"Canción de Fuego y Hielo" de George R.R. Martin es una saga que debería ser leída por todos los políticos, en especial en México, pues la historia del reino-continente ficticio de Westeros es una magnífica fábula acerca de los Estados fallidos y el camino que se recorre para llegar a ese punto.
Actualmente me encuentro ya a más de la mitad de la lectura del segundo tomo de esta saga, y no puedo decir más que estoy todavía más absorto por la genial historia tejida por George R.R. Martin; si el primer libro me causó un poco de trabajo leerlo, éste no he podido dejarlo a un lado y cada momento que tengo libre lo utilizo para leer algunas páginas; por fortuna, lo leo en su lengua original, inglés, pues en la traducción se oye un tanto ridículo que al castillo de los Stark, Winterfell, (que podría traducirse largamente como "donde cae el invierno", en este caso, es mejor dejarlo en el idioma original, por eso los Españoles, en la Conquista de México respetaron los topónimos de pueblos y ciudades en lenguas indígenas y no los tradujeron, imagínense: Tonalá, pueblo famoso por su alfarería, ahora pegado a Guadalajara significa "por donde el sol sale", afortunadamente, no vino ningún traductor de las editoriales Gigamesh y Plaza y Janés con Nuño de Guzmán, si no, le habrían puesto "Solaria" o "Amaneceria") le hayan puesto "Invernalia", que se oye como a parque de diversiones con temática de monos de nieve y osos polares, así le debió haber puesto el alcalde, ahora candidato del PRI a la gubernatura de Jalisco a la pista de hielo que instaló en el centro de la capital tapatía como medida populista para agenciarse votos.
En esta entrada continúo con el análisis de esta obra, la más compleja y vasta de la literatura fantástica desde Tolkien y su "Señor de los Anillos", en varios puntos que muestran el genio de su autor y todas sus implicaciones, que evidencian que Martin hizo una enorme labor de investigación y de fundamentación de su obra, a fin de darle una gran dosis de realismo y de historicidad, como si narrara hechos que, efectivamente hubiesen ocurrido, que la sitúa en un punto y aparte de la épica novela del Sudafricano, la historia de las luchas por el poder en Westeros son de un realismo y una plausibilidad tal que se puede hacer un análisis político y aún económico de la situación relatada en las novelas, aún a pesar de la presencia de dragones, caminantes blancos, animales prehistóricos y hechicerías...
Como siempre, viene la advertencia: OJO---SPOILERS---
A pesar de las diferencias, la obra de Tolkien y la de Martin tienen similitudes: ambas giran en torno a la idea del poder. El profesor de Oxford lo simbolizó con un anillo y mostraba su naturaleza adictiva y obsesiva, capaz de transformar a personas comunes, como a Smeagol el hobbit pescador, en monstruos como Gollum, así el pintor callejero Adolf se convirtió en el feroz dictador Hitler, y el seminarista Dugazhivilli en un sangriento paranóico como Stalin. Martin simboliza el poder con el trono de hierro (en la imagen, tal y como lo reconstruyen en la serie, esta imagen en la TV está bien hecha, pero en la novela el trono es descrito como más monstruoso y deforme), hecho con las espadas fundidas de los reyes y señores feudales a los que venció Aegon Targaryen para unificar Westeros, así, el trono, sería un símbolo del precio pagado por conquistar el poder, por otro lado, las espadas conservaban su filo, de forma que si alguien se sentaba mal en él corría riesgo de cortarse y morir, para recordarle al monarca la fragilidad y lo peligroso de su situación.
Al igual que Tolkien, cuyos héroes salen de los marginados: los hobbits nunca habían participado en los acontecimientos de la Tierra Media, ni antes en la era de Númenor o Beleriand, Aragorn era el heredero de Gondor pero era un montaráz, un nómada del norte por quien nadie daba nada, Martin también cree en la máxima evangélica de que "la piedra que los constructores desecharon se ha vuelto la piedra angular", no cabe duda que los tres protagonistas de la saga son Tyrion Lannister, Daenerys Targaryen y Jon Snow.
En la novela, Tyrion (en la imagen, interpretado en la serie por el actor Peter Dinkclage) y Daenerys son los únicos que muestran compasión e interés real por la situación del pueblo llano, en el caso del Lannister, incluso lo piensa por conveniencia: ganar el apoyo del pueblo para su casa. y para su candidato al trono: Joffrey Baratheon-Lannister.
