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23 de junio de 2024

MILEI

 Javier Milei - Wikipedia, la enciclopedia libre

Durante los años de la pandemia, así como el algoritmo me recomendaba vídeos musicales de bandas que fui descubriendo, (como el caso de The Warning, no se desesperen, viene un post sobre el interesante fenómeno de esa banda regiomontana) también me empezaron a aparecer vídeos en los que salía, participando en tertulias televisivas en Argentina, la figura de un economista desgreñado, estrambótico, y escandaloso, muchas veces majadero, sobre todo con las mujeres, que llamó mi atención.

Se trataba de Javier Milei, actual Presidente de la República Argentina, quien me pareció un personaje interesante, sobre todo por su dominio de diversas teorías económicas y sus acertadas críticas a las tesis tanto de Marx como de Keynes, su defensa a ultranza del Liberalismo Económico y la Escuela Austriaca, pero que además, lo confieso, me daba risa la manera en que hacía desbarrar a los simpatizantes del Peronismo en su encarnación Kirchnerista, que trataban de rebatirle sus ideas, aunque, como buenos argentinos, descendientes de italianos en su mayoría, entraban en alegatas caóticas y gritos que pronto llegaban al insulto personal, a veces realmente humillantes, como aquella fea exhibición sufrida por la hermosísima, pero ignorante, vedette Sol Pérez... vamos, que a quién se le ocurre juntar en un debate sobre la terrible situación económica del país sudamericano a una figura del espectáculo con conocimientos bastante mínimos del tema con un Doctor en Economía que ha fungido incluso como asesor del Foro de Davos y multinacionales; pero qué podemos decir, en México tenemos a una pésima actriz como es la señora Laura Zapata, a quien nunca le he visto representar sus trillados papeles de villana de manera convincente, siempre sobreactuada, quien ahora se las da de analista política en compañía del nefasto Alazraki, lo cual sumó al ridículo de la Oposición en las pasadas elecciones, y ya no hablemos de Hollywood.

Milei se manifestaba como Libertario y Anarcocapitalista, con visiones sobre el aborto, el feminismo y el homosexualismo bastante conservadoras, pese a él mismo presumir de una vida sexual un tanto promiscua, y de un pasado familiar oscuro en que tanto él como su hermana, ahora su principal asesora, sufrieron violencia de parte de sus padres clasemedieros. No ocultaba su admiración por corrientes ortodoxas del Judaísmo, así como la ética de trabajo y resilencia del pueblo hebreo, y señalaba los dislates y visiones polémicas del Papa Francisco I, su compatriota, tendientes a simpatizar con la Izquierda y el Globalismo... Aunque luego cambió de opinión, visitó al pontífice y lo colmó de elogios...

Finalmente expresó sus intenciones de participar en la política para demoler el Peronismo y achicar el aparato estatal argentino, que consideraba, era la principal causa de las recurrentes crisis económicas que han asolado a su país desde la década de 1950, y que le han condenado al subdesarrollo, después de haber sido "la primer potencia económica mundial" a fines del siglo XIX e inicios del XX, según su discurso.

Milei, me parece, tiene cosas positivas, pero también tiene muchas negativas. 

En primer lugar; Milei parte de mitos y teorías de difícil realización: de entrada, Argentina nunca fue la primer potencia mundial, sino más bien, fue un caso muy similar al de Canadá, --y yo sostengo que el país de la hoja de maple va que vuela a ser la Argentina del norte-- un país de colonización tardía, población escasa, climas extremos y enorme territorio repleto de recursos naturales, de cuya explotación logró obtener lo suficiente para que sus pocos habitantes, concentrados además en su mayoría en la zona metropolitana de Buenos Aires, tuviesen un alto nivel de vida, que por supuesto, atrajo a inmigrantes europeos, principalmente italianos y de Europa Central y Oriental, aún así, Argentina apenas tiene hoy 47 millones de habitantes, muy similar a la población de España, pero en un territorio mucho más grande, y también similar a la de Canadá, en condiciones igualmente parecidas.

Pero además, Argentina no se industrializó plenamente, se desarrollaron las actividades agropecuarias y mineras, pero una industria manufacturera quedó subdesarrollada y limitada a Buenos Aires, lo mismo que el sector servicios. Las distancias enormes, el relativo aislamiento geográfico del país en el último rincón del Cono Sur respecto de centros de avance industrial como Europa y EUA, limitaron igualmente ese progreso, mientras que, para incrementar la producción agrícola y ganadera, los terratenientes argentinos comenzaron a financiarse con créditos contratados principalmente en Londres para la compra de implementos, con lo que la prosperidad rioplatense empezó a ser cada vez más un espejismo que real. Sus universidades no gozaron de prestigio internacional ni llevaron a cabo investigaciones que desembocaron en grandes innovaciones científicas y técnicas, a diferencia de las británicas, estadounidenses, alemanas o francesas de la época.

En ese contexto es que surgió el Peronismo, de la mano, por supuesto, del militar Juan Domingo Perón y su icónica esposa, la actriz (y antes prostituta) Eva Duarte, quienes, ante la limitación de recursos y la evidente próxima caída del país en una crisis, decidieron implementar políticas realmente tomadas del Fascismo y del Nacionalsocialismo: un Estado fuertemente intervencionista en la Economía y asistencialista, imprimiendo además, billetes a mansalva para financiar una política de subsidios, ayudas y subvenciones. Entre tanto, brindaron refugio a personajes del Tercer Reich, como el arquitecto del Holocausto Adolf Eichmann, el Ángel de la Muerte Dr. Joseph Mengele o el as de la Luftwaffe Adolf Galland, entre otros muchos, lo que acrecenta los rumores de que hasta un Adolf Hitler que fingiera su suicidio se refugió en una mansión en Bariloche, propiedad del banquero peronista y posterior defraudador, pero protegido del Opus Dei Rafael Trozzo, a quien tuve el (dis)gusto de conocer, por cierto, como profesor, y no estoy ironizando, de Ética.

Lo más ridículo es que con esos antecedentes, sean ahora los Peronistas los que acusen a Milei de Fascista o hasta de Neonazi.

Por supuesto, aquello redundó en un bestial endeudamiento público argentino y en una devaluación catastrófica de la moneda, lo que repercutió en una gran inestabilidad política y en cambios de gobierno, con Dictadura Militar incluida y el regreso de Perón con nueva esposa a la que dejó la presidencia al morir; lo curioso es que ninguno de los regímenes posteriores en Argentina decidiera cambiar de modelo, sino que todos, de una u otra manera, incluso Carlos Saul Menem, se apegaron al Peronismo y sus dogmas y prácticas.

Sin duda Milei tiene razón en que es necesario reducir el gasto público simplificando la estructura del Gobierno Argentino y reduciendo el número de enchufados al mismo, es decir, de personas que reciben ingresos de los fondos públicos, desde beneficiarios de programas sociales a productores de cine que hacen películas que nadie ve, perdidas en alturas de pseudointelectualismo. Lo curioso, es que Milei aparece como otros de los políticos de ruptura, que tanto del lado de la Izquierda como de la Derecha del espectro ideológico aparecen hoy en día cimbrando los cimientos de la Globalización, donde nos encontramos a personajes tan disímbolos, pero al final, tan parecidos, como Donald Trump, Marine Le Pen, Jair Bolsonaro, Víctor Orban e incluso, López Obrador. Incluso, en el caso de este último, podríamos ver similitudes en sus discursos en que cargan contra clases privilegiadas, el régimen anterior, y también es de observarse que las propuestas de reformas del tabasqueño, como el terminar con los órganos autónomos coinciden con el argentino en la reducción del aparato estatal; aunque Milei diga que está demoliendo al Estado Argentino y ser un Libertario o Anarcocapitalista, en realidad lo está fortaleciendo al librarlo de parásitos y de una hipertrofia del Gobierno (donde aparte, parece no distinguir entre Estado: la entidad conformada por territorio, población y precisamente, la autoridad política y ésta misma: el Gobierno), beneficiaria para muchos grupos de interés y lobbies.

Pero Milei también desbarra: no ha entendido la diferencia entre el mundo teórico y la realidad, y se comporta, igual que el de Macuspana, como el típico demagogo populista hispanoamericano, incluso hasta ofreciendo recitales de Rock and Roll al ser músico aficionado, como en su tiempo hiciera el loco ecuatoriano de Bucaram con la Salsa, aparte que está sujetando su país a los intereses del menguante poder de Estados Unidos, embarcándose sin necesidad alguna en un apoyo irrestricto y fanático a Israel y comprando broncas innecesarias con los poderes mundiales resurgentes de Rusia y China.

Así, el retiro intempestivo de las ayudas sociales ha precipitado a muchas familias pobres argentinas a la indigencia, o se considera que sus medidas privatizadoras al extremo llevarán a prácticamente subastar al país a las grandes corporaciones internacionales, lo que redundará no en la efectiva industrialización de Argentina, sino a convertirlo en un país maquilador o ni eso, sino explotador de recursos naturales que enriquecerán otras partes; ha eliminado muchas de las garantías de los trabajadores para volverlo fuente de mano de obra barata ganando salarios reducidos y sin seguridad en el empleo, y ha reducido los impuestos, de forma que los inversionistas apenas dejarán ganancias; eso sí, los números macroeconómicos dejarán de estar en rojo y ha mejorado la calificación crediticia del país, y se ha reducido la galopante inflación.

No cabe duda de que Milei debe ser una persona con un muy elevado coeficiente intelectual; sin embargo, hay una situación con la que deben lidiar muchas veces los superdotados: la locura. Esto se debe a que se trata de alguien totalmente fanatizado por sus conocimientos teóricos y especulativos, combinada con cierta misantropía que le aleja de la realidad que se vive a pie de calle, además que parece no comprender la realidad geopolítica actual, misma que no encaja en los postulados en los que cree fanáticamente.

Milei comparte, aparentemente, con los otros políticos rupturistas la idea de la desglobalización que describe el experto en Geopolítica Peter Zeihan, para él, todo se reduce a relacionar la economía de su país con EUA, Israel y poco más, pero se encuentra rechazando vincularse con China y con Rusia porque, en su visión, sigue vigente la división ideológica del mundo propia de la Guerra Fría. 

Así, rechaza a China por considerarla una dictadura comunista, y se alinea con Ucrania, incluso, parece que estaba dispuesto a comprar armamento avanzado, como aviones caza, para regalárselos al régimen de Kiev; por considerar que se trata de una lucha por la Libertad, hasta que le llegó una severa advertencia por parte de Moscú, respecto a que, de meterse en la contienda, sufriría graves consecuencias: de inmediato Milei, convidado de piedra en la reunión del G7 y en la Cumbre de Paz en Ginebra, Suiza, resulta bastante curioso que, mientras se ejecutan sus reformas, se generan disturbios en oposición a las mismas por aquellos que se ven afectados, el Presidente se la pasa viajando fuera del país, asistiendo a foros aquí o allá; incluso, tras haber regresado de tales eventos, prácticamente estuvo sólo como dos días en Buenos Aires y volvió a irse, ahora a España, a recibir una condecoración del gobierno de Madrid.

