Tras ver el debate entre los dos candidatos presidenciales de los 2 grandes partidos políticos norteamericanos queda la sensación de que se trató de un empate, yo, personalmente, quede confirmado en mis dudas y opiniones que expresé en un post anterior.
En primer lugar, ambos candidatos mostraron las escasas diferencias existentes hoy en día entre los idearios de los dos partidos políticos más importantes de Estados Unidos, que por otra parte, confirman el mantenerse firmes en compartir el poder a base de un bipartidismo férreo en el que no se da espacio a los otros tres partidos chicos, (el Partido Libertario, el Partido Constitucionalista y el Partido Verde Ecologista) que simplemente no tienen posibilidad de crecer ante el dominio de la maquinaria política y mediática de los dos grandes.
Así, si bien McCain sí expresó el ideario tradicional del Partido Republicano en materia económica, centrado en el Libre Mercado y la desregulación a fin de que la Economía se dirija a sí misma, dejando que los agentes económicos actúen con completa libertad, actuando por su propio interés, llevando, como lo proponía Adam Smith, con el logro de su beneficio personal al beneficio de toda la sociedad, por esa razón es que los congresistas y senadores republicanos se han opuesto inicialmente al "FOBAPROA" propuesto por Bush. Después de todo, al igual que lo sucedido en México, el rescate bancario llevará a premiar a los más imprudentes o a los más sinvergüenzas, a las grandes corporaciones y no a las pequeñas instituciones crediticias y aseguradoras que también se han visto afectadas, endeudando por generaciones a todos los norteamericanos a futuro.
Sin embargo, McCain se contradice y apoya al rescate bancario en la misma forma que Obama, en una búsqueda por arrastrar consigo a sus respectivas bancadas en el Poder Legislativo y salvarle el pellejo a Bush y a la economía norteamericana aunque sea a corto plazo, pues a la larga, el rescate no dejará más que un endeudamiento gigantesco, frenará la economía e incrementará la carga fiscal para los contribuyentes, en forma similar a lo que el ocurrió a Roosevelt en los 30´s cuyas medidas intervencionistas fueron, más que el crack de 1929, las causantes de la "Gran Depresión", misma que quedará chica comparada con la que inicia, y para salir de la cual no tuvo más que la desesperada medida de hacer todo lo posible por provocar a Japón y finalmente, obtener el pretexto de Pearl Harbor para entrar a la Segunda Guerra Mundial, hoy en día, esta acción no es viable dado lo que hablábamos en otra ocasión referente a cómo la industria bélica americana ya no deja los beneficios del pasado al país.
Tal vez por eso McCain busca bajar los impuestos a las empresas, lo que es calificado por Obama como "bajarle el impuesto a los ricos", lo cual en cierta forma es cierto, pero también en cierto sentido es acertado, pues así se estimula a la inversión en Estados Unidos y se impide que las grandes compañías abandonen el suelo americano para invertir en Asia o en algunas partes de América Latina donde los impuestos son más bajos (lo que busca hacer Obama mediante el cierre de las fronteras al comercio y el proteccionismo), aunque la propuesta del Demócrata es también acertada en un sentido, puesto que busca la reducción de los impuestos a las personas físicas y en especial a la mayoría de la población que tiene un ingreso bajo, para así, incentivar el consumo y poner de nuevo en circulación el dinero, sin embargo, donde pienso que falla Obama es en irse por el modelo Keynesiano, propio de la Izquierda, del Estado de Bienestar y poner en marcha onerosísimos programas sociales, como, por ejemplo, convertir al Seguro Social norteamericano en algo similar al IMSS para evitar injusticias que, ciertamente se presentan, como las que retrata Michael Moore en su documental "Sicko", pero que, dado el inmenso número de derechohabientes de los que se trataría probablemente sería tan inoperante, ineficaz y presto a la corrupción y anquilosamiento como el sistema mexicano, en vez de ser como el Canadiense o Cubano, donde, mucho de su éxito se debe a que trata a un número inmensamente menor a aquel con el que tiene que lidiar la seguridad social mexicana, no se diga la estadounidense.
