Insisto, le pese a los conspiranóicos y a los creyentes en el bulo zarista de Los Protocolos de los Sabios de Sión, inventado por la Okhrana para justificar las meteduras de pata de Nicolás II que llevaro al desastre contra Japón en 1905 y que al final no terminaron por convencer a la mayoría del pueblo ruso, mismo que terminaría por respaldar el derrocamiento del inepto Zar y la llegada al poder de los Socialistas, fuese con los Mencheviques de Kerensky o los Bolcheviques de Lenin, hartos de su sometimiento a un sinvergüenza como Rasputin y de una pésima conducción de la intervención rusa en la Primera Guerra Mundial, todo lo cual no era atribuible ni a los Judíos, ni a los Tártaros ni a los Alemanes del Volga o cualquier otra etnia sumergida en las inmensidades del Imperio, sino única y exclusivamente al torpe y alienado Nicky y a su ofuscada esposa Sunny.
La prueba está en que si realmente existiera tal conspiración y los Judíos controlasen el mundo, no habrían caído tan fácilmente en la trampa mediática que les ha tendido Hamas, quien, pese a la destrucción de Gaza y los terribles sufrimientos de la población civil palestina bajo el fuego israelí, se erigirá como el gran vencedor de esta guerra, mientras que Israel, y para su desgracia, la mayoría del pueblo Judío disperso, quedarán como los grandes perdedores. La principal arma del grupo fundamentalista no está en los cohetes viejos o caseros que han utilizado para atacar infructuosamente al territorio judío, dada su imprecisión y su pésimo sistema de guía, sino las cámaras fotográficas, las redes sociales, Youtube, y la opinión pública mundial, utilizando en contra de la dirigencia sionista su propio fanatismo y su ferocidad. Los gobernantes del Estado de Israel: Benjamín Netanyahu, Avigdor Lieberman o Tipzi Livny, han caído redonditos en la trampa y parece que no se han dado cuenta de ello, cegados como están por su postura ultranacionalista y por la desesperación de fortalecerse en forma autónoma en la región ante un valedor como EUA que cada vez es más débil, mientras las potencias regionales como Irán, Turquía y las Petromonarquías crecen y aparece un nuevo y potente actor en las ambiciones imperiales del caudillo Abú Bakr Al-Baghdadí. (Las versiones que dicen que Israel creó al Ejército Islámico de Irak que dirige dicho personaje se me hacen disparatadas, a no ser que sea como el suicida que compra la soga o la pistola con la que se quitará la vida).
Imágenes como las que encabezan esta entrada son desgarradoras y generan un impacto emocional muy fuerte, yo mismo lo he experimentado y he publicado comentarios estúpidos en las redes sociales que después he borrado; tras enfriar la cabeza, que es la única forma en que se pueden analizar y juzgar estos hechos, he llegado a la conclusión que precisamente lo que he sentido al ver los cadáveres de niños y la población sufriente, es el objetivo de quienes la difunden, a fin de generar compasión hacia los Palestinos y también, odio no solo hacia el Estado de Israel, sino contra los Judíos en general, mismos que ya empiezan a experimentar un renacimiento de lo mismo que vivieron en la Alemania de los años 30. En Francia, país europeo con una gran población islámica y donde se está dando un renacimiento del nacionalismo y el conservadurismo entre los franceses nativos, mismo que no ha sabido permanecer impermeable a este tipo de sentimientos y ha orillado a su desprestigio, ya se dieron ataques a comercios propiedad de Judíos y a personas como resultados de marchas en apoyo a Palestina, lo mismo ha ocurrido en el caso de Alemania.