De igual forma, y demostrando que más pronto cae un hablador que un cojo, es que Milei ha aceptado visitar China próximamente, tras que el Celeste Imperio otorgara a Argentina una línea de crédito salvadora para su gobierno.

Finalmente, a mi me da la impresión que Milei no es tan contestatario ni tan antisistema como se quiere presentar, es un demagogo y populista en gran parte, más similar a aquellos de Izquierda a los que critica de lo que él mismo cree, que a una postura auténticamente revolucionaria o transformadora, más parece que fue promovido y aupado al poder de una forma similar a Zelensky, desde que era una figura o celebridad de las tertulias televisivas por bancos o entidades financieras deseosas de poner en la Casa Rosada a quien les garantizase el pago de la inmensa deuda argentina, que existiese un clima adecuado para la inversión en el país y la explotación de los recursos argentinos sin las restricciones nacionalistas y las elevadas cargas fiscales impuestas por el régimen Kirchnerista-Peronista. Igualmente, muy probablemente su discurso en apariencia rebelde e inspirado por las ideas de Agustín Laje en el Foro de Davos, tal vez obedezca más al intentar aparecer como una alternativa al Globalismo que al ser efectivamente una opción contra éste. (Curiosamente, quien salió a la defensa del Foro, rebatiendo el discurso de Milei, fue el supuestamente comunista Nicolás Maduro), de igual manera, quizá fue ascendido con la mira de presentarlo como un populismo de Derecha que contrarreste al más tradicional de Izquierda.

Como sea, esperemos que la situación de Argentina mejore bajo su mandato, aunque creo que su figura es una más del populismo latinoamericano que ya sea bajo las banderas de la Izquierda o de la Derecha han resultado tan comunes en nuestros países, pero que ahora se extiende más allá; no puede negarse que tanto en Trump como en la mal llamada Ultraderecha Europea hay buenas dosis de populismo: el señalamiento de "enemigos del pueblo" y promesas mesiánicas para corregir los errores de los gobiernos anteriores, y la necesidad o la búsqueda de ejercer un poder sin contrapesos para poder aplicar todas las reformas o cambios al sistema para "salvar a la Patria"; quizá porque al final, los sistemas democráticos en Occidente están entrando en decadencia, tal y como lo plantean autores como Peter Turchin, Peter Zeihan y Emmanuel Todd; es el fenómeno al que yo, en un post ya antiguo, llamé Dioclecianismo, como en el caso del emperador romano, se ansía un gobernante restaurador del orden y que no tenga obstáculos para ello, ante las divisiones internas y los peligros externos. Sin embargo, a la larga, los actos de este gobernante pueden resultar contraproducentes y empeorar las cosas, como ocurrió con las reformas del ilirio, tenían una buena intención pero desembocaron en un nuevo caos.

Milei, AMLO, Trump, Bolsonaro, Le Pen, pueden diferir en su ideología, sus intenciones y en la manera en que conciben los fines del ejercicio del poder, pero muestran una manera de hacer política muy propia de nuestros tiempos. ¿Podrán sus liderazgos estar al nivel del reto que muestran Putin, Xi, Kim o Bin Salman? 

16 de junio de 2024

CONSTITUCIONES A LA CARTA

 Voces México

A quince días de las elecciones presidenciales en México, los mercados internacionales y nacionales acusan cierta turbulencia, no tanto por que la persona de la Sra. Claudia Sheinbaum Pardo haya sido electa, sino porque el partido en el poder: MORENA, ha obtenido la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, y el número de gubernaturas de estados que le permitiría hacer reformas constitucionales; sin embargo, más que las probables reformas que haga la próxima Presidente Sheinbaum en su mandato, lo que genera inquietud son las reformas propuestas por el todavía Presidente López Obrador, y que, dado que la nueva Legislatura entra en funciones en septiembre, y el cambio del titular del Poder Ejecutivo se dará hasta el 01 de octubre, hay tiempo para que dichas reformas constitucionales salgan aprobadas.

Entre dichas reformas, está una que transformaría de fondo al Poder Judicial Federal, con incluso, la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, como ocurre en varios estados (no en el Poder Judicial Federal) de Estados Unidos, donde tenemos jueces partidizados, como los del estado de Nueva York, emanados del Partido Demócrata y decididos a obstaculizar que Donald Trump se reelija en la Presidencia de la República del norte.

La realidad es que dicha reforma tiene un tufo de venganza y de ignorancia del anciano tabasqueño, decidido a irse del Poder destruyendo a un Poder Judicial que, desde hace veinte años, ha sido un vehículo de ataques políticos por parte de los ahora defenestrados PAN y PRI, que pretendieron, varias veces, usar a los tribunales federales como vía para evitar que el nativo de Macuspana llegase a la primera magistratura, en lo que, evidentemente, no tuvieron éxito. Aún así, no carece de cierta razón. De entrada, los jueces tanto a nivel federal, como estatal, y más los miembros del alto tribunal llegan impulsados por los partidos políticos e incluso se reparten los lugares por cuotas, así que en este sentido, la elección por voto popular, de jueces candidateados por los mismos partidos, solamente harán más transparente, por así decirlo, lo que ya ocurre, o al menos, se hará de conocimiento de la gente.

Por otro lado, y hablando desde mi experiencia profesional, es evidente que el sistema de Justicia está maquiavélicamente diseñado para asegurar el acceso al mismo a las personas y empresas de más recursos, mientras que la gente común, muchas veces, deja pasar los abusos que sufre a manos de potentados o de autoridades, al no contar con los recursos económicos suficientes para acudir a la defensa; la Justicia es cara, no porque se cobre, como ocurre en varias partes de EUA y otros países, donde se tiene que pagar derechos o contribuciones al momento de presentar una demanda, sino porque el sistema está planteado de forma que resulta oneroso: no solamente por los honorarios que pueda cobrar el abogado; finalmente, uno trabaja y evidentemente lo justo es que reciba una remuneración por sus servicios, sino por una serie de requisitos y obtención de medios de prueba que implican costos: desde la expedición de copias certificadas por Notario o alguna autoridad, honorarios de peritos, transportes, pagos, etc. y por supuesto, la corrupción...

Este es un tema que da para mucho más, y sostener polémicas, pero no es el que quiero tratar aquí, sino la situación de la precariedad constitucional en que México se ha encontrado desde 1821.

Creo que Emmanuel Todd se equivoca al centrar en el Protestantismo las razones para el apogeo de EUA. Esta corriente herética del Cristianismo bien pudo servir para sustentar una mitología nacionalista encarnada en el Destino Manifiesto, pero, en realidad, la gran ventaja que tuvo Estados Unidos por encima de México y cualquier otra nación hispanoamericana y que, en general también sirvió al predominio anglosajón --incluyendo a los británicos-- durante los siglos XIX y XX, se debió a su estabilidad constitucional.

Para los gringos, la Constitución de 1787, promulgada en Filadelfia, Pensilvania, contiene una serie de reglas prácticamente inmutables, o un catálogo de "reglas del juego" que fueron aceptadas por todos al darse la Independencia, esto es, de principios básicos, innegociables, sobre los que debía regirse la relación entre gobierno y gobernados, entre los órganos o ramas del poder: Ejecutivo, Judicial y Legislativo, así como entre el Estado Federal y las partes que lo compusieron originalmente: las 13 colonias británicas, independizadas y que decidieron conformar un sólo Estado Soberano, manteniendo autonomía interna, a las que fueron añadiendo los estados que crearon sobre los territorios anexionados posteriormente; a ese documento, bastante general y sencillo, se le añadieron con el tiempo 27 reformas o enmiendas, que en particular se refieren al reconocimiento y protección de los derechos individuales. Por supuesto, tampoco  esta Ley Fundamental es perfecta como muchos norteamericanos ultrapatriotas lo creen: hay cuestiones que son desfasadas, como el sistema electoral, que responde a la realidad de finales del siglo XVIII y que sí debería ser reformado a fondo; o la libre portación de armas, que en este caso, necesitaría una regulación más estricta pero que debería ser más materia de legislación secundaria antes que de cambios al texto constitucional.

Como resultado: el orden constitucional de EUA nada más ha sido cuestionado una vez: la Guerra de Secesión, pero se ha mantenido vigente y ha brindado estabilidad al país por ya casi 240 años, lo que le permitió desarrollarse y convertirse en una gran potencia. Para cada situación novedosa, no contemplada por el texto de su Carta Magna, se recurre a la intervención del Poder Judicial que, en cada decisión, resuleve respecto a la afectación de los derechos de las personas por parte de las autoridades, y una mentalidad que, hasta antes de la radicalización de las posturas partidistas desde la época de Clinton, Bush Jr. y Obama, que no ha sido gregaria de los legisladores, que aunque tengan un Presidente emanado de su partido, se atreven a llevarle la contraria, y hacer alianzas con diputados o senadores provenientes del contrario, cuando se trata de hacer un control efectivo del poder. El sistema de Check and Balances.

En Inglaterra, van más allá, puesto que la Constitución es material, existe en los hechos, pero no formalmente en un documento o "librito", sino que existen una serie de documentos históricos que han regulado el ejercicio del poder, desde la Carta Magna firmada a regañadientes por Juan sin Tierra, en 1215, como también una serie de prácticas y tradiciones, que hacen que tanto el monarca, como el Primer Ministro y su Gabinete, las dos Cámaras del Parlamento, y la recientemente creada Corte Suprema, conocen su papel en el entramado del Estado y lo desempeñan correctamente. Incluso, el sistema ha ido evolucionando, como hemos dicho, recientemente al separar el Poder Judicial del Parlamento, pues antes los jueces supremos eran parte de la Cámara de los Lores de éste, y dando claridad a su estructura, o casi abriendo la puerta a la instauración de un sistema federal, con la creación de un Parlamento local escocés, en Gales o en Irlanda del Norte.

Pero en México, y también en toda Hispanoamérica, esto no ocurre; como bien lo han señalado, el problema es que en EUA se tienen normas flexibles de cumplimiento estricto, en nuestros países hay normas estrictas que solemnemente se codifican en documentos a los que llamamos "Constituciones" que se cumplen de manera flexible... si es que se cumplen, y ante las cuáles, muchas veces, se toma una postura Marxista, pero por Groucho, no por Karl: "estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros", y dichas normas son cambiadas en un santiamén para ajustarse a los intereses u objetivos de turno.

