1.- México y su lucha de clases:
El día de hoy, una amiga me comentó que le parecía desafortunada la caravana de protestas que se hicieron en automóvil en contra del Gobierno de López Obrador. Al principio, yo coincidí con su apreciación, pero luego, creo que, estoy, al estilo de Echeverría, entre que sí y no.
Veamos: la protesta por un lado, fue un poderoso mensaje, en setenta ciudades del país, se manifestó el rechazo a AMLO y su errático gobierno. El desacierto que decía mi amiga, se derivaba de dicha manifestación --el hecho que se realizara en coche es por la epidemia del coronavirus, misma que está en descontrol ante la igualmente desnortada política sanitaria desplegada por el propio gobierno, pese al carisma pero hueca cabeza del Dr. López Gatell, encargado de ser el vocero oficial de las autoridades sanitarias-- aparecieran caravanas de vehículos de lujo. En ese sentido, yo diría que más bien se trata de un error de comunicación o de expresión del mensaje, y un aprovechamiento, por supuesto sucio, de las huestes neomarxistas de que se trata de un movimiento de fifís o conservadores.
Por supuesto, ese mensaje cala entre las personas de las clases bajas, a las que se se ha estimulado el sentimiento de estar perpetuamente agraviadas, como lo dice Jorge Zepeda Patterson, -un analista mexicano y simpatizante de AMLO que escribe, cómo no- en el diario oficial de la Izquierda Española, El País, y sentir que aquellas personas que tienen más que ellos o mejores cosas que ellos es irremediablemente y siempre, a causa de una injusticia. Esto no siempre es así. Muchas de las personas que hoy se manifestaron arriba de un BMW o de un Mercedes bien lo pudieron adquirir tras años de trabajo y esfuerzo, construyendo pequeños y medianos negocios que les permitieron salir adelante.
Y admitámoslo, entre muchas de las personas de clase baja en México hay muchos que están así no por ser víctimas de algún patrón explotador, de usureros o algo que se puede achacar a algún "privilegiado"; ciertamente, las condiciones en el país que constituyen grandes obstáculos para el progreso material individual de las personas pueden ser calificadas de injustas, pero la más de las veces éstas son más achacables al Estado y a la Clase Política mexicana que a nadie de las llamadas o consideradas elites en ese discurso... mucho pequeño o mediano empresario en México, no puede ser considerado parte de las elites, y aunque tenga un BMW, bien puede estar en una situación más similar a la de los votantes de AMLO que de las grandes fortunas de México como Carlos Slim, la familia Azcárraga o Salinas Pliego, quienes sí han integrado una clase privilegiada y han visto crecer y consolidar sus fortunas en alianza con el poder político en turno, sino que la diferencia es que muchas personas se autosabotean.
En México hay muchos ejemplos de personas que empezaron de cero y llegaron a obtener mejoras en sus condiciones de vida para ellos y sus familias, que emprendieron y han tenido cierto éxito, que han generado fuentes de empleo y de generación de riqueza, pero hay muchos que, teniendo aptitudes y capacidad para poder llevar actividades exitosas, despilfarran lo que ganan en cerveza -- ¿no son los que ante la paralización de la producción de la bebida, manifestaban su tristeza y acuden a comprar en masa botellas y latas dado su vicio? ¿Qué no harían si lo que gastan en el fermento de cebada lo ahorraran o invirtieran en otra cosa? ¿Cuántos no se han enredado en vidas amorosas desordenadas sin tomar en cuenta las consecuencias de ello, repartiendo hijos? ¿Cuántos no son simplemente perezosos o conformistas?
Y si a eso le sumamos ese discurso "pobrista" que desgraciadamente ciertos sectores de la Iglesia han predicado, de ver en la pobreza un bien y no un mal (como ha llegado a hacerlo el propio Bergoglio desde el solio petrino), mensaje que incluso ha sido repetido por el cine y las telenovelas en México, tendremos que el mexicano promedio conserva una mentalidad de mediocridad, de buscar la culpa de sus desdichas en otros y de irresponsabilidad propia. así como la espera de que la solución de sus problemas venga siempre de fuera o de alguna manera sobrenatural, como lo que sucede en esa nefasta serie televisiva La Rosa de Guadalupe, que es una verdadera caricatura y burla a la fe Católica disfrazada de falsa piedad, pues la reduce a un simple pensamiento mágico, sentimental e irracional, no siendo raro que muchos mexicanos crean en el tarot, la quiromancia y otras muchas prácticas de brujería y superstición para lograr lo que desean con el menor esfuerzo posible.
El verdadero reto, por tanto, radica en lograr dar el mensaje y enseñar al mexicano promedio la "cultura del esfuerzo", del trabajo y de la constancia y disciplina como vías para mejorar la forma en que se vive, y de la importancia del estudio para salir adelante, y que todos los obstáculos planteados por la burocratización, la corrupción y las altas tasas fiscales, pueden ser superables para prosperar, y dar a entender que todos, sin importar el estrato social al que se pertenezca, nos encontramos en el mismo barco y somos víctimas de nuestro enemigo en común: la Clase Política encarnada ahora en el actual gobierno.
2.- Estados Unidos y su lucha de razas:
Nuestro vecino del norte carga con su propia maldición de origen encarnada en el racismo y la falta de conformación de una verdadera identidad nacional, producto de las doctrinas de Calvino, Lutero, y el cisma de Enrique VIII y de su consecuente sentimiento de predestinación y superioridad moral y racial de los Blancos, Anglosajones y Protestantes (WASP, por sus siglas en inglés).
