11 de octubre de 2025

¿PAZ EN GAZA?

 El salón de la #onu se vacía en señal de protesta contra el ministro de # Israel, @b.netanyahu . #palestinalibre🇵🇸 #genocidiostop

Los últimos días hemos visto señales inequívocas de que el orden internacional construido tras 1945 se encuentra en proceso irremediable de desmantelamiento y que las cosas van a cambiar drásticamente en los años venideros. La "operación militar especial" iniciada por Putin en contra de Kiev a fin de parar su búsqueda de inclusión en la OTAN, lo cual era una amenaza existencial para Rusia, siguiendo a la letra las ideas del que fuera asesor de Seguridad Nacional de cabecera de los Demócratas: Zbigniew Brzezinski tendiente a la búsqueda de la destrucción definitiva del coloso eslavo, el cual, como respuesta, sólo puede buscar recuperar parcial, o totalmente su antiguo imperio.

Pero igualmente, el ataque dirigido por la milicia islamista Hamas en contra del Estado de Israel el día 07 de octubre de 2023, y la posterior respuesta militar Israelí se convirtió en el pistoletazo de salida para la transformación del orden internacional, creando situaciones inéditas para las que las instituciones creadas en la posguerra, resultan anacrónicas e ineficaces para darles solución. En realidad, esto es la culminación de un proceso iniciado en la década de los noventa, tras la caída de la URSS, y durante el periodo de poder unilateral de EUA, guerras como las del Golfo Pérsico, Yugoslavia y finalmente, durante la primera década del 2000 Irak y Afganistán, fueron dejando cada vez más detrás la capacidad de la ONU de tomar decisiones y que éstas fuesen realmente obedecidas por las principales potencias; EUA imponía su voluntad, o bien, quien asumía las decisiones y obtenía consenso en otra organización: la OTAN, una alianza puramente militar.

La pasada Asamblea General, marcando el octogésimo aniversario de la institución fue, prácticamente su funeral, oficiado por Trump, quien incluso puso en evidencia las cada vez mayores carencias incluso materiales, de la organización. Así, muy probablemente el plan de paz para Gaza, finalmente aceptado por Hamas, que liberará a los rehenes capturados hace dos años, mientras que se acepta, por parte de Israel, el que la franja pase a una administración internacional y el retiro de sus fuerzas; lo que nuevamente, representa una victoria para Hamas, a quien si bien no se le permitirá formar gobierno en el enclave, habrá de liberar a todos los rehenes --lo cual ya aceptó-- y se le desarmaría, se le permite seguir sobreviviendo, incluso con la liberación de prisioneros por parte de Israel, y continuar flotando como una sombra ominosa, sobre toda la región, como brazo ejecutor de los intereses persas.

Finalmente, y al cumplirse dos años y un día del inicio del conflicto, es que se ha aceptado ya, por ambas partes, el Estado de Israel y Hamas, el plan de paz delineado por el Presidente Norteamericano, en algo que, aunque sin duda es de celebrarse, pues pone fin a un periodo de enorme violencia e inestabilidad que ya se había prolongado mucho tiempo y que, surgido en el Medio Oriente, había afectado a todo el planeta, más por la cuestión de los mercados del petróleo y otros hidrocarburos, pero que a la vez, es difícil creer que sea algo definitivo y permanente y que lleve a que al fin, la existencia del Estado Judío y los intereses occidentales ligados a él no vuelvan a ser amenazados; aunque el comentarista mexicano, Francisco Gil White exagera bastante al calificar al plan de paz de Trump como una especie de chapuza que encierra en realidad intenciones antisemitas por parte de un Estados Unidos al que increíblemente califica de "mayor enemigo de Israel", no deja tener algo de razón al considerar que, en realidad, eso viene a ser uno más de los innumerables acuerdos de paz y cese al fuego que han jaloneado la Historia de la región desde 1948 y que ninguno ha sido definitivo para poner fin a un ciclo de guerra constante que, desde los tiempos bíblicos, ha sido la tónica de la relación entre las distintas etnias semitas, indoeuropeas y turcas que habitan la estratégica región conformada como el vértice en el que confluyen Europa, Asia y África.