Los programas asistencialistas de Obama llevarían necesariamente a un gran endeudamiento del Estado, (los bancos chinos gustosamente abrirán más líneas de crédito) pese a los recortes que indica, haría en los programas y políticas que actualmente ejecuta el Gobierno Federal norteamericano, y si carga más la mano sobre "los ricos" llevará a que más capitales huyan de EUA para instalarse en la India, o China, o Brasil.
En pocas palabras, en el capítulo económico McCain demostró que no tiene una idea clara de qué hacer respecto al rescate bancario, pues alternativamente se ha opuesto a él y lo ha apoyado, aunque quizá no esté tan descaminado en cuanto a buscar incentivar de nueva cuenta la inversión y tratar de aligerar las cargas del Estado aunque haya a corto plazo un gran costo social, mientras que Obama me parece más firme en apoyar el rescate bancario y resolver la situación para el futuro inmediato, aunque sus sueños de Estado de Bienestar trasladarían el costo social a las futuras generaciones y contribuirían a un engrandecimiento del aparato gubernamental y a hacer menos competitivas a la economía norteamericana.
En cuanto a la política exterior, es realmente preocupante la posición de ambos, por un lado, ya sabíamos la postura de McCain de agresividad por todo, con todos y contra todos, de renuncia a la diplomacia y ejercer la fuerza para llevar la Democracia y la Paz al mundo, en un discurso inspirado en el rencor y la paranoia de alguien afectado por cinco años de prisión y torturas en el "Hanoi Hilton", así como la ciega fe en la inalcanzable victoria total en Irak, pero Obama se ha destapado claramente y vemos que está, por desgracia, muy lejos de ser la "paloma de la paz" que creíamos, sólo es más selectivo en su agresividad, aunque sí busca lograr de Venezuela, Cuba e Irán una especie de tregua a fin de poder concentrarse con todo en la cuestión Afgana. A mi parecer, la influencia de Biden se ha ejercido sobre el joven afroamericano que quizá, hizo que se perdieran muchas ilusiones.
En efecto, Obama plantea sacar a las tropas de Irak pero sólo para trasladarlas a Afganistán e incluso, a Pakistán, señala que el objetivo principal es capturar y MATAR o ASESINAR a Osama Bin Laden (me parece que un jefe de Estado que emplea términos propios de un capo del narcotráfico en lugar de buscar llevar a los enemigos y delincuentes internacionales ante los tribunales internacionales o locales para que se haga justicia, sólo demuestra ser un delincuente más), por ser el principal peligro contra EUA, e intervenir en el vecino país por que, aunque se trata de un aliado fiel de Estados Unidos, y más ahora que "Don 10 por ciento" ( el viudo de Bennazhir Bhutto se ganó ese apodo cuando, bajo los gobiernos de su mujer se quedaba con esa cantidad de cada contrato u obra pública que se realizaba en un esquema espantosamente corrupto) es el Presidente de la República, no se ha hecho lo suficiente para acabar con los refugios de los Taliban y de Al-Qaeda en la zona limítrofe entre ambos países islámicos.
La realidad indica que, por un lado, a la salida de las tropas norteamericanas, el gobierno del Presidente Talabani caerá como Maximiliano cayó al irse el ejército napoleónico de México o como el régimen comunista afgano se desmoronó en el caos al huir los rusos, (por otro lado, si Mc Cain dice que se está venciendo en Irak, cabe preguntarse cómo sería la derrota) y trasladarlas a Afganistán y a Pakistán sería, por un lado, empantanarlas en un lugar donde pronto se quedarían solas, puesto que cada vez es mayor la oposición a la permanencia de las tropas de los otros miembros de la OTAN en los respectivos pueblos y gobiernos de esos países, y abrir un nuevo frente, en el segundo caso, que sólo contribuiría a desestabilizar aún más la región, a fortalecer al Talibán, a Al-Qaeda y otros movimientos radicales surgidos en Pakistán, además de una fuerte resistencia nacionalista, lo que aseguraría sumir en el caos a los ejércitos americanos que participaran en la aventura.