Tyrion, sin embargo, se enfrenta en este volumen, en su papel de "Mano del Rey" o Primer Ministro, a una difícil situación, pues la capital del reino: King's Landing, se encuentra aislada del resto del continente por la guerra, en especial de las regiones del sur: Dorne, Arbor y Highgarden, las zonas agrícolas más ricas, cuyos señores feudales se han decantado por apoyar a Renly Baratheon, hermano menor del Rey Roberto, muerto en el primer tomo de la saga dentro del torcido esquema de la Reina Cersei por hacerse con el poder. El hambre y la sobrepoblación debido a que la gente huye de la guerra crean una tensa situación al interior de la ciudad, sin que Tyrion, de momento, pueda hacer nada por resolver la situación, hasta que prospere el plan de una alianza matrimonial con la familia del Príncipe de Dorne, que no se ha decantado por nadie, pues se mantiene resentido por la muerte de su hermana, esposa del príncipe Rhaegar Targaryen, asesinada por las tropas de los Lannister y en específico por Gregor Clegane "la montaña que cabalga", en la rebelión que llevó a la caída de la dinastía del dragón.
Tyrion en la serie de TV es retratado como un sibarita, casi alcohólico y extremadamente lujurioso; en los libros, el enano es un verdadero intelectual, amante de los libros y con grandes dotes políticas al que ciertamente, le gusta la buena vida: comida, bebida, pero no en el exceso retratado en HBO, y las mujeres, aunque tampoco es un asiduo del sexoservicio como lo presentan en la pantalla chica, pero tampoco es un monje; evidentemente, su condición física lo ha hecho resentido ante las humillaciones y abriga deseos de venganza, es, sin embargo, capaz de tener sentimientos muy nobles y añora una mujer que lo acepte pese a sus defectos físicos con la que pueda casarse y tener hijos, su mayor ambición no es reinar, ni el poder, sino tener un hogar. Se encuentra ilusionado con Shae, una soldadera a la que convierte en su concubina y se engaña a sí mismo tratándola casi como si fuera su esposa... eso augura un fin triste que romperá el corazón del personaje que se ha convertido en el más querido de todos los fans de la obra de Martin, como lo ha hecho la ingratitud de los habitantes de King's Landing, quienes desconocen sus esfuerzos por defender la ciudad de un probable ataque tanto de Robb Stark, convertido en Rey del Norte, como del otro hermano del difunto Roberto: Stannis Baratheon, y sus maquinaciones por conseguir apoyo de las tierras agrícolas del sur, le echan la culpa del hambre y de la represión, que en realidad son responsabilidad de Cersei y su hijo Joffrey. Igualmente, creo que pronto se dará cuenta que Bronn, el mercenario, es solo eso y jamás será su amigo.
Daenerys, (en la imagen, interpretada por Emilia Clarke) legítima heredera al trono de hierro, es la mujer dragón, osea, tan "freak" como Tyrion madre de tres dragones que empollaron en la pira funeraria de su esposo Khal Drogo, muerto por las heridas recibidas en batalla y las maquinaciones de una bruja, debe empezar desde cero, peregrina con su reducida tribu de Dothraki por el desierto del continente oriental: Essos, siguiendo el cometa que ha aparecido en el cielo y que cree, anuncia el retorno al poder de su dinastía encarnada en su persona, hasta llegar a una ciudad fantasma donde es encontrada por tres extraños venidos de la ciudad comercial de Qarth, (inspirada en Babilonia) en un evidente guiño a la Epifanía: un comerciante, un noble y una hechicera, que la llevan a su metrópoli y donde empieza a crecer la leyenda de la madre de los dragones, aunque muchos ahí no tienen buenas intenciones para ella.
En este contexto, y si bien Daenerys se propone ser implacable con aquellos que se rebelaron, destronaron y mataron a su padre Aerys y a su hermano Rhaeghar, también se propone ser una buena reina y restaurar el orden y la paz en Westeros al enterarse del caos y la Guerra Civil que ha estallado en el continente, que ella acusa, . El reto es levantar una fuerza militar que le permita repetir la hazaña de su ancestro Aegon el Conquistador y además, aprender a ser una reina que represente, para el pueblo westerense, una opción verdadera de gobierno ante la venalidad, ambición y rapiña de los clanes nobles. (Que recuerdan a los partidos políticos actuales y reales).
Por otro lado, en varios pasajes se demuestra que el pueblo llano tiene un buen recuerdo de los Targaryen, por lo que las historias de la tiranía y crueldad de los reyes de origen valyriano parecen similares a las exageraciones que, en los últimos 12 años los Panistas y Perredistas han difundido sobre la corrupción y el autoritarismo del PRI a fin de enmascarar su desgobierno y presentarse como los autores de una era de esplendor de libertades, o las leyendas negras sobre Franco difundidas desde la transición en España. Algo me dice que pronto conoceremos las verdaderas causas de la rebelión de Robert Baratheon y Eddard Stark contra los Targaryen que no creo haya sido por la presunta violación de la hermana de este último por Rhaegar, quien es descrito por Jorah Mormont (protector de Daenerys) como un perfecto caballero de cuento de hadas: guapo, culto y gran guerrero, lejos de ser un canalla como sí lo era el Rey Baratheon.