Esa herida, que parecía estar cerrada con la elección en 2008, de Barack Hussein Obama (o Barry Soetoro) para la Presidencia de la República, en realidad se abrió más bajo el mandato del enigmático personaje, quien dejó, tras ocho años en el poder, un clima de división y de tensión entre las distintas etnias que conforman la población norteamericana, principalmente entre Blancos (donde también los Anglosajones descendientes de la colonización británica original se encuentran en posición de superioridad sobre irlandeses, italianos, polacos, judíos, rusos, franceses, etc., cada grupo además viviendo dentro de su particular ghetto además), Hispanos, que no son contados como blancos por el exclusivismo protestante y el discurso de Leyenda Negra contra España, y Negros o Afroamericanos, así como entre los grupos conformados por diferentes gustos de alcoba, elevados a distintivos de grupos humanos clasificados de manera absurda por la llamada "ideología de género".
Obama y los Clinton, y toda la cúpula demócrata se dedicaron a sembrar división en la sociedad norteamericana reabriendo conflictos o creando otros nuevos sabiendo que la misma apenas se une con alfileres entre sí, que no ha llegado a ser un verdadero crisol de razas y culturas --lo que sí han sido las sociedades hispanoamericanas-- y que muchos agravios se encuentran recientes, no siendo sino apenas hace poco más de cincuenta años que se les concedió la plena igualdad de derechos ante la Ley. Además de ello, y al más puro estilo de la Izquierda del Foro de Sao Paulo, han optado por la violencia, con grupos como los Antifa, que resultan ser tan violentos y peligrosos como las turbas de golpeadores de las SA, la Rote Frontkampfbünd y los Sthalhelm de las contiendas políticas de la República Alemana de Weimar... dicen ir contra el Fascismo, mas emplean sus mismas tácticas.
Evidentemente, la muerte del afroamericano George Floyd es un crimen brutal, parte de la verdadera cara de las policías norteamericanas que no se ve en Hollywood o la TV: corrupción, abuso de autoridad y exceso de fuerza, la inclusión en ellas de ex militares con padecimientos de estrés postraumático o paranoias que les convierten en peligro para las comunidades a las que deben servir, todo esto queda reflejado en este caso, consistente en la detención de un presunto delincuente menor: el Sr. Floyd, quien tenía antecedentes penales por robo, ante una denuncia de haber pagado en una tienda de abarrotes con un billete falso de $20 dólares... el hombre, sin resistirse al arresto, fue estrangulado por un policía anglosajón que le oprimió el cuello con la rodilla y fue grabado vía celular por algunos transeúntes en la ciudad de Minnessotta.
Es posible que Floyd no haya sido una "perita en dulce" y que se trate de dar una imagen casi hagiográfica de él actualmente, pero el hecho es que la actuación de ese oficial de policía es injustificable. Pero también es injustificable que bajo el pretexto de la protesta en contra del abuso, se emprendan saqueos, destrucción de propiedades privadas y públicas e incendios, o ataques a personas; en fin, la misma conducta que hemos visto desplegada por feministas y cualquier otro colectivo azuzado por la Izquierda en Hispanoamérica, Europa o EUA. Ante un año electoral en el coloso del norte, abrumado además por la crisis sanitaria y económica provocada por el Coronavirus, los Demócratas han decidido aprovechar cualquier cosa para seguir tildando a Trump de racista y culparle igualmente de la inepta respuesta a la pandemia, pese a que ésta es competencia de los gobiernos estatales y no del federal, y que por tanto, la responsabilidad recae en genocidas, irresponsables y radicales como Andrew Cuomo, Gobernador de Nueva York, quien ha dejado que la entidad que gobierna se convierta en el epicentro de la enfermedad en el país.
Sin embargo, no creo que Trump caiga; la pésima elección de candidato, con un Joe Biden evidentemente afectado por demencia senil y cuestionado por conductas sexuales inapropiadas con mujeres y menores, y el hecho de que muchos norteamericanos se hayan manifestado a favor de una reapertura económica contra las cuarentenas decretadas por los Gobernadores demócratas, en el sentido expresado por el Presidente, muestran otra cosa, igualmente, si los Demócratas colocaran a la ex Primera Dama Michelle Obama como candidata a la Vicepresidencia, tampoco esto auguraría un resultado favorable a ellos, la cónyuge de Soetoro en EUA no despierta la misma veneración que en el exterior, se le cuestiona, medio broma, medio en serio, incluso su verdadera identidad --se afirma incluso que es un transexual-- y la imagen de su esposo como Presidente tampoco es muy positiva salvo en las zonas urbanas tradicionalmente vinculadas al Partido del Burro, como Nueva York, Chicago o Los Angeles.
Lo que sí, es posible ver como los medios de los enemigos de EUA, como RT de Rusia o los medios chinos festinan lo que ocurre en él, así pueden despotricar con sus medios propagandísticos acerca de la maldad innata del país norteamericano y su sistema político, mientras ellos pretenden mostrarse como los salvadores de la humanidad, distrayendo de la realidad de la pandemia dentro de sus fronteras y en su actuar internacional.
Tiempos convulsos los que vivimos... tanto mexicanos como norteamericanos no podremos superar los retos que nos plantea la crisis actual si no nos mantenemos unidos en contra de nuestros verdaderos enemigos internos: nuestros propios políticos, y sobre todo, los de Izquierda.