La Constitución en México y demás países hispanoamericanos no es vista como la consagración de una serie de principios básicos para el funcionamiento del Estado, sino como una especie de legislación orgánica o administrativa, un código máximo en el que además, debe regularse todo con una minuciosidad casi obsesivo-compulsiva, esto lo heredamos de España, y ésta, lo heredó a su vez de los franceses; mientras los constituyentes norteamericanos de 1787 adoptaron los principios de la Ilustración de Rousseau y Montesquieu, en cierta manera a la mentalidad práctica anglosajona, los franceses sentaron precedentes durante su proceso revolucionario del caos y la imposibilidad de llegar a acuerdos entre partidos y que cada uno pretendía configurar al Estado a su imagen y semejanza o casi acorde con su estado de ánimo en cada momento.

Así, Francia lleva una constitución monárquica en 1791, una Primera República que pasó igualmente por 3 constituciones: la Convencionista, la del Directorio y la del Consulado, una constitución del Primer Imperio, una segunda constitución monárquica con la restauración borbónica en 1815, una tercera de la Monarquía de Julio de 1830, la de la Segunda República de 1848, la del Segundo Imperio, y ya posteriormente 3 Republicanas, y que, ante el desastre y la demolición absoluta que Macron ha representado para el Estado y la sociedad francesas, quien ha hecho reformas constitucionales cargándose el derecho a la vida, elevando al rango de derecho humano el aborto, es de preverse en cierto futuro no lejano una Sexta República, si no la desaparición de una entidad política llamada Francia y la sustitución por algún emirato o la anarquía.

En España se siguió un camino similar con cruentas guerras civiles, ya fueran las Carlistas o Revoluciones en el siglo XIX o la llamada en sí misma Guerra Civil en que experimentaron con monarquías parlamentarias y repúblicas radicales y una dictadura militar, y no se diga en México, donde hemos tenido en 214 años:

  • La Constitución Española de Cádiz de 1812.
  • La llamada Constitución de Apatzingán de 1813, que fue fruto de los delirios de Morelos y no tuvo vigencia más que en los territorios que controlaba con su guerrilla, exiguos y donde no le querían, ni a él ni a su panfleto.
  • Otra vez la Constitución de Cádiz de 1812, restaurada por el Plan de Iguala, pese a que éste se había dirigido a separar a la Nueva España del Imperio para que dicha carta no fuese vigente aquí... (surrealismo mexicano).
  • Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano de 1823, para sustituir provisionalmente a la Carta Gaditana y ante la disolución del Congreso Constituyente que prefiririó conspirar contra el Emperador Iturbide azuzado por el embajador norteamericano Poinsett y las logias masónicas.
  • Acta Constitutiva de la Federación de 1824, creando un sistema federal de la nada y por mera imitación de EUA.
  • Constitución Federal de 1824.
  • 7 Leyes Constitucionales (Centralistas) de 1836.
  • Bases Orgánicas de la República Mexicana de 1842 (Segunda Constitución Centralista).
  • Acta Constitutiva y de Reformas de 1847, que restaura la vigencia de la Carta de 1824 pero con añadidos en torno a los derechos individuales y su protección, estableciendo el Juicio de Amparo.
  • Bases para la Administración de la República de 1853 como instrumento legal de la Dictadura de Santa Anna.
  • Un estatuto provisional del Segundo Imperio Mexicano de 1864 emitido por una Junta de Notables. (la pregunta es quién los consideró notables, o en qué resultaban serlo)
  • Constitución Federal de 1857, sujeta a muchas reformas durante los gobiernos de Juárez, Lerdo y Díaz, a fin de transformar el sistema semiparlamentario que planteaba en uno netamente presidencialista.
  • Constitución Federal de 1917, que se presenta como una reforma a la de 1857.
Se dirá entonces: "bueno, México al fin ha tenido estabilidad, porque la constitución de 1917 sigue vigente hoy en día", pero esto sólo es de membrete; la constitución ha cambiado tanto en los 107 años que lleva desde su promulgación, que hoy en día ni Venustiano Carranza, Manuel M. Diéguez o Francisco J. Múgica entre otros de los participantes en un Congreso Constituyente carente de legitimidad, pues fue electo a dedo en su mayor parte (como todos los anteriomente celebrados en el siglo XIX), atropellado y celebrado con prisas, la reconocerían. En 2024, en realidad, tenemos una Constitución que es totalmente diferente a la sancionada en Querétaro, y diferente a la vigente hace 20 años, que a su vez, era distinta a la vigente en 1991 y así sucesivamente.

Así, desde la Independencia, nunca se ha dado un acuerdo respecto a qué principios básicos debe ajustarse la vida política del país, sino que éstos han cambiado dependiendo de los intereses en juego, de los poderes fácticos que quieren su tajada del pastel o de las calenturas ideológicas del Presidente en turno, cuando no, de las circunstancias del momento y hasta de las modas políticas y económicas. Ayuda a todo esto que todos los documentos constitucionales que he listado aquí son en sí mismos mamotretos que regulan casi hasta el color de los calcetines de los diputados, no consagra principios o reglas básicas dejando su interpretación al Poder Judicial --aunque desde 1995 se pretendió eso, pero condujo a que los tribunales buscasen el protagonismo político y se erigieran en un "Constituyente Permanente" que cambiaba la constitución y legislaba en sentencias que excedían el papel propio de su función-- o a Leyes Secundarias, sino que busca dar normas que van al detalle en muchos aspectos, hasta por ejemplo, en temas de prestaciones de los trabajadores.

De esta forma, la situación actual no es muy diferente de lo que hemos vivido cada sexenio, cada Presidente busca contar con la fuerza necesaria para hacer Reformas a la Constitución antes que para cumplirla, lo que redunda en que, en México, la Seguridad Jurídica sea siempre transitoria, así que no nos apaniquemos, como diría del Presidente Fox, el llamado Plan C, que seguramente no será aprobado tal cual lo propone AMLO, y que se ve, le genera incomodidad a su sucesora, quien muy probablemente esté dándose cuenta que tiene que mandar al asilo al anciano tabasqueño, (ojalá y se fuera junto a otro senil nacido en Delaware), o éste le comerá el mandado y pretenderá seguir gobernando detrás de ella, y no está feliz ante esa perspectiva, tendrá una vigencia temporal, quizá la propia Claudia, o alguien después, decida reformarla a su vez. La Constitución mexicana debería venir en un kit de Lego para ser armada al gusto de cada quién. 

15 de junio de 2024

LA IMPOSIBLE "REUNIFICACIÓN" DE LA HISPANIDAD

 Cuáles son todos los territorios que tuvo el imperio español? - Quora


En entradas anteriores hice mención al excelente programa que sobre las elecciones presidenciales en México (Y que se presenta al inicio de la primera de las dos entradas que hice sobre las elecciones presidenciales en México) hizo el profesor sonorense Eric G. Cárdenas en su magnífico canal de Youtube llamado México antes de México en el que se dedica a derribar mitos inculcados en la llamada "Historia Oficial" que se ha venido enseñando en México desde el Porfiriato, y que en particular han creado un discurso maniqueo y generado una posición de irredentismo en el mexicano, y de odio o al menos desconfianza hacia el extranjero, en particular, contra Españoles, y también Norteamericanos y Franceses hasta cierto punto. Por supuesto, la Leyenda Negra antiespañola, que fuera utilizada desde el siglo XVI como vehículo de propaganda en las luchas por el poder entre las grandes potencias europeas como Inglaterra, Francia, Holanda, posteriormente Portugal y hasta las propias ciudades-estado italianas renacentistas en contra de la hegemonía ibérica y que en mucho ha perdurado en la cultura popular, como ha sido la visión Hollywoodense de la Conquista Española de América, la Inquisición y dicha rivalidad.

En dicho programa, entrevistó al académico también mexicano Axel Juárez, quien es colaborador de la Fundación Gustavo Bueno de España, y que es un hispanista en el sentido de ser partidario de un movimiento ideológico que ha estado tomando cada vez más fuerza en ciertos círculos intelectuales, y otros más bien pseudointelectuales en España y países como Argentina, de buscar la reunificación del Imperio Español, en particular de Hispanoamérica con la península (excluyendo a Holanda, Bélgica y el Sur de Italia). Cuando no, incluso, de restablecer una monarquía absolutista católica en la rama Carlista de la Familia Real Española, que no es otra más que la familia Borbón, o más correctamente Bourbon, de origen galo, al ser descendiente del sexto hijo del Rey San Luis IX Capeto de Francia, alegando que es la rama legítima que debería sentarse en el trono de Madrid en vez de Felipe VI, actual representante de la para ellos, ilegítima rama Isabelina (por Isabel II, hija de Fernando VII) quien llegó al poder cuando el Deseado o Rey Felón, llamado de una u otra forma según se simpatizara o no con él, dictara una reforma legal a las normas sucesorias que se habían adoptado cuando Felipe V, duque de Anjou, francés, nieto de Luis XIV, llegó a reinar en España tras la extinción de la Casa de Habsburgo con la muerte de Carlos II el Hechizado sin hijos y por testamento, en las que aplicaba, en forma totalmente contraria a las tradiciones legales españolas que arrancaban con Visigodos e Hispanorromanos, la llamada Ley Sálica, llamada así por el clan de los Francos Salios, a los que la familia de los Merovingios, fundadores de la Nación Francesa, pertenecía, y que excluía a las mujeres de toda herencia. A estos hispanistas en realidad afrancesados, incluso se les han sumado ciertos personajes como el intelectual y youtuber comunista y "ateo católico" (algo así como "seco mojado"o"blanco negruzco"), Santiago Armesilla (!)... No tiene ni pies ni cabeza, ¿verdad?

Juárez (Axel, no Benito) criticaba la postura que han sostenido tanto el Presidente López Obrador, como su candidata a sucederle: Claudia Sheinbaum y la abanderada de la Oposición: Xóchitl Gálvez, respecto a profundizar la integración económica y comercial con los vecinos del norte, esto es, los dos gigantes angloamericanos: Estados Unidos de América y el Dominio del Canadá, en vez de buscar una integración con respecto al resto de Hispanoamérica, la que él, consideraba, como el área natural a la que México debía dirigirse en lo económico, comercial y social.

Yo, no estoy de acuerdo con ello, pese a que me digan cipayo o malinchista, y a continuación explico por qué:

PRIMERO.- La geografía: Ningún continente tiene una división tan clara en dos, que incluso se podría manejar que son en realidad dos, y por ello, incluso, los gringos hablan de Las Américas en plural, como éste. En apariencia, el Norte y el Sur de América están unidos por el istmo centroamericano, pero en realidad, justo en lo que hoy es la frontera de Panamá y Colombia se tiende, cruzando de océano a océano, el llamado Tapón del Darién, una zona montañosa, de selva espesa y clima insalubre que hace imposible o muy difícil su cruce, de forma tal que, por ejemplo, las expediciones de exploración y conquista que partieron hacia el sur, como la propia de Pizarro, se hicieron por vía marítima, y hoy en día, resulte imposible construir el tramo de la Carretera Panamericana que lo cruce, de ahí que, posteriormente, las provincias de ultramar sudamericanas se encontrasen aisladas respecto a la Nueva España, y para un novohispano, el hablar del Virreinato del Perú fuese tan exótico como hablar de China, ya que los contactos entre ambas posesiones hispanas era esporádico y escaso, además de las restricciones que, sobre todo bajo el gobierno de los Austrias, se impusieron al comercio entre las distintas posesiones del Imperio en América.