Jon Snow, (personificado por Kit Harington en la serie) hijo bastardo de Eddard Stark y hermano de la Guardia Nocturna inicia su aventura como escudero y asistente personal del Comandante de dicha orden militar, que sale del muro hacia el norte, a investigar los extraños sucesos que están ocurriendo. Aunque parece que están en una época en que la magia ha desaparecido, los caballeros negros pronto descubrirán que la magia regresa y significa una terrible amenaza para el dividido reino, sin ayuda de los grandes señores enfrentados, más interesados en destrozarse y destruir el país entero en el proceso, que en hacer frente al peligro común, deberán combatir contra enemigos inimaginables.
Arya Stark no se me hace tan interesante, es sólo una niña berrinchona que se quiere vengar de todo el mundo, mientras que la desventura de Sansa Stark es interesante por cómo Martin la utiliza precisamente para mostrar a los Caballeros y Damas como miserables y hacer más grandes a estos tres personajes provenientes de los marginados, así como a Sandor "el Sabueso" Clegane, un personaje trágico que evidentemente está enamorado en secreto de Sansa, y que pese a su aparente ferocidad y crueldad, es un hombre leal, valiente y honorable, víctima de un "caballero" como su hermano Gregor, un verdadero monstruo que le quemò la mitad de la cara siendo niños.
Pero por contraste tenemos a los personajes desagradables: si hay un villano en la saga, ese no es otro que Cersei Lannister: bella y vanidosa, ambiciosa y claramente demente, con una enferma obsesión por su hermano Jaime, es aparte de todo una estúpida incapaz de pensar a largo plazo y que perjudica sus propios planes al poner ante todo sus estados emocionales y sus aires de grandeza. Su hijo Joffrey, coronado Rey tras la muerte de Roberto y reconocido sólamente por los Lannister y sus feudatarios, producto del incesto con Jaime, es un psicópata peligroso a pesar de sus 13 años, tal vez provocado precisamente por su origen antinatural, Petyr Baelish, "el meñique", especie de Ministro de Hacienda, encarna al político arribista y convenenciero, que cambia de lealtades como de ropa, y que usa su cargo público para el enriquecimiento personal y satisfacción de ambiciones propias, algo tan común en México.
Pero el más desagradable para mí es Theon Greyjoy, tras haber estado 10 años viviendo con los Stark, regresa a su hogar en las Islas de Hierro, hijo del Señor Feudal Balon Greyjoy, que intentó la primera rebelión secesionista tras la caída de los Targaryen, razón por la que Theon es enviado como rehèn a Winterfell para garantizar la lealtad de su padre al "gobierno" de Roberto Baratheon. Eddard Stark le trató como uno más de sus hijos, le dió educación y un lugar en su mesa, y Robb, el hijo mayor de Eddard le quizo como amigo, pero Theon resulta ser un verdadero alacrán que ambiciona restaurar la tradicional forma de vida de los habitantes de las islas, que son retratados como una muy original mezcla entre vikingos y piratas caribeños (ya Robert E. Howard, en sus relatos de Conan experimentó con la figura de los piratas en su obra, con buenísimos resultados) y su independencia para ser Rey: Theon es un verdadero looser, lujurioso que solo piensa en aprovecharse de las hijas y esposas de los marineros, traicionero y ladrón, pero sobre todo, un malagradecido, que planea invadir los territorios Stark y apoderarse del castillo de Winterfell y sacudirse la sombra de su atractiva, inteligente y aventurera hermana Asha, mucho más capaz que él.
La situación política que retrata Martin es de lo más interesante: todos están claros que la muerte del Rey Roberto fue aprovechada por los Lannister para hacerse con el poder controlando al joven y psicótico Joffrey y la ilegitimidad de éste para el trono, pues ya todo mundo sabe del incesto entre los gemelos Cersei y Jaime, pero lo curioso es que nadie apuesta por la legalidad y colocar a Stannis, hermano menor del difunto monarca, en el trono de hierro, que por otro lado, Stannis, poco carismático y carente de programa, se ha vuelto instrumento de una sacerdotisa extranjera: Melisandre (nombre tomado de un libro de caballerìas medieval que es mencionado incluso por Cervantes en el Quijote) y su culto al Dios del Fuego, en detrimento del politeísmo imperante en Westeros: la religión de los 7 y la religión de los dioses del bosque, para intereses que no quedan claros pero en los que interviene la hechicería.