Y es que, pese a que luego salga el incombustible Irving Gatell a darnos un discurso triunfalista en torno al plan de paz presentado por el magnate neoyorkino, en el que queda remarcado cómo todas las esperanzas del Estado Judío radican en las decisiones e influencia a favor de Israel de parte de Estados Unidos, es claro, sin embargo, que el panorama en Medio Oriente, e incluso en el mundo, es ahora mucho más adverso para el pueblo hebreo que lo que era hace dos años, veamos porqué digo esto:

  • Se puede señalar que la Rusia de Putin ha decepcionado como gran potencia al haber pasado ya 3 años sin que haya logrado derrotar a la Ucrania de Zelensky, sin embargo, y si hacemos caso a lo que nos dice Emmanuel Todd en su libro La Derrota de Occidente, Putin habría programado la contienda para durar cinco, con lo que la misma apenas habría alcanzado poco más de la mitad de dicha temporalidad, y falta todavía para que Moscú logre la totalidad de los objetivos previstos por el antiguo agente de Inteligencia; además, habría que tomar en cuenta la enorme extensión de las fronteras entre Rusia y su antigua provincia, la población mayor y la dispersión de las zonas urbanas en Ucrania, así como la estrategia de desgaste desplegada por el Kremlin, no solo para Kiev, sino aún para Europa y EUA, causando una afectación económica y aún problemas políticos al interior de las potencias occidentales; sin embargo, el hecho de que, a dos años del conflicto, Netanyahu no haya podido conquistar por completo la franja, que Hamas, pese a su descabezamiento y la ingente destrucción de sus infraestructuras en un territorio pequeño y habitado por 2 millones de personas con una enorme densidad de población, continuara resistiendo, no puede sino ser señalado como un fracaso que muestra las limitaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, y una mala planeación de la campaña que subestimó la capacidad de resistencia y de reinventarse de la milicia islamista.
  • La guerra de Gaza escaló a la intervención Iraní, en la bautizada por Trump, como Guerra de los Doce Días que igualmente reseñamos aquí; si bien en la misma Israel demostró su superioridad aérea, los Persas, conforme avanzaba el conflicto, fueron desplegando poco a poco una fuerza de misiles más precisa y moderna con la que, igualmente, fueron mejorando la precisión y contundencia de sus ataques sobre Israel. De no haberse llegado a un final que da la impresión fue concertado por el mandatario norteamericano tanto con Teherán como con Tel-Aviv y aún Doha; la escalada habría sido aún mayor, y si bien, ante las débiles fuerzas antiaéreas y una avejentada Fuerza Aérea Persas, los Judíos habrían incrementado su destrucción sobre zonas urbanas iraníes, también es probable que la devastación en las ciudades israelitas se habría incrementado, derrumbando por completo el aura de invencibilidad del ejército israelí y posiblemente provocando la caída de Bibi del gobierno. Por otro lado, ese fin concertado, en el que prácticamente Trump dejó que los iraníes sacaran su material nuclear y equipos de sus instalaciones, que las mismas, pese a la espectacularidad del armamento empleado, resultaran con daños mínimos, al avisarles con tiempo y que estos a su vez, le previniesen de una represalia más de pacotilla que real sobre las bases aéreas norteamericanas en Qatar, implica no una intención perversa como cree Gil White, sino que, tanto por lo declarado por el neoyorkino, como por el propio Jefe de Gobierno persa, Pezeshkian, en una entrevista con Tucker Carlson, ambos tienen una lejana "esperanza", se podría decir, de normalizar las relaciones entre ambos países y abrirse a oportunidades de negocios mutuos sin pasar por el cambio de régimen, y lograr, por parte de Washington, que los iránios se vuelvan en contra de sus aliados rusos y chinos.