Incluso, al día de hoy, para el turista mexicano, Perú, Colombia o Costa Rica son destinos exóticos y paradisiacos como Bali, Tailandia o las Seychelles, con la diferencia de que son mucho más baratos y no hay dificultades con el idioma.

SEGUNDO.- Diferencias de desarrollo histórico: En 1810, la Nueva España contaba con 6 millones de habitantes y en la Ciudad de México habitaban 400,000 personas; por contraste, en todo el Virreinato del Río de la Plata habitaba ese mismo número de 400,000 súbditos de la corona española y en específico, en Buenos Aires, apenas 40,000. Su poblamiento había sido reciente y el número de habitantes indígenas era pequeño y se encontraba muy disperso, consistente en pueblos nómadas y de cazadores-recolectores, en el Perú, la población era predominantemente indígena y se encontraba igualmente dispersa en la accidentada geografía andina. la Nueva España, sin duda era el Virreinato más desarrollado y tendía naturalmente a expandirse hacia el norte, contactando con las posesiones francesas y británicas, e incluso rusas, en el siglo XVIII.

Al día de hoy, México es la economía 14 del mundo, y en Sudamérica, la potencia dominante no es hispana, aunque sí de origen ibérico: Brasil, los países hispanos, cuentan con poblaciones que, aún hoy son relativamente pequeñas --compárese nuevamente la población mexicana actual, alrededor de 120 millones de personas, con la de Argentina, de 47 millones, Venezuela con 28.3 millones de habitantes o Perú con 34 millones, y Chile con apenas 19; se encuentran inmersos en constantes crisis económicas, demasiado dependientes de producción de materias primas y poco industrializadas, por que si bien los países del Cono Sur tuvieron un siglo XIX mucho más estable que el mexicano, pues su Independencia se realizó de manera relativamente mejor organizada que la mexicana, y el periodo de inestabilidad y guerras civiles que siguió fue igualmente relativamente más breve que el mexicano, llegando a darse una segunda mitad del siglo XIX en que países como Argentina, Chile, Perú, Paraguay, Uruguay, Colombia o incluso Bolivia tuvieron un mejor y más acelerado desarrollo que un México presa de intervenciones extranjeras y luchas estériles entre Liberales/Republicanos/Federalistas y Conservadores/Monárquicos/Centralistas, que sólo contó con un respiro hasta la llegada al poder de Porfirio Díaz en 1876 y que duró 34 años, fue el siglo XX el que los precipitó en un abismo de golpes de Estado, dictaduras bananeras, guerras de guerrillas y les impidió entrar de lleno en la industrialización, mientras que México, tras la mal llamada Revolución, se reincorporó al camino del desarrollo industrial y comercial iniciado por Díaz, beneficiado en mucho por su cercanía con EUA.

TERCERO.- Composición étnica y cultural: Si reducimos la Hispanidad a una cuestión lingüística, entonces sí, hablamos de una unidad del Río Bravo hasta la Patagonia; aún pese a las diferencias regionales, que hacen que a veces, el Español que se habla en lugares como Cuba o Chile, resulte casi incomprensible en México o en Colombia, sin embargo... si nos vamos a una cuestión étnica o cultural, ¿es, por ejemplo, Argentina un país realmente hispano? sí tenemos una base de origen español, llegada durante los siglos XVI a XVIII, pero la verdadera colonización y poblamiento del país no se dio sino tras la Independencia y la llegada de multitudes de inmigrantes, --y el exterminio de los indígenas al más puro estilo de Estados Unidos-- sobre todo italianos y de otras partes de Europa y Medio Oriente, que lo podemos ver al día de hoy: gente de origen escandinavo como el actor Viggo Mortensen, nacido en EUA, hijo de daneses y criado en el país sudamericano con el que se identifica y del que cuenta con la nacionalidad, de origen anglosajón como la también actriz Anya Taylor-Joy, itálicos como el Papa Francisco I: Jorge Mario Bergoglio o el Presidente Javier Milei, sirios como Carlos Saul Menem, croatas como Néstor Kirchner, y la segunda comunidad judía más grande del continente tras la estadounidense. 

Chile tiene una fuerte presencia cultural y étnica de origen alemán, incluso prusiana que se refleja en sus tradiciones militares, lo mismo que Colombia y Venezuela tuvieron desde el mismo siglo XVI la presencia de alemanes y húngaros llevados por la Casa Fugger, un fuerte influjo además de la cultura africana de los esclavos de ese origen que fueron llevados a trabajar en economías agrícolas de plantación, así como países con la mayor presencia de las culturas indígenas como son Perú, Bolivia y Guatemala, mientras que México quizá sea a la vez el país más cercano a España en lo cultural, el más mestizo y equilibrado en cuanto a la composición étnica de su población, porque hemos sido un verdadero crisol de razas y culturas, puesto que nuestra composición es igualmente diversa: multitud de etnias indígenas, españoles, africanos, italianos, libaneses, franceses, judíos de todas las ramas, anglosajones, alemanes e irlandeses, pero que todos nos hemos mezclado dentro de un sustrato hispano que ha sido el factor unificador y que termina por imponerse con los matices propios de dicha multiculturalidad.

CUARTO.- La decadencia de España: A diferencia de Gran Bretaña, que supo gestionar la pérdida de su imperio transformándola en una zona de libre comercio y libre tránsito como es la Commonwealth, en mucho porque aprendieron de sus errores respecto de la Independencia de EUA, y supieron ceder la separación de manera pacífica de posesiones tan importantes como Canadá o Australia, otorgando de manera gradual el autogobierno, o llegaron a acuerdos con otros dominios, como la India, España no supo o no pudo hacerlo: al momento de que se daban las rebeliones en los Virreinatos americanos, España estaba invadida por Napoleón, luego, el Rey Fernando VII tuvo que luchar contra los llamados Liberales españoles, más bien pertenecientes a las Logias Masónicas obedientes a intereses británicos o franceses, que pretendían imponer la Constitución de 1812 que en realidad no representaba la voluntad popular, y posteriormente, las rebeliones, precisamente de los Carlistas contra la sucesión de Fernando por su hija Isabel II, dio al traste con cualquier posible acercamiento entre Madrid y las otrora provincias de ultramar, a la vez que aislaban a España y la hacían retroceder respecto al resto de potencias europeas.

El siglo XX fue igualmente funesto, llegando a tocar fondo con la Guerra Civil, la posterior Dictadura de Franco, si bien recuperó a España como potencia económica e industrial, fue siempre considerada (injustamente) como un "régimen paria" y con el resurgimiento español se despertaron los recelos de EUA que ya para los años 70, en medio de la Guerra Fría, consideraba y trataba a Hispanoamérica como su Patio Trasero, llevó a la muerte del Almirante Carrero Blanco, al pareceer, a manos de la CIA, y una transición con la que España renunciaba a ser una potencia por derecho propio y se integraba tanto al redil de la Unión Europea como de la OTAN, que, como los acontecimientos recientes demuestran, son instrumentos para la dominación estadounidense sobre el Viejo Continente.

Así, hoy, una España en pleno declive demográfico, separatismos internos, una política errática y torpe del sociópata Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno y la débil e indolente figura de Felipe VI en el trono, como el abocamiento total de Madrid hacia los asuntos y conflictos europeos, hacen más que imposible que España tome en serio la celebración de las Cumbres Iberoamericanas como vías de integración de una Mancomunidad de Naciones siguiendo el ejemplo de lo hecho por los ingleses con su antiguo imperio. De igual manera, las telarañas y prejuicios ideológicos de varios países hispanoamericanos en los que se han impuesto los regímenes de Izquierda, que recurren siempre al mito indigenista y a la Leyenda Negra, contribuyen más a dificultar esa integración.

Así, podemos llegar a la conclusión que somos países hispanófonos, así como existen países francófonos, mas no constituimos una unidad cultural que pueda llamarse Hispanidad, debido a la diversidad y las enormes diferencias culturales entre nosotros.

Ahora bien, creo que, por el contrario, lo natural sería que existan dos bloques regionales, o incluso tres o cuatro, claramente diferenciados por la propia geografía de nuestro continente: Norteamérica, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.

En este sentido, queda claro que el bloque al que naturalmente pertenece México es Norteamérica; por supuesto, existen inmensas diferencias culturales y económicas entre éste país y sus dos vecinos del norte, pero también el fenómeno de integración no será de la noche a la mañana ni será terso; probablemente tomará décadas sino un siglo o más en darse.

Ya hacia 1800, el Padre Fundador "maldito" de EUA, Aaron Burr, Vicepresidente de la República bajo Thomas Jefferson, era partidario de apoyar la independencia de la Nueva España y posteriormente la integración entre el recién independizado país angloamericano con el coloso hispánico. La idea de Burr, que le costó ser procesado por posible traición en contra del gobierno norteamericano, era que así podría formarse una potencia mundial como ninguna, teniendo la idea además de que anglosajones e hispanos estaban destinados a integrarse y fusionarse, sin importar las diferencias entre el Catolicismo y el Protestantismo, puesto que se trataba, en ambos casos, de ramas del Cristianismo, que convivirían bajo un régimen de libertad religiosa; incluso, en el proyecto estaría planteada la implantación de un régimen monárquico. Burr fue absuelto por un tribunal, pero no obstante, fue condenado prácticamente al ostracismo en la Historia oficial estadounidense. El haber matado en un duelo ocasionado por un lío de faldas al Padre del Federalismo gringo: Alexander Hamilton, también pesó para ello.

De entrada, debemos entender que, muy probablemente, México, Estados Unidos y Canadá no son Estados consolidados realmente destinados a perpetuarse en el tiempo como los Estados europeos que ya tienen, muchos de ellos 500 años existentes, y cuyo proceso de formación se dio en los mil años anteriores de la Edad Media, con la conjunción de los elementos germánicos y grecorromanos, EUA, como bien dijeron tanto George Orwell como Oscar Wilde, se presenta como una anomalía, al ser un país en el que no se había alcanzado la formación de una identidad nacional, ni una integración sobre el sustrato anglosajón, de todas las etnias y culturas de las masas de inmigrantes con las que se subsanó la falta de población descendiente de los colonos británicos para los territorios inmensos sobre los que se expandió. En México, lo hemos mencionado, la cultura o base hispánica se ha visto suplantada por mitos indigenistas y una "cultura" artificial, creada por la radio y el cine: los estereotipos del charro y del mariachi que nunca existieron en realidad, como tampoco existió el cowboy, creación de Hollywood de la mando de John Ford y de un italiano: Sergio Leone.

