Para un comienzo redondo del 2016 que amenaza con ser un año inestable --parte de lo que he venido hablando en este Blog todos estos años: estamos viendo el paso del poder mundial de Occidente a Asia, y esto va a ser un seismo histórico similar a lo vivido en el siglo V d.C. con el derrumbe del Imperio Romano Occidental y el nacimiento de la Europa Cristiana; ahora, ésta se encuentra agonizando, y en su lugar vemos el surgimiento o renacimiento de los imperios asiáticos. Este cambio no está exento de dolores ni crisis, incluso para estas nuevas potencias dominantes; estamos ante el parto de una nueva época y ningún parto está exento de dolor.
Como tampoco de incertidumbre, la cual es hoy, en mucho, la generadora de la crisis que comienza a detonar en China; también no debemos olvidar que el mundo aún vive las consecuencias del derrumbe económico en EUA en 2008, quizá aquello representó el primer síntoma de debilidad del coloso del norte, hoy, aparentemente tiene una economía en recuperación que se refleja en la fortaleza del dólar, sin embargo, por lo que mencionan muchos estadounidenses con los que he contactado, esto es apariencia, mas no realidad: en EUA la desigualdad ha crecido a niveles latinoamericanos y el 1% de la población se ha aprovechado del 95% del crecimiento económico, mientras que el 10% más rico de la población es dueño del 50.4% de la riqueza nacional. Muchos han señalado que, en realidad, existe una burbuja del dólar, que esta moneda se encuentra inflada y que pronto se reventará, y que será por causa de China que hará que su moneda, el Yuan, sea competitiva.
En cuanto a China, lo que está sucediendo inscribe a su economía en una fase similar a la de la norteamericana en 1929: una rápida expansión de sus empresas y la saturación del mercado accionario ha llevado a que al igual que en Wall Street durante los años 20 y la bonanza provocada por la I Guerra Mundial, hace que se vendan sin control ni límite alguno los títulos a cualquier persona, hasta a crédito, ante la necesidad voraz de capitales para impulsar un crecimiento acromegálico que va más allá de las circunstancias y capacidades del Celeste Imperio para sostenerlo por mucho tiempo.
Esta expansión aceleradísima ha tenido repercusiones tan grandes como, por ejemplo, la contaminación ambiental en las principales ciudades chinas, especialmente en la capital Pekín, pues se ha primado la instalación de fábricas como sea y donde sea sin velar por una serie de medidas que tiendan a un mayor ordenamiento de las actividades industriales y el control de emisiones contaminantes (aunque tampoco es de dudarse que la magnitud de la polución atmosférica en China sea exagerada por los medios occidentales, deseosos, imprudentemente, de ver fracasar al Imperio de los Dragones). Sin embargo, tampoco se puede soslayar que también este descalabro bursátil que contemplamos en los mercados asiáticos puede ser parte de una estrategia en la guerra económica entre las principales potencias emergentes: Rusia y China, contra EUA; después de todo, fue la Administración Obama la que propició el desplome de los precios del petróleo impulsando a Arabia, Qatar, Kuwait, Emiratos o Bahrein a sobreproducir el energético, --como un precio a pagar tras las intervenciones norteamericanas a favor de las Primaveras Arabes-- a fin de dañar a Rusia tras la anexión de Crimea, pues el gigante eslavo sigue siendo una economía sustentada totalmente por la producción de materias primas, con lugar privilegiado para el petróleo en ello; además, no se trata de que el Celeste Imperio deje de crecer o se hunda de repente, sino que lo está haciendo a ritmo más lento: simplemente, el crecimiento el 2015 fue de un insatisfactorio 6.8%... lo cual es bastante ilustrativo ante la mediocridad de las expectativas mexicanas: con ese crecimiento China está en crisis; en México, las autoridades hablan que podremos crecer de un 2.5 a un 3% y ya lo ven como una victoria...
En cuanto a China, lo que está sucediendo inscribe a su economía en una fase similar a la de la norteamericana en 1929: una rápida expansión de sus empresas y la saturación del mercado accionario ha llevado a que al igual que en Wall Street durante los años 20 y la bonanza provocada por la I Guerra Mundial, hace que se vendan sin control ni límite alguno los títulos a cualquier persona, hasta a crédito, ante la necesidad voraz de capitales para impulsar un crecimiento acromegálico que va más allá de las circunstancias y capacidades del Celeste Imperio para sostenerlo por mucho tiempo.