  • Pero en lo que sí Israel, y todo el Pueblo Judío ha resultado derrotado de manera contundente es en su percepción ante la opinión pública mundial, el Antisemitismo va a la alza, y es claro que, incluso, es posible ver que muchos líderes de opinión conservadora en EUA, como el propio Tucker Carlson, se encuentran buscando decididamente que la gente exija al Gobierno de Trump y a la clase política norteamericana en general, el retiro del apoyo al Estado Judío, generar el acostumbrado clima de sospecha y rechazo hacia los miembros de esta etnia, acusándoles incluso de estar detrás del asesinato de Charlie Kirk, --lo que contribuye a agrandar la importancia de este personaje, aprovechado para fines propagandísticos por Trump-- y lo mismo algunos académicos de renombre como Jeffrey Sachs o John Mearsheimer, que ven en el apoyo a Israel un desperdicio ingente de recursos y priorizar los intereses de un país extranjero sobre los nacionales. El bulo del genocidio en Gaza ha calado profundamente en los medios de comunicación, organismos internacionales y gran parte de la gente, y aún impulsado por Gobiernos de Izquierda como el de Pedro Sánchez en España, y su ridícula Flotilla para la Libertad que no llevaba nada de ayuda humanitaria, sólo a un grupo de niños pijos, drogadictos y libertinos liderados por esa pobre niña explotada como imagen para la agenda woke aprovechando sus evidentes problemas psiquiátricos que es Greta Thunberg. Aún así, cada vez más son presentes los discursos neo-Nazis, raciales, como el de otro comentarista conservador, como es Nick Fuentes (lo que no deja de ser esperpéntico, habida cuenta de que se trata de un pocho, o chicano, de raíces mexicanas y por tanto mestizas que sale hablando de la pureza de la raza aria como garantía de desarrollo) e incluso que, gracias a la Inteligencia Artificial, abundan cada vez más los vídeos humorísticos protagonizados por Hitler en lo que anuncia un "lavado de cara" o blanqueamiento, del dictador alemán de origen austriaco y su ideología.
En ese sentido, es de estimarse que, a la larga, el acuerdo conseguido por Trump, y que debería haberle valido el Nobel de la Paz, será nuevamente algo temporal y que será roto no por Israel, sino, como siempre, por los Islámicos; aunque el neoyorkino apueste por establecer en Gaza un proyecto de desarrollo con la intervención de países como Qatar o Arabia que inviertan capitales en convertirla en un resort y la explotación de los pretendidos yacimientos de gas natural que se encuentren en su zona costera, y que eso haga que los palestinos de la franja no se hagan miembros de cualquier organización militante como Hamas, Hezbollah o cualquier otra; el caso es que para el mundo musulmán, la existencia de Israel siempre será una espina clavada en el costado, Qatar, Arabia o Emiratos, podrán, siguiendo las enseñanzas de Mahoma, pretender por el momento estar de acuerdo con la Paz y reconocerle es parte de la taquiyyah, o mentir o fingir como parte de una estrategia, pero a la larga, subsistirá en ellos el deseo de quitárselo de encima, más ante la debilidad de Occidente y el deterioro de la posición de los Judíos en la opinión pública internacional, que se ha olvidado del Holocausto.