En nuestros países, ha crecido la interdependencia por las relaciones comerciales, y así como en México tenemos una fuerte influencia recibida de la cultura angloamericana, nosotros hemos influido en EUA. El movimiento migratorio, que anteriormente era en un solo sentido de sur a norte, es ahora recíproco, y si en México hay quien celebre el Halloween, los norteamericanos han hecho igualmente una fiesta comercial del Día de Muertos y lo han difundido más allá de nuestros países a través de películas y la cultura pop.

Pero además, han existido otros cambios: en el terreno religioso, es cierto que en México han crecido las sectas protestantes de corte evangélico, e incluso, han encontrado, dentro del propio EUA, en la población de origen hispano, un nuevo número de fieles; pero quizá esto está por revertirse, ya que en el mismo vecino del norte, se está dando una "Revolución Católica", como el autor francés, de quien sin duda estaremos hablando en próximos posts, Emmanuel Todd lo señala en su obra, hoy en el candelero, La Derrota de Occidente, en la Anglosfera, y en general, en la Europa del Norte se está dando un progresivo abandono de la religión, y en específico, del Protestantismo; aunque Todd considera que éste fue el vehículo religioso-ideológico para el predominio occidental, partiendo de la misma premisa errónea que Max Weber hace más de cien años, impulsada más bien por los intereses y las políticas de Bismarck. Es cierto que el Protestantismo está colapsando: el asfixiante puritanismo fue cuestionado desde las rebeliones juveniles en los 60, las notorias injusticias y la acumulación de la riqueza en una minoría exigua cuestiona la idea de la predestinación, mientras que mucho de la llamada cultura woke proviene de la angustia y el sentimiento de culpa producida por la falta de confianza en el perdón y una concepción negativa de la naturaleza humana. Todo lo cual, o lleva al nihilismo, o en el fenómeno de la llamada Revolución Católica, ocurriendo que entre la población anglosajona se han estado incrementando las conversiones de las distintas denominaciones protestantes a la Iglesia Católica.

Como sea, yo siempre he creído que Estados Unidos, México, Canadá, y demás Estados actualmente existentes en América son meramente transitorios. ¿Porqué creo eso? Porque apenas acaban de pasar quinientos años del inicio de nuestro proceso formativo, con el descubrimiento, conquista y poblamiento o colonización europea, ya sea española, británica o portuguesa e incluso francesa. El hecho de que EUA llegara a convertirse en potencia hegemónica era algo que tanto Oscar Wilde como George Orwell ya desde fines del siglo XIX o primera mitad del XX lo señalaban: fue algo anómalo, una especie de epílogo del Imperio Británico a través de un "hijo" del mismo, o un oportunista que se aprovechó de los conflictos y debilidad de las potencias europeas destrozadas en dos guerras mundiales. Llegó al poder global sin haber aún consolidado una identidad nacional o una sociedad estable. Hoy en día lo vemos: aún sigue siendo la principal potencia militar y económica, pero con una sociedad con muchos problemas internos propios del Tercer Mundo y otros de disgregación o disolución que reflejan un proceso de decadencia como entidad.

Quién sabe, quizá en 100 años ni México, ni Estados Unidos existan, quizá haya una serie de Estados sucesores: una República de Texas que abarque también algunos territorios de lo que hoy es el norte de México, una República de California que una la Alta (el estado norteamericano) y la Baja (nuestra península), etc. Y quién sabe, puede que aquello del Espanglish sea la evolución hacia una nueva lengua.

En conclusión, plantear una posible reunificación de la Hispanidad es un sueño nostálgico y romántico, propio de profetas del pasado, que ante los desafíos de la actualidad y la incertidumbre del porvenir desearían regresar en la máquina del tiempo a un periodo de esplendor o edad de oro mítica, muchas veces imaginario y que poco tiene que ver con la realidad de aquel momento histórico, como una especie de regreso al paraíso terrenal. La verdad, hacer planteamientos a ese respecto es perder el tiempo y talento dibujando escenarios utópicos y que la cambiante realidad de los próximos años hará imposible de que sean realizados.

En vez de ello, habremos de diseñar escenarios posibles con base en lo que se presenta en la actualidad y la posibilidad de lo que ocurra en el futuro, hay que manejar siempre mirando al frente, y ocasionalmente consultar el espejo retrovisor para saber de dónde venimos y qué nos persigue, pero yendo en reversa, jamás llegaremos al destino.


10 de junio de 2024

ELECCIONES EUROPEAS

 Resultados de las elecciones europeas: consulta quién ha ganado en cada país

2024 es el año electoral por excelencia, la semana pasada, tuvimos las elecciones en México, con el triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum y el partido MORENA, en el poder desde 2018, partido pretendidamente rupturista en el discurso pero que, muy probablemente seguirá con la política neoliberal, matizada con preocupaciones sociales, seguida por el Presidente AMLO, en un proceso de reconstrucción de un sistema de partido hegemónico provocado, más que por así buscarlo éste, por la propia implosión de los partidos políticos tradicionales... de los que se originó el partido actual, tal y como lo he narrado en los dos posts anteriores, si esto fue algo, más que producto de un fraude, lo cual no creo y es altamente improbable, o producto de una preparación y de una campaña diseñada intencionalmente para producir este resultado, lo iremos viendo en estos días. De entrada, tengo la sospecha (probablemente tendré que ponerme mi gorro de papel aluminio) que la reacción de los mercados, de producir una "mini-crisis económica" en México ante el dominio completo que tendrá MORENA del legislativo y la probable aprobación de las reformas constitucionales impulsadas por AMLO que afectan la "independencia" del Poder Judicial, es parte del show y que en los próximos días, por una reunión de la próxima mandataria con su mentor, o con Larry Fink de Blackrock o con algo por el estilo, se desactivará y todo volverá a la calma, mostrando el signo conciliador de la nueva Presidente y la magnanimidad del saliente o algo así.

Entre tanto, una semana antes, se dieron elecciones en la India, donde se le dio un tercer mandato a Narendra Modi como Primer Ministro del subcontinente, refrendando la ruta emprendida por éste hacia un nacionalismo religioso (idolátrico) conservador y de acercamiento a Rusia y China, junto con su surgimiento como potencia económica y política, en el asalto al poder mundial que el grupo BRICS está llevando a cabo, y donde los eslabones más débiles son precisamente Brasil y Sudáfrica, comparsas o tontos útiles de los Imperios Asiáticos en su estrategia de demolición de Occidente.

Pero, entre tanto, volvamos la vista al Viejo Continente, donde nos encontramos que, al igual que en México y la India, el voto va contra el orden Neoliberal, (que sin embargo, ha mantenido muchos de los rasgos propios del Estado de Bienestar Keynesiano, oneroso y paternalista), implantado desde fines de los años 70 --se considera que la elección de Margaret Thatcher como Primera Ministra del Reino Unido en 1979 da inicio a la era Neoliberal, secundada después por la llegada de Ronald Reagan a la primera magistratura en EUA-- y con un despegue de la llamada Ultra-Derecha europea, encarnada en el movimiento del Front Nationale francés, dirigido por Marine LePen, y por el partido Alternative für Deutschland  en Alemania.

Esto es, en el mero núcleo de la Unión Europea: el llamado "Eje Franco-Alemán" el electorado se volcó por apoyar opciones rupturistas con el orden actual, y sobre los cuáles, curiosamente, como aquí en México en el reciente proceso electoral, en Argentina contra Javier Milei o contra Donald Trump en EUA, se lanzaron por los medios y los partidos tradicionales toda una serie de campañas de miedo, de diatribas calumniosas, exageraciones y acusaciones. Al igual que en los casos americanos mencionados, produjeron el efecto contrario, los votantes hicieron el mínimo caso, cuando no, esto obró en contra de sus impulsores que perdieron sufragios que fueron a parar a favor de los llamados Fachos.

Caso aparte fue el de España, donde continúa existiendo un electorado timorato y que no arriesga, aunque el partido VOX gozó de una buena votación que le coloca como tercera fuerza en el país ibérico, la gente no se mueve del bipartidismo tradicional, otorgando la mayoría al PP, y el segundo lugar al PSOE; ambos partidos en realidad, constituyen un Jano de dos caras y cuerpo Globalista anclado en la OTAN y la Unión Europea, ofreciendo prácticamente lo mismo, y sin que, realmente el corrupto y sociópata de Pedro Sánchez se vea amenazado, pese a su apoyo al terrorismo islámico de Hamas, que no al "pueblo palestino" y a los escándalos de corrupción de su ¿mujer?, al contrario, todo eso le ha servido como combustible para mantenerse aferrado a la Moncloa.

Pero en general, ¿porqué franceses y alemanes están optando por la ruptura contra el orden establecido en el continente? Es muy fácil responderlo:

  • Están deseosos de terminar todo apoyo al corrupto régimen de Zelenski en Ucrania y volver a establecer relaciones cordiales con Rusia, no por pacifistas, sino porque necesitan energía barata.
  • Están hartos de personajes corruptos y siniestros como es la Trinidad del Mal compuesta por Úrsula Von der Leyen, Josep Borrell y Jens Stoltenberg, vendidos además a los intereses de la Adminstración Biden de EUA.
  • Por supuesto, están llenos de miedo de que una idiotez de parte de Emmanuel Macron lleve al estallido de la Tercera Guerra Mundial con ataques nucleares incluidos, los partidos rupturistas buscarían negociar con Putin, con quien los liga una visión del mundo centrada en el rescate de la Tradición y la cordura.
  • Quieren una Europa más soberana sin la intervención constante de EUA en los asuntos del continente, y quien les ha dictado la política oficial de hostilidad contra Rusia y contra China, lo que está hundiendo las industrias europeas, principalmente, la alemana, motor de la economía del bloque.
  • Es un voto igualmente contra la política migratoria de puertas abiertas inaugurada por Angela Merkel ante la Guerra de Siria y el clima de inseguridad y de difusión del Islamismo radical que se ha extendido por la otrora Cristiandad.
  • Igualmente, están hartos del wokismo que se impone desde arriba por las instituciones europeas y que en mucho, está demoliendo a las sociedades europeas y abriendo paso, precisamente, al Islam.
Ahora bien, hay que tener mesura: el Parlamento Europeo, pese al cacareo de Democracia de parte de los políticos y voceros de la Unión, no es un órgano que realmente sirva para la expresión de la voluntad popular y lleve a que, los representantes electos, participen en la formulación de nuevas Leyes o disposiciones normativas en el bloque. Recordemos que la Unión Europea, tras el fracaso del Tratado de Lisboa, no se ha constituido como un Estado-Nación con un régimen federal; es un Bloque Supranacional, en el que, al menos originariamente, los Estados miembros no cedían su Soberanía, sino que habían constituido una serie de instituciones y organismos, vía tratados internacionales, para coordinarse y planificar una política conjunta en una serie de materias que, debido a que afectaban el espacio común europeo y las relaciones comerciales y económicas entre los países miembros de la originalmente Comunidad Económica Europea, sobre la que delegaban sus competencias a través del llamado Principio de Subsidiariedad, esto es, que había temas sobre los cuales un Estado no podía actuar por sí mismo o satisfacerlo de manera que lo hicieran las instancias del bloque.