Esta expansión aceleradísima ha tenido repercusiones tan grandes como, por ejemplo, la contaminación ambiental en las principales ciudades chinas, especialmente en la capital Pekín, pues se ha primado la instalación de fábricas como sea y donde sea sin velar por una serie de medidas que tiendan a un mayor ordenamiento de las actividades industriales y el control de emisiones contaminantes (aunque tampoco es de dudarse que la magnitud de la polución atmosférica en China sea exagerada por los medios occidentales, deseosos, imprudentemente, de ver fracasar al Imperio de los Dragones). Sin embargo, tampoco se puede soslayar que también este descalabro bursátil que contemplamos en los mercados asiáticos puede ser parte de una estrategia en la guerra económica entre las principales potencias emergentes: Rusia y China, contra EUA; después de todo, fue la Administración Obama la que propició el desplome de los precios del petróleo impulsando a Arabia, Qatar, Kuwait, Emiratos o Bahrein a sobreproducir el energético, --como un precio a pagar tras las intervenciones norteamericanas a favor de las Primaveras Arabes-- a fin de dañar a Rusia tras la anexión de Crimea, pues el gigante eslavo sigue siendo una economía sustentada totalmente por la producción de materias primas, con lugar privilegiado para el petróleo en ello; además, no se trata de que el Celeste Imperio deje de crecer o se hunda de repente, sino que lo está haciendo a ritmo más lento: simplemente, el crecimiento el 2015 fue de un insatisfactorio 6.8%... lo cual es bastante ilustrativo ante la mediocridad de las expectativas mexicanas: con ese crecimiento China está en crisis; en México, las autoridades hablan que podremos crecer de un 2.5 a un 3% y ya lo ven como una victoria...
Pero además, ocurre que EUA, precisamente, ha decidido sacar sus reservas petroleras y dejar de depender de hidrocarburos foráneos, por lo que no está comprando a un mercado saturado; de igual manera, China que ve frenado su crecimiento no está comprando el combustible en las cantidades que lo estaba haciendo; por si fuera poco: Irán, libre de las sanciones, empezó a vender grandes cantidades del fósil con tal de meterle una zancadilla a sus rivales, en especial Arabia y demás monarquías del Golfo.
Como se ve, estas circunstancias escapan al control del Gobierno Mexicano o de su banca central; ciertamente, ilustra las debilidades de nuestra todavía petrolizada economía, nos lleva a preguntarnos qué pasó con los excedentes petroleros ganados bajo los tiempos de Fox e inicios del Calderonato, y evidencia lo que ya he planteado aquí: las reformas de Peña son las que hace 20 años debió haber hecho Colosio continuando con la línea de Salinas, pero que no se hicieron ante el pacto seguido por Zedillo y los dos mandatarios panistas, de no afectar a ciertas élites e intereses que ahora son los que han reaccionado con verdadera ira ante las reformas educativa o energética. Aquél atrevimiento del nativo de Agualeguas, Nuevo León, le costó pasar a la Historia en el bando de los villanos, mientras que el creador de la partidocracia actual, el bajacaliforniano Zedillo pasó como prócer demócrata a la posteridad. Hoy parece que el oriundo de Atlacomulco se enfrenta a un futuro similar... lo que no lo disculpa también sus puntos negativos, principalmente querer gobernar al país como se gobierna al Estado de México: mediante relaciones familiares y de compadrazgo, componendas y beneficios compartidos; para la entidad federativa ese sistema, hasta eso, ha funcionado, pero México, un país casi tan grande como Europa Occidental, diverso y complejo, no puede ser entendido y manejado de una manera tan simple y turbia.
Las reformas, pro tanto, llegaron tarde y mal planteadas, en una mezcla imposible de apertura y liberalismo con estatismo y burocracia que implica, de todos modos, un enorme gasto público, que ante la reducción de los ingresos petroleros, y la búsqueda de evitar el endeudamiento, sólo puede ser sostenido por una agresiva política fiscal, misma que ha sido adoptada por el actual gobierno y está ahogando nuestra economía. Mientras esto siga así, no podrá eliminarse el atractivo ni de la economía informal ni de la actividad delictiva, ni de la aparición de movimientos políticos lucrativos como ocurre en el sur del país, como maneras de la población para salir adelante y buscar la prosperidad.
