En estos días se llevó a cabo la Cumbre de los llamados BRICS (Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica) en la ciudad de Kazan, Rusia, en lo que fue propagado por muchos medios, de una manera triunfalista, como una gran victoria diplomática de la alianza entre Vladimir Vladimirovich Putin y el Presidente chino Xi Jin Ping, en una declaración abierta de "guerra económica" contra EUA y Occidente entero. Sin embargo, los resultados de la reunión fueron mucho más magros y evidenciaron la laxitud de la alianza, que dista mucho de ser una alianza formal y un bloque cohesionado con unidad de objetivos; si bien, tampoco fue algo baladí como lo afirma Fernando Díaz Villanueva, con su óptica sobradamente optimista y superficial, rayana en lo frívolo, pero tiene razón en señalar que falta mucho para que, evidentemente, exista una alianza sólida entre potencias emergentes que signifique ya un peligro inminente para nuestro vecino del norte y todo nuestro hemisferio; sí hay un peligro latente, pero aún, la posición hegemónica de Washington se puede sostener, aunque ciertamente, ha quedado herida; su barco ha recibido un torpedo, y aunque escorado un poco hacia un costado, aún no ha recibido un daño tan grande como para que se hunda, y de recibirlo, será por una especie de sabotaje interno o una mala decisión de su tripulación, antes que por los esfuerzos de sus enemigos.
La realidad es que quedó evidenciado que aunque Rusia esté decidida, y justificadamente rabiosa en contra de su histórico rival norteamericano, China le secunda, pero no está dispuesta a irse de frente a acabar con los gringos a menos de que estos le causen directamente una afectación grave, le busquen pleito por Taiwán o se decidan a atacarla expresamente; en el caso de Brasil o la India, ellos decididamente no están dispuestos a cortar con EUA ni con Europa, con quienes tienen prósperas relaciones comerciales y lazos culturales --la India tras la conquista británica y el Raj quedó tan unida a Inglaterra que hasta uno de los suyos llegó a Primer Ministro del Rey Carlos III-- y quizá en el BRICS ven únicamente una vía de aumentar sus relaciones económicas con otras economías emergentes que les permitan variar sus fuentes de riqueza, pero de ningún modo Nueva Delhi aceptaría subordinarse a Pekín, con quien tiene una rivalidad milenaria por los Himalayas, de igual modo, Lula da Silva actuó con buen juicio y vetó la entrada a esta especie de coalición a Nicaragua y Venezuela, no tanto porque el corrupto Izquierdista traicione a sus correligionarios Ortega y Maduro, o esté contra sus violaciones a derechos humanos, sino por prudencia: aquello sería una provocación a EUA como éste lo hizo a Rusia por medio de Ucrania. (de igual manera, aquellos que esperanzados, o aterrados crean que Claudia Sheinbaum va a imponer un régimen comunista y romper con EUA, pueden o desilusionarse o respirar tranquilos, no creo que la primer presidente hebrea de México sea suicida como su similar Zelensky, además que cada vez se ve más titubeante, débil y timorata en el cargo.)
Lula, además, que no asistió a la cumbre, (pretextando un problema de salud) sino mediante videoconferencia, fue muy claro en enfatizar que el BRICS no debe volverse una alianza "anti" algo, lo que seguramente le generó agruras al amo del Kremlin, así como la recomendación que le hizo el brasileño de no viajar al país sudamericano ante la orden de detención expedida por la Corte Penal Internacional, y en ello lo secundó Modi.
Por otro lado, Arabia, sin que asistieran el Rey Salman o su verdadero gobernante, el próximo monarca, Príncipe Mohamed, mostró que no es su intención adherirse a los BRICS, manifestándose todavía como aliado de EUA, aunque se haya distanciado algo; mientras que otras potencias islámicas como Irán, Turquía, Egipto y Emiratos, parecen alinearse en la postura antioccidental, pero con matices en el caso de los dos últimos, y Erdogan se muestra realmente con intenciones de generar problemas dentro de la OTAN, organización que le queda como un corsé que impide que la república otomana se lance por sus propios intereses en Medio Oriente y el Mediterráneo Oriental, aunque le mandaron un recordatorio con un atentado de la organización separatista kurda PKK, presumiblemente con patrocinio desde el oeste, o desde Israel.
Así pues, y aunque se dio un avance en la llamada "desdolarización" generando un sistema de pagos y compensaciones propio entre los países así coaligados, más que nada en beneficio de los moscovitas para que puedan evadir las sanciones impuestas por la Guerra de Ucrania, los frutos de la reunión han resultado escasos, pero no dejan de tener importancia, en cuanto a que se demuestra que Rusia no está aislada, que se está sembrando el germen de un nuevo esquema de relaciones económicas y la voluntad de las potencias emergentes para actuar por sí mismas y oponer sus intereses a los de otros, pero también da muestra de lo que será el "orden multipolar" que estará muy lejos de estar basado en la cooperación lo estará en el caos, e incluso, la confrontación... tal y como eran las cosas hasta antes de 1945.