Sin embargo, tras el Tratado de Maastricht en 1992, el bloque evolucionó a un ente altamente burocratizado e impositivo, capaz de establecer normas y políticas sin recabar el consentimiento de los Estados miembros ni mucho menos de la población, pese a manejarse como algo fruto de la Democracia y desplegar una retórica propia del Fundamentalismo Democrático que en la práctica no se lleva a cabo, pues quien ejerce las facultades legislativas y de dirección del conjunto no es otro más que la Comisión Europea, órgano no electo y nada transparente en su actuar, al igual que el Consejo de Europa, guiado por intereses políticos y económicos.

Así, el Parlamento Europeo es una especie de convención de partidos políticos de todos los 27 Estados miembros agrupados acorde sus afinidades en facciones, --así, la Derecha se agrupa en el Partido Popular Europeo, en el que conviven el pragmático PP español con el contestatario Fidesz o Unión Cívica Húngara de Víctor Orban, -- en el que se discute mucho pero no se llega a nada, ya que esta asamblea no ejerce facultades legislativas, en todo caso, meramente de control, lo que no obsta, sin embargo, para que sus miembros ejerzan cierta influencia, lo que ha llevado a que algunos enemigos decididos de Occidente, como los gobiernos de Marruecos y Qatar, según se sabe, mantienen debidamente sobornados a los eurodiputados, principalmente de Izquierdas.

En el caso actual, estas elecciones sí tienen el carácter de un plebiscito respecto a la situación en que se encuentran políticamente las potencias nucleares del bloque: Alemania y Francia, recordemos que ambos países, desde los años de posguerra fueron los que, junto con Italia, a través de personajes como Konrad Adenauer, Robert Schuman y Alcide De Gasperi, propusieron la creación de un área de libre comercio para impulsar la reconstrucción del continente tras la Segunda Guerra Mundial y evitar que ésta se volviera a repetir por las rivalidades entre ellos. ¿Y qué ha sucedido ahora? Pues que los electores han dado la espalda tanto al fanfarrón inepto de Macron como a la administración completamente estúpida de Olaf Scholz.

Y no es para menos, el francés ha resultado una fuerza de destrucción impresionante para su país, aupado por la banca de inversión (trabajó, entre otros, para los Rotschild, para solaz de los conspiralocos) parece que se ha abocado a demoler todas las bases de la sociedad francesa y aún del propio Estado. Sus medidas económicas draconianas y apegadas a las políticas dictadas por la Comisión Europea, como el ecologismo tendiente a quebrar la agricultura en nombre de la ecología, los confinamientos y las vacunaciones obligatorias para beneficio de los dueños de Pfizer, como el marido de la Von Der Leyen, en medidas que según se piensa, parecen destinadas a hacer realidad los sueños dementes de Yuval Noal Harari en los que creen las infantiles, estériles y en realidad mediocres "élites" europeas, como las considera Tucker Carlson, y exterminar mediante el hambre a los pobres para sustituirlos por máquinas inteligentes entre otras locuras; ha perdido toda la influencia sobre las excolonias africanas tras décadas de expolio después de la "Independencia", e incluso se atizó la rebelión en Nueva Caledonia por una legislación electoral temeraria e irresponsable que beneficiaba a las empresas turísticas y de explotación del níquel en la isla.

Ante todo ello, y los rumores relativos a la identidad de su anciana esposa, Macron ha decidido huir hacia adelante, tratando de desviar las energías y los temores hacia Rusia; la estrategia no le ha funcionado, y ahora lo paga ante el electorado harto de que el ex ejecutivo bancario sea incapaz de resolver los muchos y graves problemas del país, cuando no, hasta los ha empeorado. Ante ello, ha tenido que convocar a elecciones legislativas, las que se cree, llevarán al triunfo al movimiento de Le Pen y a la práctica muerte de su mandato, puesto que, ante el sistema de cohabitación entre un Presidente que es Jefe de Estado y de Gobierno, y un Primer Ministro, líder de la mayoría parlamentaria, y con quien tiene que compartir sus atribuciones administrativas, le atarán de manos.

En el caso de Scholz, la situación es similar, su gobierno y sus políticas antirrusas han mostrado con claridad la carencia de soberanía de Alemania, que queda tal cual como un país ocupado, cuando no, hasta colonizado por los norteamericanos, y ha dejado que su país pierda su potencia industrial ante el encarecimiento de la energía por la falta del gas ruso.

Al final, el gran vencedor de las elecciones europeas ha sido Vladimir Vladimirovich Putin, Los movimientos patrióticos que han resultado ganadores en los dos países nucleares de la Unión Europea, son partidarios, por un lado, si no de acabar con la Unión Europea, sí de reformarla a fin de que no se convierta en un ente totalitario que elimine por completo la Soberanía Nacional y las libertades individuales, así como las identidades de los pueblos europeos, tan ligadas al Cristianismo; y por supuesto a acabar con la OTAN para sacar la influencia norteamericana del continente, y relacionarse directamente con Moscú. ¿Podrán lograrlo estos nuevos movimientos de ruptura cuando toquen celebrarse las elecciones propias en cada país? Ya lo veremos, pero el escenario está cambiando.

8 de junio de 2024

LOS RESULTADOS ELECTORALES EN MÉXICO

Una mujer pasa junto a periódicos que muestran la victoria de la candidata presidencial del partido gobernante Morena, Claudia Sheinbaum, un día después de las elecciones generales, en la Ciudad de México, México, el 3 de junio de 2024.

Reducir el aplastante triunfo de la Sra. Claudia Sheinbaum a la ignorancia de las masas o a su manipulación sería buscar una explicación demasiado simple a lo que en realidad está detrás de la victoria de la candidata de MORENA a la Presidencia de México, ante la enorme participación que se dio en el proceso electoral por parte de la ciudadanía.

Cierto, MORENA ha aplicado tácticas de compra de votos y generación de clientelas mediante los llamados "programas sociales", pero esto tampoco explica una victoria tan grande; muy probablemente, no solo gente de clase humilde o necesitada, enchufada a las ayudas estatales ha decidido refrendar con su voto el que el partido fundado por el todavía Presidente López Obrador se mantenga en el poder por otros seis años al menos, sino que incluso, un buen número de los llamados despectivamente por éste como fifís o aspiracionistas de las clases medias y altas del país han votado por éste proyecto mal llamado Cuarta Transformación derruyendo a la Oposición y reduciéndola a algo marginal, en todo lo que apunta hacia la reconstrucción del viejo sistema político mexicano posrevolucionario más que a que se lanzará a una aventura comunista del estilo que se ve en Cuba o Venezuela, --hay muchos factores que imposibilitan eso, y más adelante hablaremos de ello-- a restablecer un sistema autoritario pero garante de estabilidad política y social, aunque hay que decirlo, hasta ahora, AMLO ha sido incapaz de lograrlo, y creo que su sucesora tampoco lo logrará.

Esta situación se debe a dos cuestiones, por un lado, el fracaso el orden o Sistema Neoliberal implantado desde 1988 en el país de la mano del Presidente Carlos Salinas de Gortari y vigente hasta ahora, más que en el aspecto económico, en los aspectos políticos y sociales, y por otro lado, los errores, quién sabe si hasta intencionados, de la Oposición que no supo hacer una campaña efectiva, y escogió a la peor candidata posible, para este proceso electoral.

Vamos por partes:

1.- EL AGOTAMIENTO DEL MODELO NEOLIBERAL: La apertura de México a los mercados mundiales, iniciada ya desde mediados de la década de 1980 al entonces llamado Acuerdo General de Aranceles y Comercio, el GATT por sus siglas en inglés, hoy Organización Mundial del Comercio OMC, sin duda benefició a México en muchos aspectos, lo mismo que la posterior firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el famoso NAFTA o TLCAN, hoy TMEC, tras su renegociación; sin embargo, este éxito económico también llevó aparejado una serie de reformas políticas a las que el Estado Mexicano se comprometió a fin de cumplir con las exigencias norteamericanas de implantar un sistema efectivamente democrático y de protección efectiva de los derechos humanos.

Este proceso consistió en ir demoliendo los pilares del poderío de la figura del titular del Poder Ejecutivo. Desde su Independencia y posterior constitución como una República Federal en 1824, México siguió el ejemplo de EUA y estableció un sistema de República Presidencialista, en que del primer magistrado tiene tanto el carácter de Jefe de Estado como de Jefe de Gobierno, sin embargo, la herencia tanto prehispánica como Virreinal, llevó a que, más que en el vecino del norte, donde la tradición británica parlamentaria ya constituía un precedente en la idea de la limitación del poder del gobernante por medio de un órgano deliberante y representativo, la figura presidencial naciera revestida de ciertos rasgos monárquicos, además de la difícil y accidentada geografía del país, tendiente a dificultar las comunicaciones con las distintas regiones desde la capital, lo que es campo propicio para el nacimiento de cacicazgos, por lo que generalmente se esperaba el Presidente que fuera un líder fuerte capaz de imponerse de modo contundente a los líderes regionales; de ahí que los caudillos como Santa Anna, Bustamante, Juárez y finalmente, Porfirio Díaz, apareciesen como los más relevantes por el ejercicio de la fuerza y los más efectivos en imponerse, por encima de los más institucionales como Guadalupe Victoria, José Joaquín de Herrera o Mariano Arista, y más recientemente Adolfo Ruiz Cortines, incapaces de construir una base de poder que los apuntalara en su oficina y apenas recordados pese a que sus administraciones fueron respetuosas de la legalidad, honestas y hasta eficientes.

Así, lo que se dio durante las tres décadas fue una sucesión de reformas constitucionales encaminadas a restarle poder al Presidente y evitar así, la figura de la Presidencia Imperial como la llama Enrique Krauze, o del Presidente-Caudillo, con culto a la personalidad incluido, cuyos últimos representantes quizá fueron José López Portillo y el propio Salinas... hasta la llegada de AMLO.

¿En qué consistieron esas reformas? En pasar atribuciones del Poder Ejecutivo a unos nuevos órganos que se crearon como paralelos a los tradicionales tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial como son los llamados Organismos Constitucionales Autónomos, surgiendo un órgano garante de la celebración de las elecciones, el hoy llamado Instituto Nacional Electoral (INE), de manera imparcial y autónoma, un órgano garante de la transparencia y publicidad de la información gubernamental: el INAI, un órgano garante del mantenimiento de la libertad comercial y de condiciones igualitarias en el mercado: la Comisión Federal de Competencia Económica, otro, dedicado en específico al aspecto de las telecomunicaciones, otro, como protector de los derechos humanos pese a la existencia ya de herramientas judiciales, como el Juicio de Amparo, como fueron las Comisiones de Derechos Humanos, y así, se aumentó el peso del Estado en cuanto a que se infló nómina y gasto público para el sostenimiento de estos órganos que técnicamente no eran parte de la Administración Pública pero sí cumplen funciones estatales, y han restado fuerza a los poderes del Presidente.