La situación es compleja, la solución no es fácil, pero la percepción que tienen algunos analistas es de que probablemente el sistema está a punto de llegar al límite; algunos, como los rusos de RT, quisieran que se de un apocalipsis, sobre todo para ver hundido a EUA y tener un milagroso renacimiento ruso y chino de entre los escombros, la verdad, me parecen un tanto sueños guajiros, la economía norteamericana posiblemente no sea tan fuerte como parece, pero tampoco tan débil como quisieran, ni la economía de los emergentes está siendo tan fuerte como pretendían: China probablemente está llegando a sus límites de crecimiento y ante la baja de consumo de sus productos por los europeos sumidos en el atolladero del Euro, no puede seguir estimulándolo, Brasil nuevamente ve truncadas sus esperanzas de dar el gran paso a convertirse en una potencia por culpa de la corrupción gigantesca y decisiones frívolas de su clase política, mientras que Rusia topa con los límites de sus ambiciones hegemónicas con una economía que aún no se desprende de su dependencia del mercado de materias primas y armas.
¿Cómo saldremos de esta situación? lo que estamos viendo, hoy en día, es un enorme estancamiento. El destrabe, será toda una conmoción.
Las reformas, pro tanto, llegaron tarde y mal planteadas, en una mezcla imposible de apertura y liberalismo con estatismo y burocracia que implica, de todos modos, un enorme gasto público, que ante la reducción de los ingresos petroleros, y la búsqueda de evitar el endeudamiento, sólo puede ser sostenido por una agresiva política fiscal, misma que ha sido adoptada por el actual gobierno y está ahogando nuestra economía. Mientras esto siga así, no podrá eliminarse el atractivo ni de la economía informal ni de la actividad delictiva, ni de la aparición de movimientos políticos lucrativos como ocurre en el sur del país, como maneras de la población para salir adelante y buscar la prosperidad.
La situación es compleja, la solución no es fácil, pero la percepción que tienen algunos analistas es de que probablemente el sistema está a punto de llegar al límite; algunos, como los rusos de RT, quisieran que se de un apocalipsis, sobre todo para ver hundido a EUA y tener un milagroso renacimiento ruso y chino de entre los escombros, la verdad, me parecen un tanto sueños guajiros, la economía norteamericana posiblemente no sea tan fuerte como parece, pero tampoco tan débil como quisieran, ni la economía de los emergentes está siendo tan fuerte como pretendían: China probablemente está llegando a sus límites de crecimiento y ante la baja de consumo de sus productos por los europeos sumidos en el atolladero del Euro, no puede seguir estimulándolo, Brasil nuevamente ve truncadas sus esperanzas de dar el gran paso a convertirse en una potencia por culpa de la corrupción gigantesca y decisiones frívolas de su clase política, mientras que Rusia topa con los límites de sus ambiciones hegemónicas con una economía que aún no se desprende de su dependencia del mercado de materias primas y armas.
¿Cómo saldremos de esta situación? lo que estamos viendo, hoy en día, es un enorme estancamiento. El destrabe, será toda una conmoción.
2 comentarios:
Muy buenos dias señor Yorch, desde hace rato he tenido una enormes ganas de preguntar un punto de vista que se ha venido planteando ultimamente: ¿Pertenece Latinoamerica a Occidente?
Usted en sus articulo no lo duda, pero es una de las pocas que he leido o escuchado, tal cosa afirmativa.
Qué tal Itzayana! Para empezar "Latinoamerica" es un término artificial, inventado por Napoleón III para justificar la intervención de Francia en América y desplazar a España.Lo curioso es que a fuer de ser justos, Quebec en Canadá o el estado de Luisiana en EUA deberían ser incluidos en Latinoamérica al ser zonas de origen francés, y por tanto, de herencia grecorromana. Por supuesto que Hispanoamérica, que sería lo más correcto, es parte de Occidente, ya que nos define una lengua, religión y una cultura originada en Europa Occidental, con algunos elementos indígenas y aún africanos o de otras regiones heredados por el mestizaje, esto nos llevaría a que, como lo plantea Samuel Huntington, seamos una sub-civilización dentro de Occidente, pero parte de ella; un poco como en la Civilización Griega antigua existían como áreas periféricas pero parte de la misma Macedonia y Epiro.
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