El hecho de que este acuerdo no signifique el fin de Hamas, que nuevamente, aunque vapuleado, ha sobrevivido, lo mismo que Hezbollah, que el régimen islamista iraní ha obtenido tiempo para analizar las falencias presentadas en la Guerra de los Doce Días, pueda equiparse con aviones nuevos y defensas antiaéreas proporcionadas por China y Rusia, y pueda continuar con su programa nuclear, apenas afectado, no son señales alentadoras, el régimen de los piratas Hutíes en Yemen continúa amenazando las aguas del Mar Rojo y Arabia ha firmado un acuerdo con Pakistán para compartir tecnología de armas nucleares, también muestra que el mundo musulmán continúa siendo una amenaza, y quizá ahora mayor que antes. Lo ideal sería que ninguna potencia occidental tuviese relación alguna con el Mundo Islámico y que contra la Doctrina Mahometana se tuviese la misma visión que contra el Nacionalsocialismo y el Comunismo; sin embargo, el que los países seguidores del Corán sean los principales productores de hidrocarburos, hace que tanto EUA, como otras potencias tengan que forzosamente, tolerarles y establecer relaciones con ellos, lo cual constituye siempre una ventaja y una especie de salvoconducto para seguir en sus mismas ambiciones y políticas expansionistas milenarias.

Sin embargo, Israel obtiene un respiro, el haber logrado rechazar una amenaza a su existencia de nueva cuenta, y sabe que, mientras mantenga el apoyo de EUA, podrá seguir adelante. La pregunta es: ¿por cuánto tiempo más Israel podrá contar con este sustento?

La Polémica del Nobel:

El hecho de que el Parlamento Noruego haya decidido otorgarle el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, la lideresa de la Oposición Venezolana y no a Donald Trump, sólo muestra la decadencia y el sesgo ideológico que tienen esos premios, como otros muchos otorgados en el ámbito occidental, --desde Miss Universo, los Príncipe de Asturias, los Óscares, Grammys y hasta el Ariel del cine mexicano, pasando por las preseas olímpicas-- cada vez más carecen de sentido y se han devaluado como consecuencia de la ideologización con la que la Izquierda Woke ha contaminado la vida en nuestros países en todos sus aspectos.

Lo hemos dicho aquí: Corina Machado y su títere, Edmundo González, presunto Presidente Legítimo de Venezuela, son parte de una disidencia controlada del régimen, ella no ha sufrido persecución alguna, como en su momento sí la sufriera Luis Henrique Capriles, y sigue viviendo con todos los lujos de su familia, una de las mayores fortunas del país caribeño sin ser molestada, mientras que el exdiplomático al que postulara a la Presidencia de la República, se encuentra asilado en España, país que, bajo el mandato de Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno, como lo fuera con Zapatero, es uno de los principales apoyos del régimen Chavista, dadas las afinidades ideológicas y complicidades en corruptelas entre el PSOE y Podemos con el PSUV.

Así que como bien lo dice Acquaviva, el otorgarle el premio a esta señora, es una verdadera burla, y muestra igualmente, las afinidades de Noruega, país que, al igual que sus hermanos escandinavos, se dirige al colapso a manos del Islam, los lobbies LGTBQ y ecológicos, en medio de escándalos un tanto silenciados por la corrupción de su Familia Real. Mientras que Trump, como sea, y pese a los puntos controvertidos que mencioné líneas arriba, puso final a la Guerra Judeo-Persa de los Doce Días y acaba de sentar las bases para una paz, aunque sea temporal, en Gaza, y merecía mucho más el Nobel pese a que su política migratoria, comercial e interna en EUA, sea polémica. A Obama se lo dieron sin haber hecho nada todavía --creo que el Nobel se lo debieron dar al Electorado Norteamericano que, finalmente, dejando atrás la Historia de la esclavitud y el racismo, eligió a un Presidente de raíces africanas-- y que después llenó al mundo de guerra y muerte.

Aunque eso sí, la elección de la Machado para el premio, hizo enfurecer a muchos Izquierdistas que lo ven como un ataque al régimen de Maduro, aunque probablemente, esto no sea más que kayfabe, habida cuenta la sospechosa relación entre ella y el régimen, como a los Conservadores que apoyan a Trump, con todo y que ella, luego dijo que le dedicaba el premio al magnate. La verdad, no se ve nada claro que éste vaya realmente a intervenir en Venezuela para derrocar a Maduro, y probablemente todo termine con un acuerdo de transición pactada mas alguno que otro negociado "en lo oscurito" sobre temas inconfesables.

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