EUA no la tiene fácil, pero no puede irse así como así de Irak, antes, debería fungir como un mediador para la verdadera reconstrucción Iraquí, concertada entre todos los grupos que están en pugna en el país, desde exbaathistas, sunníes, chiítas, kurdos, cristianos y Al Qaeda, debe reconocer a todos estos grupos, lograr un concenso y reparar los daños ocasionados (creo que ya estoy pidiendo demasiado). Y lo mismo debería hacer en Afganistán, y si se quiere acceso a los recursos petroleros de la región, ni modo, existe algo llamado comercio y tiene necesariamente un costo, pero quien lo hace y lo paga se asegura por lo menos más tranquilidad que aquél que acude a robar. Por otro lado, EUA no debe centrar su política exterior en el apoyo irrestricto a Israel: los judíos deben defenderse solos o comprometerse seriamente a la paz con sus vecinos, y si no es capaz de hacerlo por prejuicios raciales y religiosos, entonces, ni modo, tiene que desaparecer porque su existencia es tan imposible y tan anacrónica como si los indígenas mexicanos intentaran reconstruir el Imperio Azteca y correr a criollos y mestizos de México para ello.
Obama tiene razón en cuanto a buscar normalizar las relaciones con Cuba, Venezuela o Irán, en el primer caso, nada ha sido más beneficioso para los Castro que el embargo norteamericano de más de cuarenta años, eso les ha permitido gravitar sobre el mito de las maldades imperiales y la infinita bondad del régimen comunista que lucha por la libertad, lo que ha servido para ganar multitud de simpatías; entre tanto, la apertura comercial y económica, como ocurrió en el caso de la Unión Soviética, desnudaría las taras y las crueldades del régimen o lo forzaría, como ha sucedido en China, a transformarse, en el caso de Chávez, eliminaría la tentación latinoamericana a hacer caso de los cantos de sirena entonados desde el Kremlin, y en el caso de Irán, permitiría incluso hasta, indirectamente, defender a Israel al echárselo a la bolsa: la cuestión está en que EUA acepte la realidad y reconozca que Irán es tanto el país más democrático de Medio Oriente, aunque suene sorprendente, pero es el único en el que existe un efectivo sistema de "check and balances" entre los poderes: Religioso, Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en el que existen verdaderos partidos políticos y contiendas electorales limpias, así como una sociedad mucho más activa y participativa, mientras cierra los ojos y sustenta monarquías absolutas y corruptas como la de Arabia Saudita o la de Jordania, por los negocios que tiene la primera o por que los reyes de la segunda se han casado con mujeres norteamericanas que visten a la moda. También deben reconocer que Irán, la antigua Persia, tiene pleno derecho a ser una potencia en el mundo islámico y se lo ha ganado desde hace milenios, desde que Ciro el Grande creó la nación.
El meollo de todo se encuentra en que EUA se dé cuenta de que nos encontramos ante un mundo multipolar y que debe compartir las decisiones y el balance de poder con China, con Irán, con Rusia, con Brasil y la India, pero al parecer, ambos candidatos están ciegos ante esto y harán todo lo posible por intentar mantener a su país como única potencia mundial, lo que a la larga va a ser desastroso: así lo decía el Conde-Duque de Olivares, jefe del Gobierno Español en el siglo XVII: "Debemos luchar, aunque no podamos, con tal de mantener nuestra reputación", como resultado, el ejército imperial español era derrotado en Rocroi y España cedía su lugar a Francia como súperpotencia.
Los que sí perdimos en el debate fuimos los Latinoamericanos, salvo las referencias a Venezuela y Cuba no se trató nada más, y al parecer Obama y McCain continuarán con el olvido en que el Gobierno de Bush ha dejado a su extranjero cercano, y mientras continúen en esta tónica, la región no dejará de representar una amenaza constante para EUA con el brote de inestabilidad, narcotráfico y dictadores desfasados dispuestos a abrir las puertas a los intereses de su enemigo histórico: Moscú, pero también, mientras los Latinoamericanos y en específico, nosotros los mexicanos sigamos atados a mitos, miedos y complejos que nos impidan plantear políticas y relaciones con EUA que nos permitan obtener beneficios mutuos a ambos lados del Bravo, no dejaremos de ser pasto de intereses externos y contrarios a nuestro bienestar o de falsos mesías que nos prometen el oro y el moro y al final nos dejan peor que antes.
En fin, veremos cómo sigue este proceso electoral.