De igual manera, se fortaleció la función de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Poder Judicial Federal como órgano de control constitucional, aunque poco a poco, los Ministros, o jueces integrantes del mismo, no dejaron pasar la oportunidad de ir ganando notoriedad y de meterse en las cuestiones políticas, a la vez que, a través de ellos, empezó a darse la legalización de las aberraciones propias de la ideología Progresista o Woke, importadas de EUA y Europa Occidental.

Sin embargo, todo esto tuvo un efecto no deseado: una especie de libertinaje progresivo, en que no solamente aparecieron cacicazgos regionales, es de recordarse el ejercido, por ejemplo, por el que fuera rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, sobre Jalisco, sino también por un aumento generalizado de la pérdida del sentido de autoridad. Este debilitamiento de la figura presidencial se vio, por ejemplo, en la pérdida de la "liturgia" del Estado Mexicano, que se mostraba en los días en que el Presidente de la República acudía al Congreso de la Unión, aperturaba el periodo de sesiones de las Cámaras y rendía ante ellas reunidas en pleno, su informe anual del estado de la administración. Bajo Salinas, diputados y senadores comenzaron, en un alarde de majadería y vulgaridad, a increparle mientras el mandatario hablaba, hacer protestas con máscaras de burla, y llegó a su culmen cuando a Vicente Fox, el primer Presidente no priísta tras 70 años, se le impidió entrar al recinto parlamentario y tuvo que entregar el informe por escrito, por los propios legisladores, que de esa manera, pretendían aparecer como defensores de la Democracia y retar el pretendido autoritarismo de un mandatario que aunque tuvo visos de caudillo populista, renunció a aparecer como figura de autoridad, y quien, quizá, contribuyó como ninguno a devaluar el cargo que ocupaba.

AMLO en su trayectoria política desde los 90 hasta 2018, fue sin duda otro de los que contribuyó a la demolición del poder presidencial, y evidentemente, al igual que Fox, ha mostrado ese populacherismo o chabacanería hasta soez en el ejercicio del cargo, pero sin embargo, al llegar a la Presidencia, pareció enfocarse en la reconstrucción del ejercicio efectivo del poder por parte del Ejecutivo, sin lograrlo, cabe decirlo, pero que sin duda, su sucesora seguirá intentando, gozando con un mayor respaldo para ello en el Congreso.

Pero ¿porqué gran parte del electorado ha decidido apoyar este proceso retrógrado cuando, se supone, se habían conquistado muchos derechos y libertades? Quizá porque esos muchos, como los judíos que en el desierto protestaban contra Moisés durante el Éxodo, extrañaban las legumbres de las que gozaban en Egipto, es decir, por el viejo dilema de Seguridad Vs. Libertad.

Y no es para menos, la sociedad mexicana, tradicionalmente se sostenía sobre tres pilares: el Partido-Gobierno, la Iglesia Católica y el Ejército. Demolido o debilitado el primero, los otros dos se vieron afectados y la estructura asentada arriba de ellos empezó a derrumbarse. Desde los 90, las tasas de divorcio aumentaron, la moralidad se relajó, la violencia doméstica se disparó, la natalidad bajó, las adicciones se incrementaron exponencialmente, el nivel educativo se derrumbó, la corrupción, siempre endémica, creció igualmente a niveles nunca vistos pese a la cada vez mayor cantidad de instancias fiscalizadoras creadas para supuestamente frenarla, y el poderío de las organizaciones criminales se hizo cada vez más patente, llegando a competir con el Estado.

El mandato de AMLO, hay que decirlo con claridad, ha sido incapaz de evitar todo esto, pero cuenta con la excusa de encontrarse apenas poniendo las bases de esa transformación prometida que no consiste en otra cosa que en volver al pasado, de ahí que la próxima Presidenta haya prometido "poner el segundo piso" de dicho proyecto, y que la gente, que quiere regresar al punto de partida y a ese estado de seguridad que ante la realidad actual suena idílico.

Cabe decir que ahora las circunstancias lo podrían favorecer, puesto que lo que estamos viendo, no nada más en México, sino en gran parte del mundo, es el fin de la aventura Neo-Liberal. Ese sistema provocó el ascenso de "élites" o mejor dicho, "oligarquías" que sometieron a los Estados a sus intereses a través de los lobbies globalistas como el Foro de Davos; Rusia y China, por ejemplo, representan la opción de recuperación del poder del Estado frente a estos grupos, y sus modelos autoritarios, sin duda, se van a "poner de moda", más cuando muestran que no es necesario ser democráticos, ni liberales, para lograr el éxito económico, y por eso mismo, esos grupos, que en mucho controlan a los gobiernos europeos y a la actual delirante administración Demócrata en Washington, atizan el conflicto contra dichas potencias resurgentes.

En EUA, la eventual victoria de Donald Trump y su regreso a la Presidencia de la República en noviembre, aunque sea tras las rejas --en una muestra más de los absurdos de los que sólo es capaz el Common Law anglosajón-- tras ser perseguido, de forma descarada por el Poder Judicial del estado de Nueva York, totalmente controlado por el Partido Demócrata, se dirigiría a controlar las ínfulas, verdaderamente demenciales, de las élites tecnológica, financiera, del espectáculo y del complejo militar-industrial que son las que controlan al títere senil de Biden y al que al parecer pretenden mantener en el Despacho Oval. Hay que recordar que quizá por esos puntos coincidentes, de oponerse a ciertos grupos surgidos del mundo de la empresa que han tomado el poder, es que tanto el inmobiliario neoyorkino como el político de Macuspana tuvieron una buena relación.

La pregunta es: ¿los profetas del pasado, o nostálgicos de MORENA, podrán reconstruir el sistema priísta bajo sus siglas o se estrellarán en el fracaso abriendo la puerta a movimientos radicales, actualmente larvarios (pensemos en lo que hasta ahora suena como un disparate: los Carlistas mexicanos)?

Y en el vecino del norte, ¿Trump regresará a la Casa Blanca y emprenderá ahora sí, un proceso de recuperación de la autoridad ante las "élites" financieras, del complejo militar-industrial y tecnológicas? ¿Habrá una Segunda Guerra Civil estadounidense? ¿Estas élites provocarán la III Guerra Mundial antes de caer para hundirse con todo?

2.- EL SUICIDIO DE LA OPOSICIÓN MEXICANA: La Campaña de Xóchitl Gálvez fue la crónica de una muerte anunciada. Una candidata carente de carisma, que caía en las mismas actitudes chabacanas que el Presidente al que se criticaba, pero que no conectó con las masas; los partidos que conformaron la coalición no postularon a una política con más oficio como Beatriz Paredes, ni a un tecnócrata con acertados diagnósticos y propuestas realistas como Enrique de la Madrid, sino que se fueron por la opción, que quién sabe en base a qué, consideraron carismática.

Es más, ya he mencionado la sospecha de que, detrás de la selección de las candidatas principales, que coincidentemente fueran mujeres, con vínculos con el Globalismo (la Sheinbaum proviene de los páneles sobre el cambio climático de la ONU, Xóchitl del Foro de Davos) esto fuera parte de una agenda impuesta por dichas instancias financieras e ideológicas, y quizá lo que más hace sospechar de ello sea cómo la figura de la Gálvez creció: gracias al propio López Obrador! Esto es clarísimo si revisamos los antecedentes inmediatos:

1.- Xóchitl Gálvez inicialmente aspiraba a ser candidata al gobierno de la Ciudad de México.

2.- A raíz de un sainete en que AMLO impide que Xóchitl entre a una de sus ruedas de prensa matutinas, ella empezó una serie de dimes y diretes con el Presidente.

3.- El Presidente, empezó a hacer una velada promoción de la luego candidata, mencionándola a cada rato.

Aquí o dos posibilidades: o la Oposición se tragó de manera ingenua y hasta idiota que AMLO temía a Xóchitl y por tanto, podía ser la opción a lanzar a la Presidencia, y le abrieron la puerta a esa "yegua de Troya", o bien, estuvieron desde un principio de acuerdo, junto con el Presidente y su grupo en que ella debía ser la candidata comparsa y hacer campaña para perder, con toda la intención de ello...

La realidad es que la coalición opositora se conformó por los tres partidos tradicionales: el PRI, partido madre de toda la clase política mexicana, el PAN, partido supuestamente conservador, --y que, en alguna época, presumía de inspiración cristiana-- escindido de la raíz original del primer partido desde los años 30, y el PRD, surgido tras las elecciones de 1988. Los tres institutos tuvieron una larga historia de confrontaciones, pero, tras las elecciones de 2018 en las que resultó electo el Presidente López Obrador, los tres partidos buscaron aliarse para hacerle frente a sus iniciativas de reforma, en el Congreso; sin embargo, parecieron convertirse en una oposición de membrete o testimonial, ya que muchas de las iniciativas presidenciales pasaron con el apoyo opositor.

La Oposición, además, no supo, no quiso o no pudo construir un discurso propositivo, ningún proyecto que contrastara o que ofreciera alguna alternativa a las medidas populistas del Gobierno, y se centró en el ataque directo en contra de la figura de AMLO, jamás le quitaron el control del discurso, sino que se mantuvo como el centro de todo y por el contrario, se vio fortalecido por la propia actuación de sus oponentes que trasladaban los reflectores hace él, pero jamás consiguieron atraerlos a ellos, refrendando el mediocre carácter de Alejandro Alito Moreno, dirigente del PRI, Marco Cortez del PAN o Jesús Zambrano del PRD, quienes se apoltronaron en sus puestos y carecieron de liderazgo y claridad de objetivos.

Además, en vez de buscar un mensaje de unidad nacional, si tanto se criticaba que el Presidente tenía un discurso de división, polarizador y que lucraba con los resentimientos de la clase pobre hacia las medias y altas, la Oposición, sean los partidos, o sean aquellos comunicadores que se identificaron con llevar la contra al mandatario, se lanzaron también en contra de los electores, sobre todo los de gente de capa social baja, a los que nunca bajaron de prietos, nacos, muertos de hambre, ignorantes, pendejos, idiotas, entre otros apóstrofes insultantes. No es posible que se buscara conseguir el voto de las clases bajas mientras se les denigraba e insultaba al mismo tiempo y aparte se difundían discursos catastrofistas para generar miedo sin proponer nada; parece como el caso de muchos antisemitas que reclaman que muchos de los intelectuales y líderes de la Revolución Bolchevique fueran de origen judío... bueno, si los Zares, en particular Alejandro III y Nicolás II habían desatado feroces pogromos y persecuciones contra los hebreos, habría resultado bastante estúpido esperar lealtad de ellos al régimen y no que buscaran adherirse a movimientos más imparciales o indiferentes a su origen étnico o religioso.

