claro que las Redes Sociales han sido magníficos instrumentos para estupidizar a la gente, y por supuesto, yo me abstengo de contestar a los imbéciles que tratan de felicitarme por algo que no celebro... es como si yo los felicitara por el Ramadán.
Así que aquí, sin complejos, yo les deseo a mis lectores ¡UNA FELIZ NAVIDAD! Y que la Luz de Cristo nazca en sus hogares.