Y esto es por que el orden, primero bipolar y luego unipolar a partir de 1991 tras la caída del régimen soviético, fue anómalo; si bien el sistema de Estados-Nación surgió en Europa Occidental, y por la competencia y conflicto constante entre sus distintas entidades políticas que nacieron y se consolidaron durante la Edad Media produjeron las sucesivas hegemonías de España, Francia e Inglaterra, ninguna de estas potencias llegó a tener la dominación tan solitaria que en su momento ejercieron la Unión (Rusia) Soviética y Estados Unidos y entre 1991 y, podríamos decir, 2008 este último, sin competencia; los siglos XVI a la primera mitad del XX fueron de guerras constantes entre las potencias europeas primero, occidentales después, cuando se sumaron EUA y los países hispanoamericanos y Brasil, y por último potencias no-occidentales que se sumaron al sistema de Estados: Rusia con Pedro el Grande y Japón con el Emperador Meiji, en que el hegemón de turno tenía que defender "su trono" de los rivales que buscaban desbancarle. Lo que estamos viendo es que el BRICS, viene a ser, en cierta forma, una coalición en ciernes para desbancar al actual "rey de la colina": Estados Unidos de América.
Y ¿después? resulta bastante cómico lo que algunos analistas como el Coronel Baños o Fernando Moragón y otros, sobre todo en el medio hispano, creen que se va a dar, no creo porque sean de alguna manera agentes pro-rusos, sino porque los mueve la animadversión y el resentimiento que varios círculos intelectuales o de opinión en España tienen hacia los anglosajones, en quienes ven de manera muy simple la razón de la caída del poderío imperial hispano, (sin reconocer los vicios, limitaciones y errores propios) y les culpan de la incapacidad --producto en realidad de su natural decadencia-- de la España actual de volver a ser potencia global; que Rusia y China van a establecer un orden internacional basado en la cooperación en vez de la agresión de los "malvados" anglosajones.
Esto es suponer que rusos y chinos son ángeles o semidioses que se encuentran libres de pecado, y creer que los hablantes de la lengua de Shakespeare son seres demoniacos saturados de perversiones y odios sin límite, mientras que los herederos lingüísticos de Cervantes somos inocentes y pobres víctimas esperando a ser salvadas por los hablantes del idioma de Tolstoi y los lectores de Mao y Confucio --no deberían de sorprenderse de que en México se maneje el resentimiento contra España por la Conquista, el victimismo es un rasgo heredado de la idiosincracia española-- No es así... ¿En serio creen que el país que ha generado déspotas brutales de la talla de Iván el Terrible, Pedro el Grande, la ninfómana de Catalina II, el tirano místico de Alejandro I, el terror de los polacos Nicolás I, el antisemita de Alejandro III, el demencial Lenin o el monstruoso Stalin tiene una vocación por la cooperación y la armonía? Si China no tiene intenciones de expandirse, ¿porqué en algo no visto desde el siglo XV, en que los emperadores Ming decidieron encerrarse tras la muralla, está volviendo a construir una inmensa y ultramoderna flota de guerra con la qué adueñarse y proteger las rutas marítimas?
La verdad, todos los que esperan ver arder Washington y al Big Ben convertido en ruinas, a ver si no, de cumplirse sus deseos, empezarán a llorar por un orden perdido que, con todo lo malo que pudiese tener, permitía ciertas libertades a quienes se encontrara dentro de su órbita, ante la dominación de potencias dogmáticas, autoritarias y para las que los individuos sólo son apéndices del poderío del Estado.
Lo que ha mostrado la cumbre de los BRICS, como una especie de alineamiento entre países disímbolos y con largas historias de rivalidad, es una especie de acuerdo de facto en contra de la potencia dominante actual, pero a la vez, el presagio pavoroso de que, una vez caída aquella, las divisiones, rivalidades y búsqueda de la supremacía, sin orden ni concierto, dominarán la política, justo como era hasta antes del final de la II Guerra Mundial en que se intentó imponer un --fallido-- orden internacional sustentado en el Derecho.
Un mundo en el que, como dirían los Mexica, la guerra merodee por todas partes.
¿Crees que el roben el triunfo a Trump? Hay gente que vislumbra una guerra civil de pasar eso. Los votantes republicanos se vieron tan cobardes y conformistas con el fraude donde ganó Biden que parece que de volver a existir un robo se lo volverían a tragar sin actuar.
ResponderEliminarLo cierto es que, con Kamala, EUA se hundirá más en el fango.
Como están las cosas en EUA, quién sabe si lo dejen ganar las elecciones o tomar posesión el 20 de enero... la realidad es que aunque todas las encuestas lo marquen como favorito, está por verse qué pasa.
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