Así, podemos concluir que el electorado dictó sentencia de muerte para el PRD, partido que sólo se explicaba por la existencia de un caudillo: Cuauhtémoc Cárdenas o AMLO, sin ellos, y sin que un mequetrefe como Miguel Ángel Mancera pudiera constituirse como nueva figura señera del partido, el partido estaba condenado y se fue desinflando rápidamente; el día de hoy, la votación obtenida es tan exigua que le ha llevado a la pérdida de su registro... se va, tras haber causado enormes daños a la sociedad difundiendo su ideología más rancia y más woke durante los últimos treinta años y quedando al final como unos pragmáticos que en realidad estaban más interesados por seguir viviendo del presupuesto que por defender unos principios y un proyecto.

De igual manera, el PRI, como marca, es tóxico, ya no le dice ni ofrece nada a nadie y ha quedado totalmente desprestigiado. Está, por otro lado, exhausto y ya no es de extrañarse que se den constantes fugas de sus miembros que migran principalmente a MORENA, ya no aparece como vehículo para el logro de ambiciones o brindando posibilidades de ascenso en la vida política nacional. Sin duda es un partido que debe desaparecer, o bien, reestructurarse cambiando de nombre, siglas, colores y plataforma.

El PAN ha quedado como el único partido opositor que podría resurgir, aunque ha quedado restringida su presencia a los estados de la federación mexicana más identificados como conservadores o ultramontanos: Aguascalientes y Guanajuato, si el partido logra reconfigurar su diligencia, purgándola de convenencieros y pragmáticos, mostrarse como un partido contestatario contra las más que previsibles medidas de tono woke a tomar por la nueva administración, y que sea capaz de aglutinar la representación del votante católico que esté hastiado de las imposiciones ideológicas que han ido deformando y haciendo decaer a nuestra sociedad, puede convertirse en una opción interesante y que podría ser respaldada por muchos.

Movimiento Ciudadano parecía ascender durante la campaña, hueca y carente de propuestas, pero efectiva en lo mercadológico que pegaba entre los jóvenes, hasta que tras haber rechazado unirse a la coalición que apoyaba a Xóchitl Gálvez, se vino el incidente de la caída del tinglado del mítin en San Pedro Garza García; pese a que aparentemente se encuentra siendo un partido beneficiado con los resultados del proceso electoral, la realidad es que está tocado por los graves cuestionamientos a sus gobiernos locales en Jalisco y Nuevo León, incluyendo la posibilidad de un fraude electoral para no perder al primero, así como los señalamientos de que, a nivel nacional, su papel fue de comparsa de MORENA, sin que para éste, sea necesario continuar con tal alianza.

Como sea, MORENA y la Presidente Sheinbaum, tendrán un poder absoluto, carente de contrapesos en el mecanismo ideado por Montesquieu, Rousseau y el Juez Marshall, ya que contarán con la mayoría absoluta que le permitiría debilitar el equilibrio de poderes mediante reformas drásticas a la Constitución, tendientes a reconstruir el sistema priísta de concentración de poder en el Titular del Ejecutivo. Pero esto quizá no sea tanto obra de López Obrador, de su partido o de la sucesora; sino de la propia Oposición que se ha autodestruído, desde que Felipe Calderón impuso al interior del PAN a Josefina Vázquez Mota como la candidata en las elecciones del 2012, que la administración de Peña Nieto se olvidó de las bases del PRI entre trabajadores y campesinos para regalárselas a MORENA, con una administración excesivamente tecnócrata y fría, que no supo responder a casos como el de Ayotzinapa y que el propio PAN se enredaba en conflictos internos, en los que Calderón dinamitó la candidatura de Ricardo Anaya y éste a su vez perdía tiempo en silenciar a voces discordantes dentro de su partido.

La Oposición se ha anulado a sí misma, no es que MORENA y AMLO hayan construido un régimen de partido hegemónico, es que los otros partidos se volvieron invisibles por sí mismos.

CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS:

De este proceso electoral podemos concluir lo siguiente y atisbar varios escenarios para México en los próximos años:

PRIMERO.- La Democracia Mexicana que tanto se cacareó desde los 90, quedó al descubierto, el Fundamentalismo Democrático que tuvo entre sus profetas al Presidente Zedillo, que en cada discurso pronunciaba la palabra "Democracia" decenas de veces, o a comunicadores como Denisse Dresser, quien, de manera soberbia y ridícula se quejaba del malagradecido pueblo mexicano al que ella "había quitado las cadenas", como sintiéndose una nueva Juana de Arco, quemada en la pira electoral por un pueblo ingrato e ignorante, pseudointelectuales como Enrique Krauze y empresarios que lucraron inmensamente bajo el régimen Neoliberal como Claudio X. González, demostró que no fue tragado por los mexicanos.

La sociedad mexicana no es una sociedad democrática, si es que eso existe, pues la Democracia es y debe ser concebida exclusivamente como una forma de seleccionar gobernantes, y en algunos casos en que así proceda, tomar decisiones. La sociedad mexicana por el contrario, ha demostrado, por un lado, buscar un gobernante fuerte que concentre en sus manos el poder y así tenga vía abierta para resolver necesidades urgentes, principalmente la seguridad, la recuperación del orden y la inequidad; no obsta a ello que AMLO haya fracasado rotundamente, pero puede excusarse con el discurso de "haber sentado las bases" para que la Sheinbaum continuase en ello.

Pero quizá lo principal que reflejó este proceso electoral es que los Buenos, o quienes al menos se calificaban a sí mismos como tales, no resultaron tan buenos, mostraron un desprecio total por la gente humilde que no se apegaba a sus criterios de lo que es ser "una persona preparada" o culta (pese a que algunos, como Carlos Alazraki, pese a dárselas de muy fino y cultivado, maneja un lenguaje propio de comerciante ambulante, cargador o albañil, con perdón de todos estos), o hasta raciales, y demostraron que tanto su concepto de Democracia como su proyecto de país era clasista y excluyente. Habían impulsado y festejado reformas durante la "Era Neoliberal" de estos últimos 30 años para crear una imagen de país que no contemplaba y jamás benefició a indígenas refundidos en sus comunidades y sin más panorama que el dedicarse a trabajos serviles, a campesinos en lugares apartados que seguían practicando una mera agricultura de subsistencia o a jóvenes de barrios marginados de las urbes sin estímulos para educarse y obtener empleos remunerados y con posibilidades de mejorar su vida, convirtiéndose en reclutas del crimen.

También, aunque muchos no lo acepten, pero demostró que los señalados como los Malos quizá no lo sean tanto, pues mostraron preocupación --conveniente o no-- por esos sectores, les hablaron con respeto y tomaron en cuenta, les dieron su importancia y su lugar como ciudadanos y les ofrecieron al menos paliativos para su situación, mientras que los Buenos, les ignoraron por completo, y los resultados se reflejaron en las urnas. Lo negativo de ellos, sin embargo, se puede señalar en que azuzaron resentimientos y agravios inveterados como impulso para apoyar a un gobierno y un partido que aparecía ante ellos prometiéndoles la salvación en tonos mesiánicos.

La división en nuestra sociedad, por tanto, quedó patente, esta partición entre Fifís y Chairos no se la inventó AMLO, la aprovechó, pero existe probablemente desde el Virreinato, aunque incluso las sociedades indigenas ya la arrastraban, el nuevo Gobierno, pero también la Oposición, debe buscar restañar las heridas y lanzar un discurso incluyente para todos los mexicanos, no se deben continuar estos resentimientos y discriminaciones estúpidas y que minan nuestra unidad, necesaria si queremos que México se convierta en un país definitiva y plenamente desarrollado.

SEGUNDO.- Se le ha demostrado a la Sheinbaum que, en este mundo aún globalizado, los intereses y poderes financieros y comerciales no le permitirán tomar decisiones arriesgadas y aventureras; la reacción de los Mercados ante su ascenso y la posible aprobación de las reformas aún propuestas por AMLO encaminadas a la concentración del poder en manos del Presidente de la República, sobre todo con la propuesta respecto del Poder Judicial.

Sin embargo, ha circulado la posible integración de su gabinete, el que se ve, se conformará por criterios técnicos, y en realidad, seguirá por la senda Neoliberal en gran parte, justo como lo hizo AMLO. Habrá que ver cómo compagina eso con el sostenimiento de una política social, equilibrando que ésta no se circunscriba a dar subsidios, becas y apoyos, sino a que, fomentando las inversiones, la libre empresa y el libre mercado, se de la creación de empleos, pero en condiciones justas que lleven a una mayor equidad, que no igualdad, y romper con las diferencias y concentraciones de riqueza tan groseras en muchos casos, que contrastan con la miseria de grandes masas.

TERCERO.- Como lo decía en el post anterior, la Clase Política, incluiyendo a MORENA, se encuentra en grave crisis, no ha logrado renovarse generacionalmente y si bien desde 2018 se tenía más o menos claro que la Sheinbaum podía estar entre los sucesores de AMLO, hoy en día no se ve a nadie más joven capaz de tomar el relevo. La Oposición, como dije se ha autodestruido; el partido ganador puede construir un régimen en que sea hegemónico por lo menos 12 años, y esto no tanto por voluntad de establecer un sistema dictatorial o de "partido único" sino por la simple desaparición de los otros partidos a causa de sus propios errores y su incapacidad de aparecer ya como opciones viables de gobierno.

CUARTO.- México no se va a volver una Venezuela: basta comparar el tamaño territorial, la población inmensamente mayor de nuestro país, la complejidad del mismo territorio y también una economía más diversa y grande, con la del país caribeño, dependiente sólo del petróleo; además de la cercanía de México, y su invertebración, con EUA. Este país no dejaría jamás que en México (o Canadá) se instale un régimen contrario y potencialmente hostil que perjudique sus intereses económicos ni su seguridad. Incluso, ya es bien sabido que se ha estado planeando una posible intervención en nuestro país si el Narcotráfico avanza todavía más en su control, acrecentado ante la inacción de AMLO.

A la nueva mandataria, por tanto, le convendrá continuar con la integración norteamericana y realizar una política de seguridad mucho más efectiva, pese a que su pasado de hippie activista y las ligas comunistas de sus padres judíos europeos la inclinen hacia ciertos discursos revolucionarios.

QUINTO.- Debemos dejar de andar difundiendo miedos y rumores, en el cambiante y peligroso mundo de hoy, a México le conviene estar unido. Claudia Sheinbaum, a partir del 01 de octubre de 2024 será la Jefa de Estado y de Gobierno de todo México, como tal, habrá que apoyarla en lo que se vea que es bueno o beneficioso para todos, en lo que haga que sea objetivamente malo para el país y su gente, habrá que señalarlo, oponerse y actuar dentro de los canales que correspondan y que no rompan con la paz y la construcción de un país más justo y más incluyente, en que nadie vuelva a sentirse marginado o hecho menos por quien detente el poder.