Nadie apuesta por un plan común para derribar a los Lannister y establecer un solo rey: Stannis tiene su pretensión, pero tambièn Robb Stark es proclamado Rey del Norte por sus nobles y el hermano menor de Stannis: Renly se proclama Rey desde las provincias del sur. Robb por su parte, pese a que demuestra ser, a sus 15 años un genio militar, y logra victoria tras victoria sobre las tropas de los Lannister, será víctima de su propio éxito: carece de objetivos claro y no es más que un títere de sus señores feudales, que le impusieron la corona del norte, y ha dejado crecer un conflicto en torno a las tierras de una dama viuda, Lady Hornwood, que perdió a su marido y a su hijo en la guerra, lo que seguramente le ocasionará problemas; tiene además un inmenso territorio bajo su control, pero es la zona más pobre de Westeros y la menos poblada, lo que le facilitará enormemente sus planes al traicionero y vil Greyjoy, pues los Stark no podrán disponer de tropas para defender todo su territorio ni trasladarse rápidamente a las costas del noroest dejando su frontera sur expuesta al ataque de los Lannister.
Los Lannister por otro lado, es evidente que buscarían obtener el poder: dentro de sus territorios cuentan con grandes yacimientos de oro y plata, con lo que eran los mayores contribuyentes a las finanzas del reino, hemos dicho que la civilización que retrata Martin es muy parecida a la de inicios del siglo XV: el paso del feudalismo rural al mercantilismo y un incipiente desarrollo industrial y una gran explosión del comercio. El mundo retratado por este autor, a diferencia de la Edad Media real es un mundo muy "globalizado" en que existe un activo comercio marítimo gracias a que los océanos son estrechos, razón por la cual es más importante el metal preciosode los Lannister que la posesión de grandes extensiones de tierra y hatos de ganado.
En mucho, es claro que Martin se inspiró en la situación de la Francia Medieval, tras la caída de los Carolingios a fines del siglo X, los reyes de la dinastía Capeto carecen de poder económico real: no tienen tierras y los señores de Aquitania, Langedoc y Borgoña, así como los reyes de Inglaterra, que son Duques de Normandía a partir de Guillermo el Conquistador, son más poderosos que ellos. Los Capeto, orioginalmente Condes de París, sólo poseían lo que hoy es el departamento de Ile de France, es decir, la capital y sus alrededores. No sería sino mediante el estímulo a la industria y el comercio y una política fiscal adecuada que los reyes obtendrían los recursos necesarios para armar un ejército profesional fuerte con el que derrotar a los señores feudales y terminar por unificar la Nación y el Estado Francés, sobre todo tras la Guerra de los Cien Años, a mediados del siglo XV. Aquí podemos ver que la situación es similar: los Targaryen no aniquilaron a los señores feudales, sino les dejaron seguir gobernando sus tierras, y únicamente poseyeron la ciudad de King´s Landing y la Isla de Dragonstone. La rebelión contra ellos triunfó cuando los feudatarios dejaron de apoyarlos y según se lee en este tomo, la situación es crítica para Tyrion al no contar los Lannister con mucho apoyo entre los nobles, pero estos tampoco pueden triunfar al estar totalmente divididos entre sí.
Lo más terrible es ver cómo a los personajes pertenecientes a las grandes casas nobiliarias de la novela de Martin, con la excepción de Tyrion y de Daenerys, la situación del pueblo llano les importa muy poco, existe de parte de todos ellos una enorme indiferencia, cuando no un abierto desprecio para la gente común que podemos ver incluso en la manera despectiva con la que Catelyn ve que su hermano ha dado refugio a plebeyos dentro de los muros del Castillo de Riverrun. El pueblo, por su parte, muestra una gran pasividad hacia la situación, salvo los motines en King`s Landing, y se encuentra totalmente ajeno a la guerra que libran los señores, solo saben que tienen que huir, pues ya sean las tropas Lannister, o las Stark, todos incendian y saquean lo que encuentran, el invierno llega (que en la particular situación del mundo imaginado por Martin puede durar años) y podemos estar seguros de que en los siguientes volúmenes veremos llegar el hambre, el caos y la devastación total a Westeros.
Es una saga de fantasía, sin embargo, es muy real: vemos a los políticos en sus conflictos partidistas y entre tanto, la situación de los que somos ciudadanos de a pie les importa muy poco. Como también les importan muy poco los problemas verdaderos, solo se interesan por los conflictos por el poder, y si llegan a surgir políticos capaces que pretenden resolver los problemas, son inmediatamente quemados y denostados como Tyrion o se manipula la historia para hacerlos pasar como villanos, como ha ocurrido en México en tantas ocasiones y en la novela con los Targaryen.
Mi aplauso otra vez para Martin, seguiré leyendo la saga y publicando aquí mis comentarios, y nuevamente, les recomiendo que lean esta obra, sin duda es todo un acontecimeinto literario.