La gente no se da cuenta que no todos los Judíos están a favor de las atrocidades cometidas por Israel, y la prueba está en las manifestaciones en contra que los Hebreos Ortodoxos --lo cual demuestra que no se trata de un conflicto de signo religioso-- se han manifestado en contra en Nueva York y otras partes del mundo o aquellas otras expresiones contrarias al Sionismo de parte de jóvenes judíos que tratan de demostrar que la convivencia entre los Hijos de Abraham: la descendencia de Isaac y la de Ismael es posible. Muchos han agarrado la generalidad y dirigen el reclamo en contra de la totalidad de los Judíos y aparecen dichos de "Hitler tenía razón" o llamadas a "gasear a todos los Judíos".
Por supuesto, lo hecho por Israel no puede calificarse sino como crímenes de lesa humanidad, e implicaría que tanto el Primer Ministro Netanyahu como los mandos militares israelíes fuesen perseguidos por la Justicia Internacional, así como un embargo de armas y sanciones económicas contra el Estado Judío, que queda certificado sin duda, como un Estado terrorista, intolerante, militarista y racista, pero también implicaría un castigo contra el grupo islámico Hamas, que no ha dudado en utilizar a los civiles palestinos como escudos humanos y como arma de propaganda en contra de sus enemigos; Hamas es una organización terrorista que cuando ha podido no ha tenido empacho en dirigir ataques contra civiles israelitas y no es muy diferente a las milicias del autoproclamado Califa Abú Bakr II en cuanto a su integrismo Wahabita-Salafista-Sunnita del Islam. Que quede claro, estamos ante un conflicto en el que no existen ni buenos ni malos, existen dos facciones igualmente peligrosas para la paz mundial que actúan impulsadas por un fanatismo sin límites y son, ambas, capaces de una crueldad horripilante y bárbara.
La dirigencia de Hamas ha planeado todo esto con maestría, paciencia e inteligencia y sabe que al final, logrará una gran victoria en el terreno mediático y si se quiere, social, mientras que Israel perderá muchísimos apoyos; creo, en primera instancia, que los Judíos han perdido definitivamente el "bono del Holocausto" que todavía tenían a su favor, en adelante, por más películas y novelas conmovedoras sobre niños con pijamas de rayas o ladronas de libros, no volverán a convencer a la opinión pública mundial de que lo que sufrieron a manos de Hitler y la Alemania Nazi fue real; para las generaciones actuales, Auschwitz, Buchenwald o Dachau quedan muy lejos en el tiempo y no aparecen en su memoria, mientras que las imágenes vistas en TV o Internet de niños sangrantes, padres arrasados por el llanto y edificios en ruinas es algo actual, presente y tangible. En segundo lugar, es cierto que las grandes potencias occidentales siempre han contado con Israel para el respaldo de sus intereses en Medio Oriente y le han sostenido siempre por esa razón; sin embargo, Hamas sabe que esas potencias hoy en día están en un cuesta abajo imparable en su poder económico, moral y político, y que ahora prefieren voltear a otro lado, como Ucrania, antes que concentrarse en lo que sucede en el Levante y han dado tibias muestras de apoyo a Israel como a la vez, le han criticado no sin cierto sentimiento de vergüenza; pero además saben que se está dando una serie de hechos conducentes al aislamiento diplomático y económico del Estado Judío, como lo compila el diario ruso Pravda.
Lo grave del caso es que al final, una banda terrorista como Hamas quedará reivindicada al menos popularmente como campeones de la libertad y combatientes contra el intrínsecamente malvado pueblo Judío, lo cual no es esperanzador, ni siquiera para los mismos Palestinos, ni será un paso más a la paz, al contrario, esto preparará el paso al reconocimiento a Al Baghdadí y su Estado Islámico por parte de una opinión pública internacional que les puede ver como los que luchan contra un "siniestro plan sionista" apoyado por Estados Unidos... un gran golpe propagandista al final, bañado en sangre de los propios correligionarios, sacrificados en aras de la victoria...
Algo similar a lo que está haciendo el Gobierno de Netanyahu; si los Judíos en cualquier otra parte del mundo empiezan a sufrir vejaciones, rechazo y hasta muertes, no se lo deberán a otros más que a los propios sionistas... irónico, ¿no?